Capitulo 1

—¿Si puedes qué? —me preguntó sorprendido.

—Si puedo trabajar aquí —repetí sonriendo.

—Koemi, no es necesario, en serio —Mera agitaba las manos en negación.

—Si trabajas aquí, no podría pagarte, apenas y puedo pagarle a Mera.

«¿Es por el dinero? El dinero no me importa»

—No se preocupe por una paga, pero si aún quiere hacerlo, puede darme una taza de café —ella sonrió con diversión.

—¿Estás segura? ¿Que dirán tus padres? Ya no querrán que seas mi amiga —Mera se veía nerviosa.

«¡Oh vamos! se alegrarán que no pasaré la mayor parte de mi tiempo libre haciendo nada»

—En serio quiero trabajar aquí, así podré ayudar a Mera y ayudar a dar ideas para que el café sea más reconocido, sin perder su esencia.

Al gerente se le iluminaron los ojos.

—¿Por casualidad te gustaría casarte con mi hijo?

—¿Eh?

—¿Estás segura de todo esto?

—Absolutamente, tranquila, mis padres estarán de acuerdo.

—pero...

—nada de peros, estarán felices de que no pase todo el día encerrada en mi habitación sin hacer nada
«además, quiero ayudarte»

—Esta bien, supongo, ¿Cuando te transfieres a la academia? —me preguntó mientras íbamos de regreso a casa.

—Mañana —respondo feliz.

«Al fin, estoy feliz de pasar mis últimos dos años de secundaria aquí»

—¡Oh! ¿Crees que estarás en nuestra clase? Espero que sí.

—Yo también, sería lindo.

«podría hacer amigos ya que las clases apenas empezaron hace una semana»

Seguimos caminando hasta que llegamos a su casa.

—Aquí me despido.
Sonrió parando frente de la puerta.

—Es increíble volver a verte Koemi, ahora que mi mejor amiga está aquí, me siento muy feliz.
Chisato sonreía justo como lo hacía cuando éramos niñas.

—Lo mismo digo, no tienes comparación Chisato.
Las dos reímos.

—Bueno, te veré mañana compañera —me despido con la mano y Chisato hace lo mismo.

Miro con mucho más cuidado la calle, no quiero que me suceda lo mismo con lo del camión.

Al fin llegué a casa, quité mis zapatos y busqué a mis padres.

—¡Ya llegué! ¿Mamá? ¿Papá? —grité mientras quitaba mis zapatos.

—¡Koemi! Al fin llegas, ¿sabes que hora es?

—Lo lamento, estaba con Mera.

—¡Te dije que le había enseñado a orientarse! —Papá salió de una habitación y me miró sonriendo —Mera es la niña con la que siempre jugabas, ¿No?

—Si, respecto a eso.

—¿Cómo está? ¿Su situación mejoró?

—quería hablarles sobre eso, madre.
Mis padres pusieron toda su atención en mí —le dije que podía ayudarle en sus trabajos.

—Koemi.

—por favor, no es peligroso, solo seré su ayudante, además así no se quejarán de que paso todo el tiempo encerrada en mi habitación.

Mis padres parecieron pensarlo
«¡vamos! Sé que lo entienden»

—Está bien —habló mi padre —pero no regreses muy tarde.

—¡Son los mejores! —los abracé.

—Lo sabemos, ahora vengan, la cena está lista —corrí en dirección al comedor, de verdad estaba hambrienta.

Mientras cenabamos se me ocurrió preguntar.

—Mamá, ¿Sabes en qué clase estoy?

—estas en la clase 2, cariño
«rayos, olvidé preguntar a Chisato en qué clase estaba»

—¿Emocionada?

—Claro que sí, espere mucho tiempo volver —terminé mi cena y me levanté de la mesa.

Al entrar en mi habitación una inmensa tranquilidad me inundó, así que me puse la pijama y fui a la cama.

«Mañana será un gran día»

—¡Koemi! ¡Despierta! —oí la voz de mi madre al despertar.

«Academia PK, ¡Allá voy!»

Me vestí y bajé a desayunar.

—¡Oye! Tranquila pequeña, puedes ahogarte.

—tengo que llegar temprano papá, ¡debo dar una buena impresión!

Al terminar tomé mi mochila y me despedí de mis padres, corrí en dirección a casa de Chisato.

—¡Chisato! —grité frente a la puerta, uno de sus hermanos abrió.

—¿Koemi?

—La misma, vaya, ¡Creciste mucho!

—tú también, además, yo era casi un bebé —el niño me veía avergonzado, me sorprende que aún me recuerda.

—¿Que pasa Koemi? —Chisato me vió con un rostro confundido.

—¿No es obvio? ¡Paso por ti! Así que apresurate —ella sonrió con emoción, nos despedimos de su hermano y caminamos a la academia.

«clase 2, ¿Tengo que presentarme, no? ¡Hola! Me llamo Hirai Koemi ¡espero que seamos amigos!, no, ¡Soy Hirai Koemi! Pero pueden llamarme Koemi, ¡no! ¿Que tal, buenos días, me llamo Hirai Koemi, es un gusto conocerlos?, ¡Si!»

—¡Es cierto! ¿En que clase estás?

—clase 2, ¿Y tú?

—Oh... Estoy en la clase 3.

«¿Clase 3? Eso significa que estaré sola»

—Descuida, iré a verte todos los días en el receso —eso me tranquilizó, al menos estaré con Chisato en el receso sin contar que pasaré por ella para irnos juntas a la academia y de regreso a casa.

—Es aquí —señaló la clase —. Bien, te veo en el receso.
Chisato se fue a su clase.

—¿Eres la nueva estudiante? —un maestro salió del aula.

—¡S-si!
«Espero que todo salga bien»

—Pasa y preséntate por favor —asentí e ingresé a la clase.

—buenos días, me llamo Hirai Koemi, es un gusto conocerlos —miré al rededor de la clase, lo primero que llamó mi atención fue a un chico de cabello morado mirándome como un león mira a su presa, pero este león está drogado.

—puedes sentarte junto a Satou —el maestro miró al frente —Satou, levanta la mano por favor.
Miré en la misma dirección y vi a un chico de cabello oscuro.

Me dirigí a su lado y me senté

—hola, soy Satou Hiroshi, espero que seamos amigos —el chico me sonrió amablemente, parece agradable.

—Lo mismo digo —respondí con una sonrisa.

Saqué mi cuaderno ya que la clase había comenzado.

«hasta ahora todo va muy bien, sigue así Koemi»

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