𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: ninguna

Habías conseguido el papel principal en la serie después de lo que para ti fueron unas audiciones agotadoras, habías impresionado al director con tu energía contagiosa y tu habilidad para conectar instantáneamente con los demás actores en la sala de casting.

Damian, tu coprotagonista, había sido seleccionado justo después de ti. Desde el primer día de ensayo, hubo una química palpable entre ustedes en el set. Aunque al principio eran compañeros de trabajo, rápidamente se convirtieron en amigos cercanos, compartiendo bromas entre tomas y apoyándose mutuamente para dar lo mejor de sí en cada escena.

Se encontraban en el set de grabación, mientras las cámaras se preparaban para la última toma del día. Damian y tú estaban juntos en un rincón del set, repasando las líneas una vez más antes de que empezara la grabación.

— Oye, ¿crees que alguna vez terminaremos una escena sin que alguno olvide sus líneas? — preguntó Damian bromeando.

— No sé, pero al menos tenemos el arte de improvisar y nos sale demasiado bien. — no pudiste evitar reír.

— Eso es porque tienes esa sonrisa que hace que todo parezca natural. — Damian te miró con admiración, haciendo que te ruborizaras levemente.

Instintivamente, sonreíste ante las palabras del rubio. Era verdad, todos te conocían por ser una chica tan alegre y positiva, y no olvidar esa sonrisa con la que ibas de un lado a otro contagiando a los demás de tu actitud.

— Gracias. Tú tampoco te quedas atrás. Creo que eso es lo que hace que nuestra química en pantalla funcione tan bien. — admitiste con sinceridad.

— Es increíble cómo dos personas que apenas se conocen pueden hacer que los demás crean que están locamente enamorados. — Damian miró hacia el set por un momento, como si estuviera reflexionando sobre lo que habías dicho.

— ¿Y quién dice que no podríamos estarlo? — soltaste la pregunta sin pensar demasiado, sin pensar nada de hecho, te sorprendiste al mismo tiempo en que te ruborizabas preguntándote si de verdad esas palabras habían salido de tu boca o lo habías imaginado.

Con miedo miraste a tu compañero con miedo de ver su reacción, Damian se quedó en silencio por un momento, y dudaste, quizá solamente lo habías pensado o lo dijiste tan bajo para que no pudiera escucharte, miles de preguntas invadieron tu mente atemorizandote, ¿desde cuando eras tan directa?, ¿desde cuando hablabas sin pensar?.

Damian seguí en silencio como si las palabras hubieran tocado una fibra sensible. Miró hacia otro lado, pensativo, mientras tú observabas su expresión con curiosidad y miedo.

Antes de que pudiera responder, el director los llamó para retomar la escena. Se separaron con un gesto cómplice y se dirigieron a sus posiciones. Durante la toma, las réplicas fluían con naturalidad, intentaste no pensar en lo que había sucedido porque no quería arruinar las escenas pero ambos estaban conscientes del intercambio que habían tenido momentos antes.

Al final del día, cuando el equipo empezaba a recoger el set, Damian te buscó discretamente. Aunque intentaste salir lo más rápido posible para ir a esconderte en tu camerino no funcionó, fue mucho más rápido y te bloqueo el paso evitando que te movieras.

— Oye, sobre lo que dijiste antes... — comenzó tímidamente, buscando tus ojos con los suyos.

Tu corazón latía con fuerza ante las inesperadas palabras de Damian. La sonrisa que siempre llevabas se volvió aún más brillante mientras considerabas sus palabras. Sentiste la energía eléctrica entre ustedes, una conexión que trascendía de los personajes que interpretaban.

— Damian, yo... — titubeaste por un momento, sintiendo cómo el mundo a su alrededor parecía desvanecerse. Pensaste en las posibilidades, ¿y si quería intentar algo?, ¿y si te decía que era una estúpidez?.
, ¿qué era un error y lo que preguntaste no tenía sentido?. Pero si lo que habías dicho era un error habría ignorado el tema y no buscarte para hablar, ¿no?.

Finalmente, decidiste seguir tu instinto. — Creo que sí. Sería interesante ver a dónde nos lleva esto fuera de los guiones. —

Su rostro se iluminó con una sonrisa genuina, revelando un destello de esperanza y posibilidad en sus ojos. Esa noche, caminaron juntos por las calles iluminadas de la ciudad, compartiendo historias y risas suaves que resonaban en el aire fresco de la noche.

Se detuvieron en un pequeño café acogedor, donde el murmullo de los clientes y el aroma del café recién hecho crearon un ambiente íntimo para continuar su conversación, sentados uno frente al otro.

— Esto es nuevo para mí —admitió Damian con sinceridad, mirándote directamente a los ojos mientras jugaba nerviosamente con la cuchara en la mesa.

— ¿Qué es nuevo para ti? —preguntaste, curiosa por saber más sobre lo que estaba pensando.

— Estar tan cerca de alguien fuera del set, de esta manera. Siempre he sido bastante reservado con mi vida personal, pero contigo... es diferente. — Damian se detuvo, buscando las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.

Tu corazón latía con fuerza, sintiendo la vulnerabilidad en sus palabras. Asentiste suavemente, entendiendo la profundidad de lo que estaba compartiendo.

— Lo entiendo. Para mí también es algo nuevo. Pero creo que es bueno, ¿no crees? —respondiste con una sonrisa tranquilizadora, extendiendo tu mano sobre la mesa hacia la suya.

Damian sonrió con alivio y entrelazó sus dedos con los tuyos.

A medida que la noche avanzaba, se perdieron en el mundo compartido que estaban creando fuera de las cámaras. Sus manos se encontraron tímidamente sobre la mesa. Cada gesto, cada mirada, sellaba un pacto silencioso entre ellos, un compromiso de explorar lo desconocido juntos.