𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 4

No lo aceptaría en voz alta pero debió haberle hecho caso a su madre, probablemente le hubiera ido mejor. Los rumores siguieron extendiéndose sobre todo después de que se enterarán que había entrado al equipo de quidditch.

Si tan solo supieran que no tenía otra opción.

Ignoro las quejas de Draco por completo, suficiente tenía con sus propios problemas para estar concentrado en hacerle la vida imposible a Harry y Ron.

La noche anterior Draco había retado a Harry sin embargo era solo una trampa para que se metieran en problemas, algo que no resulto.

Harry estaba feliz sobre al recibir un paquete grande.

Aiden dedujo que era una escoba por la forma del paquete, ladeó la cabeza curioso por primera vez se pregunto sobre la vida de Harry antes de Hogwarts.

Trato de seguir no pensando en ello, su vida no giraba en torno a Harry pero la curiosidad de saber porque él parecido aun seguía allí.

Se puso de pie, pero fue rápidamente seguido por Draco, Crabbe y Goyle.

Pero a mitad de camino se encontraron con Harry y Ron.

Draco le quitó el paquete a Harry y lo examinó.

Aiden aprovecho la discusión que estaban teniendo para dirigirse a la biblioteca sin que nadie lo molestara. Estuvo buscando alguna respuesta a esa pregunta que siempre tenía, sabía que había algo raro con todo esto.

No encontraba nada, sin embargo no se daría por vencido agarro un libro pero sintió como alguien mas lo jalaba.

-Yo lo tomé primero.-Aiden puso los ojos en blanco al darse cuenta de quien se trataba.

-Estas equivocada, lo agarramos al mismo tiempo.-repuso Aiden observando a Hermione.

Ella bufó molesta mientras Aiden solo trataba de no reírse. Su mirada se dirigió a la sección prohibida de la biblioteca.

Por un momento pensó. Y entonces
lo supo, la sección prohibida de la biblioteca. Iba a poder leer todo lo que quisiera, incluso encontrar la respuesta que tanto estaba buscando.

-Te vas a meter en serios problemas.-Habló Hermione haciendo que Aiden sonriera divertido.

-¿Qué es la vida sin un poco de problemas?.-inquirió arrebatándole por completo el libro.

Hermione bufo molesta, estuvo a punto de decir algo cuando miro a Draco entrar a la biblioteca buscando a Aiden.

-Esto no se quedará así Aiden Williams.-murmuro dándose la media vuelta buscando la manera de no encontrarse con Draco.

-Pero por el momento si.-dijo Aiden antes de que ella se fuera.

-¿Qué hacías hablando con...

-No le veo ningún problema.-repuso Aiden hojeando el libro, al parecer tampoco encontraría algo interesante.

Suspiró y volteo a ver a Draco.

-Ella es Gryffindor y es una hija de muggles.

-Estúpidos estereotipos.-murmuró Aiden para después cambiar el tema de conversación. En realidad no quería discutir sobre sus ideas y opiniones, sabía que seria inútil ambos habían crecido con distintas enseñanzas.

Al menos estaba logrando ser reconocido por ser él mejor estudiante de Slytherin. Aunque aún su nombre siempre iba acompañado de la mención de Harry.

Y él quería ser reconocido por ser Aiden Williams.

Estando demasiado ocupado tres noches a la semana con las prácticas de quidditch, además de todo el trabajo del colegio, realmente estaba detestando estar en el equipo. Si bien le parecía divertido jugar; ese no era su plan.

Mas cuando Marcus Flint era un idiota.

Ya llevaba dos meses en Hogwarts y
sus clases, también, eran cada vez más interesantes, pero varías cosas ya había aprendido por parte de su mamá. Sin embargo cosas extrañas estaban pasando, en la mañana de Halloween Aiden estaba junto a Draco.

-¿Por Qué utilizas lentes?.-Inquirió Draco curioso.

-Tengo problemas de la vista, tal vez sea por mi abuelo... Él también utilizaba lentes.-contesto Aiden restándole importancia, Hermione paso a su lado. Parecía estar llorando, tuvo el impulso de detenerla y preguntarle que había sucedido pero no lo hizo en parte sabía que era lo mejor sobre todo estando en compañía con Draco.

