▪︎ 004:𝐂lown ▪︎

PAYASO

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LA CASTAÑA DA VUELTAS en su cama sin poder conciliar el sueño aún, el día había terminado con una llovizna y la noche había comenzado con una lluvia más fuerte. Como temía, la brisa brusca hacia tambalear las ramas de los árboles, provocando que estés golpearan su ventana, como sin monstruo tocara la ventana desesperado por entrar y devorar a su presa. Lilith sabía que ya estaba muy grande para temer por los "monstruos de la noche" pero no podía evitarlo.

Suspira y muerde su labio inferior tratando de no saltar en su lugar con los fuertes truenos que azotaban afuera, cierra sus ojos y comienza a sentirlos pesados, su respiración se vuelve cada vez más ligera y su cuerpo se siente cansado. Sin pasar más de diez minutos, la chica cae rendida en el reino de los sueños.

Su sueño comienza normal, esta en California, en una playa con su traje de baño favorito, sonriendo alegremente y disfrutando el tiempo con su familia, sus tías están allí, incluso sus primos, todos juegan en el mar, ella no se queda atrás y salpica el agua en la cara de sus padres, ríen dulcemente y juegan entre ellos. De pronto Lilith siente un escalofrío en su espalda y mira hacia atrás, se sorprende al encontrar a un niño con traje de lluvia, mirándola.

Suelta una risa y sale corriendo hacia la derecha, Berrycloth parece no tener control de su cuerpo, pues corre tras él, no sabe como o porque, pero de un momento a otro la arena comienza a disiparse y el concreto aparece en sus pies descalzos, mira hacia adelante y se da cuenta que el niño ya no está. Se detiene, mira el cielo y ve que esta nublado, una lluvia inunda el vecindario, su cara se moja por las gotas de agua y voltea hacia la derecha, encontrándose con una ventana donde ve su reflejo.

Ya no tiene un traje de baño, de hecho, tenía un impermeable rojo, su cabello estaba mojado y traía una bolsa en su mano.

No, otra vez no.

Sabe lo que está por suceder y con miedo mira de nuevo al frente, esta vez, se topa con el mismo niño, quien está agachado hablando con alguien, Lilith no puede evitar tener miedo, su corazón se acelera al igual que su respiración, siente ese escalofrío viajar en su columna vertebral y quiere salir corriendo de allí, pero se queda quieta cuando el niño le habla.

-Eres una cobarde, mami y papi estarán decepcionados de ti–dijo con voz triste.

-Yo no...–intenta responder, pero el nudo en su garganta se lo impide.

-¡Cobarde!–le grita a la chica y le mira, dejando a la vista su cara putrefacta por la descomposición.

Lilith grita y se da la vuelta para correr, pero es detenida por el cuerpo de un terrorífico payaso, aquella imagen que no se podía sacar de su mente hacia mucho tiempo.

Despierta de un brinco, sudada y gritando del susto, entonces no puede evitar que aquel líquido moje su pijama y cama. Sus padres entran como un rayo a su habitación y encienden la luz, su madre le mira con tristeza y se acerca lentamente a ella.

-Tranquila hija, estoy aquí, mamá está aquí–le dice con voz dulce y se acerca para abrazarle con cariño.

Lilith se suelta a llorar en sus brazos, en los únicos brazos en el que se sentía verdaderamente protegida.

-Vamos hija, ve a bañarte, tu madre y yo cambiaremos las sábanas–le anima su padre.

La castaña asiente sorbiendo su nariz, con algo de incomodidad se levanta y camina hacia el baño, se deshace de su ropa y se mete en la bañera. Trata de relajarse, pero cada vez que cerraba sus ojos veía a ese aterrador payaso que le acechaba desde las sombras, suspira y comienza a pensar demasiado, siente impotencia por ser una anormal, como suelen llamarle los bullys de su escuela, se maldice por ser una cobarde y egoísta, por no haber hecho nada aquel día. Se distrae cuando escucha la conversación de sus padres que tenían en susurros.

-¿Qué haremos Molly? Nuestra Lili sufre estos ataques de pesadillas casi 2 veces por semana, no podemos dejar que siga de eso modo–le dice su padre a su madre con preocupación y tristeza impregnada en sus palabras.

