chapter three. ¿another one?
THIS LOVE ☾
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( chapter three )
・₊˚ ¿another one?・₊˚
No hay nada peor en este mundo, que el tener clase de gimnasia a primera hora de la mañana.
Es el turno de Scott y Allison para escalar el rocódromo, parece ser que están platicando sobre algo, pero mi amiga va más adelantada que Scott.
Pero en ese momento, el McCall comienza a escalar mas rápido, y logra alcanzarla.
Y a Allison no le gusto esa idea, así que con su pie, empuja a Scott, haciendo que se caiga a la colchoneta que esta en el suelo.
Todos en la clase soltamos una carcajada, incluyendo al entrenador.
—McCall, no se por que, pero tu dolor me causa una alegría especial —se vuelve a reír—, la gozo.
El entrenador se levanta de la colchoneta, y se dirige a los demás.
—¡De acuerdo, los que siguen! —le da una mirada a todos en la clase— ¡Stilinski! ¡Erica! andando. ¡La pared!
Al ver a Erica, notó como su cabello esta realmente alocado, y tiene dos bolsas grises debajo de sus ojos. Parece que está asustada por escalar el muro. Pero no le queda más remedio que empezar a hacerlo.
Stiles lleva una grande ventaja, ya que sube y baja el muro, y Erica ni siquiera logra escalar la mitad de este.
Ella empieza a sollozar, así que todos nos acercamos a la pared.
—¡Erica! ¿Estas mareada? ¿Tienes vertigo? —le pregunta el entrenador a la chica.
—El vertigo es una disfunción del sistema vestibular del oído interno —interrumpe Lydia—, solo está enloqueciendo.
—¡Erica!
—Estoy bien —tartamudea la chica.
—Entrenador, no creo que sea seguro —le comento—, ella sufre de epilepsia.
—¿Por que nadie me dice estas cosas de epilepsia? —dice mientras nos mira a todos—. ¡Erica, estas bien, solo suelta la pared! ¡Aléjate de la pared! ¡Tenemos un colchón para atraparte! ¡Vamos!
Parece que la chica por fin escucho las palabras del profesor, por que eso es lo que hace, y cae lentamente sobre el colchón que se encuentra en el suelo.
El entrenador le comienza a decir unas palabras "reconfortantes" a la chica, y todos comienzan a reírse de ella.
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—Y bien, ¿cómo van las cosas con Scott? —le pregunto a Allison, mientras guardamos nuestras cosas en los vestidores.
—Bien, supongo —me responde—. Pero con mi abuelo siendo el nuevo director, tenemos que ser más cuidadosos para poder vernos —dice mientras vamos saliendo del lugar.
Al salir, vemos como un montón de gente se junto en la entrada del gimnasio, podemos ver como Erica esta el el rocódromo, y justo en ese momento, se cae al suelo, pero antes de que se impactara, Scott la sostiene.
Mi amiga y yo acercamos nuestra cabeza para poder ver mejor, y parece que a Erica le comenzó a dar un ataque.
Allison y yo nos acercamos corriendo hacia donde se encuentran nuestros amigos.
—¡Ponla de lado! —le indica mi amiga a Scott, mientras nos agachamos para quedar a su altura.
—¿Cómo supiste? —me giro a verlo.
—Lo sentí.
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Al día siguiente, Stiles y yo nos encontrábamos entrando a la cafetería, buscando especialmente a una persona.
—Ahí esta —le señalo a mi amigo, así que nos dirigimos a su mesa, y nos sentamos frente a el.
—Boyd —lo llama Stiles—, ¿tienes las llaves?
A lo que el solamente las saca de su bolsillo, y nos las muestra. Stiles intenta tomarlas, pero Boyd no las suelta.
—Esto no es un favor —hace una pausa—, es una transacción.
—Si, claro, como olvidarlo —digo sarcástica.
Mi amigo pone un billete de 20 dólares sobre la mesa.
—Quedamos en 50.
—¿Enserio? recuerdo 20, no lo se —le responde Stiles—. Tengo muy buena memoria verbal, y recuerdo que eran 20, recuerdo el sonido del "te" "veinte" —dice, y alarga la letra "e".
