25|# "Epílogo"

Misión: Llenen este capítulo de votos y comentarios.

Para una mejor experiencia: Les sugiero tener el Spotify a mano para leer las escenas con las canciones que indican en el momento. Me tomé el tiempo de hacer incluso una playlist para esto.

Espero que disfruten este último capítulo. Porque definitivamente yo no disfrute escribirlo.

Lamento los errores en horarios, saltos temporales o ortográficos. Y también lamento si lloran (yo si llore pork yo los amo a todos ustedes).

Me hace mucha ilusión acabar este fanfic, lo juro. Recordar cuando subí el primer capítulo y así (le pongo cualquier color). Pero les agradezco por haber seguido y apoyándome hasta el epílogo. Lo aprecio demasiado, gracias. A pesar de que posiblemente alargue la trama, me sorprende la paciencia que tuvieron. Disfruten de este último capítulo.

Mati, fuera.

(Opinión del escritor al final del fanfic)

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1 de Junio

Desde la Muerte de Margoth, James se encerró en el cuarto de su mamá. Paso 2 horas a su lado antes de que se la llevaran. No vio a nadie, no hablo con nadie y solo permitió que Aiden estuviera con el. No podía evitar culparse por no haber hecho de los últimos momentos de su madre, un gran recuerdo que solo existiría en su memoria.

El cuarto de Margoth estaba en penumbras. Las cortinas seguían cerradas desde la noche anterior y el aire cargado apenas parecía moverse. James estaba recostado en el lado izquierdo de la cama, ese lugar que ahora parecía vacío sin su madre ocupando el derecho. Su cuerpo estaba inmóvil, pesado y su respiración era lenta, como si respirar fuera un esfuerzo innecesario.

Aiden entró con pasos cautelosos, viendo la figura de su novio en la cama. James parecía más pequeño de lo usual, hundido en las sábanas que aún olían a Margoth. Aiden se acercó con cuidado y tocó su hombro con suavidad.

-"James... Me voy al instituto."

James abrió los ojos lentamente, su mirada cansada y distante, como si estuviera mirando a través de Aiden en lugar de verlo realmente. Tardó un par de segundos en reaccionar, pero finalmente asintió con un movimiento débil.

-"Vale." -Su voz era ronca, apagada, como si estuviera cargando todo el peso del mundo.

Aiden dio un paso atrás, preocupado, pero trató de mantener el ánimo.

-"Cuando vuelva, podemos hacer algo. Tal vez veamos una película o demos una vuelta, ¿qué te parece?"

James no respondió al instante. Pasaron unos segundos de silencio incómodo antes de que levantara la mano, deteniendo a Aiden antes de que se marchara.

-"Aiden."

La voz de James, aunque baja, tenía algo que hizo que Aiden se detuviera en seco.

-"Tal vez... tal vez pueda ir a buscarte al instituto cuando terminen las clases."

Aiden lo miró sorprendido. Era lo primero remotamente cercano a una iniciativa que James había mostrado en días.

-"Podría ayudarme un poco a despejarme... salir de la casa... verte a ti... y, bueno, también a los demás."

Había un intento de normalidad en las palabras de James, pero su tono seguía apagado. Era evidente que estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por no quedarse atrapado en su dolor.

Aiden no pudo evitar sonreír ligeramente. Se inclinó y le dio un beso rápido en la frente, como siempre hacía Margoth.

-"Por supuesto. Me encantaría que vinieras a buscarme."

James volvió a asentir, pero no dijo nada más. Aiden salió del cuarto, mirando hacia atrás una vez más antes de cerrar la puerta.

James, solo otra vez, volvió a hundirse en la cama. El leve destello de esperanza que había mostrado desapareció, reemplazado por el peso abrumador de su realidad. Miró el lado derecho de la cama, vacío e inerte, y cerró los ojos, dejando que el silencio lo envolviera.

...

Aiden llegó a las puertas del instituto con el tiempo justo, aunque algo en su interior lo hacía sentir inquieto. Mientras ajustaba la correa de su mochila y revisaba rápidamente su teléfono, levantó la vista y lo vio: Troy, caminando hacia él desde el lado contrario de la calle.

Troy siempre había sido un punto de incomodidad para Aiden, con su figura imponente y ese aire peligroso que lo rodeaba. Sin embargo, lo que realmente le llamó la atención fue lo que Troy estaba haciendo. Mientras avanzaba con paso firme, Troy se estaba colocando una máscara negra que cubría toda su cara.

Aiden sintió que el estómago se le apretaba. Algo no estaba bien.

-"¿Qué demonios...?" - se dijo, pero no se atrevió a quedarse observándolo. Fingió que no lo había visto y apresuró el paso hacia la entrada del instituto.

El guardia de seguridad estaba distraído, revisando su teléfono, así que Aiden simplemente sacó su pase de estudiante y lo mostró sin detenerse demasiado.

-"Llego tarde." -murmuró mientras el guardia apenas levantó la vista, dejándolo continuar.

Subió las escaleras hacia el segundo piso, intentando dejar atrás la sensación extraña que le había dejado ver a Troy. Sin embargo, la imagen de la máscara seguía grabada en su mente. Al llegar a su aula, respiró hondo y giró la perilla.

Cuando abrió la puerta, todos los ojos se posaron en él.

-"Llega tarde, señor Brooks." -dijo Alessio, el profesor de artes, con tono serio, apuntándolo con un dedo antes de seguir con la lección.

-"Lo siento." -respondió Aiden mientras caminaba hacia su asiento, tratando de ignorar las miradas. Se sentó rápidamente, sacando sus cosas y clavando la vista en el escritorio.

Pero incluso allí, en el aula aparentemente segura, la inquietud seguía creciendo en su pecho. Algo estaba mal, y no podía ignorar esa sensación.

...

Las clases que le tocaban a Aiden transcurrieron con normalidad. La mañana paso rápido y de un momento a otro, ya eran las 4 pm. Al toque de timbre, Aiden estaba en el baño.

5 minutos tarde

Aiden corrió rápidamente para encontrarse con sus amigos en esa clase. Tenía jornada de tarde ese lunes, por lo que estaría el resto del horario con ellos, hasta las 6 pm.

Entro, y como era de esperarse, todos hacían el esfuerzo de no dormir en la clase del profesor Connor. ¿Que más da?, el es su profesor jefe y esa era la hora de Orientación. Es como un recreo más. Dejo su pase de retraso y los únicos que lo miraron como si fuera un criminal, fueron las ratas del fondo. Jake y Tess.

Aiden se dejó caer en su asiento mientras soltaba un leve suspiro, quitándose la mochila con un movimiento rápido. Apenas había colocado sus cosas sobre el escritorio cuando sintió que alguien se inclinaba hacia él.

-"Oye, vaya hora de llegar" - dijo Jake en un susurro, inclinándose lo suficiente para que su voz llegara hasta Aiden sin llamar la atención del profesor - "Solo falta esta y otra clase antes de irnos. Todo bien?"

Aiden asintió, acomodándose en su silla.

-"Sí, tuve que cuidar de James. No quería dejarlo solo... pero lo bueno es que vendrá a buscarme más tarde." -Su voz era tranquila, pero cargada con un cansancio evidente.

Jake levantó una ceja, claramente sorprendido. Antes de que pudiera responder, Tess, quien estaba sentada junto a Aiden, decidió intervenir.

-"¿James va a venir hasta aquí? Pensé que no estaba en condiciones para salir." -dijo Tess, inclinándose ligeramente hacia Aiden, con una mezcla de sorpresa y preocupación.

Aiden giró la cabeza hacia ella y esbozó una pequeña sonrisa.

-"Sí, necesita algo de aire fresco.. y creo que también le vendrá bien vernos a todos, aunque sea un momento."

Jake asintió lentamente, comprendiendo la situación, pero antes de que pudiera continuar la conversación, Aiden echó un vistazo al asiento de Ellie y frunció el ceño.

-"¿Y Ellie? No la veo en su puesto."

Jake rodó los ojos, como si la respuesta fuera obvia.

-"Está dando una evaluación atrasada. ¿No te enteraste?" -dijo, manteniendo la voz baja.

Tess también se unió a la conversación, cruzando los brazos sobre su escritorio mientras miraba a Aiden.

-"Sí, tenía pendiente esa prueba de la semana pasada." -comentó Tess con una leve sonrisa.

