11열한.


—¿De qué estás hablando?—preguntaba mi amiga con desesperación—¡¿Cómo que te vas?!

—Expliqué todo pero solo escuchaste que me iba—reclamé terminando de guardar mis cosas en la maleta.

—Es qué...apenas pasaron unos días desde ese incidente, me imaginé lo peor— dijo nerviosa.

—No puedo esperar hasta mi cumpleaños para que el licenciado me diga qué pasó—respondí terminando de cerrar el cierre de la mochila— Tengo que saber qué sucedió en realidad con mis padres.

—Lo sé—contestó la castaña con melancolía.

De pronto el timbre se hizo presente por cada rincón de la enorme casa. Llamando la atención por parte de la dos.

—Debe ser mi padre—mencionó sonriendo—Dijo que él podía llevarte al aeropuerto.

—Te lo agradezco—sonreí aliviada.

El auto estaba estancado por el tráfico, tenía más de media hora desde que habían salido de casa pero aún no podíamos llegar, y yo no podía evitar ponerme inquieta y más nerviosa de lo que ya estaba.

—Y entonces Ha Neul—habló el padre de Sook tomándome por sorpresa—¿Por qué dices que viajaras a Japón?

—Ammm por asuntos de la empresa de papá—contesté sin despegar la mirada de la ventana—Mi cumpleaños se aproxima, casi seré mayor de edad entonces...

—¿Tienes alguna idea de cómo manejar una empresa?—soltó con algo de brusquedad dejándome aturdida—Si no lo haces bien se irá a pique junto con todo el esfuerzo de tu padre y de sus trabajadores.

—¡Papá!—se quejó Sook Hee a mi lado—¿Qué te ocurre?¿Por qué le hablas así?

—Lo lamento...—contestó relajando su expresión.

—Siendo sincera, planeaba que otra persona se hiciese cargo—hablé nuevamente en voz baja—Al menos hasta que yo pueda hacerlo.

—Perfecto—contestó sonriente, ¿Acaso el padre de Sook se había vuelto bipolar?— Dime...¿Ya has pensado en alguien?

—Por el momento no—contesté frunciendo mi ceño— Quizá pida su ayuda para encontrar un candidato, siempre estuvo al pendiente de ella cuando papá falleció.

—Claro, yo me encargaré— dijo dejándome confundida—¿Tú padre, dejó algún testamento?— preguntó llevando su mano a la cara para frotar su barbilla.

—¿Por qué estás preguntando eso ahora papá?—cuestionó la castaña frotando su sien y viendo su celular—Tú mismo me dijiste que no había un testamento.

—¿Cómo sabe que...

—Sólo supuse que no había uno—habló nuevamente disimulando su nerviosismo.

Durante lo que quedaba de trayecto al aeropuerto, ninguno volvió a dirigir palabra alguna o hacer mención respecto a ese tema.
Sin embargo la actitud del padre de mi amiga me había dejado completamente estresada.

—No tienes que llorar, regresaré en una semana—me quejé limpiando las lágrimas de Sook Hee

—No puedo evitarlo, una semana es mucho tiempo Neul, ¿Qué haré si Jisso se acerca a molestar?

—Ignorarla—respondí con obviedad— Ahora si, me voy.

—¡No!—gritó tomándome por encima de la sudadera y visualizando a todas partes.

—¿Qué pasa hoy contigo?—me quejé tratando de separar su mano de mi muñeca.

—Solo, quédate unos minutos más—dijo suplicante.

—Perderé el avión—reclamé tratando de caminar aún con ella sujetándome.

—No sucederá, solo serán unos minutos—exclamó tratando de detenerme— ¡Rayos! ¿Por qué tardas tanto?

—¡¿A quién le estás hablando?!—dije confundida y por fin soltándome de su agarre, para después comenzar a caminar

—¡Ha Neul!— se escuchó un gritó detrás mío haciéndome girar nuevamente llevándome una gran sorpresa.

¿Ahora que?

—¡¿Tú qué estás haciendo aquí?!— pregunté disgustada al ver de quien se trataba.

—Escúchame Neul, yo fui un tonto, hice las cosas mal...—explicó tratando de calmar su respiración.