—Dije 50 —lo interrumpe el chico—, con sonido de "ta". Hay diferencia. Si no, puedo mostrarte otras palabras con ese sonido.
—Uh, no, no, creo que ya me acuerdo —le responde Stiles, mientras busca algo en el bolsillo de su pantalón—. Pero tal vez me confundí, por cuarenta.
Al decir eso, pone otro billete de 20 dólares sobre la mesa.
A lo que Boyd no se molesta en contestarle, y solamente se come un bocado de papitas fritas.
—Por favor amigo, has visto la porquería de auto que conduzco —le dice el Stilinski suplicando.
—¿Has visto la porquería de autobús en el que viajo?
Stiles solo gira a verme con ojos de cachorro, así que resopló y pongo los 10 dólares faltantes sobre la mesa.
Así que Boyd solo nos da una sonrisa, y nos entrega las llaves de la pista de patinaje.
—Eso es —le dice Stiles.
—Gracias, Boyd —le digo mientras mi amigo y yo nos levantamos de la mesa.
Al alejarnos un poco, me giro con Stiles.
—¿Yo por que tuve que pagar? yo ni siquiera voy a ir con alguien. Es decir, Scott va con Allison, tu vas con Lydia, y yo voy... conmigo y mis veinte abrigos.
Stiles suelta una risa.
Llegamos a la mesa con Scott, y nos sentamos frente a el.
—Las tenemos —dice el chico—, los recogeré después del trabajo, y nos vemos en la pista.
A "trabajo", Stiles se refiere a el McCall y yo siendo ayudantes de la clínica de veterinaria. Con Deaton al mando.
Nuestra conversación se ve interrumpida, por una chica entrando a la cafetería, la cuál resulta ser Erica.
Esta usando una minifalda de cuero, y una chaqueta en conjunto, su cabello se ve mas arreglado de lo normal, y esta usando un labial color rojo.
Ella se acerca a la mesa de un chico, y sin antes decir una palabra, toma la manzana que se encuentra ahí, y le da una mordida.
—¿Que diablos es eso? —pregunta Lydia mientras coloca ambas manos sobre nuestra mesa, y hace una pausa entre cada palabra.
—"Eso", parece ser Erica —le respondo.
Erica sale de la cafeteria, y los tres no tardamos en seguirle el paso.
Saltamos las escaleras en dos brincos, y al salir, vemos como la chica se esta subiendo a un carro, el cual esta siendo conducido por Derek. Al vernos, solo nos da una sonrisa, antes de salir volando —metafóricamente— del lugar.
Scott y yo nos encontrábamos en la clínica, el limpiando frascos, y yo jaulas de animales.
Mis pensamientos se ven interrumpidos por el sonido de un frasco cayendo al suelo.
—¿Estas bien? —le pregunto a Scott mientras asomó mi cabeza para poder verlo.
—Si, no fue nada.
En eso, Deaton entra a la sala, y se agacha para quedar a su altura.
—¿Por que siento que tienes mucho en que pensar? —le pregunta a mi amigo.
—Lo siento —se disculpa—, solo se... salió de mi control. Todo se salió de control.
—Me suena como algo demasiado agobiante como para que lo diga un adolescente.
—Lo siento.
—¿Por qué no pruebas con una perspectiva diferente? —le pregunta el veterinario— Esto es solo... entropía, y funciona, este, es el método natural del universo. Pero no significa que todo este empeorando —hace una breve pausa—, Solo hay un... cambio de forma.
—Forma mejor o peor —le responde Scott.
—Exactamente —le responde el mayor con una sonrisa.
Me acerco a donde están ellos, y me coloco a un lado de mi amigo.
—Oiga, Doc —le habla mi compañero—, ¿Cuándo vamos a hablar... de la cosa que nunca hablamos?
—Ah si, nunca hablamos sobre esto ¿verdad? —a lo que yo niego con mi cabeza— Creo que este es un buen momento.
—Gracias a Dios —responde Scott aliviado.
—¿Y que opinan? —nos mira a loa ojos— ¿Dos dólares?
—¿Dos dólares? —pregunto asombrada.
—Tienes razón —me responde Deaton—, dos cincuenta la hora, me parece un buen aumento.
