₀₈.

─── ❖ ◦ ☁️ ◦ ❖ ───

—Tokito-san, esta noche vamos a compartir un rato después del entrenamiento. ¿Quieres venir? —Genya lo buscó en su finca.

—Claro. Me gustaría. —sonrió.

No hablaba muy a menudo con el azabache. Era más que todo que no coincidían por como terminaban de transcurrir las cosas.

Más tarde ese clima estaba muy agradable. Las nubes estaban tan juntas que a Muichirou le costó buscarle alguna forma en específico.

Estuvo un buen rato disfrutando del aire fresco. Sentía que fortalecía su corazón.

Caminó por un buen rato antes de llegar a donde Genya le había indicado donde iban a verse. Miró las demás fincas dándose cuenta que la de Uzui se encontraba vacía.

Le hubiera gustado mantener una conversación con él. Tal vez no hablarían de lo más interesante del mundo pero le era agradable.

Gyomei estaba a unos pasos de distancia. 

Se acercó para observarle. 

Parecía estar susurrando algo que no era capaz de entender.

—Me alegra de que hayas recuperado la memoria. —confesó.

Tokito no sé esperaba su comentario.

—A mí me hace feliz poder hablarles sin que llegar a sonar grosero como antes.

Tocó su cabeza de manera paternal.

—Eres sumamente joven, espero que nada malo te pase.

Sus palabras calaron fuerte en su interior.

Realmente no le tenía miedo a la muerte. No dudaría de dar su vida por sus amigos y por aquellas personas que jamás conocería; pero todo para que no vivan lo que tuvo que él y sus compañeros.

Sabía que si ese día llegaría se encontraría con su hermano. Seguramente lo regañaría como solía hacer con su carácter tan particular.

Pero sabía que lo recibiría.

Ese era su propósito. Le bastaba con compartir con sus seres queridos y cumplir con lo que juro hace años.

Sentía que quizás su pensamiento de determinación Gyomei podía comprenderlo ya que retiró su mano. 

—Lograrás lo que te propongas. Rezaré porque en la otra vida puedas disfrutar lo que en esta te arrebató.

Los ojos le picaron. Aquello le pareció muy hermoso.

Asintió ya que tenía un nudo en la garganta. Quizás si hablaba terminaría llorando.

Cuando llegó con los demás un sentimiento tibio se encontraba en su pecho. 

Podría tratarse de que estaba feliz por todo lo que había logrado. Estuvo tan enfocado de hacerlo que nunca se detuvo un momento para ver a su alrededor.

Sabía bien que todo terminaría pronto. Tanto que nadie lo esperaría.

Sucedió tan repentino que apenas estaba con Gyomei en aquel laberinto que en un parpadeo fue alejado de él.

Se encontró cara a cara con nadie más ni nada menos que la Luna superior uno. Este decía que él era su descendiente. ¿Acaso era una broma? No, eso no importaba ahora.

A duras penas podía hacerle frente. Necesitaba ayuda de alguien más o su vida correría peligro.

Perdió una de sus manos pero eso no le detuvo.

Podía jurar escuchar la voz de su hermano insistiendo en que no se rindiera. Ni siquiera cuando fue apuñalado contra una columna con su propia espada.

Su tiempo estaba contado. Perdía demasiada sangre, ya no tenía fuerza. 

Tanto así que tuvo que amarrarse la nichirin a la mano.

Genya estaba en un estado peor que el de él pero aun así se mantenía con vida. Le explicó su habilidad y todo parecía cobrar sentido.

Juntos idearon un plan para ayudar a derrotar a la Luna. 

Era verdad. No le temía a la muerte. Mucho menos cuando sabía que por un segundo más si podía resistir lo haría sin dudarlo.

Salvó a Sanemi de pura suerte de un ataque letal. 

Su visión se estaba haciendo pesada.

Mamá, papá, hermano... Denme fuerzas por favor. —rogó antes de acercarse para evitar otro ataque de gravedad. Logró ver el mundo transparente y así evitar morir en el intento.

Mientras estaba desesperado de que el ataque de Genya solo lo hizo enfurecer más su arma se tornó de un tono carmesí.

Podía ser... Podía ser que sus palabras fueron escuchadas. 

Antes de dar su último aliento escuchó unas voces.

Tokito-san, desde que recuperaste tú memoria tu olor cambio por completo. —Tanjirou le dijo aquello un día mientras disfrutaban del final de la tarde. —Siempre supe que eras una buena persona. Nunca pensé que podría ayudarte a algo tan importante como eso.

Nezuko entonces apareció dándole un abrazo.

—¡Ah, Nezuko! —se avergonzó. —Dis-disculpa, si quieres puedo... 

—No pasa nada. —sonrió.

Se preguntaba cuándo podría disfrutar de nuevo de un momento como ese. Le gustaría abrazar a todos si fuera posible.

A pesar de que Tanjirou le dijo que podía vivir con ellos cuando todo terminara sabía que quizás era una propuesta que no podría jamás responderle.

Aunque por dentro sabía que lo añoraba.

Quería volver a disfrutar del cielo y su calma. De la compañía de los que lo apreciaban.

Cuando vio a su hermano al frente de él reclamándole sobre su muerte supo entonces que había terminado.

Moriste antes que yo, eso te hace más patético... se defendió ante las palabras de Yuuichirou.

Empezó a llorar. 

—Yo... Nací para ser feliz. No me arrepiento de nada de lo que hice.

—No quería que fueras tú, hermano. —buscó abrazarlo. —Todos menos tú...

Correspondió el abrazo.

Finalmente podían estar juntos.

Nada nunca los iba volver a separar. 

─── ❖ ◦ ☁️ ◦ ❖ ─── 

𝑨𝒈𝒓𝒂𝒅𝒆𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔:

Buscaré los pañuelos ahora mismo. Duele demasiado AGHH ;;

Empecé este libro con la intención de desahogarme sobre Muichirou, realmente su muerte fue una de las que más me puso triste. En serio, demasiado.

Quería hacer un poco de momentos dulces y tristes, con la intención de dedicarle algo especial.

También como no tiene mucho contenido en español es la perfecta excusa. Espero hayan disfrutado del libro como lo hice escribiéndolo ♡ Mil gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top