Jake se inclinó nuevamente hacia Aiden, esta vez con una expresión más seria en el rostro. Tess notó el cambio en su postura y prestó atención.

-"Oye, ya que estamos hablando de cosas raras..." -comenzó Jake, bajando la voz- "¿Te enteraste de lo que pasó con Troy y Tom la semana pasada?"

Aiden frunció el ceño, sacudiendo la cabeza.

-"No, ¿qué pasó? ¿Qué tiene que ver Tom con Troy?"

Jake dejó escapar un resoplido, como si todavía estuviera molesto por el incidente.

-"Troy trató de ponerme una mano encima. Fue algo súper incómodo. Me acorraló después de clase y comenzó a decir cosas que no voy a repetir... ya te imaginas."

Aiden apretó los labios, claramente incómodo. Tess también frunció el ceño, enderezándose en su asiento.

-"Algo escuché en los rumores. Creo que Kristal lo publicó en su Instagram. ¿Y qué hizo Tom?" -preguntó Tess, visiblemente interesada.

-"Tom apareció justo a tiempo. Creo que alguien le dijo que Troy estaba buscándome problemas, o tal vez solo me estaba buscando. Lo enfrentó allí mismo, frente a todos. Fue... intenso." -Jake hizo una pausa, recordando el incidente- "No solo le gritó, también lo empujó cuando Troy intentó hacerse el valiente. Lo dejó en ridículo. Todo el mundo lo vio, incluso algunos profesores."

-"¿Y por lo de Ally?" -intervino Aiden, ahora comprendiendo más el contexto.

Jake asintió lentamente.

-"Sí. Tom también lo mencionó. Le dejó claro que si volvía a intentar algo, ya fuera conmigo, con Ally, o con cualquier otra persona, no solo lo dejaría en ridículo. Creo que esas palabras fueron suficientes para hacer que Troy desapareciera por una semana."

Tess cruzó los brazos, pensativa.

-"Así que por eso no hemos visto a Troy en tanto tiempo. Me preguntaba qué había pasado."

Jake suspiró y se recostó en su silla.

-"Lo raro es que ahora está de vuelta. Lo vi esta mañana en la calle... y la verdad, me pone los pelos de punta."

Aiden recordó haberlo visto también y una sensación de inquietud comenzó a instalarse en su pecho.

Jake sonrió después de terminar de hablar sobre Troy, dejando escapar un suspiro más relajado.

-"En fin. Amo tanto a mi novio. Le agradezco demasiado que esté dispuesto a defenderme." - El tono en su voz era cálido y genuino, y no pudo evitar que una sonrisa se asomara en su rostro.

Tess lo miró con una ceja levantada.

-"Vaya declaración pública, Jake. ¿Quieres gritarlo más fuerte?"

-"Si quisiera, lo haría." -Jake le devolvió la mirada con confianza antes de cambiar el tema abruptamente- "Pero bueno, ¿qué tal tú, Tess? Vi los vídeos de ti y Ally del viernes."

La mención de Ally pareció golpear a Tess como un ladrillo. Justo cuando iba a decir algo, comenzó a toser violentamente, inclinándose hacia adelante mientras trataba de recuperar la compostura.

Desde el otro lado del salón, Kristal, quien estaba completamente desparramado en su asiento y fingiendo leer un libro, levantó la vista y gritó:

-"NO TE MUERAS, POKEMONA"

Tess, todavía tosiendo, levantó una mano como si estuviera ahogada y gritó de vuelta:

-"NO ME DIGAS QUÉ HACER, LESBIANA DE CLOSET."

El profesor Connor, quien miró en dirección a Tess con una mezcla de diversión y falsa severidad.

-"Tess, ¿puedes intentar no armar un escándalo cada vez que hablas con Kristal?"

-"Lo intentaré, profesor, pero no prometo nada." -dijo Tess, todavía aclarando su garganta y con una sonrisa avergonzada.

Aiden y Jake la miraron con curiosidad, aunque también se reían por el intercambio.

-"Entonces... esos vídeos, ¿qué tal?" -preguntó Jake con una sonrisa traviesa, todavía esperando una respuesta.

Tess evitó mirarlo directamente, el rostro ligeramente sonrojado.

-"Eh... mejor hablemos de otra cosa, ¿sí?"

Jake apoyó los codos en su escritorio, inclinándose hacia Tess con una mirada traviesa.

-"En serio, Tess. Vi los videos del viernes. No puedes simplemente pretender que no pasó. Fue una de las cosas más románticas que he visto... y soy el tipo de persona que ve comedias románticas por diversión y por envidia."

Tess empezó a toser nuevamente, esta vez casi atragantándose con su propia saliva.

-"Ok, ok, me la cagas. No fue nada del otro mundo." -Tess finalmente logró hablar, su rostro enrojecido tanto por la tos como por la vergüenza- "Fue solo una canción y Ally... bueno, Ally es especial."

Jake arqueó una ceja, sonriendo como si acabara de encontrar oro.

-"'Especial' dice. Eso es una confesión si alguna vez escuché una."

-"Toxico, en serio. No le pongas tanto drama. Fue algo espontáneo. No hay más."

Jake no parecía convencido y soltó una risita.

-"Spontáneo, claro. Por eso Ally cambió su cámara en vivo y el chat explotó como un volcán. Vamos, Tess.. al menos dime que fue idea tuya."

Tess suspiró, su expresión algo derrotada.

-"Ok, tal vez lo pensé un poco por sugerencia de Edward. Pero no esperaba que todo el vecindario saliera a aplaudir y definitivamente no esperaba que la mamá de Ally me viera."

Jake alzó las cejas, divertido.

-"Eso explica por qué parecías a punto de desmayarte."

Aiden, que había estado observando la conversación, finalmente intervino.

-"Jake, ¿puedes dejar de torturarla? Me toca a mi sobreexplotarla internamente."

Jake se encogió de hombros con una sonrisa.

-"Me gusta celebrar el amor. Por eso sali tan maricon."

Tess rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír un poco.

-"Eres un caso perdido, Jake."

Jake le guiñó un ojo.

-"Y tú, Tess, eres un romántico en secreto. Lo aceptes o no."

-"Seguro andaba sobajeando con Ally en la fiesta de Halloween."

-"CALLATE AIDEN. NO SOY UNA POKEMONA Y... Bueno, sobajear no sería el termino que usaría."

Jake se inclinó hacia adelante, apoyando las manos en los bordes del escritorio.

-"Ok, esclavos, me rindo por ahora. Pero volveré a este tema más tarde. Necesito ir al baño antes de que explote mi dick."

-"Aún no comprendo como Tom se fijó en ti."

-"Soy una Queen, Aidi, no como tú. Zorrillo peliteñido."

Se levantó de su asiento y caminó hacia donde estaba el profesor Connor, quien estaba revisando algunos papeles en su escritorio.

-"Papá 2, ¿puedo ir al baño? Prometo no tardar mucho."

Connor levantó la vista con una leve sonrisa.

-"Claro, hijo 3. Pero no te pierdas media clase, ¿ok?"

-"No se preocupe, soy rápido."

Connor asintió y Jake salió del aula, caminando con su paso despreocupado hacia el pasillo.

...

Jake caminó por los pasillos silenciosos del instituto, con las manos en los bolsillos y la mirada vagamente distraída. Al llegar al ascensor, presionó el botón y esperó echando un vistazo rápido a su teléfono. Las puertas se abrieron y entró, apoyándose contra la pared mientras el ascensor descendía al primer piso.

Un leve "ding" anunció su llegada. Jake salió, girando hacia el baño, pero algo en el reflejo de un ventanal cercano lo hizo detenerse. Giró levemente la cabeza hacia un lado, y ahí lo vio: una tenue pero inconfundible marca en su cuello.

-"Oh, por el amor de..." -murmuró, tocándose el chupetón que Tom le había dejado.

Se quedó un momento mirándolo en el espejo de la pared cercana, evaluando si sería evidente para alguien más. Al final, suspiró y se encogió de hombros, murmurando:

-"Al menos Tom está orgulloso."

Con una sonrisa mezcla de resignación y diversión, siguió su camino hacia el baño. Justo al doblar una esquina, escuchó una voz familiar y levantó la vista. Allí estaba Ellie, saliendo del aula donde había hecho su evaluación pendiente, con una carpeta en la mano y un aire de cansancio.