—Eso no era lo que estaba... —inicia a hablar Scott, así que le pego un codazo en las costillas para que se calle— dos cincuenta más la hora.
—Hecho —responde mientras estrecha ambas de sus manos, y las juntamos, así cerrando el trato.
—No olviden limpiar las jaulas de los gatos —vuelve a hablar el doctor, para así retirarse de ma habitación.
Scott hace el ademán de agacharse para seguir limpiando el piso, pera antes de poder hacerlo, lo detengo por el brazo.
—Es tu turno de limpiar las jaulas —le digo mientras le arrebato la escoba de mano y el recogedor—, yo limpio tu desastre.
—¡Oh vamos, Hayley! —me reclama.
—"Hayley" nada —le respondo—, no pienso volver a acercarme a esas cosas.
Así que no le queda más remedio que ir a limpiar las jaulas de los gatos.
Stiles y Scott abren las puertas de la pista de hielo.
Al entrar, Allison se va con el McCall. Lydia al avanzar, se queda a un lado de Stiles por un momento, y comienza a caminar hacia la pista.
Me acerco con mi amigo, y le doy unas palmadas en el hombro.
—Pronto cae —le digo en un susurro, para que solo el pueda escuchar, y al avanzar, escucho como suelta una pequeña risa y comienza a avanzar.
Me siento en una de las gradas, y me comienzo a atar los patines junto a Stiles y Lydia, pero con cierta distancia entre ambos.
Lydia suelta un suspiro mientras se frota los brazos.
—Que frío hace aquí —se dice para si misma.
Stiles no tarda en buscar algo en su mochila, y cuando menos me lo espero, saca un abrigo color naranja fluorescente.
—Ten —le dice mientras se lo extiende a mi amiga.
—Visto de azul —Stiles se le queda viendo, como si no entendiera a lo que se refiere—. El azul y en anaranjado, no combinan.
—Son los colores de los Met —le dice indignado, pero Lydia solo lo mira con una mirada retadora, así que Stiles guarda el abrigo en su mochila.
Pero parece que encontró algo más, ya que saca una barra de chocolate, y se la ofrece a mi amiga.
Lydia se queda pensando un momento, y la acepta gustosamente, Stiles busca mi mirada, y yo solo le levanto ambos pulgares con una sonrisa en mi cara, haciendo que mi amigo sonría de oreja a oreja.
Al terminar de atar mis patines, me bajo de las gradas, así dejando a mis amigos solos, y me dirijo a la pista.
Al entrar, comienzo a resbalarme, pero me sostengo de la pared para no caerme, conforme más tiempo pasa, le voy agarrando mas practica a esto, así que me suelto de la pared, y empiezo a patinar en el centro de la pista, viendo como Allison y Scott comienzan a entrar.
Pero cuando el McCall entra a la pista, no tarda ni dos pasos en caerse al suelo, haciendo que suelte una carcajada, al igual que la Argent.
Nos quedamos patinando un momento, pero cuando Lydia entra, comienza a patinar como si supiera como hacerlo desde la cuna.
Veo como Stiles se le queda viendo embobado, así que me detengo a un lado de el.
—Cierra la boca ¿quieres? —le digo cuando me pongo a su lado— Estas babeando, Stiles.
Al decir eso, cierra la boca de inmediato, y lleva su mano a su boca, dándose cuenta que no hay baba. Y eso hace que suelte una carcajada.
—No fue gracioso —dice tal cual niño pequeño.
—Eso lo dices por que no viste tu cara —le digo mientras me alejo patinando.
Pasa el tiempo, y me empiezo a sentir algo cansada, así que me salgo de la pista, y me siento en una de las gradas.
Al sentarme, me pongo uno de los muchos abrigos que traje, ya que me estoy congelando.
Al mirar hacía delante veo como Scott se esta acercando, y se golpea con la pared, así que me levanto, y me asomo por la puerta.
—Lo que tienes es un golpe en la cabeza —le responde Allison.
—¿Qué dijo, entrenador?
—Y un fuerte golpe —digo mientras asiento con mi cabeza.
