𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜
¿Por qué le persigue la desgracia?
Al día siguiente reuniendo el valor necesario para escribirle a Kyojuro; y hacerle la propuesta de que cuidaran al minino tuvo que llegarle en ese preciso instante un mensaje de Hakuji para ir a comer justo ese día.
Le gritó a la almohada y le dio vueltas a la cama tanto que logró destenderla.
El gato sin nombre solo le observaba sin entender mientras esperaba que terminara para que le sirviera comida.
Después de atenderlo procurando que tuviera suficiente sustento se dio un baño.
Tenía sus dudas de dejarlo solo. La última vez vio como sus sandalias para estar en la casa las utilizó para sacarse las uñas. Quedaron totalmente inservibles.
Consideraba que se quedara con alguien pero la única persona accesible que venía en su mente era...
—¡Me dijiste que era comida, no que se trataba de esto! —Inosuke intentaba escapar del apartamento mientras era perseguido por la castaña.
—¡La habrá cuando regrese! ¡No seas exagerado son pocas horas! —se detuvieron alrededor de la mesa del comedor.
—¡Apenas puedo conmigo mismo para tener responsabilidades! ¡Lo sabes!
—¡Si fuera así realmente no hubieras pasado de año, Inosuke!
—Buen punto, igual me niego. —hizo una equis con sus brazos.
—Por favor. Solo esta vez. Ya estoy considerando que posiblemente se quede en otra parte, te lo compensare. —pidió entrelazando sus propias manos en gesto de súplica.
El azabache de puntas azuladas se cruzó de brazos frunciendo las cejas.
Negó con la cabeza. —¡De acuerdo! Más te vale que la comida sea buena. —amenazó achinando los ojos cosa que le hizo ver adorable.
—Me ofendes. —fingió ofenderle el comentario para llegar a su lado y abrazarlo.
—¿Cuántas veces debo darle comida? —preguntó mientras Rosslenne le explicaba de manera sencilla las cosas que tenía que hacer. Para asegurarse que no se le pasara nada hizo una lista, y una de repuesto por si la perdía.
—Depende de la ración. Ya te deje todo aquí. —le mostró el papel.
—Bueno, ya ve o llegarás tarde. —lo tomó.
—Como si fuera a perderme. —comentó con una risa.
Salió del departamento revisando nuevamente la hora. Al quedar al frente de la puerta dejó salir un suspiro y tocó varias veces con cierta timidez.
Se alejó un poco para acomodar su falda.
Koyuki apareció con una amplia sonrisa abriendo la puerta.
—¡Rosslenne, viniste! —le dio un abrazo apenas dio un paso adentro. Correspondió algo avergonzada. —Me alegra que Hakuji se animara a invitarte, quería pedírtelo pero... Nunca alcanzaba a encontrar el momento adecuado. Siempre te veías ocupada.
—No pasa nada... —respondió mientras dejaba sus zapatos en la entrada y ella le hacía señas de que pasara.
—Esta es tu casa, no tengas miedo. —el apartamento era humilde con muchas plantas. Había un olor puro y muy agradable.
Los colores pasteles hacían buen contraste con los cuadros simples de fondo blanco.
—Hakuji llegara en un momento. Comprará un par de cosas que necesito, disculpa, las olvidé por completo.
—Es-está bien, me suele pasar también. —la siguió al distraerse observando.
—¿Y cómo te va en la escuela? Estudié hace un par de años y ahora estoy en la universidad. El tiempo pasa volando, ¿No? —empezó a buscar un par de cosas en los gabinetes de la cocina.
—He tenido algunos problemas con algunas materias pero nada que no se pueda resolver. —sonrió un poco recordando que eso fue el comienzo de su relación con Kyojuro.
—¡Oh, Rosslenne! —se asustó al verla tapando su rostro en una expresión de asombro. —¡Te gusta alguien!
Aquel comentario sonó más como una afirmación. Su cara enrojeció.