Mil murciélagos aleteaban desde las paredes y el techo, mientras que otro millar más pasaba entre las mesas, como nubes negras, haciendo temblar las velas de las calabazas. El festín apareció de pronto en los platos dorados, como había ocurrido en el
banquete de principio de año.

Aiden estaba comiendo cuando el profesor Quirrell llegó
rápidamente al comedor; con el turbante torcido y cara de terror.

-Un trol... en las mazmorras... Pensé que debía saberlo.

En cuanto Dumbledore mando a todos a sus dormitorios de inmediato. Algo no tuvo del todo sentido la sala común Slytherin, lo cuál seria peligroso para ellos.

Su mirada se dirigió a la mesa de los Gryffindor, notó como Harry parecía preocupado. Pero lo que más atrajo su atención fue no ver a Hermione ahí.

Busco la manera de que nadie lo viera no ir con los demás de Slytherin. Además de vez en cuando no es malo romper las reglas.

Oh, pero no era él único observo como Harry y Ron se dirigían hacia un pasillo.

Hasta que escuchó un gruñido y las pisadas inseguras de unos pies gigantescos.

Aiden hizo una mueca ¿Se metería en problemas?.

Tenía que pensar antes de actuar, la verdad es que estaba preocupado por ella, dudaba que pudiera defenderse sin salir herida. Aunque también estaba la posibilidad si las cosas no salían bien.

-Ocultense de lo contrario él trol vendrá hacía nosotros.-Aiden jalo a los dos a una esquina.

Se ocultaron en las sombras y lo vieron surgir a la luz de la luna.t

Era una visión horrible. Más de tres metros y medio de alto y tenía la piel de color gris piedra, un descomunal cuerpo deforme y una pequeña cabeza pelada. Tenía piernas
cortas, gruesas como troncos de árbol, y pies achatados y deformes.

El monstruo se detuvo en una puerta y miró hacia el interior. Agitó sus largas orejas, tomando decisiones con su minúsculo cerebro, y luego entró lentamente en la habitación.

-La llave está en la cerradura.-susurró Harry.- Podemos encerrarlo allí

-¿Donde esta Hermione?.-inquirió Aiden en voz baja.

Él rostro de Harry fue de horror y señalo él baño justo donde entro él monstruo.

-¿Y a ti que te importa?.-inquirió Ron de mal humor.

Aiden empujó la puerta y entraron corriendo, obviamente ignorando las palabras de Ron.

Hermione Granger estaba agazapada contra la pared opuesta, con aspecto de estar a punto de desmayarse. El Trol avanzaba hacia ella, chocando contra los lavamanos.

-¡Distráelo!.-gritó Harry desesperado y tirando de un grifo, lo arrojó con toda su fuerza contra la pared. El trol se detuvo a pocos pasos de Hermione.

Se balanceó, parpadeando con aire
estúpido, para ver quién había hecho aquel ruido.

-¡Eh, cerebro de guisante!.-gritó Ron desde el otro extremo, tirándole una
cañería de metal.

Aiden sabía que eso no funcionaría por lo que con su varita señaló a la criatura.

-Desmaius.-una luz roja salió y él trol cayó al suelo con un ruido que hizo temblar la habitación.

Los tres miraron a Aiden sorprendidos.

Antes de que alguien pudiera preguntar algo, la profesora
McGonagall entraba apresuradamente en la habitación, seguida por Snape y Quirrell.

Aiden simplemente parecía tranquilo, dejo que Hermione contestara las preguntas, hasta que estuvo a punto de decir sobre el hechizo que él hizo.

-Yo solo lo hice golpearse, escuche unos gritos y entenderá que no pude dejar a mis compañeros solos.-habló Aiden convenciendo a todos aunque notó a Snape entrecerrar los ojos con desconfianza.

Después de que McGonagall regañara a Hermione, ella se había echado toda la culpa, algo que causo la curiosidad de Aiden. Miró hacía ellos.

-Bueno, sigo pensando que tuvieron suerte, pero no muchos de primer año podrían derrumbar a este trol. Han cinco puntos cada uno para
Gryffindor y cinco punto para Slytherin.-Esta vez miro solo a Aiden.-El profesor Dumbledore será informado de esto.

Hizo una mueca, a decir verdad le parecía algunas cosas demasiado extraño. Lo peor era que de alguna manera sentía que Harry y él estaban involucrados, aun sin quererlos.

Pero exactamente ¿Qué era?.

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