Capítulo 10
Caminaba silenciosamente junto a Saiki, nuestras madres platicaban alegremente delante de nosotros.
«nunca creí que mi madre se haría amiga de la madre de Saiki»
Créeme, yo tampoco.
—Perdona las molestias, Saiki —el me miró.
—tranquila, mi madre siempre es así de entusiasta —dirigió su mirada al frente, se veía que su madre estaba feliz.
«bueno, al menos mamá está feliz»
Lo mismo digo.
—ya llegamos, pasen por favor —la señora Saiki abrió la puerta, era una casa muy linda.
Quitamos nuestros zapatos y entramos.
—Su casa es muy linda —mamá observaba cada rincón de la casa —nuestra casa es más pequeña.
Yo también admiraba la casa, hasta que escuchamos a alguien corriendo hacia nosotros.
—¡Cariño! ¡Al fin regresaste! —un señor de lentes salió de un cuarto de la casa, casi podía ver cómo su aura brillaba al ver a la señora Saiki.
—Hola cariño —el hombre la abrazó, hasta que se dió cuenta que nosotros estábamos presentes, entonces le susurró a la señora Saiki.
—cariño, ¿Por qué no me dijiste que tendríamos visitas? Estoy muy apenado.
—lo siento, fui a hacer unas compras y me encontré con la señora Hirai y nos hicimos amigas.
—Ya veo —el hombre se dirigió a mi madre —mi nombre es Saiki Kuniharu, encantado de conocerla.
—Soy Hirai Katsumi, encantada, ella es mi hija.
—me llamo Hirai Koemi, un gusto conocerlo señor Saiki —me incliné para saludarle.
«es gracioso que nuestros nombres empiecen con la misma letra»
Es raro.
—es amiga de Kusuo —la madre de Saiki seguía emocionada, su padre reaccionó de la misma manera.
—que alegría que Kusuo tenga otra amiga —su padre casi lloraba de felicidad.
No sean dramáticos.
—Ya debemos empezar con el postre, pasen a la cocina por favor —su madre nos guío.
—¿Cocinarán?
—Si, cariño, la amiga de Ku cocinará un postre.
«Sería una buena esposa para Kusuo»
¿Que pasó con Teruhashi?
—Kusuo, ¿Por qué no ayudas a Hirai a cocinar?
—No es necesario, en serio —justo ahora me sentía muy tímida, no había cocinado con alguien que no fuera mi familia.
Mamá, no lo...
«Kusuo, son nuestras invitadas, así que ayúdala»
Santo Cielo.
—No te preocupes, Kusuo te ayudará, ¿Estás de acuerdo Koemi?
—Claro, Koemi no necesita mi ayuda, sabe muy bien la receta —mamá me había abandonado.
—Excelente, por favor toma asiento Koemi, traeré jugo —la madre de Saiki fue a traerlo, yo miraba a mamá.
—Mamá, ¿Estás segura? ¿Y si arruino el postre?
—¿Bromeas? Eres la mejor cocinando, lo harás bien —cuando la señora Saiki regresó, ellas fueron a la sala de estar.
Me acerqué a la cocina, Saiki se encontraba ahí.
«por favor Koemi, no lo arruines»
Le pedí a Saiki que me enseñara donde estaban algunos utensilios que necesitaba, especialmente los que estaban en los gabinetes de arriba, su altura lo ayudaba, me ayudó a ponerlos en orden sobre la encimera.
—Bien, yo haré el flan y tú has la crema de café, por favor —le indiqué a Saiki como debía prepararla, luego yo empecé a preparar lo demás.
—Oye, Saiki —él volteó a verme —lamento involucrarte, sé que te gusta estar tranquilo.
—Ya te lo dije, no es tu culpa.
—Lo sé, aún así, te prometo que te daré una porción extra —esperaba que al menos eso lo recompensara un poco.
El sólo asintió.
—Saiki, no te comas la crema de café por favor —lo había atrapado, él solo miro a otro lado mientras yo reía —ya casi está listo.
Tomé la crema de café y lo agregué al flan, luego lo decore con chocolate.
—¡Lo logramos! Gracias por ayudarme, Saiki.
—¿Ya terminaron? —la señora Saiki se acercó, al parecer habían terminado de conversar.
—Si, ya podemos probarlo —ella me indicó donde estaba la mesa, y con ayuda de Saiki, llevamos el postre.
—Se ve delicioso —dijo el señor Saiki, mientras ponía su postre frente a él.
—Por favor, disfruten —me senté a esperar a ver sus reacciones, las cuales fueron positivas.
—¡Esto está delicioso!
—Tienes razón cariño, está perfecto Hirai —ella me sonrió —a Kusuo también le gustó —susurro mientras lo señalaba.
Giré para verlo, tenía razón, tenía la misma expresión de cuando probaba su gelatina de café.
—Muchas gracias por invitarnos, señora Saiki.
—Espero que volvamos a comer juntos alguna vez —su madre le hablaba a la mía —sería muy agradable.
—Lo mismo digo —mi madre le respondió sonriente.
«Que alivio, no pasó nada malo»
Los adultos hablaban mientras que Saiki y yo nos manteníamos en silencio, hasta que le susurré.
—Te dejé una porción extra en la nevera, una promesa es una promesa —el asintió.
Luego de haber terminado de comer, los padres de Saiki se despedían de nosotras.
—Espero verte pronto Kurumi.
—También yo, Katsumi —las dos se despedían.
«Vaya, mamá está encantada con su nueva amiga»
Lo mismo digo.
Luego de que los padres de Saiki se despidieran de mi madre, se despidieron de mí.
—Fue un placer conocerlos —hice una reverencia —gracias de nuevo por invitarnos.
—Gracias por aceptar.
Observé a Saiki detrás de ellos, mi madre se despidió de él y yo debía hacerlo también.
—Adiós, Saiki, gracias por ayudarme.
—No fue nada.
Luego de que todos nos despedimos, mi madre y yo nos marchamos.
—Te dije que podrías hacerlo —ella lo dijo orgullosa, a lo que yo reí.
«Tenías razón, mamá, casi siempre la tienes»
Mientras tanto, Saiki disfrutaba su porción extra de postre.
Se me antojó el postre, F.
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