𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗗𝗢𝗖𝗘 (Final)
Alejan sus rostros poco a poco del beso. Sútilmente apartándose. Mew abre los ojos antes que el moreno. El moreno abre los suyos color menta que seductores se ven bajo esos párpados.
-Hagamos esto.- Murmura Mew.
-Hagamos esto.- Gulf también murmura.
Entonces el moreno le da la vuelta al lisiado, se pone de cuclillas y trepa a este encima de sus hombros antes de arrancar a máxima velocidad hacia Trece.
Durante la cargada de caballo, Mew presiona el rifle contra su propio cachete cerrando un ojo para pegar un ensordecedor grito tal cual guerrero.
Trece voltea en dirección al grito abriendo sus ojos amarillos en cámara lenta. En esos ojos se refleja cómo Mew está en modo caballería llegando a él con el rifle en mano. ¿Lo peor para su corazón? Es que su experimento favorito es quién esta ayudando al humano a llegar. Durante esa corrida que maratón parece, bolsas de osos de gomas caen de los bolsillos de ya sabemos quién.
Las bolsas de plástico dan contra el suelo cada vez más atrás de ellos y explotan. Una vez explotan, muchos ositos de goma vuelan a sus alrededores.
Mew comienza a disparar del rifle consecutivamente justo, y solamente, dirigiendo sus balas al cráneo. La primera bala que hace un hueco entre las cejas de Trece es vencedora. Vanas las otras.
Gulf deja de correr cuando ya están lo suficientemente cerca. Mew deja de disparar cuando el cuerpo de Trece va cayendo inmóvil. Rígido en su totalidad.
Mew baja el rifle, Gulf contempla triste a su creador. Su creador permanece estático en el suelo, pero no cambia a su forma humana. Esa forma tan entrañable como misma la recordaba el moreno.
-Creo que...- Gulf comienza.
-Lo vencimos.- Mew termina.
Todos permanecen callados. Contemplando cómo esto cambiaría las cosas para toda la Ciudad Sombra quizás y ya las Ciudades no tendrían que estar divididas.
First está mirando su raqueta cuando Perth se le acerca. -Eres muy bueno peleando chico.- Halaga el jefe mafioso llamando inmediatamente la atención del chico. Este lo mira con una sonrisa de labios amable aunque pequeña. Prueba de que seguramente es un chico bondadoso.
-Gracias aunque tu velocidad es increíble. ¿Cómo lo haces--?
-Dejemoslo en que nací de dos progenitores gato.
-E--Eres un nacido gato.
-Correcto. Entonces ¿Qué piensas?
-¿Qué pienso de qué?
-¿Te unirías a mi grupo? El mundo podrá cambiar, pero el sentimiento de robar nunca. Me vendría bien una ayuda como tú.
First comienza a sonreír ladino ante la invitación. Es una tentación que sabe no va a rechazar menos tras que se ha pasado la vida ganando dinero con meros juegos de Ping Pong además que eso tampoco da una paga enorme. Ya tiene la decisión en mente mas sin embargo la sonrisa mezquina que de alguna forma sigue viéndose humilde, lo refleja todo.
Los policías llegan al dúo de lisiado y felino. Gulf delicadamente baja al chico unicornio teniendo extra cuidado con su pierna. Será un psicópata desquiciado, pero reconoce cuando; con quién debe ser gentil.
-Fuiste quién lo derroto.- Becky le sonríe con sus labios al humano. Paphan se sonríe con el moreno.
-Aunque, algo que debamos saber de la Ciudad Humana como, no sé, ¿un tal virus que hace a las personas toser con una probabilidad del 99% sobre morir?- Interroga Paphan alzando una ceja arqueada.
-Eh... ¿No?- Sonríe el gatito psicópata en forma de «Oops» encogiendo sus hombros. Paphan gruñe tomándolo del cuello de la camisa y amenazando su rostro con un puño. Gulf solo ríe agarrándose de su muñeca mientras se miran.
-Te agradeceré - Los interrumpe la suave voz de Mew. Cuando miran al dueño de tal se quedan perplejos con su hermoso, sereno, rostro. -que no golpees a mi amigo.
El psicópata vuelve a comenzar una sonrisa. Este voltea hacia Paphan. -Ya lo oíste. Sueltáme.- Se burla alzando su mentón como alguien de la realeza. Ojitos cerrados.
-Lo que sea.- Paphan finge un rostro de aborrecido soltándolo como si le diese igual. A lo que el psicópata solo ríe. Se abraza al ex-compañero de trabajo así que ambos ríen.
-¿Es virus durará mucho?- Pregunta Becky suavemente hacia el psicópata. Este deja de reír ahora mirándola con ojitos curiosos.
-Pues no lo sé. ¡SMART! VEN ACÁ CABRÓN. HAY UNA PREGUNTA PARA TI.- Grita Gulf a todos los vientos dramáticamente tirando su cabeza para atrás.
