Otra vez estaba repitiendo el mismo sueño de siempre como si fuera un Deja Vu interminable en el que intentaba escapar de aquel siniestro bosque mientras era perseguida por un aterrador espectro que me tomando la forma de mi fallecida madre y me llamaba a gritos inhumanos pidiendo mi alma. Pero a diferencia de otras veces este sueño tenia algo diferente ya que siempre terminaba cuando aquel horripilante ser estaba apunto de atraparme, pero esta ves no desperté  sintiendo en carne propia como si mi piel estuviera en llamas cunado el espectro me atravesó y lanzó al vacío oscuro... Pensé que despertaría de golpe pero solamente termine en un espacio blanco en el que se escuchaban voces y gritos distorsionados pidiendo ayuda, me sentía horrorizada y con unas inmensas ganas de romper en llanto pero mis lagrimas no fluían. Harta de aquel circulo vicioso sin fin comencé a correr en busca de alguna posible salida de aquel sueño... Pensé que la había encontrado cuando ante mis ojos se encontraba una gigante puerta con diseños antiguos y letras marcadas en las paredes escritas en algún idioma desconocido, indecisa de si entrar o no me armo de una falsa valentía que ni yo misma me creía abriendo aquella gran puerta sorprendiéndome de lo que encontré al otro lado, un muchacho encadenado de largo cabello negro que sollozaba desesperadamente intentando liberarse de aquel castigo, me sentí mal al ver el estado tan vulnerable del chico queriendo ayudarlo pero como podría, la vos quebrada del chico se escucho tomándome de sorpresa mientras me pedía entre sollozos que lo salvara. No lo dude ni un segundo cuando me acerque a el e intente liberar de su cuerpo aquellas pesadas cadenas que solo se apretaban mas a el, el muchacho intento decirme algo nuevamente pero esta vez no pude escuchar su vos y aquel lugar en blanco comenzó a derrumbarse llevándose con el a aquel muchacho y yo desperté.

Mi respiración estaba agitada y sentía como el sudor me corría por el rostro. Tenia la sensación de que me estaban vigilando. Talvez ya me volví loca.

-Mi dulce Iseul no has cambiado en nada, pero tu solo eres una copia de aquella mujer de belleza inexplicable pero con un corazón de hielo, simplemente eres una niña inocente Youngmi.-Se escucho una melodiosa pero sombría vos a mi lado haciéndome tensar con miedo sin girarme a ver.-Parece que no aprendiste nada de tus vidas pasadas, siempre tienes que cometer los mismos errores. ¿Verdad?.-Hablo acercándose mas sintiendo como un peso se unía al lado de la cama, sintiendo como su fría respiración chocaba en mi oreja.

Aun con temor me gire observando como aquel muchacho me sonreía macabramente percatándome de que era el mismo muchacho de mi reciente sueño.

-Porque, c-como tu estas aquí ahora, c-como sabes mi nombre.-Dije con cierto temor en mi vos intentando huir de su gélida mirada y el engrando mas su sonrisa chasqueando la legua y tomándome con un poco de fuerza por el mentón.

-Estas muy equivocada mi pequeño ángel soy mas real de lo que crees.-Dijo apretando mas el agarre en mi mandíbula con odio, por lo que solté un quejido de dolor.-¿Q-quien e-eres?.-Inquirí temblorosa soltándome de su agarre y echándome hacia atrás chocando con el espaldar de mi cama, por lo que el soltó un gruñido y se alejo de mi soltando una risa macabra.

-Veras niña, digamos que en ti rencarno una mujer muy poderosa y se que en alguna parte de ti aun vive ella, así que a partir de hoy me convertiré en tu peor pesadilla voy a hacerte pagar por los pegados de esa mujer y por lo que me hiso.-Me dijo sonriendo con cinismo para luego desaparecer entre las sombras, no sin antes recordarme aquella frase siniestra que se repetía una y otra vez en mi cabeza.-"Voy a hacer de tu vida un infierno..."