𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: obscenidad, sexo semi-público, sexo sin
protección

Ha pasado un tiempo desde que saliste a surfear con todos tus amigos. Todos ustedes han estado ocupados trabajando y no han tenido tiempo. Todavía se ven todos los días y, desde hace poco, han estado viviendo con John B después de que tu madre te echara de casa. Tu madre siempre ha sido una borracha, como el padre de JJ, y finalmente se puso furiosa y te echó de casa después de que una noche no llegaste a casa a tiempo. Cuando llegaste a casa, te encontraste con todas tus cosas tiradas en el patio delantero.

La primera persona a la que pensaste en llamar fue John B. Llegó lo más rápido que pudo, ayudándote a recoger todas tus cosas del suelo y a ponerlas en el Twinkie. El viaje a su casa fue silencioso. Finalmente rompiste el silencio. — Muchas gracias JB, no sabes lo mucho que esto significa para mí — dijiste mirando por la ventana. Él te miró y dijo:  —Sí,  ni siquiera tienes que agradecerme —. Miraste hacia él para mirarlo a los ojos y le dedicaste una pequeña sonrisa.

Él se detiene frente a su casa y ambos salen del auto, él toma tus cosas y te lleva adentro. Te muestra la habitación de invitados y dice: — Bueno, como sabes, puedes quedarte aquí y ya sabes dónde está todo lo demás, así que no tengo que mostrártelo. Pero también, si quieres hablar sobre lo que pasó, házmelo saber —.

En lugar de responder, simplemente lo atrajiste y lo besaste. Después de un segundo, te apartaste y te disculpaste: — Oh, mierda, John B, lo siento mucho —. Y simplemente te miró con una sonrisa tonta en su rostro y dijo: — No lo sientas — se dio la vuelta y cerró la puerta detrás de él.

Desde aquella noche que te quedaste con John B, algo cambió. De repente, había mucha tensión sexual todo el tiempo. Pero ninguno de los dos hizo nada al respecto. Ambos dejaron que la tensión creciera. John B te levantó temprano esa mañana para que pudieras ir a buscar a todos tus amigos. Saliste de la casa caminando hacia el Twinkie en el que John B ya te estaba esperando. — Buenos días, hermosa — dijo riendo. — Buenos días, Johnny — respondiste.

Él arrancó el auto y ustedes estaban charlando de camino a buscar a JJ. Una vez que JJ se subió al auto, la charla coqueta entre tú y John B se interrumpió. — Hola, chicos  — dice JJ una vez que se sube.

— Hola, JJ, ¿por qué pareces tan feliz? — le preguntaste. — ¿Por qué no? Yo puedo pasar el rato con todos mis amigos — respondió. La verdad era que él sabía que John B iba a hacer un movimiento ese día. Las conversaciones continuaron mientras recogías a todos los demás.

Una vez que llegaste y viste el agua, tu cara se iluminó con una sonrisa, había pasado mucho tiempo desde que pudiste disfrutar de la playa. Todos preparan sus cosas en la playa y comienzan a hacer lo suyo. Cogieron algunas olas antes de remar hacia la orilla para tomar un descanso. John B tardó menos de un segundo en notar tu ausencia. Te vio en la orilla y decidió comenzar a remar.

JJ lo detuvo cuando estaba entrando y le dijo: — ¿Vas a hacer tu movimiento, JB? — Estaba flotando con Pope y Kie.

Todos sabían que John B estaba muy enamorado de ti — Sí, vamos, deja de ser un cobarde y haz tu movimiento de una vez — Pope intervino.

— Sé que no estás hablando de Pope —. John B respondió, señalando a Kie. — John B, no hagas que esto sea sobre Pope, ve a buscarla ya, ella no se calla sobre ti, créeme que puedes con esto —. Dijo Kie, tratando de evitar el tema. John B luego dijo: — Está bien, está bien, me voy, gracias, chicos — Cuando comenzó a remar de nuevo, JJ gritó: — Usen protección —. John B le mostró el dedo a cambio y continuó su camino hacia ti.

— Hola — dijo, mientras seguía caminando hacia ti.

— Hola, JB, ¿qué pasa? —preguntaste. — Oh, nada, solo quería relajarme un minuto, ya sabes, tomarme un descanso — respondió. Le sonreíste mientras se sentaba a tu lado. Podías notar que algo le pasaba, pero no sabías qué, así que preguntaste: —¿Estás bien? — y en lugar de responder nada, te acercó y te besó. Al principio te sorprendiste, pero luego le devolviste el beso. Te apartaste y dijiste: — Te tomó mucho tiempo — y lo acercaste de nuevo.