-Ay, no tienes que gritar. Sabes que nuestras orejas son lo suficientemente agudas.- Aparece Smart a su lado cubriéndose una orejita sin soltar la bazuka sobre su hombro.
-¿Cuánto durará ese virus que lanzaste?- Le pregunta desganado Gulf sacándose sucito de algun oído.
-¡Para toda la vida!- Sonríe Smart bien orgulloso con un dorso agachado sobre uno de sus costados.
-¡¿QUÉ?!
Todos gritan mirándolo atónitos.
Dos días después
Bueno, la civilización sí cambio. Ahora ya hay igualdad, aunque las Ciudades siguen divididas, pero es para que cada cuál pueda visitarse. Ciudad Sombra jamás estuvo mejor como ahora. Las calles eran limpias. Ni el mal ni la oscuridad gobernaba. Solo había luz por doquier. Disminuyeron las prostituciones, así que las oportunidades de empleo eran infinitas.
Ahora mismo Gulf va corriendo feliz. Usa el mismo ropaje negro de siempre, solo que cargando una mochila encima de su hombro y usando una máscara de gas. Va corriendo feliz hacia la Ciudad Humana. El uso de máscaras de gas se convirtió en el nuevo diario vivir de los humanos. Aunque solo debían usarlas al salir. Dentro de sus casas no habían contaminaciones algunas pues el virus no podía entrar a los hogares. Son casas selladas después de todo.
Fah, su amiga imaginaria va corriendo con él. Sonriendo al disfrutar del aire que flota su cabello. Cierra sus ojos en medias lunas al mirarse con su amigo.
🦄🐻
Mew está entrando a su habitación solo que completamente mojado. Cojeando por su pierna de lisiado. El rifle unicornio está a un lado. Encima de una gaveta hay nuevas figuras de unicornio. Son rosadas tal como pidió la ex-novia de Dante.
Mew está ocupado secando su cabello con la toalla cuando escucha una voz frente a él.
-Siempre que entro a tu casa te veo semi-desnudo.
Deja de secar su cabello para sonreirle al chico. Baja el pedazo de tela blanco a un lado de su costado.
Gulf está comiendo de una bolsa de osos de goma, sentado en la cama de pies cruzados, apoyando su espalda contra la pared. Sus seductores ojos color menta mirando al chico.
Fah, está a una esquina doblada sobre la ventana de la habitación, mirando intrigada al jefe de policía que siempre han tenido. Ese guapo diablo. Ahora mismo se encuentra en el trafico de la calle dentro de su auto costoso. Vistiendo bien como siempre.
-No has cambiado nada, jefe.- Ella dice apenada de no seguir con vida para poder trabajar bajo su comando. Ella apoya sus brazos en el borde de la ventana para acostar su mentón sobre sus muñecas. Mira anonada a su jefe.
Casualmente el jefe alza la mirada topándose con la de ella. La de ELLA. Se supone que ella es imaginaria.
Se le queda mirando.
Fah retrocede su cabeza sin retroceder las extremidades. Su ceño frunce. Se le queda viendo a ese jefe. Incluso cuando la luz del trafico da verde, él no mueve su auto. Todos los demás se mueven excepto él.
Ella es solo una imaginación, ¿no? Solamente eso. No seria nada más.
Entonces, ¿por qué él la mira?
Mew se acerca al chico felino. Este pega un brinco para quedar sentado al borde de la cama. Todo espacio entre ellos cortado.
Gulf sonriendo con sus labios. -Es cierto. Siempre me encuentras semi desnudo.- Mew repite con una sonrisa traviesa de labios ahora cogiendo ositos de goma de la bolsita. Los lleva a sus labios de algodón, metiendo los dulces a su húmeda cavidad. Primero sobre su rosada lengua, luego comienza a masticarlos.
Pues en estos dos días las veces que quedaron fue para acercarse más y más hasta que concordaron en que le darían el intento a ser novios. Pero este tercer día va por un rumbo picaron a diferencia de los anteriores.
No han hecho el amor aún así que Gulf está ansioso y emocionado. Toma los bordes de la toalla antes de desatarla. Dejándola caer a los pies del pelinegro.
-Me gusta.- Dice el moreno mirándolo a los ojos con una sinceridad inigualable. Jamás sintió tanta intriga por alguien de esta manera. Jamás sintió el deseo de ser cuidadoso con alguien de esta manera.
Mew se agacha para besarlo a los labios. Sujetando suavemente sus mejillas. A un nivel tan suave que las palmas parecen roces cariñosos.
Ambos cierran los ojos. No arrugan párpados. No presionan nada. Solamente se lo toman con calma. La misma calma que cuando se besaron por primera vez.
Los brazos amasados de Mew al expuesto. Aún mojados se ven sedosos. Tiene una piel tan tersa que parece fantasía. Ladean ambas cabezas para un segundo beso de la misma suavidad. Los besos son pausados, saboreados con detenimiento.
Las manos del moreno sujetan los codos del otro con suavidad.
