Capítulo 3
Damas nobles de toda la ciudad llegaron al palacio Rubi, todas chismorreaban sobre su visita al palacioy la clase de trato que la santa tenía ahí.
—Veo que su santidad vive bien aquí - el tono burlon de la joven sonó por todo el lugar.
—La tratan como una concubina, no me sorprendería que su majestad la convierta en una.
—Que audacia tienen al hablar mal de la anfitriona - Lune ingreso al lugar —¿Quieren recibir la bendición con esa actitud?
—¡Su santidad! - exclamaron todas las damas, Lune sonrió y se acercó al grupo.
—No se preocupen, no me afectan sus comentarios, mejor probemos el té que he traído de unos de mis viajes a Siberya - las nobles cambiaron rápidamente el ambiente, paso de ser uní de chismes a uno informativo sobre la nobleza local.
El llamado del palacio principal llegó en medio de la noche, Claude había pasado mal todo el día pero se habían callado respecto a eso.
—Su Majestad -la joven se reverencio —Me ha traído desde Firenze para atenderlo pero usted decidió ignorar mi ayuda.
—Estabas muy ocupada - Lune se sentó a su lado.
—Usted puede llamarme cuando quiera - Claude rodó los ojos—Ahora recuestese por favor.
—Eres molesta, apartir de mañana pasarás día y noche a mi lado, no te iras ni un segundo.
—El molesto es otro - Lune murmuró y comenzó a curarlo —Bien majestad, dormire con usted.
—Yo no dije eso.
—Dijo día y noche, Dormiré a su lado - Lune soltó a reír, Claude la miro mal —Ahora vaya a la cama.
—Mandona - Claude se recostó en la cama y espero a que Lune se sentara, la luz de la luna pegaba directo en su rostro haciéndolo brillar.
—Majestad, ¿Puedo traer a la princesa?
—No quiero - Lune suspiro — Tienes prohibido mencionarla.
—Athanasia - mencionó, Claude la miro mal — Es agradable majestad, me gusta.
—Idiota - Lune sonrió y lo hizo dormir.
—El idiota es otro.
Una cabellera roja observo como Lune ingresaba al palacio Imperial, sentía odio hacia la joven Santa y quería estar en su lugar.
Había pasado sus mejores años encerrada en aquel palacio, su existencia era un mito, su nombre no era recordado y su rostro día con día se volvía más delgado.
—Señorita, es hora de hacerle saber a su majestad que usted esta aquí -la criada le aconsejo.
—No me recordaron en años ¿Crees que ahora si? Soy reemplazable.
—Lleva años planeando su regreso, usted puede, es hora de ser la emperatriz.
Lune se sentó enfrente de Claude mientras este bebía tranquilamente de su té, la joven le regalo una pequeña sonrisa y se quedo observando las flores.
Era un ambiente aburrido, Claude estaba callado y Felix estaba estático en su lugar.
—Que aburrido.
—Cállate.
—Majestad - Claude sigio bebiendo en silencio — Majestad - Claude suspiro —Claude.
—Felix que le corten la lengua. - el nombrado dudo.
—Felix cortale la cabeza - el mayor soltó una pequeña risa. — ¿Ve que es tonto? Vamos a dar un paseo.
—No quiero.
—Felix vamos.
—No - corto Claude — Vamos - se levantó lentamente —Prepara el bote - Lune aplaudió levemente y se engancho de su brazo —¿Quién te dio permiso de tocarme?
—Usted, ayer dijo que podía tocarlo.
—Para el tratamiento.
—Este es el tratamiento - Claude suspiro nuevamente, Lune subió al bote con ayuda de Felix y se sentó enfrente de Claude.
La vista era maravillosa, pero lo era más al ver el pecho desnudo del mayor, no entendía por qué estaba tonificado si pasaba sus días flojeando, pero le gustaba verlo, era adictivo ver su pecho.
Se dio un golpe mental al escuchar sus pensamientos, era algo impuro tener aquellos pensamientos y más si ella era
la santa.
—¿Qué tanto me vez?
—Su Majestad es guapo, es normal verlo - dijo simplemente, el rostro de Claude permaneció serio pero pudo notar un leve rubor en sus mejillas —Enviare por la princesa.
—He dicho que no - Lune suspiro.
—Estaremos así todo el día?
—Sí, no hables, quédate callada y haz tu trabajo en paz.
Erez observo mal a Lune, la joven se encogió ligeramente en su lugar mientras Elio trataba de ayudarla.
—Deja de pedir por esa niña, mientras tu estés aquí y des frutos ella podrá regresar hasta que tengas un bebé.
—Es suficiente Erez - Elio le calmo — Evie hará todo pero con calma, si avanza rápido dejará ver que quiere poder.
—Ella debe regresar, es su alegría.
—Sí fuera su alegría no la hubiera olvidado por años este palacio - Erez bramo molesto —Eres la santa, eres respetada, pero para tener control de todos debes de ser la emperatriz.
—¿Quién dice que siendo emperatriz te obedecere? — Erez se acercó a ella y le planto un bofetada, Elio se acercó rápidamente a ella y la levantó del suelo.
—Hago esto por tu bien, recuerda como te trataron cuando no tenías nada, si quieres venganza debes de conseguir un puesto mucho más alto, un puesto en el que puedas tocar las estrellas.
—Disculpate Erez - Elio lucia molesto.
—Lo siento querida - Lune suspiro y limpio sus lágrimas —Este padre actuo mal.
—Solo dame tiempo - Erez la abrazo — Sí nos enamoramos podre hacerlo...
—El amor es una tonta historia que cuentan los que no fueron felices - Lune suspiro triste.
Lune se paseo por el jardín del palacio Rubi era calmo, no había nadie a sus alrededores y podía disfrutar su paz.
—¿Quién está ahí? - Lune se detuvo al escuchar unos pasos detrás de ella.
—Su santidad - una joven de cabellos rojos se apareció detrás de ella — Aristia Zoelle Helion le saluda.
—Oh Lady Helion, no sabía que estaba de visita.
—No soy una visita, vivo aquí - Lune la miro extraño —Soy concubina de su majestad.
—No sabía que el emperador tenía una concubina, es un honor conocerla.
—Me salve del terrible incidente de Lady Diana, he vivido en las sombras - Lune asintió, no entendía el porqué le decía aquello —Y no dejaré que nadie me quite esta segunda oportunidad.
—Entonces suerte Lady Helion, debo irme - Lune siguio su camino —Espero Erez no la encuentre, morira antes de si quiera ver el rostro de Claude si este se entera de su existencia.
Capítulo 3 aquí.
Espero les guste y no se olviden de comentar y votar para traer más capítulos.
Mis redes.
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