-Lo sé Jack, pero ya hemos intentado de todo, ella no quiere hablar y sin información no podemos hacer nada–contesta frustrada–me preocupa demasiado, ha cambiado tanto, ya no es la pequeña Lili alegre que solía hacer, dios Jack–escucha como la voz de su madre se quiebra y entonces la menor de los Berrycloth siente un nudo en su garganta.

No puede evitar romper a llorar en silencio mientras abraza sus piernas contra su pecho, no podía creer que por culpa de sus errores hiciera sufrir hasta a sus padres.

Se sentía decepcionada de ella misma.

Se odiaba.

[ ... ]

EL DÍA HABÍA COMENZADO como cualquier otro, era sábado y ese día su padre se iba a trabajar más tarde, así que estaban los tres desayunando tranquilamente.

Lilith toma el pequeño cuchillo que está a un lado de su plato para comenzar a cortar trozos de hot cakes, entonces su padre nota que su hija porta una curita en su mano y no puede evitar ser curioso.

-¿Qué te paso en tu mano cariño?–el hombre señala el lugar.

-Oh, bueno–trata de buscar una excusa para no mencionar que Henry y sus amigos la atacaron–me lastime con un alambre que sobresalía de una reja en la casa de al lado–inventa rápidamente, pues después de todo aquella reja de la casa Barry tenía partes salidas con la que fácilmente podías lastimarte.

-Ah, es cierto–concuerda su madre–el otro día pase por allí y me lastime mi brazo–comenta la rubia, tocando su brazo ante el recuerdo.

Siguen hablando de cosas banales hasta que su madre toca un tema que le pondría nerviosa.

-Lili, ayer no evité notar que el hijo de los Denbrough te trajo a casa ¿es que acaso salen?–pregunta su madre sin pelos en la lengua haciendo que su padre casi escupiera el café.

-¿Qué?–su padre se muestra incrédulo ante aquello.

-Ah, no...–quiere buscar una excusa pero no puede, así que saca un haz bajo la manga–quisiera responder, pero se me hace tarde–se levanta y mantiene la vista en el piso.

-¿Tarde para qué?–cuestiona su padre.

-Pues... Para salir, con unos... Amigos–murmura lo último, tomando sus llaves de la mesita y corriendo a la salida sin que sus padres pudieran protestar.

Suspira cuando ya salió de casa, pero no se espera que Denbrough estuviera saliendo justo de la suya y sin querer cruzan miradas, a lo que de inmediato Lilith baja la cabeza.

-Oye L-Lilith–le llama el chico–¿Vas hacia la c-cantera?–pregunta, esperando una respuesta afirmativa.

Lo cual lograría, pues ella no quería negarlo.

-Ah, sí, iba hacia allá–le afirma, jugando con los dedos de su mano.

-Perfecto, quizá pueda llevarte–le ofrece sutilmente.

Ella siente su corazón acelerarse, sus nervios florecer y sus mejillas sonrojarse, quiere negarse, su cerebro quiere hacerlo, pero nuevamente le hace caso al corazón.

-Esta bien–acepta, subiéndose a la parte trasera de la bicicleta y llendo rumbo a la cantera

Como todas las veces en que se había subido, posó sus manos en la cintura del chico, que apesar de que aún sintiera ese cosquilleo electrificante en su estómago, se estaba acostumbrando a hacerlo. Pasaron varios minutos de viaje para por fin llegar a la cantera, donde los demás chicos los esperaban, Bill dejó la bicicleta con el montón cuando ambos se bajaron.

-Pienso seriamente en comprarme una–le comenta la castaña al ojiverde a lo que él se ríe.

-Quizá, aunque esta bien qu-que yo te lleve–se le sale y Bill no puede evitar apenarse al notar que no había pensado aquello.

Pero se calmó cuando no vio respuesta negativa en la chica, no más que una fugaz sonrisa.

Mientras los chicos discuten y gritan, se quitan sus ropas para poder lanzarse, Lilith no puede evitar sentirse incómoda así que se da la vuelta hasta que terminan.

-Te toca belleza–le dice Richie mientras pasa su brazo alrededor del cuello de Berrycloth.

A lo que ella se limitó a bajar la cabeza.

-Ya no la molestes idiota–le pide Eddie con frustración.

Ambos iniciaron una pequeña pelea entre bromas, cuando Richie se alejó Bill se acercó a ella entregándole su camisa.

-Sí no t-te sientes muy cómoda, puedes usar mi camisa–le sugiere, a lo que la castaña la toma y le agradece con una pequeña sonrisa.

