Me levanté con pereza, me preparé y me despedí de mis padres, caminé calmadamente por la calle, no tenía prisa.

Chisato no asistiría hoy, de nuevo, seguía en su trabajo y no pude detenerla.
«Al regresar le compraré algo, seguro tiene hambre»

Caminé mientras cantaba, ignoraba mi entorno, cantar con mi voz o mente era algo que me encantaba, no era la mejor haciéndolo pero me gustaba.

«A mi abuela le encantaba que le cantara»

A lo lejos pude ver a Teruhashi, ella también lo hizo así que se dirigió a mí.

—¡Buenos días Hirai! —la chica era muy sonriente.

«En serio es muy linda»

—Buenos días Teruhashi.

—¿Y Mera?

—Oh, sigue trabajando. —mire al suelo, en verdad quería que estuviera aquí.

—Que lástima.

Caminamos un rato hasta que una chica de cabello corto se acercó casi corriendo.

—¡Buenos días Kokomi! —volteó a verme —¿Te eres la alumna nueva?

—Si, me llamo Hirai Koemi, un gusto.
«debe ser amiga de Teruhashi»

—Soy Yumehara Chiyo, el gusto es mío, y dime ¿Ya hay alguien de la academia que te guste? —ella se acercó a mí buscando respuesta.

—Pues aún no conozco a muchos chicos, así que no —respondí un poco incómoda, estaba muy cerca.
«llevo menos de una semana aquí»

—Oh que mal.
«Que alivio que está en la clase dos, no podrá fijarse en Saiki»

Seguimos caminando hasta que los compañeros de Chisato aparecieron, creo que sus nombres eran Kaido y Nendou, aunque al otro chico no lo conozco.

Fue cómico ver cómo suspiraban al ver a Teruhashi.

—Hola chicas —Kaido saludó tímidamente.

—¿Quién es ella? —un chico de cabello morado y lentes me miraba.

«Él es lindo, ¿Será amigable?»

—Es la alumna nueva —habló Yumehara.

—Ya recuerdo, soy Kuboyasu Aren —me sonrió levemente.

—Me llamo Hirai Koemi —devolví la sonrisa.
«no esperaba que todos se reunieran al mismo tiempo»

No te sorprendas, es normal en ellos.

—A mi también me transfirieron hace poco —Kuboyasu y yo caminábamos detrás de los demás.

—¿En serio?

—Si, fue un poco difícil acostumbrarme.

—Pero veo que ya tienes amigos —miré al frente, Nendou y Kaido discutían.

—Si, pero falta uno.

Por favor, no me involucres.

—¿Quién?

—Se llama Saiki, ya debe haber llegado.

—¿El chico de cabello rosa?
«Wow, para ser un chico callado tiene muchos amigos»

Solo insisten en seguirme.

—Si, es un poco callado pero agradable.

—Ya veo.
«callado pero agradable, interesante»

No tengo nada de interesante.

☕

La campana del receso había tocado, Satou estaba ocupado arreglando unos asuntos y sus amigos también.

Cuando me dispuse a comer sola, Toritsuka se acercó a mí.

—Hola Hirai, ¿Comerás sola? No puedo permitir eso —tomó su silla y la puso enfrente de mi escritorio.

—Hola Toritsuka, estoy bien así, no te preocupes.
«es amable de su parte, pero aún no lo conozco lo suficiente»

—No Hirai, debo acompa... —el rostro de Toritsuka cambió repentinamente a una expresión de ¿Cómo decirlo? Tenía la expresión de alguien que estaba hurtando y lo atraparon en el acto.

Déjala en paz Toritsuka, si se relaciona contigo perderá su normalidad.

«¿Saiki? Espera, ¿no podré siquiera mirarla?»

Ella se lleva bien con Satou, no quiero que los molestes.

«¿Que me darás a cambio?»

¿Que te parece seguir viviendo?

—¿Pasa algo? —Toritsuka tuvo esa expresión durante tres segundos hasta que reaccionó.

—¡Oh tienes razón Hirai! Ignorame y vuelve a comer tranquila. —dió una sonrisa nerviosa y apartó su silla.

«Que raro ¿Fui descortés? ¿Lo ofendí? Espero que no, no quiero hacer enojar a nadie»

Créeme, te hice un favor.

☕

Caminaba en dirección al café Mami, las clases habían terminado así que le llevaría algo a Chisato.

Cuando entré el gerente me saludó alegre.
—¡Hirai! Bienvenida ¿Que vas a pedir?

—Hola, ¿podría traerme un café Moca y dos latas de galletas por favor?

—En seguida. —el hombres se alejó de mi, seguí caminando y me senté en una mesa al lado de la ventana.

—Aquí tienes —me entregó mi café y las galletas —dusfrútalo.

—Gracias — sonreí y luego él se alejó.
«Sé que a Chisato le gustarán las galletas»

Probé mi café.
«¡está delicioso!»

Espera a probar la gelatina de café.

Saiki se encontraba en una mesa alejada. No quería involucrarse más con Hirai, se dió cuenta que ella era bastante normal y por ende debería acercarse más a ella, pero sabía que si se acercaba probablemente perdería la normalidad que tenía y eso afectaría a Satou también.

Sus pensamientos se callaron, ella estaba cantando, podía oírla claramente leyendo su mente, pero también podía oír como cantaba en susurros.

La observó desde su lugar, tomaba su café mientras miraba la ventana, cualquiera que pasara no se daría cuenta que ella cantaba en susurros.

Pero él sí. Solo se dedicó a escucharla cantar mientras comía su gelatina de café.

Al menos no serás una molestia.

Vamos avanzando.