-"¡Ellie!" -llamó Jake con una sonrisa radiante mientras levantaba una mano para saludar.

Ellie lo vio y sonrió, deteniéndose en su camino.

-"Jake. ¿Qué haces aquí abajo? ¿No deberías estar en clase?"

Jake se apoyó despreocupadamente en la pared.

-"Vine al baño, pero parece que el destino quiso que me encontrara con la chica más lista de la clase. ¿Qué tal te fue en la evaluación?"

Ellie levantó la carpeta ligeramente.

-"No estuvo tan mal, creo que sobreviví. ¿Y tú? ¿Cómo va la clase?"

Jake hizo una mueca exagerada.

-"Connor está haciendo lo posible por mantenernos despiertos, pero es un lunes, Ellie. ¿Qué se puede esperar aparte de interrupciones y un gran silencio que indica que todos sus estudiantes y hijos adoptivos no oficialmente están descansando?"

Ellie rió, observándolo por un momento antes de entrecerrar los ojos, divertida.

-"Espera... ¿qué es eso en tu cuello, Jake?"

-"Nada. ¿Que cuello?"

-"Jacob."

Jake se puso automáticamente la mano en el cuello, pero en lugar de intentar ocultarlo, soltó una carcajada y se encogió de hombros.

-"Digamos que Tom dejó claro que soy suyo. ¿Qué puedo decir? El chico tiene sus métodos."

Ellie negó con la cabeza, sonriendo con complicidad.

-"Bueno, me alegra saber que las cosas van bien entre ustedes. Ahora regresa a clase antes de que Connor te ponga en la lista negra."

Jake hizo un saludo burlón.

-"Como ordenes, general. Nos vemos luego."

Ellie se despidió con un gesto mientras Jake continuaba hacia el baño, aún sonriendo.

Jake caminaba por los pasillos del instituto con las manos en los bolsillos, su mente divagando mientras seguía el camino de regreso al baño. Pero algo le empezó a parecer extraño: el ambiente se sentía demasiado silencioso, incluso para un lunes por la mañana. Las aulas cerradas, ningún sonido de risas o pasos en la distancia. Frunció el ceño, sintiendo cómo una pequeña corriente de inquietud recorría su espalda.

Doblando una esquina, el aire pareció volverse más pesado. Fue entonces cuando lo vio.

Un cuerpo yacía en el suelo, inerte, rodeado de un charco de sangre que se extendía lentamente, reflejando la tenue luz fluorescente de los pasillos. Jake se detuvo en seco, su corazón comenzando a latir con fuerza en sus oídos. Por un segundo, pensó que su mente le estaba jugando una mala pasada. Pero no, el cuerpo seguía allí.

El pánico empezó a instalarse cuando notó algo más: las manchas de sangre no terminaban allí. Había rastros en el suelo, huellas torcidas que parecían señalar un forcejeo. Las marcas en las paredes indicaban que alguien había intentado apoyarse o tal vez escapar. Jake retrocedió un paso, respirando entrecortadamente.

-"¿Qué... qué demonios...?" -murmuró, su voz apenas audible.

Se forzó a mirar con más atención al cuerpo. No reconocía el rostro, estaba cubierto por la sombra del cabello y el ángulo en el que había caído. Aun así, el uniforme del instituto era inconfundible. Esto no era un accidente.

Jake tragó saliva, su mente tratando de procesar lo que tenía frente a él. Los pasillos ahora se sentían como un laberinto sin salida, el eco de su propia respiración era el único sonido que lo acompañaba. La sensación de estar completamente solo en un lugar que antes era tan familiar lo hizo estremecerse.

De repente, un ruido leve pero distintivo rompió el silencio. Pasos, lentos, casi deliberados, resonaron a lo lejos. Jake giró la cabeza, pero no podía ver de dónde venían. La adrenalina se disparó en su cuerpo, y cada músculo parecía gritarle que corriera.

-"Hola? ¿Hay alguien aquí?" -su voz tembló, aunque intentó sonar firme.

No hubo respuesta. Solo el eco de los pasos que, para su horror, parecían acercarse.

...

Jake no esperó una respuesta. El sonido de los pasos se hacía más claro, resonando en el silencio del pasillo como un metrónomo macabro. Un escalofrío le recorrió la espalda, y su instinto se impuso. Sin pensarlo dos veces, dio media vuelta y comenzó a correr.

Cada paso parecía amplificar su miedo. Sus zapatillas golpeaban contra el suelo, y sus ojos escaneaban frenéticamente el pasillo en busca de una salida. No miró atrás. No podía. La sola idea de lo que podría encontrarse lo aterraba.

Las puertas cerradas de las aulas pasaban a toda velocidad a su lado, pero no se detuvo. No podía detenerse. Mientras corría, los pasos detrás de él parecieron desvanecerse, pero su paranoia no le permitió frenar. El aire le quemaba en los pulmones y su corazón latía como un tambor de guerra en sus oídos.

Cuando finalmente alcanzó la escalera que lo llevaría de vuelta al segundo piso, se lanzó hacia ella, subiendo los peldaños de dos en dos. Sentía como si las sombras mismas del instituto lo persiguieran, envolviéndolo con una presencia invisible pero sofocante.

Al llegar al pasillo de su salón, se tambaleó y chocó contra la pared, tratando de recuperar el equilibrio. Su respiración era errática, casi un jadeo, y sus piernas temblaban por el esfuerzo. No se detuvo hasta llegar a la puerta del aula.

Jake la abrió de golpe, irrumpiendo en el salón de clases como un torbellino. Todos voltearon a mirarlo, incluyendo el profesor Connor, quien había estado escribiendo en la pizarra. La sorpresa y la preocupación se reflejaron en los rostros de sus compañeros.

Jake se apoyó en el marco de la puerta, tratando de recuperar el aliento. Su rostro estaba pálido, y el sudor le perlaba la frente. Por un momento, no pudo hablar; solo se quedó ahí, con los ojos abiertos como platos y el pecho subiendo y bajando con rapidez.

Connor dio un paso hacia él, frunciendo el ceño.

-"Jake, ¿estás bien? ¿Qué pasó?"

Jake no respondió de inmediato. Estaba demasiado aturdido, sus pensamientos revueltos como un torbellino. Solo pudo murmurar:

-"Algo... algo no está bien."

Jake tragó saliva, intentando controlar su respiración entrecortada. Había planeado decirle discretamente a Connor lo que había visto, pero antes de que pudiera articular palabra, la puerta del salón se abrió nuevamente con fuerza. Un estudiante de otro curso entró, disculpándose rápidamente y entregándole un papel al profesor.

-"Perdón, profesor Connor, me pidieron que le entregara esto."

Connor tomó el papel con una expresión de confusión y lo leyó. Su ceño se frunció por un momento antes de asentir.

-"Gracias, puedes regresar a tu salón."

El intruso salió, y Connor dejó el papel sobre su escritorio. Miró a Jake con algo de preocupación y se inclinó hacia él.

-"Jake, si algo está mal, lo hablamos después de clase. Ahora, ve a tu asiento, toma un poco de agua y respira, ¿de acuerdo? Cuando te sientas mejor, me lo dices."

Jake apretó los labios, frustrado, pero sabía que no podía insistir sin llamar demasiado la atención. Asintió débilmente, murmurando un "sí, profesor" antes de dirigirse a su asiento.

Cuando se dejó caer en la silla, el peso de lo que había visto y la impotencia de no poder hacer nada lo aplastaron. Sentía que cada músculo de su cuerpo estaba tenso y su mente no podía dejar de repetirse las imágenes de los cuerpos en el pasillo.

Tess lo miró de reojo, apoyando un brazo en su pupitre mientras entrecerraba los ojos.

-"¿Jake? ¿Qué demonios te pasa? Pareces haber visto un fantasma."

Aiden, sentado al otro lado, también lo observaba con preocupación.

-"¿Estás bien? Llegaste agitado, y ahora estás pálido como una hoja."

Jake negó con la cabeza, intentando esbozar una sonrisa forzada, pero su voz salió tensa.

-"No es nada... estoy bien."

Sin embargo, la forma en que evitaba sus miradas y apretaba las manos contra la mesa decía lo contrario. Tess y Aiden intercambiaron una mirada, claramente desconcertados por el comportamiento de su amigo.

