Capítulo 50


Como si no fuera suficiente su desgracia, se enamoró.

Lo había logrado, el tiempo comenzó a avanzar como debía hacerlo hace un par de años.

Al fin podría ser un chico normal de secundaria. Eso fue lo que pensó.

Pero la normalidad trae algunas cosas consigo.

Al principio, fue extraño no poder hacer lo que normalmente hacía. Fue como aprender todo de nuevo.

La forma en que miraba a las personas cambió radicalmente, ya no podía calificar a los demás solo por el estado de sus órganos.

Ahora podía notar la belleza de Teruhashi. Si no fuera porque sabía lo que pasaba por su mente...

Pero lo más extraño y a la vez alarmante, fue ver a Koemi.

¿Siempre había sido así?

No, no era como Teruhashi.

Pero ¿Qué es la belleza exterior sin un poco de gracia interior?

¿Su sonrisa siempre fue así de deslumbrante?

Oh rayos, la observó por demasiado tiempo.

Kusuo caminó en dirección contraria a la de ella. Temía que hubiese notado su desvergonzada mirada fija.

Su falta de telepatía le estaba jugando en contra.

Y cuando experimentó un acto de sinceridad por parte de Nendou, pudo sentir lo que era ser protegido, algo nuevo para él.

Ser normal conlleva cosas que él siempre había ignorado.

Como el hecho de no poder transformar su cuerpo.

O no poder evitar a las personas que desea.

—¿Saiki? ¿Estás bien? Toritsuka me dijo que tuviste un accidente en la biblioteca —Koemi observaba a Saiki con preocupación, ya había comprobado que Nendou estaba bien, pero necesitaba asegurarse que Saiki también lo estaba.

Saiki se sorprendió al verla, ahora no podía escuchar una melodía para saber que estaba cerca.

Ah, es cierto, ahora no podría escuchar las canciones y melodías que su mente solía reproducir.

Pero eso no fue todo, también sintió un pequeño vuelco, casi un cosquilleo en su estómago cuando la vio acercarse a él.

¿La luz siempre había resaltado así sus ojos?

—¿Estás seguro que no te lastimaste?

Él asintió.

Koemi sonrió, Nendou era realmente fuerte, lo suficiente para no dejar que Saiki se lastimara.

—Que bueno, estaba preocupada por ambos —recordó la imagen de Nendou con un pequeño, pero sangrante golpe en la cabeza —. Tienes suerte de tener a un amigo como Nendou, es algo extravagante, pero tiene un lindo corazón —Koemi se despidió de él y regresó a su clase.

Por primera vez en mucho tiempo, estaba seguro que alguien no mentía al hablar de otra persona, sin necesidad de usar su telepatía.

Y fue agradable.

Hasta que comenzó a pensar de más.

Harada ya no existe.

Había olvidado ese punto. Había olvidado que alguien aún lo estaba esperando.

Pero, eso era bueno ¿Verdad? Ya no tendría por qué preocuparse por tener una triple vida.

Solo necesitaba borrar su me... Ah, cierto, ya no podía usar sus poderes.

No, ya no tenía por qué preocuparse por eso, solo diría que se marchó a otra ciudad, ella tendría que aceptarlo

No sabía que su Odisea estaba a punto de comenzar.

—Ah, todo se volvió aburrido cuando perdiste tus poderes.

Lo dices como si fuera algo malo.

—¡Lo es! Ya no somos los jóvenes psíquicos sin ti.

Observa cuánto lo lamento.

Luego de un rato siguiendo a Saiki, Toritsuka se armó de valor para preguntar lo que realmente quería saber.

—¿Que pasará con Hirai? -Eso fue suficiente para detenerlo -. ¿No volverá a ver a Harada?

No.

—¿No piensas hacer nada al respecto? Creí que ya habías comprado una peluca o algo así.

Ella tendrá que olvidarlo.

—¿Qué? Pero, si planeas decirles a todos sobre tus poderes, ¿No sería justo decirle a ella también?

Kusuo lo meditó un poco, llegando a una exhaustiva conclusión.

Ella no lo sabrá, se hizo demasiado cercana a una persona que no existe, y creo que lo más piadoso sería decirle que se fue.

