El cielo se cubrió por completo de estrellas, la luna inundaba la habitación.
No podía dormir, Siempre había creído que el amor era una rara condición, de la que yo estaba excluido.
Tantas personas conocidas y tan poco lo que obtuve de todas ellas... hoy me parece imposible que el estuviese a tan sólo unos pasos de mi, que el, sin siquiera proponérselo, haya logrado derribar todas mis defensas.
Y hoy ya no puedo apartarlo de mi mente, aunque confieso que he tratado muchas veces de hacerlo.

¿Cómo calmar el latido de mi corazón en esté momento?

Cerré los ojos por un corto periodo de tiempo, cuando el ruido de la puerta abriéndose me hizo abrirlos nuevamente, encontrándome con su silueta en la entrada.

—¿Te desperté?—preguntó algo tímido al asomar la cabeza

—Para nada, no puedo dormir.

Pude ver cómo jugaba con sus dedos por debajo de la bolsa de su sudadera, quería decir algo y estaba nervioso por ello.

—¿Ocurre algo?—lo miré incorporándome en la cama

—¿Puedo pasar esta noche aquí?—dijo casi inaudible, si no hubiera puesto suma atención, probablemente no le hubiese entendido

—¿Aquí?—susurré, tragué en seco, un escalofrío recorrió mi espina dorsal—Claro, si—contesté sin pensarlo demasiado mientras le hacía espacio para que se acostara.

Con paso lento caminó y con algo de incomodidad se recostó a mi lado.

Sin darnos cuenta estábamos ahí los dos, recostados de lado sobre aquella cama matrimonial, cruzando miradas, casi podían mezclarse nuestras respiraciones

—Yo...no sé si estoy listo para recordar—susurró y me calló como balde de agua helada—No sé si estoy listo para regresar a mi vida pasada

—Entiendo—contesté con cierta desilusión en los ojos—Tú hiciste tu vida lejos de mí y...

—Pero Jeon...—interrumpió con rapidez

Con un acto delicado y lento, posó su mano sobre mi mejilla. Sin dejar de mirar mis ojos.

—Eso no significa que te quiera fuera de ella, no ahora

Y esa noche, me llevó de vuelta al pasado, cuando todo estaba bien, cuando no estaba roto.
Era todo lo quería, y lo supe desde el primer momento, porqué apareció una luz cuando volví a escuchar su voz, después de tanto y quería escucharla de nuevo, siempre que pudiese, como si se tratase de un show privado.

¿Qué podía ofrecerle para que a cambio se quedara nuevamente a mi lado?
¿Mi amor? ¿Mi vida? ¿Mis convicciones y sueños? ¿Serían estos suficiente?, ¿Estaría feliz con estos pequeños tesoros?
No lo sé; seguramente lo dudaba, de otra forma aceptaría  y yo no tendría que volcar mis sentimientos en simples palabras, palabras que no terminan de expresar todo lo que siento.
¿Cómo dejar en unas cuantas letras un sentimiento tan trascendental? ¿Cómo?
Si es solo un intento que no logra siquiera acercarse a la verdad.