Ocho.

El testamento.

Miraba por la ventana mientras la lluvia caía, era otra noche más en Londres todo estaba ¿bien? Si es que le puedes llamar así, sin embargo, algo no me dejaba estar tranquilo, sabía que Arturo no me dejaría estar en paz, si no me disculpaba con Johan.

Sabes Brat, Johan no es mala persona, pero en el fondo se ve que, si puede llegar a serlo, sin embargo, no lo quiere mostrar y prefiere sacar lo mejor de si mismo —le dije a Brat al ver por la ventana.
—Me parece mejor que sea así, deberías ser su amigo.
—Jejeje los amigos de mis amigos son mis amigos —le respondí a Brat.
—¿Qué no es si primo lejano? —me preguntó Brat.
—Bueno... aun así —le respondí.
Aunque Johan era un Akita lleno de misterios. Yo siempre confiaré en él, Salí de mi habitación para bajar a hacer la cena, no era tan tarde, pero siempre me gustaba ver la lluvia caer: al entero a la cocina para toparme con Johan que estaba poniendo la mesa.
—Suspire—. Johan déjame hacer esto a mí —le dije al ver que estaba haciendo la cena.
—Solo te quiero ayudar —dijo Johan en un tono alegré.
—Está bien, solo por esta vez —le dije antes de disculparme—. Lo siento si te entristeció que destruyera todo lo que planteaste para mi cumpleaños, se que tu intención era buena, solo que, mi cumpleaños no es el día más feliz que digamos.
—Oye, todo está bien, solo que no creí que pudiera hacer eso tan rápida —dijo Johan para darme un abraza amistoso.
—Si... No me conoces —le dije con una sonrisa.
—Tu tampoco me conoces, pero, algún día te lo contaré todo —dijo Johan.
Comencé a limpiar rápidamente para no tener tan sucio, Johan no están impresionado. Era con si él ya hubiera cosas semejantes a las que yo puedo hacer.
Después de cenar todos fuimos a dormir, ya era tarde y mis hermanos y sus hijos se quedaron a dormir.
A la mañana siguiente, Mis hermanos se fueron para ir a trabajar, pero yo me levante más temprano que ellos para hacer el desayuno.
—Ay hermano, tal solo de ver que estar haciéndonos de desayunar me hizo recordar que papá siempre nos hacía de desayunar antes de irse a trabajar —dijo Dolly Jr. Al verme darles se comer.
—Lo sé hermana, siempre recordaré todos los bellos momentos que pasamos con ellos —le dije llorando haciendo que mi pelaje se volviera blanco.
—¡Wow! —dijeron todos asombrados.
—¿No sabía que podías hacer eso? —cuestión Dash.
—Esto es nuevo, pero es mejor para mí —le dije a Dash con una sonrisa.
Todos siguieron comiendo, literal, no sabía que era mi día de descanso ¿por qué? Bueno, fui a la fábrica para entregar unos diseños que eran para la temporada de otoño-invierno.
—¿Entonces? ¿Es mi día de descanso? —le pregunté a Andrés.
—Así es, ya no eres un proveedor de pelaje, ahora eres un diseñador por lo tanto no trabajas de la misma forma —dije Andrés al tomar mi libreta de Dibujos.
Entonces me fui de la fábrica para volver a casa donde estaba Leslie y una abogada que desconocía en ese momento, entonces fue cuando la invitó a entrar a la casa.
—Leslie amiga, cuanto te extraño ¿Qué te pasó? ¿Por qué ya no sigues estudiando? —le pregunto Reyna.
—Voy a ser mamá y bueno no sé, la verdad es que todos creen que estoy muerta o más bien desaparecida —respondió Leslie.
—Bueno, eso no te impide nada.
—Lo sé, pero por ahora no voy a estudiar —dijo Leslie con una sonrisa.
—Bueno, vengo a decirte los cambios del testamento que hizo Hunter y después se los diré otra vez a tu Tía Rose.
—Bien.
"Todos los miembros de la Familia De vil, si quieren tener una parte de la herencia de mi fortuna, tendrán que casarse bien como se estipula, para que la fortuna quede entre la familia De vil"
—Eso fue lo que decretó Cruella, pero aquí va lo que los cambios de Hunter.
"Toda la fortuna queda a manos de mi buen amigo Devin Dalmatian"
Literal estaba asombrado de escuchar que yo era el dueño de toda la fortuna de Cruella, Jajaja era perfecto. Era millonario, pero algo no me gusto del todo, y esto era...
—Al parecer tu tía Rose quiere cambiar todo lo que dice el testamento —dijo Reyna.
Jajaja está loca si cree que la voy a dejar hacer eso, yo también soy un De vil como todos ellos, aunque el pobre de Hunter jamás tuvo ningún interés por esa herencia y esta maldita si quería la herencia de su familia. No quería que yo me quedara con nada.
Me tranquilicé un poco para no levantar sospechas de que yo era Devin, Reyna se fue y yo comencé a hacer una escena de rabia.
—¡¿De qué te molestas?! —me preguntó Leslie al ver que estaba lanzado los tazones por todas partes—. Sabes bien que esa herencia le pertenece a todos los De vil, no aun dálmata que no lleva nuestra sangre.
