𝐏𝐎𝐋𝐋𝐘! 𝐗 𝐃𝐄𝐌𝐄𝐓𝐑𝐈

𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: la lectora observa a
sus novios, chico x chico, anal, juguetes sexuales, orgasmo seco, primera vez

Sorprendentemente, Demetri no se avergüenza tanto de ello. Después de tener sexo contigo unas cuantas veces, ya no está tan nervioso ni avergonzado como antes. No tiene demasiada confianza, pero no se echa atrás ni se asusta ante la idea de tener sexo ahora. A estas alturas, ya tenía muchas ganas de follar con Robby. Por supuesto, le había hecho algunas pajas durante la relación y se la había chupado unas cuantas docenas de veces.

Pero Demetri aún no había conseguido follarle el culo.

Robby está un poco nervioso cuando  sacas un tapón un día antes de que todos se vayan a trabajar. No es enorme, pero definitivamente es lo suficientemente grande como para darle una buena y larga experiencia.

Pero con la ayuda de una buena mamada matutina junto con una generosa cantidad de lubricante y trabajo, el tapón entra y comienza a trabajar para estirarle el trasero. Al principio es incómodo, pero tanto tú como Demetri le dicen que disminuirá con el tiempo. Entonces se pone a trabajar, el gran tapón de metal lo ayuda a abrir su trasero para más adelante.

Después de un largo día de trabajo comienza la diversión.

El culo de Robby está completamente estirado y la necesidad de tener el tapón afuera está empezando a arañar su mente.

Terminan todos desnudos en su cama compartida, Robby boca abajo con el culo hacia arriba. Demetri saca más lubricante. Derrama un poco en la base del tapón para que gotee hasta el apretado anillo de Robby. Comienza a jugar suavemente con el juguete. Una mano agarra una de sus gruesas nalgas mientras que la otra tira suavemente del tapón. Lo mueve de un lado a otro, empujándolo y tirando de él dentro y fuera del ano del chico. Robby no puede creer el ruido que hace. Ni siquiera pensó en cómo tener el juguete metido en su culo todo el día lo haría tan sensible.

La polla de Demetri se pone cada vez más dura cuanto más juega con el chico más bajo.

Tanto tú como Demetri están asombrados mientras observan el trasero de Robby jugar con el objeto de metal. El juguete se retira ligeramente unos centímetros más o menos y luego vuelve a ser succionado. No es de extrañar que se necesite un fuerte tirón para que su trasero lo suelte. Robby grita al sentir el objeto que le sacan de dentro. Pero Demetri no puede contener el fuerte gemido que sale de su boca. Observa cómo el agujero, antes apretado, de Robby ahora se abre. Está completamente abierto, el anillo de músculos tensos alrededor de su entrada se estira por el momento. Se mantiene completamente abierto por sí solo.

Se mueve un poco, pero sigue abierto para ellos. Demetri separa ambas mejillas para poder ver mejor junto con Reader. Están asombrados por lo que están presenciando.

Demetri lubrica su polla con la ayuda de unas cuantas embestidas largas. Se asegura de que esté completamente mojado para poder finalmente obtener un pedazo del dulce culo de Robby. Se pone de pie sobre sus largas piernas y rodillas y acerca a Robby más a él. Solo le toma un momento alinear su polla con el agujero gastado de Robby. Empuja lentamente, pero hay poca o ninguna resistencia en absoluto. Al principio, no hay fuerza real en su culo. Los primeros centímetros se desliza sin problema y hace que Robby gima.

Cuando llega a la mitad del camino, Robby gime de placer. Su trasero finalmente comienza a alcanzar al resto de su cuerpo. Se pone tenso cuando llega a la mitad del camino.

Sus ojos comienzan a girar hacia atrás y los dedos de sus pies se curvan con cada centímetro que avanza. La sensación del cuerpo de Demetri sobre el suyo comienza a hacerle sentir mareado. Sin mencionar la sensación de tener su próstata golpeada a muy pocos segundos del eje de Demetri.

Demetri hizo todo lo posible por ir lo más lento posible para brindarle algún tipo de consuelo al chico. Pero la sensación es simplemente buena para él al estar de pie. Sus manos agarran la cintura apretada de Robby, clavándose mientras embiste con fuerza. Su polla se deslizó hasta el fondo, su pelvis tonificada golpeando su suave trasero a la perfección. Gruñó y se inclinó sobre el chico más pequeño.

Eso fue todo lo que se necesitó para que los ojos de Robby se pusieran en blanco. El sonido que emitió fue casi inhumano. Una mezcla de grito y gemido salió de sus labios. Nunca había sentido algo así en toda su vida. Estaba tan lleno y se sentía tan bien. Sus muslos temblaron y su mente se fue por completo.

Con eso su polla explotó.

Su orgasmo sacudió todo su cuerpo, una mezcla de fuego y hielo recorrió sus venas.

En cuestión de segundos su cuerpo cedió y se dejó caer sobre la cama. El charco de semen debajo de él no significaba nada, se extendió sobre su pene y estómago mientras comenzaba a filtrarse lentamente entre las sábanas. Estaba pegajoso contra su vientre cálido; la sola sensación lo hizo gemir.

— ¿Él acaba de...? —

— Creo que sí —

Demetri quería acabar con él, pero el brusco giro de los acontecimientos le hizo replanteárselo. Se retiró sin pensárselo dos veces. Su pene se contrajo aún más una vez que estuvo libre. No pudo evitar mirar a su novio con asombro. El desastre que había hecho estaba empezando a manchar las sábanas de abajo. Se le encogió el estómago solo con verlo. Su pene derramó un poco más de líquido preseminal con solo mirarlo.

Observabas con asombro desde un costado. Tus ojos grandes y brillantes mientras mirabas a tus dos novios. Tu coño palpitaba ante la vista que tenías ante tus ojos. Te encantaba ver a tus chicos jugar entre ellos. Esto era tan diferente, la vista ante ti, tenía que ser la cosa más caliente que habías visto hacer juntos. Tu voz temblaba de puro asombro. — ¡Robby, no puedo creer que te hayas corrido! ¡Todo por tener a Demetri tocando fondo, oh Dios mío! — Lentamente, comenzaste a jugar con tus pliegues húmedos. La escena ante ti era demasiado excitante.

Robby solo pudo gemir una palabra inaudible. Su agujero todavía se movía, temblando alrededor de la nada. Todo su cuerpo se sacudió cuando su orgasmo comenzó a disminuir. El subidón comenzó a desvanecerse y su cuerpo comenzó a enfriarse.

Después de que empezó a pasar, se dio vuelta.

Los otros dos se turnan para “limpiar” su desastre con sus lenguas.

Él gemía con cada nueva lamida que recibían. Sus ojos se cerraron con fuerza mientras él disfrutaba de la sensación de ser atendido de una manera tan íntima.

Esto le encantó más que cualquier otra cosa y no podía esperar para probarlo nuevamente pronto.

𝐬𝐞𝐧𝐬𝐞𝐢-𝐯𝐞𝐧𝐮𝐬