𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒

—¡Vamos a ver! —la sonrisa de Rosslenne era más brillante que nunca. Continuaron por un par de minutos caminando por la cuidad observando las tiendas.

Sus manos entrelazadas era la mejor sensación del mundo. Aunque a veces le soltaba por breves instantes para limpiarse el sudor de la palma.

Sin embargo a Kyojuro no le incomodaba, más bien le parecía adorable que se tomara la molestia de hacerlo así que hizo lo mismo.

—Sería bueno comprarle un collar. —comentó mientras pasaban al lado de un local donde vendían productos de animales. Rosslenne entendió.

—Ni siquiera tiene nombre. —dijo nerviosa.

—¡Es verdad! —colocó su mano sobre su mentón. —Ya sé, cuando lo traigas a mi casa pensaremos en uno y así le colocaremos el collar. No me gustaría que no tuviera uno. Podrían pensar que no tiene hogar.

Ver sus cejas fruncidas hacia abajo era muy tierno.

—Está bien, me parece buena idea. —apretó su mano.

La tarde empezaba a caer y lamentablemente el clima parecía empeorar cada minuto que pasaba.

—Si tuviera mi carro en buenas condiciones te llevaría sin problemas a tu casa, pero está en reparación desde hace semanas. —rascó su nuca. —Mejor regresemos antes de que empiece a llover.

Asintió a pesar de que no quería que se separaran.

En el metro esperaron relatando las últimas cosas que sucedieron en la semana. Rosslenne habló de la comida que compartió con Hakuji y su pareja, aunque no se esperaba que al mencionarlo el rubio hiciera un gesto que no supo identificar. 

¿Acaso estaba molesto?

No pudo meditar mucho sobre el tema debido a que tuvieron que moverse para tomar el tren que estaba gestionado de gente. Rosslenne siempre estuvo protegida por Rengoku, sobre todo de aquellos asquerosos hombres que buscaban acercarse demasiado a su cuerpo con malas intenciones.

En todo momento estuvo siendo abrazada por él. Incluso su calor corporal le quitó el frío por completo. El perfume masculino le encantaba.

Sus ojos observaron la estación en la cual se detuvieron, faltaban pocas para que Kyojuro llegara a su destino.

—Será mejor acercarnos a la puerta. —sugirió debido a que por lo rápido que iba el tren era recomendable estar cerca para así bajar con facilidad.

Le hizo caso, estaban a unos pocos pasos de la salida. Acarició su mano para dejarle un beso en la comisura de los labios.

—Te llamaré. 

Una simple frase pero ocasionó un cosquilleo en su estómago. Logró verlo alejarse hasta perderlo de vista entre la multitud.

Sacó su celular para avisarle a Shinobu que ya iba de regreso a su casa. Mientras escribía notó que estaba en línea y respondió al momento. 

Shinobu Kochō:

¿Puedo visitarte? ¡Quiero escucharlo todo en persona!

La emoción que transmitía el mensaje le hizo sonreír. Con gusto aceptó pero aprovechó también para escribirle a Inosuke. No lo dejaría por fuera.

También obtuvo su afirmación pero diciendo que tardaría ya que estaba en la calle con su madre.

Llegó a su hogar sana y salva, con el olor de petricor en su nariz. Le encantaba la lluvia y esta parecía saber que estaba cerca de su casa ya que se detuvo apenas dio un paso afuera de la estación.

Saludó a su gato asegurándose de que estuviera suficiente comida. Este parecía que estuvo durmiendo en su cama aprovechando la ausencia de su dueña para disfrutar del espacio.

Rosslenne le dejó un beso en la cabeza teniendo como respuesta un ronroneo. Shinobu llegó veinte minutos después donde le dio tiempo de organizar algunas de sus pertenencias que estaban desordenadas.

Ambas se abrazaron. La azabache se quitó su suéter para dejarlo en el sofá.

—¿Inosuke no ha llegado? 

—No, creo que tardara.

Se sentó en la cocina. La castaña iba a preparar algo caliente para tomar.

—¿Quieres café, té? —abrió la alacena.

—Té estaría bien. Gracias.

Empezó a contarle como había hecho con Rengoku de ponerla al día con las últimas cosas que hizo esos días. Cuando el tema de conversación fue llegando a la cita se dirigieron al sofá para hablar mejor.

—Fue fantástico. Estuve algo nerviosa pero salió bien.

—Lo sabía, ustedes dos congenian bastante. Menos mal vine de visita, también quería comentarte que nuestros padres vendrán a la cuidad dentro de unos días. Kanae me pidió invitarte para que vinieras con nosotros, estoy segura que luego no podrás porque estarás bastante ocupada. —sonrió con un mensaje claro en sus labios.

—¡Kyojuro no me va a raptar! —rieron.

—Estoy segura de que lo hará en algún momento.

En eso alguien entró al apartamento.

—¡¿Ya se casaron?! —gritó el azabache de puntas azules.

Oh, verdad que Inosuke tenía las llaves de repuesto.

—Todavía no. —respondió Shinobu tomando de su té.

—¡Casi nos matas del susto! —Rosslenne le tiró varios cojines.

Empezaron una persecución hasta que se calmaron.

—Disculpa a mi amigo, es algo ruidoso. —jalaba de su mejilla para seguir desquitándose.

—No pasa nada. Es un placer conocerte.

—Te he visto antes, aunque creo que también eres popular. Zenitsu no para de decir que eres una de las más bonitas de la escuela.

—¡Por supuesto! ¡Es preciosa! —se apenó un poco por sus comentarios.

—Ya basta. Se supone que estamos aquí por la estrella de la noche. 

—¿Quién? —Rosslenne no entendía que se refería a ella.

—¡Tú, tonta! —Inosuke exclamó para frotar su puño contra su cabeza.

—¡Me duele, suficiente!

Siguieron con su charla hasta que al ver la hora  notaron que era algo tarde. Inosuke no quería soltar al gato de Rosslenne hasta que se despidió.

—Vas a verlo de nuevo. No es la última vez.

—Lo sé pero igual con el de ojos pescado presente no será igual. —la castaña puso los ojos en blanco.

—Como digas, nos vemos. —se dieron un abrazo. —Gracias por venir.

—Tampoco me gustaría retirarme pero mi hermana quiere que hagamos los preparativos para irnos con nuestros padres. Te estaré avisando por mensaje.

—¡Claro! Deja te acompaño. —salieron del apartamento para caminar hacia donde el auto se encontraba. Se despidieron. 

—¡Nos vemos! —movió la mano hasta que estuvieron lejos en la carretera.

Rosslenne regresó para revisar los mensajes de su teléfono. Tenía varios de Kyojuro haciendo propuestas de los nombres para el minino. Mandó varias fotos y al instante recibió varios emoticones de corazón.

¡Hola! no recuerdo si lo dije antes pero la historia esta finalizando. Máximo creo que tendrá cuatro capítulos más de la historia principal, de especiales tendría que pensar si haré.

Hice un espacio para actualizar ya que tengo otros capítulos pendientes por escribir. Quería avisarles porque me siento algo triste pero feliz de concluirla <3.

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