Jake, mientras tanto, trataba de calmar el torbellino de ansiedad que lo invadía. Su mente era un caos, pero no podía decir nada todavía. No sin saber cómo hacerlo sin desencadenar un pánico mayor.

Aiden inclinó la cabeza, mirándolo con una mezcla de preocupación y su típico tono sarcástico que buscaba aliviar tensiones.

-"Oye, Jake, sabes que puedes contar con nosotros para todo, ¿no? Bueno... menos que andes de puta, ahí sí te dejamos solo."

Jake dejó escapar una pequeña risa nerviosa, la primera desde que había entrado al salón. Aiden siempre tenía un comentario listo para romper la seriedad, y, aunque le agradecía el intento, la sensación de ansiedad seguía presente.

-"Gracias, Aiden, lo tendré en cuenta..." -murmuró, pero su mirada seguía fija en el pupitre, evitando cualquier contacto visual.

Tess, que había estado observando cada movimiento de Jake, apoyó un codo en la mesa y lo señaló con la mirada.

-"Ahora en serio, Jake. Algo pasa, y lo sabes. No te hagas el tonto con nosotros."

Jake mordió su labio inferior, su mente debatiéndose entre soltar lo que sabía o seguir cargando con ello. Por un lado, sentía que si lo decía, algo terrible podría pasar, pero, por otro lado, la presión de mantenerlo dentro era casi insoportable.

Finalmente, se limitó a sacudir la cabeza con un suspiro.

-"De verdad, chicos, estoy bien. Solo... necesito un segundo para ordenar mi cabeza."

Aiden y Tess intercambiaron una mirada, claramente no creyéndole del todo, pero decidieron darle espacio. Jake, por su parte, trató de convencerse de que había tomado la decisión correcta. Al menos por ahora.

Pero no pudo contenerlo demasiado.

Jake se revolvió en su asiento, incapaz de soportar más el peso en su pecho. Miró primero a Tess, luego a Aiden, sus ojos brillando con una mezcla de miedo y desesperación. Su voz tembló cuando finalmente habló:

-"¿Mantendrían la calma si les digo algo?"

Aiden y Tess lo miraron fijamente. Tess asintió primero, su expresión seria, mientras Aiden inclinaba la cabeza, dejando a un lado su usual tono despreocupado.

-"Sí, Jake. Claro que sí. ¿Qué pasa?" -respondió Aiden, más suave de lo habitual.

Jake bajó la vista hacia sus manos, que temblaban ligeramente. Tragó saliva, intentando controlar el nudo que le apretaba la garganta. Sus palabras llegaron en un susurro, apenas audibles, pero cargadas de una intensidad que dejó a ambos atentos.

-"¿Qué harían si este fuera el último día de sus vidas?"

Aiden y Tess se congelaron, desconcertados por la pregunta. Aiden intentó bromear, pero se detuvo al ver las lágrimas acumulándose en los ojos de Jake, que luchaban por no caer. La desesperación y la vulnerabilidad en su mirada les dijeron que esto no era una pregunta cualquiera.

-"Jake..." -comenzó Tess, con un tono que rozaba el pánico- "¿Por qué estás diciendo eso? ¿Qué viste?"

Jake respiró profundo, pero su labio inferior comenzó a temblar, y una lágrima escapó de sus ojos. No podía contener más el torrente de emociones.

-"Por favor... solo respóndanme. ¿Qué harían?" -insistió, su voz quebrada.

Aiden se inclinó hacia él, su semblante completamente serio ahora, mientras Tess buscaba sus palabras, claramente tan desconcertada como preocupada. Ambos sabían que lo que fuera que Jake tuviera que decir, no sería fácil de escuchar.

Aiden frunció el ceño, inclinándose más cerca de Jake, con el tono más serio que había usado en toda la conversación:

-"Jake, por favor, dinos qué está pasando. ¿Qué viste?"

Jake respiró profundo, intentando encontrar las palabras, mientras sus manos temblaban sobre el escritorio. Finalmente, dejó escapar las palabras en un susurro que apenas logró salir:

-"Hay un asesino en el instituto."

El silencio que siguió fue ensordecedor. Tess abrió los ojos como platos, congelada en su lugar, mientras Aiden la miraba fijamente, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

Aiden y Tess se quedaron en silencio un momento, procesando lo que Jake acababa de decir.

-"Ellie..." -murmuró Tess, su voz cargada de preocupación.

Jake cerró los ojos con fuerza y soltó las palabras que parecían atoradas en su garganta:

-"Ella estaba en el primer piso también."

El aire alrededor de ellos pareció volverse más denso. Aiden y Tess se miraron, compartiendo una expresión de alarma mientras Jake bajaba la cabeza, luchando por mantener la compostura.

La sensación de peligro se hizo más real que nunca.

...

Ellie caminaba con los ojos clavados en el papel de resultados, una leve sonrisa en su rostro al ver la enorme "+A" que adornaba la parte superior de la hoja.

-"Al fin algo positivo este día" - se dijo a su misma mientras recorría los pasillos cada vez más desiertos del instituto.

Estaba tan concentrada en su pequeña victoria que no se dio cuenta de lo que había frente a ella. De repente, su pie tropezó con algo y perdió el equilibrio.

-"¡Mierda!" -exclamó al caer al suelo.

El golpe no fue lo que más la impactó. Fue la sensación húmeda y pegajosa que impregnó la parte inferior de su uniforme. Confundida, Ellie levantó la vista y la sangre pareció tener un dueño.

Delante de ella, el cuerpo de un estudiante yacía inerte en el suelo, con un charco rojo oscuro extendiéndose como un halo bajo él.

Miró sus manos y su falda, ambas ahora teñidas de carmesí. El corazón comenzó a latirle con fuerza mientras retrocedía, horrorizada, apartándose del cadáver.

-"Oh, Dios... no, no, no..." -murmuró, su respiración volviéndose errática.

El exámen cayó de su mano y aterrizó sobre la sangre, empapándose lentamente. Ellie no podía apartar la vista del cuerpo, paralizada por el horror de lo que acababa de descubrir.

Ellie seguía congelada, su mente luchando por procesar lo que tenía frente a ella. El silencio en el pasillo era abrumador, pero entonces, un sonido rompió la quietud: pasos apresurados que resonaban desde las escaleras cercanas.

Sus ojos se dirigieron hacia el reflejo en uno de los vidrios al fondo del pasillo, y allí, a lo lejos, vio a Jake. Se dió la vuelta para verlo mejor.

Corría descontrolado, casi tropezando consigo mismo mientras avanzaba. Su respiración parecía errática, incluso a esa distancia, y el miedo se reflejaba claramente en sus movimientos torpes y desesperados.

Ellie entrecerró los ojos, tratando de entender qué ocurría.

-"Jake..." -susurró, su voz apenas un hilo.

El corazón de Ellie latía frenéticamente mientras miraba cómo Jake desaparecía al girar hacia otro pasillo. Su figura se desvaneció, dejando tras de sí una sensación de urgencia y alarma que ahora se mezclaba con el horror que la rodeaba. Algo terrible estaba sucediendo, y ahora lo sabía con certeza.

Ellie tomó una decisión instintiva. Avanzar. Su cuerpo temblaba mientras caminaba lentamente por el pasillo, buscando algún indicio de ayuda. Su mente aún estaba en caos por lo que acababa de ver. Pero entonces, al girar una esquina, se detuvo en seco.

Ahí estaba él. Un chico con una máscara cubriendo su rostro, sosteniendo una pistola en una mano.

Los ojos de Ellie se abrieron de par en par. El pánico subió desde su pecho hasta su garganta, haciéndola incapaz de respirar por un segundo. Su cerebro tardó un momento en conectar las piezas, pero cuando lo hizo, su cuerpo se tensó.

Esto era real. Esto estaba pasando.

Antes de que pudiera reaccionar, un segundo individuo apareció detrás del primero, también armado, su máscara igual de aterradora.

-"¡Hey!" -exclamó uno de ellos con una voz amortiguada por la máscara, levantando su arma hacia Ellie.

El corazón de Ellie se detuvo. Actuó por puro instinto, girándose sobre sus talones y corriendo tan rápido como podía.

-"¡Deténte!" -gritó el segundo, y entonces escuchó el ruido desgarrador del primer disparo.

