«Espero que les guste»

Pensaba Koemi mientras terminaba de preparar el chocolate que les daría a sus amigos, solo faltaba ponerles sus envolturas.

Y ahí estaban, chocolates de diferentes tamaños en sus respectivas envolturas, la verdad, el más grande era para Chisato.
Sonrió satisfecha, no había arruinado el chocolate.

Colocó cuidadosamente todos los chocolates en una cajita para luego meterlos en el refrigerador.

«¡No puedo esperar a mañana!»

☕

Era hoy... San Valentín, estaba emocionada, cuando llegó la hora de ir a la academia, saqué la cajita con el chocolate del refrigerador y me despedí de mi madre.

Fui rumbo a casa de Chisato, ella estaba esperándome en la puerta.

—¡Chisato! —caminé mientras ella me observaba, miraba la cajita que tenía en mis manos.

—¿Que traes ahí?

—Es una sorpresa, te la mostraré luego, ven —caminé un poco —se nos hace tarde.
Chisato me siguió.

Llegamos justo a tiempo a la academia, y veía que Chisato sentía curiosidad por la cajita.

—Te diré la sorpresa en el receso, ¿De acuerdo?

—De acuerdo —se resignó, me despedí de ella y corrí a mi clase, por suerte, el maestro aún no había llegado.

—Buenos días Satou.

—Buenos días Hirai —Satou sonrió, saludé a sus amigos y también a Yoriko.

Estaba ansiosa, tenía planeado regalar el chocolate en el receso, así que espere lo más paciente posible.

Hasta que al fin, la campana sonó. Saqué la caja con los chocolates.

«No se derritieron, que alivio»

Los primeros chocolates eran para Satou y sus amigos, ellos fueron muy amables conmigo.

—¡Muchas gracias Hirai! —los tres me agradecieron.

—Espero que les guste —sonreí.

Luego, un chocolate para Yoriko, ella fue la primera amiga que hice en mi clase.

—¡Eres muy linda Hirai! También te traje uno —ambas intercambiamos chocolate.

—Gracias Yoriko.
«se ve delicioso»

Mi siguiente objetivo, fue Toritsuka.
Lo encontré cerca de los baños de mujeres.

—Toritsuka, ¿Que haces? —él me miró un poco asustado.

—¡Hirai! Y-yo estaba, esperando a alguien —se recostó en la pared con un gesto gracioso —¿Que sucede?

—Toma, es para ti —extendí el chocolate hacia él, Toritsuka lo observó por unos segundos.

—¿E-es para mí?

—Claro Toritsuka —lo miré, su cara parecía muy emocionada y luego parecía que lloraría —¿Que pasa?

El sacudió su cabeza y luego me miró

—Gracias por el chocolate, le haré espacio entre los demás —desvío la mirada.

—Espero que te guste —sonreí, mi siguiente parada era la clase 3.

Casi llegaba, en el pasillo, encontré a Nendou, Kaido y Kuboyasu que parecían estar peleando.

—Hola chicos, ¿Está todo bien? —los tres voltearon a verme.

—¡Eres tú de nuevo!

—Hola Hirai —Kaido y Kuboyasu estaban al lado de Nendou.

—¿Que traes ahí? —Nendou señaló la cajita que tenía en manos.

—Es para ustedes —saqué tres chocolates de la cajita, y se los extendí.

Los tres tomaron su chocolate, Nendou presumía su chocolate mientras los señalaba y el rostro de Kaido se sonrojo levemente al igual que el de Kuboyasu.

—¡Gracias! —Nendou sonrió.

—Espero les guste.

—¡G-gracias Hirai! —Kaido hizo una perfecta reverencia.

—Gracias Hirai —Koboyasu me sonrió.

Reí levemente. Los tres chicos se alejaron mientras que yo entraba al aula, ví a Teruhashi y Yumehara, me acerqué a ellas para darles su chocolate.

—Buenos días —saludé con unas sonrisa.

—Hola Hirai —Teruhashi y Yumehara sonrieron.

—Esto es para ustedes —acerqué los chocolates —aunque no estemos en la misma clase, espero que nos llevemos muy bien.

Las dos sonrieron, tanto Teruhashi y Yumehara, sabían que Koemi era una persona dulce.

—Muchas gracias —dijeron ambas.

Listo, su siguiente parada era Chisato, que no la encontraba por ningún lado.
La buscó por el patio, en el lugar donde comían el almuerzo juntas, ahí estaba ella, sentada, tenía algo en sus manos.

—¿Chisato? ¿Que haces? —ella miró a Koemi y sonrió.

—¡Al fin llegas! Tengo algo para ti.

—Yo también tengo tu sorpresa.

Sacó el chocolate más grande que tenía, y se lo mostró.

—Esto es para ti —Mera miró con esplendor aquel chocolate.

—¡Muchas gracias! —ella lo tomó con cuidado —esto es para ti —Mera acercó una pequeña bolsa con un chocolate dentro.

—Feliz San Valentín Koemi.

Koemi sonrió, ese era el primer chocolate que recibía de Chisato en mucho tiempo, lo observó.

—Es el mismo chocolate que me dabas cuando éramos pequeñas.

Mera asintió sonriente, tenía la boca llena, ya había comido la mitad del chocolate.

Koemi río al ver el rostro de Chisato, luego comenzó a comer su chocolate, lo disfrutó, el hecho de que Mera se acordara del chocolate lo hacía más dulce.

☕

Koemi guardaba sus cosas, las clases habían terminado, al tomar la cajita de los chocolates, se percató de que aún había un chocolate.

«¿Chocolate?»

Pensó un momento, ¿A quién había olvidado?

«¡Saiki!»

En realidad, antes dudó en dárselo, pensó que quizá le molestaría, se veía como alguien un poco serio. Pero había visto que le gustan los dulces, eso le dió seguridad.

Se despidió lo más rápido que pudo y corrió al aula 3, en el pasillo, pudo observar el cabello rosa del chico.

Se acercó a él y tocó su hombro suavemente, el chico volteó.

—Hola Saiki, esto es para ti, gracias por ayudarme a cocinar aquella vez —mostró la bolsita que tenía y Saiki la tomó.

—Espero que te guste, feliz San Valentín —le dió una sonrisa antes de darse la vuelta en ir por Chisato.

Saiki observó la pequeña bolsa, era la primera vez que una chica le daba un chocolate, o al menos la primera que no hacía un drama por dárselo.

Le dió una mordida al chocolate.

Nada mal Hirai, aunque me hayas olvidado.

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Estar de madrugada, tener hambre y escribir sobre chocolate Is my passion 😔

Pobre Saiki, siempre lo olvidan.

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