—¡Lo sabía! ¡Esa expresión...! —se calmó. —Me emocioné. Uhm... El gesto que hiciste fue tan parecida a cuando conocí a...
Sus palabras quedaron a medias debido al sonido de la puerta.
—¡Ya llegué!
La azabache le observó con una sonrisa.
—¡Bienvenido! Ya nuestra invitada está aquí. —se acercaron.
—Qué mala educación de mi parte. Debí estar cuando llegaras. —Hakuji le saludó.
—¡Vamos! Necesito terminar, seguramente se muere de hambre. —lo hizo ir a la cocina tomándolo por el brazo.
Rosslenne se quedó en el comedor a pedido de la pareja. Se sentía diferente y algo apenada por estar por primera vez en una casa que no conocía.
Pasaron un par de minutos donde se dejó llevar por sus pensamientos mientras observaba por la ventana.
—¿Y cómo va todo? —el de ojos celestes se sentó a su lado. Después de todo solo había tres sillas en la pequeña mesa redonda.
—Mejor de lo habitual. ¿Qué hay de ti? —preguntó apoyando su mentón de su mano.
—Agradable. El clima ha estado cambiando bastante los últimos días. Me siento feliz que aceptarás venir, no tienes idea de la emoción de Koyuki desde que le comenté.
Sonrió para mirar hacia la mesa.
—¡Cariño!
—¡Ya voy! —se levantó. —Con permiso.
Llegaron para dejar los platos sobre la mesa. Koyuki parecía nerviosa. Rosslenne se sorprendió.
—Es-espero que te guste, yo... —miró a su pareja como si buscara su apoyo. Este tomó su mano. —Preparé comida de tu país, pensé que... Sería agradable tener un poco de tu cultura y nosotros también compartirla, eh... No sé si sean justo los que sueles probar.
Los ojos mieles se quedaron fijos sobre la joven. Estos brillaron al sentir como las ganas de llorar aparecían con un nudo en la garganta.
Ante esto los dos se enternecieron. Un alivio se reflejó en la de ojos salmón.
—Gra-gracias... No tenían que molestarse. —expresó tratando de no mostrar que las gotas saladas resbalaban por sus mejillas.
—Bueno, en realidad no hice mucho. Mi hermosa novia es quien cocina porque no sé ni hacer un huevo sin quemar el sartén. —comentó Hakuji intentando aliviar el ambiente. Funcionó ya que los tres rieron.
—De verdad lo aprecio demasiado. —la mano de Koyuki buscó la suya en modo de apoyo. Le agradeció con una sonrisa.
Agradecieron por la comida y poco a poco Rosslenne fue relajándose mientras transcurrían los minutos.
Contaron un par de anécdotas olvidando por un momento de la vida cotidiana. Solo existían carcajadas ruidosas, una deliciosa comida y buena compañía.
Espero estén teniendo un buen inicio de año mis amores ♡ Me tardé mi tiempo en actualizar esta historia ya que estuve en... ¿Octubre? Creo, subiendo capítulos diarios. Tanto así que mi cerebro dijo: zuficienteh.
Quería escribir en las historias que tenía un poquiito abandonadas y luego regresar para volver al mismo círculo vicioso AJJAJA
Esto lo tenía en mente desde hace semanas pero me da risa que en un momento lo olvidé. Quedé modo: ¿Qué era lo que iba a escribir? Anoten todo lo que se les ocurra y no sean como yo que pierde donde anota las cosas AJAJSDASI
Hago publicidad en el hecho de que tengo un Type of Boyfriend de Kyojuro subido desde hace semanas. Son relatos un poco más cortos que este con diferentes situaciones románticas.
Les tengo pendiente los dibujos para la historia pero uhmm... No quedo convencida así que prefiero estar segura antes de subirlos. Mil gracias por las visitas y votos que hemos llegado <3 Los quiero. Tengan un buen fin de semana. (Alto amor a Koyuki)
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