Ellie tropezó con el mismo cuerpo de antes, cayendo al suelo de manera torpe y golpeándose las rodillas.

-"¡Maldición!" -gruñó entre dientes, insultándose por su torpeza.

Pero ese tropiezo fue lo que le salvó la vida. El sonido de una bala pasando por encima de su cabeza la hizo agacharse más, su mente comprendiendo el peligro real.

Se levantó de nuevo, con el uniforme ensangrentado, y continuó corriendo mientras los pasos de los dos individuos resonaban cada vez más cerca detrás de ella.

Ellie corría con la respiración entrecortada, su cuerpo temblando con cada paso. Había logrado perder de vista a los dos enmascarados, pero su mente no dejaba de gritarle que no estaba a salvo. No todavía.

Gabby.

El nombre resonaba en su cabeza como un tambor. Su novia estaba en el gimnasio, en clase de deportes, completamente ajena al peligro que acechaba. Pero no podía ir directamente a buscarla, no con esa ropa llena de sangre y los asesinos posiblemente rodeando el edificio.

Tenía que encontrar ayuda.

Ellie ajustó los papeles del examen contra su pecho, como si aferrarse a ellos pudiera darle algo de estabilidad. Su mejor opción era ir a la oficina del director Mclane, quien siempre había sido una figura firme y controlada. Si alguien podía manejar esto, posiblemente era el si es que no estaba muerto.

Pero llegar hasta allí no iba a ser fácil.

El instituto era un laberinto, y moverse del primer piso hasta la oficina de Chris tomaba al menos diez minutos en circunstancias normales. Estas no eran circunstancias normales. Ellie sabía que cada rincón del edificio podía esconder otro enmascarado, otra arma, otra amenaza.

"Piensa, Ellie, piensa..."

Su mente trabajaba rápidamente mientras avanzaba con cuidado, pegada a las paredes y tratando de minimizar el ruido de sus pasos. ¿Qué rutas eran seguras? ¿Cuáles estaban más expuestas?

El aire en los pasillos estaba cargado, como si el edificio mismo supiera que algo terrible estaba ocurriendo. Ellie se obligó a mantener la calma, aunque cada fibra de su ser quería salir corriendo a toda velocidad.

Cada paso la acercaba más a la oficina, pero también aumentaba el riesgo. La sensación de estar vigilada nunca la abandonaba, y la idea de que si había dos, podría haber más, la mantenía en constante alerta.

Finalmente, divisó la escalera que la llevaría al siguiente nivel, su mente calculando el tiempo restante: quizás siete minutos más. Su corazón latía con fuerza, pero no podía permitirse detenerse.

Gabby podía estar en peligro. Y si Ellie quería salvarla, tendría que llegar primero a Chris. Porque no importaba su seguridad, mientras no sepa si Gabby está a salvo.

...

Gabby estaba de pie junto a la pared del gimnasio, atándo sus Adidas (Gabby usando Adidas canon 🗣️🔥) con calma mientras escuchaba de fondo las risas y gritos de sus compañeros. El eco del balón de voleibol rebotando contra el suelo resonaba por todo el lugar, mezclándose con las indicaciones del profesor de deportes, quien intentaba organizar equipos sin mucho éxito.

Tom y Hunter, como siempre, estaban en el centro de la atención, haciendo bromas y tratando de lucirse en cada jugada. El grupo de los populares dominaba la cancha, mientras el resto se contentaba con mirar o hacer el esfuerzo mínimo para evitar ser llamados al frente.

Gabby, por su parte, estaba al margen de la acción, observando desde un rincón con una ligera sonrisa. Había días en los que disfrutaba el caos del gimnasio, pero hoy no era uno de esos días. Su mente estaba dispersa, atrapada en pensamientos sobre Ellie.

"¿Cómo le habrá ido en esa evaluación?"

Gabby se preguntaba, recordando lo nerviosa que Ellie estaba la última vez que hablaron. Sabía que su novia era increíblemente inteligente, pero también conocía su tendencia a exigirse demasiado.

-"¡Gabby!" -la voz de Hunter la sacó de sus pensamientos. Cuando levantó la vista, lo vio haciéndole señas desde el otro extremo de la cancha -"¡Deja de soñar despierta y únete, o vas a quedarte calentando la banca todo el día!"

Gabby rodó los ojos, pero no pudo evitar una pequeña risa mientras caminaba hacia el grupo. Hunter era insoportable a veces, pero su energía era contagiosa.

-"Dame un segundo, grandulón." -respondió mientras estiraba los brazos- "Prometo no robarte toda la atención... otra vez."

Las risas del grupo llenaron el espacio, pero antes de que Gabby pudiera unirse a la dinámica, algo en el ambiente cambió. Era sutil, pero suficiente para que su sonrisa se desvaneciera.

¿Por qué de repente todo parecía más... callado?

Los sonidos del gimnasio parecían más apagados, como si el eco habitual hubiera sido absorbido por algo más pesado. Gabby miró hacia las puertas dobles del gimnasio, pero no notó nada fuera de lo común.

Tom, notando su distracción, se acercó a ella con una ceja levantada.

-"¿Estás bien?" -preguntó, su tono más serio de lo habitual.

Gabby asintió lentamente, pero el nudo en su estómago no desapareció.

-"Sí... solo tuve un mal presentimiento."

Antes de que Tom pudiera responder, el profesor silbó con fuerza, llamando a todos para organizar el próximo juego. Gabby trató de sacudirse la sensación y se unió al grupo, pero no podía evitar echar un vistazo de vez en cuando hacia las puertas. Algo no estaba bien, y lo sentía en cada fibra de su ser.

Gabby y los demás trotaban alrededor del gimnasio, los sonidos de los pasos resonando en el espacio amplio y lleno de luz. Tom corría al lado de Gabby, mientras Hunter trotaba detrás, con su expresión siempre tranquila y relajada.

-"Gabby." -dijo Tom, rompiendo el ritmo tranquilo de la conversación- "¿Ya tienes claro qué harás después de la graduación?"

Gabby lo miró de reojo, sonriendo levemente.

-"Claro que sí. Quiero ser cantante, ya sabes, algo como Chappell Roan. Y también continuar con el voleibol. Creo que ambas cosas van bastante bien juntas."

Hunter sonrió mientras ajustaba el ritmo de su trote.

-"No esperaba menos de ti. Eres buena en todo lo que haces. Con tu fama y tus poemas, seguro lo logras."

Gabby se encogió de hombros, intentando no sonrojarse por el cumplido.

-"Gracias, Hunter. ¿Y tú? ¿Qué tienes en mente para el futuro?"

Hunter soltó una risa suave.

-"Voy a ser el manager de Ellie, Jake, Tess y Aiden. La banda tiene mucho potencial, y alguien tiene que mantenerlos organizados."

Gabby asintió, con una sonrisa.

-"Eso te queda perfecto. Tienes paciencia y sabes lidiar con ellos."

-"Eso espero.." -respondió Hunter con un tono relajado- "Aunque con Aiden y Tess en la misma sala, probablemente necesite aspirinas de por vida."

Ambos rieron, mientras Tom intervino con un tono más animado.

-"¿Y qué hay de mí? Seguro mi plan también les interesa."

Gabby lo miró, divertida.

-"Déjame adivinar.. ¿Actor?"

Tom asintió con orgullo.

-"Exacto. Ya sabes, seguir los pasos de mi padre, Trent. Él tiene una estrella en Hollywood, así que no debería ser muy difícil para mí abrirme camino."

Hunter rodó los ojos, pero con una sonrisa.

-"Claro, Tom. Con tu carisma y tu apellido, seguro llegas lejos. Pero dime algo: ¿planeas llevarte a Jake contigo?"

Tom se rió, pero su tono se suavizó.

-"Por supuesto. Él es mi futuro. Viviremos juntos, y si todo sale bien, espero que algún día podamos casarnos."

Gabby sonrió ampliamente.

-"Eso suena hermoso. Ustedes son como el epítome de la pareja perfecta."

Tom asintió, y Hunter añadió:

-"Sí, pero ¿quién va a soportar tus monólogos dramáticos en casa, Jake o el perro?"