Mew solicita la dominación al echarse para enfrente. Poco a poco acostando aquel cuerpo grato de sus besos. Mew trepa una rodilla antes de la otra. Ambas a los lados del cuerpo contrario.
Se besan una con otra vez, un poco más seguido esta vez, añadiendo un poco de velocidad. Solo la más mínima. Aún así los besos lucen de fantasía. -Mgh.- Gulf gime debajo suyo cuando el otro retrocede su cabeza.
Se miran atentos.
-Solo lo he hecho una vez... Con una chica.- Tímidamente dice Mew. -Seguramente no estarás acostumbrado a tipos novatos como yo... No sé si podré satisfacerte--
Gulf lo toma de los cachetes suavemente. Deteniendolo. -Tú hazmelo como quieras. Soy todo tuyo.- El moreno pone sus manos devuelta a los lados de su cabeza para permitirle la vista completa de su cuerpo al pelinegro. Su mirada más que seductora. -A mí me va a gustar.
-Está bien - Dice Mew. -mm, quería que te pusieras una máscara de unicornio mientras lo hacíamos, pero quiero mirarte a la cara.- Confiesa el chico.
-Oh wow.- Gulf siente más intriga aún. Sonriendo curioso.
-Así que mejor, te diré unas cosas.- Mew traza besos por el lateral de su cuello. Haciendo sonar los chasquidos de sus labios. Cada beso gentil. -Siempre me han encantado los unicornios.
-Presiento que esto va a ponerse raro.- Dice Gulf con una voz desfalleciente. Quiere gemir, pero tan solo están comenzando. No quiere parecer un exagerado.
-Me gusta ver el culo de unicornios tiene tanta masa.
-Sip, esto es definitivamente raro.
Ayuda al moreno a quitarse la camisa. Escanea su pecho luego su abdomen no tan marcado. Relame sus labios con su lengua. Una sonrisa colándose en su rostro. Le gusta lo que ve. Es exquisito en su totalidad.
Sus dedos desabrochan los pantalones del de abajo. Como siguiente le quita los pantalones junto con los boxers, dejándolo al desnudo.
«Mew, tengo miedo.» El mencionado piensa las palabras que Gulf le dijo hacen dos días.
«¿De qué?» Se escucha así mismo suavemente preguntar mientras que en la actualidad desliza besos por su abdomen. Cada vez bajando más y sintiendo el estómago del contrario contraerse. Gemidos contrarios se escuchan distantes por estar sumido en las palabras.
«Decepcionarte.»
«¿Por qué?»
El pelinegro regresa a quedar con sus rostros nivelados. Planta un beso en la frente del chico. Un dulce beso en el que Gulf cierra los ojos.
«Hay una niña que me mató a mí tanto como a mi compañera. Si alguna vez la tengo de frente o me topo con ella me temo que jamás podré perdonarla. Lo primero que haré será matarla y te pido que por favor no me detengas. Por favor.»
La voz se escucha sollozante a lo último.
Mew lleva una mano entre sus entrepiernas. Lentamente hunde su miembro dentro del felino. Suave, lento. Gulf arquea su espalda con un gruñido. Tira para atrás su cabeza mientras trata de adaptarse a la penetración.
-Ngh.- Gime poniendo los ojos en blanco antes de cerrarlos. Abre su boca solo un poco.
Mew regresa la mano con la que se acomodo al lado de la cabeza del chico.
-Me encanta pensar en que puedo hundirme en sus huecos.- Mew sonríe con algo de locura.
-Bueno, eso sí me enciende.- Gime gustoso Gulf antes de abrir los ojos. Ambos mirándose bonito con sonrisas hipnotizadas entre sí. Solamente mirándose con un cariño que no pensaban tener con nadie.
Mew lo besa y Gulf se abraza a su cuello aferrándose al cabello de su nuca en un puñado.
Pasando por la casa de Mew, va la niña, esa niña que causó las muertes de los policías... Vistiendo un uniforme de niña escolar. Sostenida de las mangas de su bulto. Anda feliz con una sonrisa en su rostro.
Una sonrisa que no duraría mucho seguramente. Ella sigue el camino probablemente regresando a su hogar dónde sea que sea.
Pero....
¿Es este el final de la historia?
No,... Claro que no.
FIN DE TEMPORADA UNO
*N/A: ¡AHHHH! Espero les haya gustado, a mí me gustó pero voy a estar satisfecha cuando todo de TODO sea acaparado. Eso es, si ustedes quieren segunda temporada claro. ¿Vieron como ambos están loquitos? Me encantó eso de ellos. Ahora bien, tenemos que descubrir también lo de Fah y ¿Creen que nuestro psicópata cambie sus deseos asesinos por Mew? Habrá que descubrirlo😍 Gracias por acompañarme en esta aventura alocada (que si quieren segunda temporada será más alocada aún). ¡Gracias por leer y por siempre estar ahí! L@s amo❤
🐻🦄*
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