—¡Ese no es el punto! Mi punto es ¡Que todos ustedes son unos narcisistas de mierda! —el conteste a Leslie.
—Mira Devin, no me importa, yo también si hubiera querido te hubiera vuelto parte de mi abrigo de piel —me contesto Leslie con frialdad.
—Ay querida, tú nunca hubieras hecho el abrigo de piel, ya que tanto tu como Cruella nunca pensaron como nosotros por eso el abrigo de piel tu nunca lo obtuviste, pero sea quien será que sea el asesino de mis familiares, pagara con sangre lo que me hizo —le dije a Leslie.
Se que suelo exagerar, pero, Nadie se mete con mi familia nadie, pero todos sabemos que la familia De vil nunca nos quiso y siempre buscaran hacernos mal "Porque ellos no duermen sin hacer el mal y no les importa a quien tengan que matar para salirse con la suya. Llego la tarde, Johan me pregunto por la katana de Adolfo, a lo que yo no quería ir por ella al cementerio canino.
—¿Entonces? ¿La Katana está en el cementerio donde fue sepultado mi primo? —fueron las preguntas de Johan al verme con confusión.
—Si, fue algo que no tenía muy en claro, ya que una versión alterna tuya apareció y me sentía perdido entre el pasado —le respondí a Johan al verlo.
—Bueno quería practicar contigo la esgrima —dijo Johan con una sonrisa.
—Bueno solamente que me esperes aquí —le respondí al ver que quería practicar conmigo.
—Esta... ¿Bien? —me dijo Johan para que en ese justo momento yo desapareciera.
Johan sí que intenta comprender lo que soy realmente. Al igual que yo quiero saber más de él, pero el tiempo lo dirá.
—Bueno es hora de entrenar —dijo Johan.
—Bien, veo que ya estaba listo —le respondí
Johan fue por las dos Katanas de maderas que tenía en su mochila, para darme una y comenzar a practicar, pero al parecer al Akita Inu les gusta practicar la esgrima y sentía que me iba a derrotar, pero recordé una cosa, yo no me dejo vencer tan fácil, entonces, antes de que su Katana me tocara. Yo hice un movimiento para evitar que me tocara Johan con su Katana para tocar su suéter negro.
—te toque, sé que no soy muy bueno para esto, pero gracias por dejarme participar le dije a Johan que estaba detrás de él.
—No, gracias a ti por ser mi oponente —dijo Johan al ver que le gane.
—Bueno, yo ya tenía conocimientos de la esgrima —le dije a Johan.
—Vaya, así que el peluche sabe de esgrima —dijo Leslie que vio desde la puerta lo que estábamos haciendo.
—Por favor no me llamen así —dijo Johan con disgusto.
Yo fui al cementerio para llevarle a Katana, pero al llegar vi que la tumba de mi amigo fallecido.
—Hola Adolfo, se que te regrese tu espada, pero creo que me la diste como un regalo para aprender el arte del Esgrima —le dije antes de tomar la Katana.
Al tomarla ve claramente que una paloma estaba postrada en la Katana, era como si Adolfo supiera estaba hablando con él. La paloma voló hacia el horizonte, para cuando le perdí el rastro me fui, al llegar a la casa vi que Johan estaba en el patio, entrenando con una Katana de madera, se veía que sabía mucho de su cultura.
—está es la Katana —le dije Johan mientras sacaba la espada de su funda.
—Vaya esta igual que hermosa como el día que fue creada —dijo Johan al ver la Katana.
—Si es hermosa.
Johan me la pidió a lo que yo se la di, en ese momento empuño la Katana y con solo una distancia fija logró cortar una lata de Soda, algo que me impresionó mucho fue que la Katana era elemental. Johan apuñaló la tierra y así de pronto está se abrió, después hizo que se cerrar como si nada hubiera pasado.
Luego apuntó a los cielos haciendo que se nublar y lloviera. Era algo que no sabía que podía hacer la Katana.
—¡No sabia que podía hacer eso! —le dije impresionado.
—Es sensillo no es era tanta ciencia —dijo Johan mirando la Katana.
Leslie estaba en la puerta en su aún forma humana, sabía que no era normal que ella volviera a ser humana, eso me traería muchos problemas, sabía que no era algo bueno, pero, no soy nadie para decirle que hacer, solo tenía un mal presentimiento de al ver que estaba en su forma humana.
—Oye Devin ¿Quién es la humana? —me preguntó Johan al verla.
—Es Leslie, en su forma humana —le respondí al ver a Leslie.
Nunca entenderé porque sigo amando a esa psicópata, fui hacia ella y le dije.
—Ya se fue tu amiga, por favor vuelve a la normalidad —le dije a Leslie con un tono amable.
—Lo sé, pero me siento mucho mejor así —me respondió Leslie con disgusto. 

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