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Me estoy quitando los patines junto a Stiles, cuando veo como Lydia comienza a patinar, como si estuviera hipnotizada, veo como se agacha, y empieza a limpiar el suelo de un lado a otro.
En eso, suelta un grito desgarrador, así que mi amigo y yo entramos corriendo a la pista, y sostenemos a Lydia.
Escucho como las puertas se abren, y ahí están Allison y Scott, viendo la escena.
Al día siguiente, Stiles y yo entramos rápidamente a la cafetería, y dejamos pasar a Allison, ya que va de salida.
Mi amigo y yo nos ponemos a un lado de Scott, y nos agachamos para quedar a la altura de su oído.
—Scott —dice Stiles mientras señala la mesa vacía frente a nosotros—, ¿ves eso?
—¿Qué? una mesa vacía.
—Si, ¿pero es la mesa de quien? —le pregunto obvia.
—Boyd —responde asombrado.
Scott se para de golpe, y comenzamos a salir de la cafetería.
—Ire a la pista de hielo a ver si esta ahí —nos dice mi amigo.
—Te acompaño —le respondo, pero ambos se me quedan viendo—. ¿Qué? a mi me agrada Boyd.
—Bien —dice para ahora dirigirse a Stiles—, si no esta en casa, llámanos ¿entendido?
Pero el Stilinski solo se queda quieto en su lugar y resopla.
—¿No creen que deberíamos dejarlo? A Boyd —nos pregunta—. Derek los deja elegir ¿no es así?
—No podemos —le responde Scott en un susurro mientras volvemos a avanzar.
—Debes admitir que Erica se ve muy bien —dice Stiles a lo que yo solo lo veo de reojo—. De hecho luce sensacional.
—¿Y eso que tiene que ver? —le digo con una risa.
Pero parece que Scott no se lo tomo a broma.
—¿Cómo crees que luciría con una bala de wolfsbane en la cabeza? —le responde mientras señala su cabeza con el dedo.
—Claro —digo en un susurro.
—Solo digo que esto no es tu responsabilidad ¿entiendes? —habla Stiles.
—Si lo es —Scott responde—, sabes, esto se saldrá de control y eso me hace responsable.
Mi amigo solo que queda pensando, para después volver a hablar.
—Bien, te apoyo, y debo decir que ese heroísmo nuevo me parece muy atractivo.
—Cállate —le responde Scott en un susurro.
—No, lo digo enserio ¿quieres que nos besemos un segundo?
Suelto una carcajada, y lo empujo para que siga caminando.
—A ver que se siente —vuelve a hablar.
Scott y yo ingresamos a la pista de hielo, y estoy a punto de caerme, pero mi amigo me sostiene el brazo.
—¡Boyd! —le grito— solo queremos hablar.
Pero al vernos, solo gira su cabeza hacia otro lado.
—Boyd, por favor —ahora habla Scott— ¿Derek te lo dijo todo? No hablo solo de perder el control en luna llena, hablo de todo.
Boyd apaga la máquina, y se dirige a nosotros.
—Ya me contó de los cazadores.
—¿Y no te basto para decir no? —le pregunta Scott— No se lo que quieres, pero hay otros modos.
—No quiero almorzar solo todos los días.
—Oh vamos Boyd, hay mejores métodos para conseguir amigos —le digo.
—Métodos mucho mejores que Derek —habla mi amigo.
Pero una voz se escucha en el lugar.
—Eso me duele, Scott —al girar, veo a Derek, con Erica y Isaac a su lado—, es decir, si lo que pretendes es... calificarme, al menos hazlo... en consenso.
Al decir eso señala a los dos chicos a su espalda.
—Erica —le habla Derek—, ¿cómo a sido tu vida desde que me conoces?
—En una palabra... transformadora —le responde la chica, y luego de eso, saca sus colmillos.
—¿Isaac? —vuelve a hablar el mayor.
—Me molesta un poco ser fugitivo, pero, a parte de eso, me gusta —responde, y yo solo niego con mi cabeza.
—Oigan esperen —habla Scott—, no creo que sea justa esta pelea.
—Entonces vuelve a casa, Scott —le responde Derek con una sonrisa en su cara.
