06

Impresionar...

Sábado...

Éste día no asistiría a clase, así que sería un día libre.
Sin mencionar que también era un día de descanso para la servidumbre, es decir que me quedaría solo.

Pero no hay problema, yo lo decidí así.

Mi costumbre en ese día era dormir, comía solo cuando me despertaba y tenía hambre, de lo contrario, seguía durmiendo.

Pero hoy sería diferente, planeo ir al café Arendelle's.

Je, su apellido es el nombre del café.

Traté de verme lo más presentable posible, coloqué mis lentes de contacto marrones y salí en busca de algo para comer en ese café.

Bajando del autobús, observé un camión frente al lugar junto a un chico que cargaba unos costales para dejarlos dentro del establecimiento.

Entré al café mientras que el camión se iba detrás mío, caminé hacia la pequeña barra y pude ver a Elsa cargando los costales que el camión había traído, a juzgar por el logo y como dejaban una nube blanca al moverlos, supe que era harina.

Sherlock Holmes estaría orgulloso Jackson.

Cuando Elsa salió de la cocina se dió cuenta de mi presencia, con una sonrisa y una mano alzada me saludó.

-¡Jack! ¿Cómo estás?

-Muy bien, gracias -aparté la vista para mirar a su lado, donde estaba la harina -¿Estás cargando esto tú sola?

-Si, el chico que los trajo quería ayudarme a llevarlos dentro, pero lo detuve, puedo hacer esto sola.

Vaya forma de coquetear.

-¿Te ayudo a llevarlos?

Y tú estás haciendo exactamente lo mismo.

-No gracias, puedo hacerlo sola -sonrió antes de tomar otro saco y llevarlo dentro.

No sabía si ayudarla o dejar que lo hiciera sola. Me sentía extraño, acostumbraba a ayudar a las chicas con las que salía, hasta solía ajustarles sus zapatos.

Sin darme cuenta, Elsa ya había terminado, pues se acercó a mí para pedir mi orden.

-Bien, ésta vez ¿deseas un postre o una bebida?

-¿Cuál me recomiendas?

-¿Me dejas elegir por ti?

Ella sonrió al ver que le di mi aprobación.

Al estar sentado en la barra, tuve la dicha de verla crear una malteada.
Miraba sus manos, se notaba que estaban un poco lastimadas, pero preferí no preguntar.

-Te serviré una malteada al estilo de los años cincuenta en Estados Unidos -finalizó mientras ponía crema batida y una cereza encima de la malteada.

-No sabía que viajamos a Estados Unidos.

-Deja de quejarte y pruébala -ella me extendió una pajilla de color blanco.

-¿Son de semilla de aguacate? -pregunté mientras miraba con detenimiento la pajilla.

-Así es, aquí no matamos tortugas -ella guiñó el ojo.

Jackson probó la malteada, el sabor realmente le había encantado.

-Está deliciosa, nunca me he equivocado en dejar que elijas tú -ella río mientras limpiaba la barra.

-¿Estás cuidando del café tú sola? -ella me miró.

-Si, mis padres llevaron a Anna al doctor así que me dejaron a cargo.

-¿Que le ocurre?

-Se sentía mal, pero no saben si le ocurre algo.

-oh -Elsa estaba preocupada, podía notarlo -espero que se mejore.

-Gracias.

Luego de esa conversación, ella tuvo que atender a otros clientes mientras que yo terminaba mi malteada, y otra vez, la volvía a observar.

Ella es diferente a todo lo anterior.

Ella regresaba a la barra y la veía preparar las órdenes de los demás clientes, su cabello siempre atado para que no la moleste mientras trabaja.

Házlo.

Tragué con nerviosismo, hace una semana estaba pensando en invitar a Elsa a una ¿Salida? No sé bien cómo decirlo.

No será una cita, será solo una salida, una salida de mesera y cliente, sí, eso.

-Elsa -llamé su atención haciendo que me mirara de nuevo -Yo estaba pensando, que si tú y yo, espera... ¡No! Quiero decir, no pienses mal, solo quería saber si quisieras salir conmigo mañana para hablar o algo así.

Ella me miró con confusión por unos segundos, luego, comenzó a reír.

-¿Quieres salir conmigo mañana?

-Si, eso era -ella sonrió de nuevo.

-Claro, estaré esperándote a las once, ¿Te parece?

-Si, aquí estaré -saqué mi billetera y pagué por la bebida -nos vemos mañana.

Salí del café y tomé un autobús para regresar a la mansión.

Espera, ¿Ella me invitó?

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Al final, Elsa invitó a Jack a salir.

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