Todos rieron mientras el profesor silbaba, indicándoles que cambiaran de ejercicio. A pesar de la ligereza del momento, las palabras sobre el futuro dejaban una sensación extraña. Los días compartidos estaban contados, y aunque el destino les prometía grandes cosas, también les recordaba que pronto todo cambiaría.

Gabby estaba a punto de responder cuando un eco distante interrumpió la conversación. Fue un grito, desgarrador y lleno de pánico, que se extendió como una ola a través del gimnasio.

El grupo se detuvo en seco, intercambiando miradas confusas y alarmadas.

-"¿Eso fue... un grito?" -preguntó Hunter, con el ceño fruncido mientras se quitaba un auricular.

(Hunter usa auriculares en clases)

Tom miró hacia las puertas del gimnasio, tensándose.

-"No suena como algo normal."

Gabby dio un paso hacia las puertas, su corazón latiendo más rápido.

-"Tal vez alguien necesita ayuda."

Antes de que pudieran decidir qué hacer, otro grito resonó, esta vez más cerca. La tensión en el aire era palpable. Tom tomo de la muñeca a Gabby, deteniendola.

-"Chicos..." -dijo Tom con seriedad- "esto no es bueno."

El profesor silbó de nuevo, pero esta vez para llamar al grupo hacia el centro del gimnasio.

-"¡Quédense todos aquí, no se dispersen!" -ordenó, su voz firme aunque claramente preocupado.

El ambiente ligero de hace unos minutos había desaparecido, reemplazado por una sensación de inquietud que crecía con cada segundo.

...

El ambiente en la clase de profe Connor se había vuelto denso. Las tensiones crecían con cada susurro entre Tess, Aiden y Jake, quienes, aunque intentaban mantener la calma, no podían evitar las miradas inquietas. El sonido de los murmullos llenaba el aire, con cada uno preocupado por la creciente sensación de miedo que se apoderaba de la clase. Estaban a punto de decirle al profesor lo que había sucedido cuando un grito lejano atravesó el aire, penetrando el silencio tenso del salón.

Todos se quedaron en shock, con los ojos fijos en la puerta. Un segundo grito más fuerte retumbó, y el profesor Connor, que hasta entonces había estado completamente inmóvil frente a su escritorio, se levantó con rapidez. Sin decir palabra alguna, salió del salón y la puerta se cerró tras él, haciendo que la ansiedad entre los estudiantes aumentara.

El silencio era palpable, pero solo por un instante.

Connor entró rápidamente, cerrando la puerta con cuidado y asegurándose de que el pestillo se activara. La clase se había sumido en un silencio aún más pesado, todos esperaban, temerosos, alguna palabra del profesor. Sin embargo, Connor no dijo nada al principio. Caminó hasta el interruptor de las luces y, sin vacilar, las apagó. La oscuridad repentina causó un susurro de incomodidad en los estudiantes, pero nadie se atrevió a protestar.

—"Escuchen con atención." —dijo finalmente, con la voz firme y clara, pero sin gritar. La autoridad de su tono llenaba la habitación —"La situación es delicada, y necesito que todos sigan mis instrucciones sin hacer preguntas. No quiero causar pánico, pero es esencial que mantengan la calma. Estamos enfrentando una amenaza externa. Nadie puede salir de este salón hasta que sea seguro hacerlo."

Las respiraciones se hicieron más profundas, el miedo comenzaba a ser palpable. Connor continuó, no perdiendo la compostura ni por un segundo.

—"Lo primero que quiero que hagan es cerrar todas las ventanas. No quiero que nadie vea lo que ocurre afuera. Después de eso, quiero que se oculten en los lugares menos visibles del salón. Traten de permanecer agachados y fuera de la vista de las puertas y ventanas. Si no hay un lugar seguro a la vista, busquen el rincón más alejado, manténganse juntos y tranquilos."

Aiden, Tess y Jake intercambiaron miradas, comprendiendo la seriedad de la situación, y sin perder tiempo, comenzaron a moverse, siguiendo las indicaciones del profesor.

—"Nadie se mueve, nadie hace ruido." —dijo Connor, caminando hacia la puerta para asegurarse de que estuviera bien cerrada.

El salón estaba oscuro, la única luz provenía de los dispositivos de los estudiantes, algunos iluminando sus rostros con pantallas apagadas. Había un sentimiento de urgencia, pero también una extraña quietud que se había apoderado del lugar.

Connor se acercó a la ventana, observando la situación desde el pequeño espacio entre las cortinas. Sabía que la situación era peligrosa, pero también tenía la esperanza de que, si mantenían la calma, podrían superar esto juntos.

Con la orden dada, los estudiantes se acomodaron como pudieron, buscando sitios para esconderse o simplemente quedarse quietos. El salón, que usualmente era un lugar de conversaciones y risas, se había transformado en un espacio de tensión, en el que el silencio parecía aún más pesado que el sonido de los pasos que resonaban afuera.

El sonido de la alarma resonó por todo el instituto, penetrando las paredes, las ventanas y los corazones de los estudiantes. El ambiente, que ya era tenso, se transformó en un caos aún más palpable, aunque no se movía ni una hoja. Los murmullos fueron reemplazados por un silencio absoluto, interrumpido solo por la respiración agitada de los estudiantes bajo las mesas.

Jake, sentado al final de la fila junto a Aiden y Tess, se asomó un poco, apenas suficiente para susurrar sin ser oído.

—"Ellie aún no aparece..." —su voz era un susurro roto, casi inaudible, como si hablar en voz alta rompiera la frágil calma que aún intentaban mantener.

Aiden, sentado a su lado, comenzó a temblar, su cuerpo sacudido por el pánico. No podía mantener la calma. Luchó por controlarse, pero las lágrimas comenzaron a caer, empapando su rostro sin que pudiera hacer nada para detenerlas. Se tapó la boca con las manos, incapaz de contener la desesperación que lo invadía.

Tess, aún consciente de la situación, miró a Aiden con una expresión que reflejaba su preocupación, pero también su determinación. Tomó su mano con firmeza, buscando darle algo de consuelo.

—"Tenemos que encontrar a Ellie." —dijo con voz baja, pero decidida, mientras miraba alrededor, buscando alguna forma de acción —"No podemos quedarnos aquí sin saber si está bien. Lo mismo con Tom, Gabby, Hunter y..."

Ally

Jake asintió lentamente, sintiendo el peso de la angustia apoderándose de su pecho.

—"No podemos mandarle un mensaje, dejó su celular en el salón..." —dijo, apretando los dientes. La impotencia lo estaba carcomiendo.

La alarma seguía sonando, incesante, un recordatorio constante del peligro que acechaba fuera. Cada sonido, cada minuto que pasaba, parecía más angustiante. El director Mclane había activado la alarma, pero nadie sabía si lo había hecho por precaución o por algo mucho peor. Nadie sabía lo que estaba pasando en realidad, solo podían esperar y confiar en que las autoridades sabían cómo manejar la situación.

Mientras tanto, en la oficina de la directora, Ellie había llegado corriendo, con el rostro pálido, respirando agitadamente. Había llegado justo a tiempo para ver cómo el director Mclane activaba la alarma, un gesto que, aunque conocido, nunca había parecido tan aterrador. Ellie sabía que la situación era grave, y ahora debía confiar en que, en algún momento, todo esto terminaría... pero no podía evitar preocuparse por todos los que quedaban atrás, especialmente Gabby, Jake, Tess, y Aiden.

Afuera, el mundo seguía girando con una incertidumbre apabullante, y el tiempo parecía moverse de manera diferente para aquellos atrapados en el salón.

...

El caos estalló en el gimnasio en cuanto comenzaron a escucharse los disparos y la alarma resonó por todo el instituto. Gabby, aún tratando de procesar lo que estaba sucediendo, observó cómo el profesor de deportes, el siempre tranquilo y carismático señor Harris, cambió su expresión a una mezcla de determinación y urgencia.

—"¡Todos, escuchen!" —exclamó con autoridad mientras cerraba las puertas del gimnasio con un estruendo. Su tono era firme, lo que hizo que todos los estudiantes detuvieran lo que estaban haciendo— "Esto no es un simulacro. Pongan las barricadas en las puertas, ya. Usen las gradas, los bancos, lo que sea."

Gabby sintió cómo su corazón comenzaba a latir desbocado. Se obligó a moverse, junto con el resto de los estudiantes, para ayudar a empujar las pesadas gradas móviles hacia las puertas. Otros levantaban los bancos y los colocaban en pilas, asegurándose de bloquear cualquier posible entrada.