¿Eso era lo más piadoso?

Kusuo siguió con su camino, pero fue detenido nuevamente por Toritsuka, quién había recurrido al último recurso que tenía.

Chantaje.

—Pero, ¡Ella dijo que estaba enamorada de ti!

Su paso volvió a detenerse, incluso pudo decir que sintió como el aire se atoraba en su pecho.

¿Qué rayos dijo?

¿Ah? ¿Enamorada de mí? -Saiki giró para ver al médium.

Toritsuka no sabía si arrepentirse de lo que había dicho.

—Bueno, no exactamente de ti, ya sabes, de Harada —Toritsuka respiró profundo antes de seguir —. Se lo confesó a Aiura hace un tiempo. Supongo que sí hay cosas que no puedes notar.

«Al fin puedo decir que es patético»
Aprovechó en pensar, no todos los días un psíquico perdía sus poderes.

No está enamorada de mí. Está enamorada de Harada. Saiki Kusuo no existe en sus recuerdos.

—¿Acaso no son la misma persona?

Saiki tardó en responder.

—¡Claro que lo son! —Aiura apareció de repente, causándole un susto al ex psíquico.

Se acercó a él, mientras Saiki se sujetaba el pecho, ¿Por qué todos aparecen de repente?

—No sé si no te das cuenta, o si no quieres admitirlo. Pero, tu fachada de "Harada" ¡eres tú! Tú fuiste el que pasó todo ese tiempo con ella, no otra persona.

Eso no era suficiente. ¿Acaso no entendían? ¡Inventó a una persona para estar con ella! ¿Como iba a tomarlo?

—Ella te quiere, pero ¿Tú la quieres?

No esperaba esa pregunta.

—¿No sientes nada por ella? Dime, Kusuo ¿Acaso no sientes nada en tu interior cuando estás con ella?

Eso lo hizo recordar las palabras de su madre.

"Algún día encontrarás a alguien que sea capaz de mover tu corazón"

"Las emociones no vienen del corazón, mamá"

"Bien, entonces moverá tu mente y cuerpo"

—¿No has pensado en ella ni un momento? ¿No sientes tu corazón latir con fuerza cuando se acerca a ti?

Toritsuka admiró el coraje de Aiura, aún estando enamorada de Saiki, lo estaba alentando a estar con la persona que él quería.

Y suponía que eso también se llamaba amor.

Mientras tanto, Kusuo entraba en pánico.

—¿De verdad estabas fingiendo cuando tenías la máscara de Harada Yasuo?

Aiura en serio quería saber qué haría Kusuo, porque cuando intentó leer su futuro, extrañamente no pudo ver algo claro.

No lo sé.

Eso fue inesperado.

Quizá si sospechaba que era lo que sentía, pero lo negaba porque sentía culpa. O tal vez no quería borrar su memoria o saltar en el tiempo, porque en el fondo, no quería que lo olvidara.

"No te tomes el amor a la ligera" Eso lo había dicho Kaido, y estaba de acuerdo con eso.

Toritsuka y Aiura se miraron entre sí, como si en verdad entendieran al ex psíquico.

—El amor es sacrificio, Kusuo —Aiura suspiró —. Si en verdad crees que sientes algo por ella, dile la verdad y enfrenta las consecuencias.

Después de unos segundos, Kusuo respondió.

Se lo diré, después de decirles a todos sobre mis poderes. Solo hablaré sobre Harada.

Luego de eso, se fue.

Ambos psíquicos esperaban que fuera cierto. Sus esperanzas se elevaron cuando Kusuo reunió a todos para hablar.

Y bajaron radicalmente cuando nunca llegó.

Todo por un insecto y una ventana rota.

El día pareció oscurecerse, y no metafóricamente. El cielo estaba nublado.

Kusuo intento irse, pero algo que nunca lo había detenido, lo hizo.

La lluvia.

Iba a llamar la atención si caminaba así bajo la lluvia, pero cuando intentó buscar su paraguas, sintió un escalofrío.

Había una mariposa ahí, ¡¿Que rayos hace una mariposa ahí?!

—¿Estás bien, Saiki? —otro escalofrío.