—Ya es tarde..—solté—Debiste pensarlo antes—me gire dispuesta a caminar.

—¡Yo no dije nada!—gritó haciéndome detener—¡Prometí que no lo haría y no lo hice!

—Pero...nadie más sabía de esto—dije en voz baja.

—¡No te vayas Neul!—exclamó tomándome la mano—¡Temo no volver a verte! ¡Estaba confundido pero...ya no más! Fui un completó idiota al no notarte cuando siempre estuviste cerca.

Baje la mirada para evitar que notase el fuerte carmesí en mis mejillas.
Al despertar jamás imaginé que esto pasaría, definitivamente lo mejor ocurre cuando menos lo esperamos.

—Haechan...—dije tratando de no reír—¡No me iré para siempre!

—Pero...Sook Hee dijo que...

—Tenía que hacer algo para que por fin confesaras lo que sientes— se excusó Sook Hee encogiéndose de hombros.

—Ohh...—exclamó soltando con delicadeza mi mano—Me siento aún más tonto de lo que me sentía ayer—susurró

—Lo lamento, Hee suele causar problemas de vez en cuando—sonreí palmeando su hombro.

—Pero...aún así, hablaba enserio— dijo mirándome a los ojos.

Siempre creí que aún intentando salir con otros chicos, seguiría pensando en el.
Incluso pasándola mal, creyendo que en la vida volvería a sentir lo que él provocaba.
Pero él estaba aquí, arrepentido por un error que jamás cometió, y nunca lo hubiese imaginado a pesar de la gran creatividad que poseía al soñar.

Agradezco mi mala puntería y el haber golpeado ese día tu nariz— habló nuevamente—Agradezco, que el profesor te haya asignado como mi tutora, y le doy las gracias a ese chico por invitarte a bailar en esa fiesta, porque quizá sin él, jamás me hubiese dado cuenta de mis sentimientos—tomó mis dos manos — Cada uno de esos momentos tenían que pasar, para que yo pudiera conocerte.

—Por favor dime que no estás bromeando, porque si lo haces, juro que voy a matarte—solté evitando un espectáculo al dejar caer mis lágrimas de emoción.

Estoy siendo lo más honesto posible respecto a mis sentimientos—contestó sonriéndome— Un día simplemente ya no pude sacarte de mi cabeza, un día simplemente no podía dejar de observarte, no podía no mirarte, y me preocupaba cuando no estabas dentro de mi campo de visión —cerró los ojos y respiro profundo— Me gustas Son Haneul. Me gustas mucho.

Y solo bastaron esas tres palabras para hacer volcar mi corazón.
Era momento para dejarme llevar por mis sentimientos, por mis pensamientos y por esas ideas que lo dibujaban en mi mente.
¿Era mi imaginación o me estaba volviendo más inteligente?
No. Solo estaba perdidamente enamorada.

De pronto una voz se hizo presente anunciando que el vuelo saldría en un par de minutos. Se me acababa el tiempo.

—Debes irte—dijo tranquilo—Yo puedo esperar.

Asentí aún en estado de shook y me gire dispuesta a seguir con mi camino.
Mi cerebro en ese momento era un completo cubo de basura y mi corazón había sido noqueado a la perfección como si un boxeador lo hubiese golpeado.

Entonces habló mi conciencia diciendo: "Has esperado tanto tiempo por este momento y simplemente...¿Te iras?"

Así que, solo me dispuse a golpearme internamente para reaccionar.
Di un pasó hacia atrás y con algo de prisa regrese a él envolviéndolo en un abrazo que lo dejó estático.

—He aquí mi secreto—susurré separándome con lentitud de él —Tú siempre me has gustado...— solté mirando primeramente sus ojos, y luego la baje a sus labios que con anterioridad ya había probado.

Y los uní en un beso.

Aquel beso dio paso a mucho más que solo aquel momento.
Un beso profundo, dulce y divertido.
Fue el tipo de beso que perduraría en mi memoria por siempre. Sin condiciones ni lamentos.
¿Cómo podría arrepentirme de aquello?
De él, si era quién me daba vida y al mismo tiempo me la arrebataba.

Y solo eso bastó para calmar mi nerviosismo y miedo.
Solo eso bastó para poder descansar durante todo el vuelo a Japón.

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