Tom apareció junto a ella, ayudándola con una de las gradas.

—"¿Qué demonios está pasando, Gabby?" —murmuró, aunque en su voz había más preocupación que verdadera curiosidad.

—"No lo sé..." —respondió Gabby, empujando con todas sus fuerzas—. "Pero no quiero averiguarlo."

Hunter, que estaba más adelante, ayudaba a un grupo de chicos a mover un banco especialmente pesado. A pesar de la situación, su voz aún mantenía un leve tono de humor nervioso.

—"Bueno, al menos el gimnasio está siendo útil para algo más que correr en círculos. ¿Quién lo diría?"

Unos pocos estudiantes rieron débilmente, pero el miedo en sus ojos era evidente. Gabby no podía evitar mirar hacia las ventanas altas del gimnasio, donde la luz entraba en parpadeos extraños debido a la alarma y las sombras de los pasillos. Una sensación de vulnerabilidad la invadió.

—"¡Todos, detrás de las gradas, y quédense lo más bajo posible!" —ordenó Harris, moviéndose rápidamente por el gimnasio para asegurarse de que todo estuviera en su lugar.

Gabby siguió las indicaciones, dirigiéndose al fondo del gimnasio junto con Tom y Hunter. Sentada en el suelo frío, rodeada de sus compañeros, no pudo evitar que su mente divagara hacia Ellie.

—"Por favor, que esté a salvo..." —murmuró para sí misma, apretando los puños con fuerza.

Y de repente.

El gimnasio estaba sumido en un extraño y tenso silencio. El ruido de la alarma seguía resonando, pero los gritos y disparos que habían llenado los pasillos momentos antes se habían detenido de repente, dejando un vacío inquietante. Gabby, sentada detrás de las gradas junto a Tom y Hunter, intentaba regular su respiración, pero el miedo hacía que su pecho se sintiera cada vez más pesado.

El profesor Harris observaba las puertas cerradas del gimnasio, su postura rígida y alerta. Su voz resonó baja pero firme:

—"Quédense en sus lugares. Mantengan la calma. Todo estará bien."

Gabby apenas podía escuchar sus propias respiraciones por encima del latido de su corazón. Intentaba mantener la compostura, pero cada sombra que se movía por las ventanas altas parecía un presagio de peligro. Se obligó a mirar hacia el suelo, cerrando los ojos un momento y susurrando un pensamiento en su mente: Ellie, por favor, que estés bien.

Hunter, a su lado, miraba con atención hacia el fondo del gimnasio. Su expresión, normalmente relajada y despreocupada, era ahora de absoluta concentración. Frunció el ceño ligeramente y se inclinó hacia Gabby, susurrando en un tono apenas audible.

—"La salida de emergencia… está abierta."

Gabby levantó la vista de inmediato, siguiendo la dirección de su mirada. Efectivamente, una de las puertas de emergencia del gimnasio, al fondo, estaba entreabierta. La luz de la alarma roja parpadeaba en el umbral, dándole un aspecto aún más siniestro.

Tom también la notó y apretó los puños, murmurando:

—"¿Siempre estuvo así? ¿O alguien la abrió?"

Nadie respondió. El profesor Harris seguía concentrado en las puertas principales, sin notar la salida abierta. Gabby sintió un escalofrío recorrerle la espalda. El silencio del gimnasio, combinado con el misterio de la puerta, era casi insoportable.

Hunter tragó saliva, mirando a Gabby y luego a Tom. Aunque su expresión era seria, intentó mantener su tono más calmado.

—"No es bueno... algo no está bien."

Gabby asintió lentamente, sus manos temblando mientras las escondía bajo las piernas. Nadie se atrevió a moverse ni a hablar más. Solo quedaba esperar, con la incómoda sensación de que algo estaba acechando más allá de esas puertas.

....

El baño estaba sumido en penumbras, iluminado solo por la tenue luz que se filtraba desde el pasillo bajo la puerta. Ally estaba de pie sobre la taza del baño, intentando mantenerse completamente inmóvil mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Sujetaba su celular con ambas manos, escribiendo con dedos temblorosos un mensaje que no sabía si llegaría a enviar.

"Si me pasa algo, los quiero."

Leyó las palabras una y otra vez, tratando de encontrar la fuerza para pulsar el botón de enviar, pero su mente estaba nublada. Afuera, el eco de pasos lejanos resonaba en los pasillos, cada vez más inquietante. El aire estaba cargado de miedo, tan denso que casi podía palparse.

Ally apretó los labios, mordiéndolos hasta que comenzaron a doler. Su respiración era apenas un hilo, esforzándose por no delatar su presencia. Apretó con fuerza el celular contra su pecho, como si aquello pudiera darle algún tipo de protección. En su mente, un torbellino de pensamientos: su madre, sus amigos, Tess. Especialmente Tess. Su imagen aparecía con una claridad dolorosa, y un sollozo silencioso se escapó de sus labios.

"Tess... no puedo dejarte."

Alguien empujó ligeramente la puerta del baño, y Ally contuvo el aliento de inmediato. El corazón le latía tan fuerte que estaba segura de que cualquiera podría escucharlo. Cerró los ojos, rogando que fuera solo el viento, o tal vez su imaginación. Pasaron unos segundos que se sintieron como horas, y finalmente, el sonido de los pasos se alejó.

Dejó escapar el aire que había estado reteniendo y miró el mensaje en su pantalla una vez más. Esta vez, con un movimiento rápido y decidido, pulsó "Enviar". Si no podía salir de allí, al menos quería que sus palabras llegaran.

Ally seguía inmóvil, tratando de recuperar el aliento en el sofocante silencio del baño. De repente, los pasos regresaron, más firmes, más decididos. Su cuerpo se tensó de nuevo, los músculos rígidos por el miedo. Esta vez, un sonido diferente acompañó los pasos: una voz masculina, grave y familiar, resonando a través del pasillo.

—"¿Hay alguien aquí? Soy Trevor. Es seguro, puedes salir."

El corazón de Ally dio un vuelco. Parpadeó varias veces, incrédula, antes de bajar lentamente de la taza del baño. La puerta del cubículo rechinó ligeramente cuando la abrió con cuidado.

Allí, al final del baño, estaba el inspector Trevor, con su característica camisa verde y una expresión seria pero tranquilizadora. Ally no lo pensó dos veces. Corrió hacia él, sus pasos resonando por el piso de baldosas. Antes de que Trevor pudiera reaccionar del todo, Ally se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza, como si aferrarse a él pudiera disipar todo el terror que había sentido hasta entonces.

—"Trevor..." —susurró, su voz quebrada por las lágrimas— "Creí que... pensé que no saldría de aquí..."

Trevor le devolvió el abrazo, palmeándole suavemente la espalda para calmarla.

—"Estás bien ahora, Ally. Te sacaré de aquí. Solo mantente cerca de mí y no hagas ruido, ¿de acuerdo?"

Ally asintió, con el rostro aún enterrado en el pecho de Trevor. Aunque el miedo no había desaparecido del todo, por primera vez en horas sintió una chispa de esperanza.

...

El salón estaba en completo silencio mientras esperaban, la ansiedad palpable en cada respiración contenida. Tess se mantenía abrazando sus piernas, mordiéndose el labio. Sus pensamientos estaban con sus amigos, todos dispersos por el instituto. El miedo por ellos la consumía.

Finalmente, la puerta se abrió lentamente, y el inspector Dereck asomó la cabeza. Su voz grave rompió el tenso silencio:

—"Escuchen, voy a sacarlos de aquí. Vamos a evacuar, pero necesito que sigan mis instrucciones al pie de la letra. Nada de hablar, nada de moverse sin permiso, ¿entendido?"

Connor asintió primero, y luego los estudiantes comenzaron a levantarse en silencio. Jake, Aiden y Tess intercambiaron miradas nerviosas antes de unirse al grupo que comenzaba a avanzar hacia la salida.

Cuando llegaron a las escaleras principales, Dereck les hizo una seña para que comenzaran a bajar con cuidado. Tess iba al frente del trío, sus ojos recorriendo cada rincón con atención. De repente, algo pareció cambiar en su postura. Sin previo aviso, Tess giró hacia un pasillo lateral, alejándose del grupo sin hacer ruido.