El mayor le dirige una mirada a sus perros guardianes, y ellos comienzan a avanzar hacia donde estamos nosotros.
Pero en ese momento, Scott golpea en hielo con su puño, y saca sus garras.
—Era a ustedes a quien me refería —responde, dirigiéndose a los chicos que están avanzando hacia aquí.
Al yo no tener ninguna habilidad sobrenatural, lo único que puedo hacer es colocarme a un lado de Derek, ya que se que el —a pesar de estar enojado con Scott y nosotros—, no me haría nada, al ser consiente de que yo no tengo la habilidad de curarme de cualquier rasguño.
Al ver la pelea de lejos, puedo ver como Scott lanza a Isaac al otro lado de la pista, y como empuja a Erica hacía la máquina en la cual esta Boyd.
No quiero seguir viendo como los tres chicos se están golpeando, así que me dirijo a Derek.
—¿Enserio, Derek? ¿Otro más? —le preguntó.
El solo agacha su mirada hacia mi, ya que le llego un poco mas arriba de su hombro, pero no lo suficiente para poder mirarlo cara a cara.
—¿Quieres ser la siguiente? —me pregunta.
—No, estoy bien así —le respondo—, aunque tomaré en cuenta la propuesta, gracias.
Obviamente no tomare en cuenta su propuesta.
El ser un hombre —o mujer— lobo, consta de muchos peligros, los cuales no estoy dispuesta a tomar, al menos no en este momento. Yo prefiero ayudar a mis amigos, desde la comodidad de ser humana.
Al volver a mirar a Scott, veo cómo dejo a ambos chicos en el suelo.
—¿No entienden? —habla mi amigo— No lo hace por ustedes, solo quiere más poder, ¡Solo se trata de el! Los hace sentir que les da un regalo, ¡Cuando lo único que hizo fue convertirlos en sus perros guardianes!
A decir eso, Scott lanza a Isaac hacia nuestros pies, y hace lo mismo con Erica.
—Es cierto —vuelve a hablar Derek—, solo se trata de poder.
Al decir eso, Derek se va acercando hacia donde esta Scott, sacando sus garras.
Cuando esta lo suficientemente cerca de mi amigo, como para empezar a golpearlo, me doy media vuelta para no ver nada.
Por más que quiera ayudar a mis amigos, cuando se trata de peleas sobrenaturales, prefiero no involucrarme, y menos cuando no tengo la ballesta que Allison me regalo.
Escucho cómo Derek sigue golpeando a Scott, y hago una lista mental de todo lo que cargo en mi bolso de primeros auxilios —ya que de una o de otra manera, voy a tener que limpiar a Scott—. Aunque mi amigo tenga la habilidad de curarse, hay algunas heridas que no logran sanar del completo.
Cuando me doy cuenta que Derek ya dejo de golpear a mi amigo, me acerco corriendo a el, teniendo mucho cuidado de no resbalarme, al llegar con Scott, me agacho a su altura, para poder ver sus heridas más de cerca.
—No lo hagas —le dice mi amigo a Boyd, el cual ya se puso de pie—, tu no quieres ser como el.
—Tienes razón —le responde, y en eso, se levanta su abrigo, así revelando la mordida en su estómago—. Quiero ser cómo tu.
Vemos como los cuatro se retiran del lugar, dejándonos así solos a Scott y a mi.
—Vamos, en mi bolso tengo algunas cosas —le digo mientras lo tomo del brazo.
—No es necesario, Hayley —me dice adolorido.
—Tu y yo sabemos que eso no es verdad, Scott —le digo mientras empezamos a caminar—, así que déjate ayudar.
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Scott y yo entramos a la veterinaria, con el brazo de mi amigo sobre mis hombros, ya que no puede caminar tan bien.
—¿Por que no se cura? —le pregunto en un susurro, refiriéndome al rasguño que Derek le patrocino.
—Por que es de un alfa —responde Deaton, y nos damos cuenta de que hay un cuerpo sobre una de las camillas—. Creo que ya es hora de que hablemos.
Al decir eso, Scott y yo solo nos dirigimos una mirada, y después volvemos a ver al mayor.
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¿que les esta pareciendo la historia? ¿les gusta?
with love,
lidia ♡
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