Después de un minuto, él se apartó y preguntó: — ¿Quieres ir al Twinkie? — Ambos respiraban con dificultad y asentiste con la cabeza en respuesta. Él se levantó cuando tomaste su mano y ambos caminaron hacia el Twinkie. Él abrió la puerta lateral y entraste. Tan pronto como entró y cerró la puerta, lo atrajiste hacia adentro, besando nuevamente. Era como una droga para ti, has estado pensando en el sabor de sus labios desde esa noche.

Mientras el beso se hacía cada vez más intenso, él lo interrumpió diciendo: — He querido hacer esto mucho antes de esa noche en que me besaste —.

— ¿Por qué esperaste tanto? —, preguntaste. — Estaba nervioso, pero ¿por qué no lo hiciste de nuevo? — preguntó a cambio y tú solo sonreíste, mientras él te atraía hacia él. Te sentaste a horcajadas sobre él, frotándote contra él y podías sentir lo duro que estaba a través de sus pantalones cortos de baño. Él bajó las manos y te miró.

— ¿Estás segura de que quieres hacer esto? No tienes que... —. Lo interrumpiste besándolo y diciendo: — Sí, quiero hacerlo, JB, no te preocupes —. Agarraste su mano y la moviste hacia el costado de la parte inferior de tu bikini.

Él captó la indirecta y lo tomó, apartándolo del camino. Empezaste a ayudar a bajar su bañador lo suficiente para que su pene saliera. Una vez que lo viste, definitivamente es más grande de lo que pensabas que sería. Él empezó a hacer círculos con sus dedos sobre tu clítoris y luego los movió para tocarte. Gemiste en el beso. Él sabía los puntos exactos a tocar. Amabas lo que te estaba haciendo, pero necesitabas su pene dentro de ti, no solo sus dedos. Bajaste la mano agarrando su muñeca para detenerlo. Él solo te miró mientras movías sus dedos fuera de ti, lo que te hizo sentir vacía, pero luego te inclinaste y escupiste en su pene y luego lo acariciaste antes de introducirlo en ti. Ambos gimieron.

— Joder, estás muy apretada — gimió, besándote. Empezaste a moverte hacia arriba y hacia abajo cada vez más rápido, ya estabas cerca de correrte y cuando él agarró tus caderas para detenerte, solo lo miraste diciendo: — ¿Qué carajo, John B? —

— Me agradecerás si me das un segundo — dijo. Te acostó boca arriba. Sin perder un segundo, estaba dentro de ti otra vez. Moviéndose dentro y fuera de ti y golpeando todos los lugares correctos. Era como si estuviera hecho para ti.

Él movió su mano hacia tu clítoris. Era como si estuvieras en el cielo, nadie te había hecho sentir tan bien antes. Estabas hecha un desastre de gemidos, si alguien pasaba por esa camioneta definitivamente te escucharía, pero no te importaba.

— Juro por Dios que no pares, JB — gemiste y él escuchó, de hecho fue aún más fuerte y rápido, lo que hizo que te desbordaras. — ¡JODER, SÍ! ¡OH, JODER, JOHN B! — Nunca disminuyó la velocidad, lo que te hizo gemir aún más fuerte. Después de unas cuantas embestidas más, terminó dentro de ti.

Él se apartó mientras ambos recuperaban el aliento. Después de que ambos se calmaron, lo acercaste para otro beso. — ¿Por qué no lo hicimos antes? — preguntaste — No lo sé, pero tenemos que hacerlo mucho más a menudo — dijo mientras terminaba de subirse el bañador.

— De acuerdo — dijiste. Él extendió sus manos hacia ti. — Vamos, tenemos que volver ahora, ya hemos estado fuera demasiado tiempo —.

— Sí, supongo que tienes razón — dijiste poniendo una cara triste muy dramática.

Ambos salieron del Twinkie y caminaron de regreso a su lugar en la playa donde estaban sentados todos sus amigos. — Miren quién regresó, supongo que hiciste un movimiento JB —. JJ preguntó

— Oh, sí lo hizo, le tomó bastante tiempo —. Dijiste y todos se rieron. Definitivamente sabías que esta no sería la última vez.

𝐢𝐦𝐥𝐢𝐥𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐫𝐧𝐞𝐝