Eran las 6:00 AM y Saiki estaba mirando por la ventana, era Lunes, ya había terminado sus tareas así que no había nada de que preocuparse.

—¡Compañero!

Había hablado muy pronto...
¿Que hacía Nendou parado frente a su casa tan temprano?

—¡Vamos a comer ramen para desayunar!

Ah, eso lo explica, era Nendou después de todo.

Por suerte, sus padres aún no despertaban, así que se aseguró de que la voz de Nendou no los despertará, luego de eso, se dispuso a ignorarlo.
Pasaron diez minutos y él seguía ahí, solo esperaba que su madre no se despertara para obligarlo a ir con él.

De repente, escuchó otras dos voces, se asomó a la ventana usando su invisibilidad, pudo observar a Hirai y Mera correr por el vecindario.
¿Que hacían ellas ahí?

Ese día, Koemi ayudaría a Chisato a entregar periódicos, así que se había levantado temprano para ayudarla, ambas corrían por todo el vecindario mientras reían, jugaban a quién entragaría el periódico más rápido, en el camino se habían encontrado a Nendou.

—Nendou, ¿Que haces aquí? —preguntó Mera.

—Quiero desayunar ramen con mi compañero.

Koemi río, se le hacía divertida la situación.

No es a ti a quien están acosando.

—Quizá aún no han despertado.

—¿Tengo que despertarlos? —Nendou estaba listo para hacer un alboroto.

—No —Koemi lo detuvo —creo que hoy no podrán salir juntos, pero, ¿Que te parece si nosotras te acompañamos?

—¿¡Desayunaremos ramen!?

—Claro ¿Por que no? —ella miró a Chisato —¿Está bien si vamos?

—¡Con gusto! —Koemi y Chisato terminaron de repartir los periódicos rápidamente, con algo de ayuda de parte de Nendou. Luego, los tres se dirigieron a un puesto para poder desayunar ramen.

Saiki observó como, de nuevo, Hirai lo había salvado. Sintió un gran alivio al saber que al menos no tendría problemas tan temprano.

☕

—¡Ya casi es el viaje escolar! —dijo Yoriko emocionada.

—¿Viaje escolar?

—¡Si! Cada cierto tiempo, la Academia PK hace un viaje escolar hacia alguna parte de Japón —Yoriko tenía una sonrisa en su rostro.

Koemi se entusiasmó, en su antigua escuela no hacían viajes así.

—Es genial, ¿A dónde iremos esta vez?

—¡Iremos a Okinawa! ¿No es genial?

Okinawa...

—¿Hirai?

Koemi reaccionó, Yoriko la miraba preocupada, rápidamente, sonrió para calmarla.

—¿Okinawa? ¡Se escucha muy divertido!

—¡Oye, Hirai! —la mencionada miró a su derecha, ahí estaba Satou.

—¿Tú vivías en Okinawa, cierto?

Koemi asintió con una sonrisa.

—Es verdad, quizá puedas mostrarnos el lugar —Yoriko volvió a sonreír.

Koemi no sabía que sentir al tener la oportunidad de volver a Okinawa, quizá sea bueno, podría visitar a sus abuelos después de todo.

El descanso de 10 minutos había acabado, el maestro ya impartía la clase, Koemi trató de prestar atención.
Sin embargo, casi inconcientemente, su mano tomó el colgante que tenía en su cuello y lo apretó por unos minutos.

Al terminar las clases, fue en busca de Chisato con una sonrisa, se sentía un poco mal, pero no preocuparía a Chisato, ella ya tenía muchas preocupaciones.

Ambas caminaban mientras hablaban animadamente, hasta que llegaron a casa de Chisato y tuvieron que despedirse.
Luego, Koemi siguió su camino a casa.

Ese mismo día, el maestro había explicado todo lo relacionado con el viaje escolar.

¿Cómo le pediría permiso a sus padres para ir a Okinawa?

No lo sabía, pero lo intentaría. En realidad, deseaba visitar de nuevo aquel lugar con playas tan bonitas.

—¡Ya llegué! —gritó mientras quitaba sus zapatos.

—Al fin llegaste —su madre estaba sentada en la mesa tomando té junto a su padre.

—Si, emm... —ella se acercó a la mesa, ambos fijaron su vista en su hija.

«rayos, no sé cómo empezar»

—¿Que sucede? —preguntó su madre con preocupación.

—Yo quiero —aclaró su voz —pedirles permiso para asistir al viaje escolar hacia Okinawa.

La habitación quedó en silencio unos segundos, Koemi empezaba a sentirse incómoda. Luego, su padre habló.

—¿Estás segura que quieres ir?

Koemi asintió levemente, su padre suspiró.

—Bien, tienes mi permiso, no te preocupes.

Koemi sonrió, luego, miró a su madre, ella aún no hablaba.

—Bueno, si quieres ir, está bien —su madre le sonrió ligeramente.

Ella se entusiasmó.

—¡Muchas gracias! —ella subió hacia su habitación, estaba feliz.

Aunque, su emoción casi desapareció al día siguiente.

—¿No asistiras hoy? —preguntó ella, estaba frente a la casa de Chisato.

—no, tengo que juntar suficiente dinero para pagar el viaje a Okinawa.

Ella se desilusionó, pero no dejaría que las cosas acabarán así.

—¡Te ayudaré Chisato! Juntas, podremos juntar el dinero para que puedas ir a Okinawa —sonrió con determinación —así que, debes asistir hoy.

Contagió a Chisato con su sonrisa, haciendo que ella también sonría.

Así, ambas asistieron a la academia.

Al parecer, ya está mejor.

Saiki sabía de que algo andaba mal con Hirai, se dió cuenta gracias a que ayer no pudo escucharla cantar, y eso era raro, porque lo hacía todos los días.
Casi podía identificar su estado de ánimo gracias a sus canciones.

Pero hoy, ella cantaba de nuevo, así que suponía que se sentía mejor.

Empezaba a creer que esa chica era fácil de descifrar, aunque bueno, poseer telepatía hacia fácil esa tarea o al menos era fácil con ella.

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Apenas es el capítulo 19 y ya quiero que se enamoren JAJJAJA.
Y soy la escritora...
Sé que muchos nos sentimos así en más de un libro 😔

Ahora sí, hasta la próxima uwu

Gracias a todos por leer ♡