Koemi se acercó a él. Se suponía que la llamaría a ella luego de decirles la verdad a todos. Lo cual no sucedió.

Koemi notó lo que Kusuo miraba y comprendió todo.

Había pasado suficiente tiempo con él como para saber que no le gustaban los insectos.

—No te preocupes —ella se acercó a su lugar y tomo cuidadosamente a la mariposa
—. Pobrecita, debió quedar atrapada aquí por la lluvia.

Si, si, ahora aleja eso de aquí.

Koemi dejo que la mariposa volará en otra dirección, no podía hacer mucho, estaba lloviendo. Aún así, Saiki estaba agradecido por haberla alejado de él.

Luego, Koemi espero a que Kusuo tomara su paraguas. Pero eso no sucedió.

Lo había olvidado en casa.

Normalmente, no necesitaba de un paraguas cuando llovía, podía teletransportarse, hacer que aparezca en el lugar o simplemente parar la lluvia.

Si tuviera sus poderes... ¡No! No debía pensar en ellos.

—¿Qué pasa? —preguntó Koemi, mientras tomaba su paraguas.

El rostro de Kusuo se lo dijo todo.

—¿Olvidaste tu paraguas?

Si.

—Oh, sé lo que se siente —abrió su paraguas —. Si quieres, podemos compartir mi paraguas. Chisato dijo que se quedaría, y la mayoría ya regresó a casa, así que no tienes que preocuparte porque nos vean.

Ella sonrió suavemente, tratando de no sonar grosera.

Kusuo lo pensó un poco, quizá demasiado.

—Si no quieres, está bien, lo entiendo —estaba a punto de irse, hasta que la voz de Kusuo la detuvo.

Hirai —ella se detuvo. Fue extraño, sintió como si hubiera escuchado su voz por primera vez —. Gracias, iré contigo.

Ella sonrió, y observó como Saiki se colocaba a su lado. Y así, ambos comenzaron a caminar a casa.

Ninguno dijo nada, simplemente escuchaban el sonido de las gotas de lluvia caer.

Fue un deleite para Kusuo poder escuchar las gotas de lluvia y nada más.

Bueno, quizá solo extrañaba escuchar una cosa. Y quizá le causaba curiosidad que estaba pensando su acompañante.

Hacía un poco de frío, y sin su piroquinesis, no podía subir su temperatura y la de su acompañante.

—Mira, la lluvia dejó de ser tan fuerte —Koemi dejó que Kusuo tomara el paraguas y caminó por su cuenta, le gustaba sentir las diminutas gotas de lluvia sobre ella.

Sin darse cuenta, habían llegado justo a tiempo para ver la hora dorada.

Algunas nubes se despejaron, permitiendo a los dos jóvenes observar al sol esconderse, irradiando una maravilla luz dorada.

Esta vez, Saiki no pudo poner resistencia.

Ahora no miraba sus órganos, ahora solo veía su exterior. Ya había visto a Koemi ser iluminada por los últimos rayos de sol.

Pero, rayos, sintió como si esa fuera la primera vez que la veía.

Su piel, sus cabellos, sus ojos, estaban siendo iluminados por la última luz del día. Incluso notó que aún usaba el broche que le regaló.

Era una vista agradable al ojo humano, incluso para el suyo.

Dicen que cuando amas algo, lo ves aún más hermoso de lo que es.

"¿Acaso no sientes nada en tu interior cuando estás con ella?"

Las palabras de Aiura resonaron en su cabeza, y eso era peor que la telepatía.

De pronto, sintió su corazón latir cuando notó que Koemi se acercó a él, colocándose justo en frente de él.

—Tu cabello se ve bien, Saiki, el sol lo hace brillar —sonrió.

Extrañamente, también lo hizo sonreír a él.

Entonces, ¿Esto es amor?

Ambos caminaron juntos hasta que tuvieron que separarse.

Cuando Saiki llegó a casa, su madre lo recibió cálidamente.

Se quitó el uniforme y bajó para comer una gelatina de café.

Trató de no preocuparse sobre sus poderes, pero también algo más lo tenía inquieto.

Y el insomnio lo confirmó.

Acostado en su cama, pensó en las cosas que le habían dicho hoy, analizando cada palabra.

