Caminaba por las calles de la ciudad, mi madre me pidió que comprara algunas cosas para la casa, así que aquí me encontraba, buscando un vino de arroz.

Cuando al fin lo encontré, lo pagué y salí de la pequeña tienda, seguí caminando tranquilamente hasta que sentí un golpe en la espalda haciendo que cayera al suelo.

«ouch, eso dolió»

Me levanté y limpié mis pantalones, rogaba porque ninguna de las cosas que compré se haya estropeado, sorprendentemente, todo seguía en orden.

Esto no puede estar pasando.

Giré para ver qué o quién me había golpeado, encontrándome con un pequeño niño, y para mí sorpresa, Saiki estaba con él.

Saiki le dió un leve empujón al niño, a lo cual el niño reaccionó.

—¡Lo siento mucho! —el pequeño se inclinó —no era mi intención golpearla.

No me pudo parecer más tierno.

—No te preocupes, mira, no pasó nada —le dije mientras señalaba mis cosas.

En realidad, Saiki había salvado sus compras, no pudo evitar ese golpe pero si pudo salvar sus cosas. Aunque no sirvió de mucho ya que llamó la atención de la chica.

—No sabía que cuidabas niños —sonreí.

—es mi vecino.

—es muy lindo, ¿Cómo te llamas? —pregunté mientras me ponía a la altura del pequeño.

Él solo se escondió detrás de Saiki, creo que no le agrado demasiado.
Tuve una idea, busqué entre la bolsa que tenía en las manos y saqué una paletita.

—¿Quieres una? —la acerqué al niño, este la recibió con una sonrisa.

—¡Gracias! —metió la paletita a su boca —me llamo Yuuta Iridatsu.

Él sonrió. Cielos, Yuuta es muy lindo.

Le agradas más que Teruhashi, la has vencido.

—Soy Hirai Koemi, un gusto conocerte Yuuta —devolví la sonrisa —¿También quieres una paleta, Saiki?

Él solamente asintió, busqué otra paleta para que él la tomara.
Y así, los dos tenían una paleta en sus bocas, sonreí al ver sus caras de satisfacción.

—Hombre Sidra Ciborg versión dos, ¿Ella puede venir con nosotros?

«Espera, dijo ¿Hombre sidra?»

—¿Hombre Sidra?

El asintió. —¡Él es mi super héroe favorito! Por eso bebo sidra todos los días —dijo mientras apuntaba a Saiki.

«cree que Saiki es un superhéroe, tan tierno»

No me creerías si te digo la verdad.

—Hirai, ¿Puedes jugar conmigo?

«¿Puede ser más tierno?»

—Lo siento, tengo que volver a casa, quizá otro día.

«¿Por qué mamá? De todos modos el vino de arroz no es tan importante»

Yuuta pareció triste por un momento, luego volvió a mirarme.

—¡Bien! ¡Estaré esperando para jugar contigo! —sonrió. Yo sentí que podría derretirme justo ahora.

Me agaché para ponerme a su altura.

—Prometo que jugaré contigo Yuuta, y te compraré dulces —observé como sus lindos ojos verdes brillaron, casi parecían tener estrellitas.

—¡Gracias Hirai!

—Hasta pronto Yuuta, cumpliré mi promesa —me levanté —adiós Saiki.

Me dirigí a casa, mamá debe estar esperando su vino de arroz.

—Hombre Sidra Ciborg versión dos, ¿Ella es su amiga?

Saiki asintió.

—¿Ella es la damisela en apuros que siempre salvas?

Saiki sólo observó al niño.

—Es hora de ir a casa.

—¡Pero quiero jugar un poco más!

☕

«¡Ahí está! ¡Haré que ruegues para que te deje acariciarme!»

Santo Cielo, ¿Aún no lo supera?

Que podía esperar, Amp era un organismo con un orgullo más grande que su cuerpo.

Saiki trataba de que el gato se alejara de su casa, pero al parecer alguien más logró hacer que se fuera.

Casualmente, Hirai cruzó cerca de su casa, captando la atención del gato.

Tuvo curiosidad sobre que haría el felino, así que usó su clarividencia. Amp la seguía.
Hirai se dio cuenta luego de un rato que alguien la perseguía.

—¿Tú? —la chica observaba como el gato se rozaba contra su pierna en busca de atención.

Sin embargo, cuando intento acariciarlo este se alejó.

«Que raro, ¿No quiere que lo toque?»

Tienes razón, quiere que le ruegues.

«Es fácil, solo tienes que rogarme»

Te lo dije.

La chica, confundida, siguió caminando, no quería molestar al felino.

«¿Qué? ¡Así no se hace humana!»

Entonces deja que te acaricie.

Amp hizo lo mismo, pero ésta vez, intentó ser lo más tierno posible.

—Eres muy lindo —ella solo lo observaba, pues sabía que el gato no se dejaría acariciar. Así que era mejor darle su espacio.

«No sé quién es peor, ésta humana o aquel chico»

El felino siguió persiguiendo a la chica, se estaba empezando a cansar, la chica lo estresaba pues cada vez que trataba de llamar su atención, ella solo decía cosas como "eres tierno" "tu pelaje es muy bonito" o simplemente mirarlo y sonreírle.

¿Por qué no podía rogar aunque sea un poco? Con un simple "¿Puedo acariciarte?" Dejaría que le toque las patas.

Hasta que se hartó, Hirai acercó su mano para acariciarlo pero este la apartó, sin medir su fuerza y sin guardar sus garras.

Saiki y el gato estaban en shock, ¿En verdad la había rasguñado?

El gato parecía el más asustado, no fue su intención, ahora esperaba un buen golpe.

El cual nunca llegó.

Hirai lo miraba con una pequeña sonrisa.

—Perdona, supongo que te cansaste de mí —miró el rasguño en su mano —no te preocupes, me lo merecía por no comprenderte mejor.

Esa sonrisa, rayos, esa sonrisa lo hacía sentirse tan culpable.

Se acercó lentamente a la chica y lamió su herida.

—Sé que no era tu intención —observaba como el gato lamía su herida —¿Me dejas acariciarte?

«¿Por qué me siento tan culpable?»

Quizá porque la lastimaste.

Hirai acercó su mano al pequeñín, acarició su cabeza con cuidado, el pequeño no se resistió.

Al final, Saiki tenía razón, Amp quedó encantado con la chica.

¿Ustedes serían la damisela en apuros o no?

Yo honestamente creo que sí lo sería xd
La torpeza, ahre.

¿Estamos todos de acuerdo en que Yuuta es muy tierno? uwu

Es demasiado lindo ♡