ˏ ˋ𝐸𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙 𝟸ˎˊ ˗
Continuación del especial anterior. Estaré relatando pequeñas partes de los hechos que ocurrieron con más profundidad.
Rosslenne estaba feliz de finalmente ya estar a unos meses de terminar la escuela. Tuvo que dejar de estudiar por un tiempo ya que no le daba el horario suficiente para el trabajo y los estudios.
Aún era muy joven. Iba a cumplir los diecinueve dentro de poco.
Mientras buscaba algunos de los trabajos que ya entregó estaba muy contenta por el resultado.
No logró escuchar unos pasos aproximarse hacia ella. Mucho menos un grito que hubiera volteado si no fuera porque alguien la abrazó por la espalda casi sacándole el aire.
No tuvo ni siquiera que adivinar. Aquel trato tan característico se trataba ni nada menos que de Kyojuro.
—¡Te encontré! —dijo sin soltarla. La castaña se sonrojó.
—¡Kyo-kyojuro! ¡Estamos en la escuela!
No le importo ni lo más mínimo sus palabras. No era con mala intención. Ya que no se habían visto desde hace tiempo la había extrañado.
Sabía que pronto no iba a poder verla en la escuela.
La oji miel suspiró para ver al rubio. Por poco y llegaba a la altura de su pecho. ¿En qué momento había crecido tanto?
Era algo incómodo ya que quería seguir caminando. Le daba algo de pena ese trato en público.
Se acomodó para verle. Acarició su cabello que empezó a dejar suelto desde hace tiempo intentando de alguna manera calmarlo pero parece que eso solo causó el efecto contrario.
Rengoku le sonrió muy feliz.
—¡Kyojuro! —escucharon un grito desde el pasillo. Un chico de la edad del rubio apareció frente a ellos. —¡Únete a mi equipo Kyojuro! ¡Eres demasiado fuerte!
—¿Y este quién es? —preguntó Rosslenne.
—¡Puedes llamarme Akaza!
—Ese ni siquiera es tu nombre real. Ya te he dicho que ni te conozco pero ya me caes pésimo. —contestó Kyojuro.
—¡Tú! ¡Mujer! —la señaló. —¡Ya que eres su novia y seguramente hace cualquier cosa que le dices, dile que se una a mi equipo!
—¡No soy su novia! —se puso roja como un tomate mientras el rubio sonreía sonrojado imaginando su vida juntos.
—¡Lo que seas, se nota a kilómetros que le gustas!
—No seguiré perdiendo el tiempo contigo. —empezó a caminar.
Akaza no se rindió. Tomó la mano de la castaña.
—Suéltala. —Rengoku intervino muy serio.
—¡Lo haré si aceptas mi oferta!
—¡Pero qué pesado eres! —gritó Rosslenne.
Kyojuro jalaba a la castaña para evitar que Akaza se la llevara.
Por suerte divina se llevaron al azabache antes de que lograran partir a la pobre Rosslenne por la mitad.
No entendía como tenían tanta fuerza siendo menores que ella.
Aunque sea les quedaba la mayoría del tiempo libre.
Mientras caminaban recibieron algunas miradas de burla y crítica. Más que nada por el hecho de que ya era sabido sobre el trato que tenía Rengoku con Rosslenne. A ella les dejó de afectar ya que no le importaba en lo más mínimo.
Sin embargo, vio a Kyojuro que si se le veía un poco afectado con la mirada decaída.
Rosslenne tomó su mano. Lo hizo con firmeza con la frente bien en alto.
Se sonrojó. Pronto una sonrisa apareció en su rostro.
Quedaron afuera en el patio donde podían estar más tranquilos.
Estaban sentados mirando el cielo. Más bien Rosslenne era quien lo hacía ya que el rubio la estaba observando.
—¿Realmente estás decidido de estar conmigo? Apenas tienes quince años. Podrías elegir a cualquier otra chica de tu edad y no tener que pasar por esto.
Cuando le miró los ojos él quedó fascinado al ver el tono almendra brillar por la luz del sol. Le encantaban sus ojos y lo relacionaba con algún caramelo.
Amaba todo de ella. Desde sus labios hasta las pequeñas pecas de sus mejillas.
Su corazón se aceleró cuando sus finos dedos tocaron su rostro. La piel era tan suave que le hacía cerrar los ojos.
Ella rió. Aquello le avergonzó un poco. Tal vez estaba pensando que estaba esperando un beso de su parte.
No se equivocaba. Sus mejillas pronto se sentían algo calientes.
Rosslenne se acercó lo suficiente para dejarle un pequeño piquito en los labios.
Kyojuro abrió los ojos sin poder creerlo.
La castaña sonreía de una manera tan hermosa que quedó hipnotizado.
El rubio buscó acobijo entre sus brazos. Quería quedarse a su lado para siempre.
Después de hablar un poco regresaron para comer algo.
—¡Kyojuro!
—Otra vez. —suspiró Rosslenne quien volteo a ver mientras sentía que la mano que sostenía Rengoku le apretaba. —¿Cómo sabes dónde estamos siempre?
—Los busco por toda la escuela.
—Ah. Eso explica muchas cosas.
—Solo quiero saber si puedo almorzar con ustedes. No tengo amigos.
—Eso también tiene sentido. —afirmó Rosslenne de nuevo. —Solo si dejas de insistir en que Kyojuro se una a lo que sea contigo. Enserio siento que escucharé tu voz en mi sueños.
En realidad Akaza no era un mal chico. Era un gritón y algo fastidioso pero se notaba que podía llegar a ser agradable a su manera.
Rengoku no le agradaba del todo. Más que nada cuando se acercaba a la castaña.
Eran unos celos tontos pero Rosslenne le causaba ternura su rostro mientras comía y vigilaba sus movimientos.
—Oigan, enserio me agradan. No les importa una mierda lo que digan sobre su relación. ¡Todos los de esta escuela son unos débiles patéticos! ¡Me hacen enojar!
—Ya entendimos, deja de apretar ese bollo que lo vas a aplastar. Si no lo quieres me lo das. —dijo la castaña.
Aunque fuera algo completamente imprevisto los tres empezaron a compartir en los minutos libres que tenían.
Rosslenne solía visitarlo en el club de artes marciales y quedó completamente fascinada por el talento que tenía.
Sabía que aunque no siguiera asistiendo a las clases ya que pronto buscaría una universidad prometió ir de visita.
Kyojuro por su lado mejoró mucho sus notas siendo uno de los mejores de su salón.
Iban a hacer una salida el próximo fin de semana con Akaza para acampar. La castaña estaba emocionada.
Todo marchaba muy bien.
-el FBI entra a su casa mientras escribe- OH NOoOO JASDUASDJO
Pensaba agregar más cosas pero decidí que sería mucho mejor dividirlas para darle más detalles. Ya que veo que es lo que quieren uvu
Por lo menos serán con las partes más significativas de su relación. Ya ven que si Kyojuro hubiera tomado las riendas de la situación en la historia principal esto hubiera acabado en tres capítulos AJAJJA
Quería reflejar un poco las cosas que tenían que pasar para mantener su relación. Apenas aquí Rosslenne aceptó sus sentimientos y no quería que Rengoku bb pasara por situaciones amargas por su culpa.
También incluir como ve Kyojuro a Ross con ojitos de amor. -cmueredediabetes-
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