Capítulo 2
Una mujer de mediana estatura y cabello castaño ingreso a la habitación de Lune, la joven se reverencio varias veces y con una timida sonrisa de acerco a ella.
—¿Santa como desea verse hoy? - Lune la miro.
—Dime Lune o Lady Lune, santa suena muy pesado -la joven asintió —¿Cuál es tu nombre?
—Lía mi Lady.
—Que la bendición de la diosa esté contigo siempre -la dama sonrió en grande y agradeció varias veces — Quiero algo sencillo, no tan modesto, arregla un poco mi cabello y utiliza las orquillas de aquel baúl.
La joven se acercó a revisar los vestidos y los ornamentos para el cabello, Lune tocó varias veces su cabeza.
—¿Cómo es su majestad? -la joven frente a ella se detuvo un momento.
—No le he servido directamente, aveces voy a su habitación a cambiar las sábanas pero nunca esta -comentó tomando un adorno —Pero las demás criadas y guardias dicen que es una persona muy fría, de pocas palabras y de muy mal genio.
—¿Y la princesa?
—Parecía que ambos eran los padre e hija más perfectos del imperio, pero de un día a otro el emperador humilló públicamente a la princesa y esta tuvo que huir debido a amenazas de muerte.
—Que complicado - Lía asintió —¿Sabes algo de su primer amor?
Lía bajo el vestido y la miro, estaba dudosa y nerviosa.
—Dicen que cuando Lady Diana dio a luz y murió, el emperador enloqueció y asesino a todas las concubinas que habitaban en el palacio ruby.
—Con razón se siente tan frío y solitario aquí - Lía asintió —¿Lía te gustan las joyas? -la joven asintió.
Lune tomó un broche de aspecto elegante y caro, poseía una piedra verte como las hojas y un dorado hermoso y delicado.
—Para ti - Lía negó.
—Es valioso Lady Lune, no puedo aceptarlo.
—¿Cómo que no? Es mi regalo - Lía lo tomo y le sonrió.
La joven podía ser de ayuda en su camino, sus padres le indicaron que hiciera amistades y empezaría por tener una informante.
—Ahora vamos - Lune se coloco de pie y vio su reflejo en el espejo, con una sonrisa cansada salió de su habitación.
El camino hacía el palacio principal se le hizo eterno, en el camino se encontró con sir Robanne y con sus padres, los cuales le dieron algunas indicaciones.
—Su Majestad, La santa esta aquí.
—Lady Lune - Felix la miro —Entre más rápido confíe mejor sers el tratamiento.
—Que entre - Felix abrió la puerta y le ordenó ingresar.
Lune dejo atrás a Lía y a sus padres, se concentro en la oscura habitación la cual solo el enorme ventanal iluminaba.
—Siéntate -más que un pedido fue una orden, Lune se sentó y observo al hombre enfrente de ella, portaba su típica bata y su semblante indiferente. —Haz tu trabajo.
—Claro - era grosero pero debía de hacerlo lo que le ordenaba, Lune se coloco de pie y se acercó a el lentamente.
—No te dije que te acercaras.
—¿Tomaré su mano a dos metros de distancias? - Claude puso los ojos en blanco y la miro —Bien - la joven se sentó cerca de él y estiro su mano esperando la suya.
—Sí no funciona te matare.
—La muerte no suena mal señor, amenace con otra cosa - Claude la miro mal, Lune tomó su mano y cerro los ojos.
—Entonces te haré vivir un infierno en vida.
—No me asusta, y no me desconcentre, su dolor no se irá si sigue hablando - Claude la miro ofendido.
Lune cerró sus ojos nuevamente y una luz blanca salió de entre sus manía.
—Que la bendición de la diosa Firenze caiga sobre su majestad - su voz paso de dulce a gruesa, sus palabras dejaron de ser en el idioma actual y pasaron a ser al idioma de la antigua ciudad de Obelia, era el idioma que la diosa hablaba. —¿Mejor?
—Sí, te salvaste.
—Sí puede amenazar así de bien no creo que vaya a morir pronto. - Claude la miro —Ahora vaya a su cama por favor.
—No quiero una concubina.
—No me rebajaría a ser una concubina señor, le digo que vaya a su cama para hacer la oración final, con eso dormirá buen y tranquilo - Claude soltó un suspiro y se puso de pié, Lune le imito.
El rubio se acercó a la cama y sin tener ningún respeto se quito la bata quedando completamente desnudo, Lune de alarmó por aquello y cerro sus ojos con vergüenza.
—Listo - al abrir los ojos encontró a Claude acostado y con la sábana hasta arriba de sus caderas, Lune quiso gritar por verlo así pero solo coloco su mano en su frente recitando la oración para dormir.
Al salir se encontró con sus padres los cuales la tomaron de los brazos y caminaron con ella hasta el palacio Ruby.
—¿Cómo te fue? - Erez la sentó y se sentó enfrente de ella?
—¿Te hizo algo? Tienes las mejillas rojas querida - Elio sonó preocupado, Lune negó y prefirió omitir lo que había visto.
—Su Majestad es grosero, me amenazó varias veces, pero logré superar la crisis, ahora duerme muy bien y podrá descansar.
—Me alegra saber que hiciste bien todo - Erez habló —Pero debes de avanzar rápido.
—No, él no es una persona fácil de tratar, así que debo ir despacio y con cuidado - Erez la observo.
—Entonces hazlo bien, si fallas tendrás problemas en casa.
Para Lune crecer entre las paredes del templo había sido duro y tortuoso, cuando se descubrió que era la santa recibió todo tipo de abusos por los sacerdotes, hasta que Erez y Elio la adoptaron como suya y le dieron aquel nombre, Lune, significa Luna y eso querían para ella.
Pero aquella salvación se convirtió en una deuda que tenía que pagar, recibía castigos fuertes y eran estrictos con ella, pero agradecía que aquellos dos hombres la salvarán de aquellos sacerdotes crueles.
—La pequeña Lune debe de lograr grande resultados - Elio acaricio su mejilla con delicadeza —Evie es todo lo que Erez y yo tenemos.
—He organizado una fiesta de té con las damas nobles, envié un pedido a su majestad, así que recuerda le luego de la sesión, tal vez acepte tu pedido.
Lune no podía decir que no, sería la marioneta en aquel juego de poder y ambición.
Capítulo dos listo, espero les guste.
Voten y comenten para seguir.
Mis redes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top