Camina hacia unos árboles y se digna a quitarse la ropa, cuando esta en la ropa interior, se pone encima la camisa del chico, la cual no puede evitar oler pues tenía la esencia de Bill, una muy linda.

Sale de su escondite y se encuentra con los chicos, todos voltean a mirar de pies a cabeza, ella solo entrelaza sus dedos y mira el suelo apenada, nunca jamás había recibido tanta atención.

Todos tenían su vista cuando otra persona llega, Lilith se voltea y mira a Beverly, quien le sonríe y corre a abrazarla. De lo espontaneo que había sido nisiquiera pudo corresponderle el gesto.

-Que bueno que viniste–se separa de la chica y con su cabeza señala el acantilado–saltemos de una vez–sugiere, quitándose su vestido.

Lilith niega asustada.

-Vamos, solo será una vez–le anima y le extiende su mano.

La castaña la mira por unos segundos, para después deslizar la palma de su mano por la de Beverly y entrelazar sus dedos, suspira y cierra los ojos, entonces ambas empiezan correr y se tiran al agua sin antes no haber pegado un grito.

-Mierda, nos humilló una niña–se queja Richie.

-En realidad dos–le corrige Stan–y una de ellas nisiquiera puede hablar sin tartamudear–hace una mueca de tristeza.

Entonces se tira Bill, después Ben, después Stan y así sucesivamente. Todos juegan entre sí, tirándose agua y jugando a tirar una persona del hombro de otra, Lilith a pesar de no ser parte del juego por decisión propia, se divertía y eso claro que no pasaba desapercibido por Bill, quien veía cada bonito gesto de felicidad y diversión que hacía la castaña.

Pasado una media hora, todos salieron del agua y se encaminaron hacia el punto de encuentro donde habían estado en un inicio, todos se sientan en un tronco mientras hablan o bueno, eso hacían hasta que Beverly se acostó a tomar sol y todos le miraban embobados, excepto Bill. Cuando la pelirroja gira hacia ellos hacen como si no la estuvieron comiendo con la mirada hacía unos cinco segundos, algo que divirtió a la castaña y rió bajo.

-No había v-visto tu sonrisa hace mucho, es muy linda en verdad–le comenta Bill a lo que Lilith le mira apenada.

Denbrough se dio cuenta de lo que dijo y bajo la mirada al mismo tiempo que Lilith, pues no pudieron evitar sentirse apenados de aquel acto.

-Noticias Ben ¡estamos de vacaciones–exclama Richie, sacando una carpeta de la mochila del chico–¿y este proyecto de historia?–le pregunta confundido.

Beverly al estar interesada se levantó y sentó junto a Hanscom para ver bien.

-No es un proyecto, es que cuando llegue no conocía a nadie, así que me la pase en la biblioteca–contó con pena.

-¿Ibas a la biblioteca?–el de lentes mira a los demás–¿a propósito?–alza una ceja.

Lilith comprende porque el chico se encontraba allí cuando se conocieron.

-¿Qué es el black spot?–pregunta Stan con duda.

-El Black spot era un club nocturno que cerró hace algunos años–le contesta Eddie.

La castaña toma entre sus dedos la carpeta con copias de noticias y páginas de libros, las lee y mira con interés, Denbrough no puede evitar ver con ternura la cara de concentración de la dulce chica.

-Te hiciste otro corte–comenta Ben–se te ve increíble–elogia el chico a lo que Beverly le da una sonrisa.

-Ah, gracias–le dice ante el lindo comentario.

-Aquí solo hay homicidios y desapariciones–hace notar Richie, tomando la carpeta de las manos de Lilith.

-Derry no es un pueblo como los que he visitado–Ben frunce el ceño–hicieron un estudio y resulta que... personas mueren o desaparecen seis veces más que en otros países–Berrycloth no puede evitar tensarse y bajar la vista al suelo.

Ya no quería escuchar del tema.

-¿Leíste eso?–pregunta la pelirroja y el chico asiente.

-Y hablo de adultos, en niños es peor... peor–repite, dejando en claro su punto–tengo más cosas, si quieren ver–les ofrece a lo que todos aceptan.

Lilith no tiene de otra, así que tiene que ir, pero lo que no sabía, es que sus miedos se desatarían y lo pagaría muy caro...

SWEETGIRL

¡Hola mor! Les he traído un cap, espero lo disfruten y les vaya gustando.

En fin, l@s amo bai.

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