Se sentó en su cama, tratando de recordar el día que conoció a Koemi.

Hace al menos cuatro años.

Su melódica mente fue lo que llamó su atención. Luego, el conocerla.

Sabía que intentaba ser lo más sincera que podía, que amaba a sus seres queridos y que a veces se molestaba cuando algo no le parecía bien, siempre intentaba calmarse y razonar.

Presenció algunas discusiones con Chisato, pero eso era normal, no existían las amistades que no discutan de vez en cuando. Más importante aún, sabía reconocer sus errores y disculparse, al igual que perdonar.

Sonrió levemente al recordar algunos de sus pensamientos.

"¿Que pasaría si pudiera volar?"

"Si fuera un superhéroe, ¿Como escondería mi identidad secreta?"

"Su cabello es gracioso, parece un brócoli"

Recordó aquella noche de insomnio que pasaron juntos. Fue peculiar.

Incluso recordó la gentileza de un par de labios secos posando sobre su mejilla.

Pensó en cada vez que llegó al café Mami y ella estaba ahí, sonriendo cada vez que cruzaban miradas.

Recordó sus pequeñas discordias con Saiko, donde pareció que Saiko aprendió un par de detalles.

En cada vez que apoyó a Mera, hasta incluso llegar a estar tan cansada como para dormir en las escaleras de la Academia.

Sus errores, como la vez que subió a una moto acuática y casi muere.

Las veces que estuvo con Yuuta, siendo lo más paciente y amable posible.

Cada vez que pasó tiempo con Harada, respetando cuando no quería decir algo, o simplemente oírle decir en su mente que le gustaba su compañía, aunque no hiciera mucho, era suficiente.

Su rostro melancólico y la manera en que parecía amar aún a sus abuelos, lo conmovieron un par de veces.

Era tan normal y a la vez extraordinaria.

Cuando giró para ver el reloj, alcanzó a ver, en un estante lejano, la foto que Yuuta le regaló.

Se puso de pie para poder verla mejor.

Miró su rostro sonriente.

Una sonrisa cálida, que le recordó muchas veces a la sonrisa de su madre.

¿Así es esto?

Suspiró, se dio cuenta que pasó las últimas dos horas recordando lo mejor posible todo lo que había pasado con Koemi.

¿Que hubiera pasado si no hubiera creado a Harada? ¿Aún así se hubiera acercado a Koemi?

Tal vez su cuerpo simplemente le jugó en contra, o quizá la razón fue porque no le gustó la idea de decepcionarla.

Pensó con más fuerza, como si fuera posible. Al fin y al cabo, ahora era más fácil, solo podía escuchar sus propios pensamientos.

Si era posible, dedico una hora más en pensar sobre las reacciones químicas de su cerebro, lo que parecía ser simplemente la droga de la cafeína, quizá no lo era del todo.

Todo era cuestión de ciencia, simplemente eso. Pero, no parecía serlo cuando estaba con ella.

Y ahora podía verlo. Había estado todo ese tiempo actuando como un científico, tratando de encontrar respuesta a algo que parecía no tenerlo.

Suspiró con resignación.

Quizá tenían razón.

Bastaba con recordar en quien pensaba cuando estaba deteniendo el volcán, para afirmar las locas teorías de sus amigos.

En la única que no estaba presente ese día.

La única que le hizo falta. Como le hace falta el café a un adicto a la cafeína.

Tsk.

Sonrió, como si se burlara de el mismo.

Según Kusuke, probablemente él nunca sería normal, y sus poderes regresarían.

Santo Cielo.

Y, como si no fuera suficiente su desgracia.

Se enamoró.

______________________

Al fin pasó, no lo puedo creer.

Saiki tardó en darse cuenta que apreciaba a sus amigos, ya se imaginarán para darse cuenta que alguien le gusta.

No tengo más que decir que estoy feliz y triste porque el libro está próximo a terminar.

La verdad nunca he estado enamorada, pero intenté plasmar lo mejor posible lo que creo que es estarlo. Lamento si no es realista.

De verdad espero que les guste, cuídense y sonrían 🌌

Pd: ¡Feliz Año Nuevo atrasado! Jdjjs

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top