Narradora:

Al día siguiente, todo fluía con mucha normalidad

Por cuando fuera normal lo que sucedía

Ryan llegaba apenas a la casa, solo

Era prioridad nunca hacerse ver con su hermano, nunca obtendrían empleo si alguien conociera su gran fama

Su empleador le dijo que lo estaba esperando al día siguiente para terminar el trabajo, y le preguntó si estaba dispuesto a trabajar horas extras por la noche si había algún problema con la corriente que habían acabado de instalar en la tarde

Ryan se sintió tan orgulloso que se alejó chiflado la melodía militar que la vanda había estado tocando toda la tarde.

Había entrado en su cabeza ahora.

Aidan llegó más tarde de lo habitual.

- Tres cartas hoy - dijo, haciendo sonar el bolsillo del pantalón. - Y un sutíl interés por la poesía

Su gemelo estaba preparando la cena con verduras frescas, pan y queso que había comprado antes de regresar a casa.
Incluso una tarta de harina de castañas entera.

El entusiasmo lo había convertido en un derrochador.

Al oírlos llegar, ___ salió de su habitación para saludar

Al ver el banquete, ella y Aidan sonrieron.

- ¿Donde obtuviste el  dinero para todo esto, hermano? - inquirió acercándose a l mesa llena de comida

- Como dice el proverbio, Dios reserva la mala suerte a hombres insensibles manos no dolentes -  dijo alegre comenzando a sentarse

- ¿Es su cumpleaños? - Walker preguntó.

Estaban a punto de decir que no, no sabían cuándo era su cumpleaños.

Luego acordaron que por esa misma razón podían elegir la cita perfecta.

Y el 18 de septiembre era tan bueno como cualquier otro día.

Por primera vez en su vida, incluso, comieron pastel.

- Sí -  respondieron juntos y Ryan reanudó su silbido.