Jake y Aiden, que caminaban unos pasos detrás de ella, se detuvieron de golpe al verla desviarse.

—"¿Qué está haciendo?" —murmuró Jake en voz baja, su ansiedad disparándose.

—"No lo sé, pero no podemos dejarla sola." respondió Aiden sin dudarlo.

Ambos intercambiaron una breve mirada de complicidad antes de desviarse también, siguiendo a Tess con pasos rápidos pero silenciosos.

Dereck, ocupado con el resto del grupo, no notó la ausencia de los tres jóvenes mientras estos desaparecían por el pasillo oscuro, sumergiéndose en el peligro.

...

[ (Pov) Ellie ]

Estaba en la oficina del director Chris Mclane, sentada en una esquina como si eso fuera suficiente para protegerme de todo lo que estaba pasando. Mi camisa seguía con esa mancha roja que no podía dejar de mirar, un recordatorio constante de lo que acababa de vivir. Chris estaba al teléfono, su voz baja pero firme mientras finalizaba la llamada con emergencias. Parecía tan tranquilo, como si esto fuera solo un mal día más en el trabajo. Yo no podía ni respirar sin sentir que el miedo me iba a romper en pedazos.

"Vamos a morir." — murmuré casi sin pensarlo. Lo dije porque lo sentía, porque el aire era demasiado pesado y no veía una salida clara.

Chris giró la cabeza hacia mí, levantando una ceja como si acabara de decir algo ridículo.

—"¿Puedes ser más optimista?" —preguntó, y aunque su tono era serio, había un leve sarcasmo en sus palabras.

Lo miré, y no sé qué fue, pero esa pregunta me arrancó una respuesta automática, amarga y seca.

—"Vamos a morir rápido."

Su expresión cambió por un segundo, como si no supiera si reír o regañarme, y luego suspiró, volviendo su atención a la ventana.

—"Genial. Justo lo que necesitaba oír." — murmuró para sí mismo, negando con la cabeza.

Yo solté una risa breve, más nerviosa que otra cosa. Pero, incluso mientras bromeaba, el miedo seguía ahí, apretándome el pecho, como un monstruo al que no podía ignorar.

—"¿Qué hora es?" —pregunté, intentando sonar casual, aunque mi voz tembló un poco al final.

Chris revisó su reloj rápidamente, sin dejar de mirar por la ventana hacia el estacionamiento vacío.

—"Son las cinco. La hora de salida."

Por un segundo, esas palabras no significaron nada para mí. Pero luego mi mente lo procesó. Las clases terminaban a esa hora. La idea de que el instituto aún seguía bajo esta pesadilla y que, técnicamente, deberíamos estar yéndonos a casa, me hizo sentir aún más atrapada.

Me acerqué a la ventana, ignorando cómo mis manos temblaban al apoyarlas contra el cristal. La vista era extrañamente tranquila, como si nada estuviera mal en el mundo. Y ahí, en el estacionamiento, lo vi: James, apoyado en su auto.

—"No puede ser..." —susurré, parpadeando como si eso pudiera cambiar la escena frente a mí.

James estaba ahí, con los brazos cruzados, mirando hacia el instituto. Había algo en su postura, una mezcla de calma y determinación, que me hizo sentir una extraña mezcla de alivio y miedo. ¿Por qué estaba ahí? ¿Sabía lo que estaba pasando?

—"¿Conoces a ese chico?" —preguntó Chris, siguiéndome con la mirada, pero no dejé de mirar por la ventana.

—"Sí. Es James..." —respondí en voz baja, más para mí que para él.

Él había venido. Por Aiden, seguramente. Pero en este momento, eso significaba que estaba peligrosamente cerca de todo este caos.

Chris frunció el ceño, como si estuviera recordando algo.

—"Ah, claro. Lo recuerdo. Ese chico que siempre armaba revuelo en los eventos escolares."

—"Exacto." — dije, volviendo la mirada al estacionamiento. James seguía ahí, apoyado contra su auto como si no tuviera ni idea del peligro que lo rodeaba — "Es el novio de Aiden. Y si está aquí, seguramente vino por él."

Chris suspiró, cruzando los brazos mientras observaba la escena con el ceño fruncido. Asintió lentamente, pero su expresión mostraba incertidumbre.

—"Primero tenemos que asegurarnos de evacuar de forma segura. Luego veremos cómo contactar con él."

Me mordí el labio, la ansiedad creciendo dentro de mí. James estaba ahí afuera, tan cerca del peligro, y yo no podía hacer nada para advertirle.

...

[ Omnisciente ]

James tamborileaba los dedos contra el volante, intentando calmarse, pero la ansiedad era como un nudo apretado en su pecho. Miró de nuevo hacia el edificio del instituto, preguntándose por qué no salía nadie. ¿Dónde estaba Aiden? No podía evitar pensar que algo estaba mal. Si algo hubiera pasado, Aiden le habría enviado un mensaje. Pero no había nada, ni una palabra, solo silencio.

A su alrededor, otros autos comenzaban a acumularse. Padres y amigos esperaban con la misma confusión reflejada en sus rostros. Algunas personas bajaron de sus vehículos, murmurando entre ellas, pero nadie parecía tener respuestas.

Entonces, de repente, un grito desgarrador atravesó el aire, cortando el murmullo como un cuchillo. Era agudo, desesperado, y provenía del interior del edificio.

James se quedó inmóvil por un segundo, sus ojos abiertos de par en par mientras un escalofrío recorría su columna vertebral. ¿Qué demonios estaba pasando ahí adentro?

Sin pensarlo dos veces, salió del auto, cerrando la puerta de un golpe. Su respiración se volvió pesada, y su mente iba a mil por hora.

"No, no, no... Esto no está bien."

Los murmullos a su alrededor se convirtieron en pánico. Las personas empezaron a retroceder hacia sus autos, pero James se quedó quieto, mirando el edificio. No podía darse el lujo de quedarse de brazos cruzados. Aiden estaba ahí, sus amigos estaban ahí.

Respiró profundamente, tratando de controlar el miedo que empezaba a apoderarse de él. Si alguien necesitaba ayuda, él iba a entrar. Con pasos decididos, comenzó a caminar hacia la entrada, su mandíbula apretada y su mente fija en un solo pensamiento: No los dejaré solos.

...

Chris Mclane se apoyó contra el escritorio, el rostro tenso mientras escuchaba al otro lado de la línea. La llamada provenía del gimnasio, donde finalmente estaban logrando evacuar a los estudiantes de la clase de deportes.

—"¿Kristal está con ustedes?" —preguntó Chris con un nudo en la garganta. Su voz reflejaba la preocupación de un padre que trataba de mantenerse sereno.

—"No, director. Su hija está con el profesor Connor, en una de las aulas. Están seguros por ahora." — respondió la voz al otro lado, calmándolo solo un poco.

Chris suspiró profundamente y murmuró un agradecimiento antes de terminar la llamada. Ellie, que había estado observándolo con atención, se adelantó un paso, ansiosa.

—"¿Qué dijeron?" —preguntó, sus ojos encendidos por una mezcla de esperanza y determinación.

Chris se giró hacia ella, ajustando su postura para aparentar más calma de la que realmente sentía.

—"La clase de deportes ya está evacuando. Están bien."

Las palabras apenas salieron de su boca cuando Ellie dio media vuelta y salió corriendo de la oficina como un rayo, dejando a Chris con una mano extendida, como si pudiera detenerla.

—"¡Ellie! ¿Qué estás haciendo?"

—"¡Tengo que ver a Gabby!" —gritó ella sin detenerse, sus pasos resonando en los pasillos vacíos.

Chris la miró irse con una mezcla de exasperación y admiración antes de soltar un suspiro pesado —"Los jóvenes de hoy... Ni siquiera esperan órdenes..." — Bueno, Chris tampoco lo hace.

...

Tess, Aiden y Jake corrían a toda velocidad por el pasillo principal, el eco de sus pasos resonando como un tambor en el vacío opresivo del instituto. La tensión era palpable, cada esquina un nuevo riesgo. Aiden apenas lograba mantenerse en pie, impulsado más por la adrenalina que por la fuerza física. De repente, al girar una esquina, se toparon con Ellie, que emergía desde otro pasillo perpendicular.

Ellie apenas pudo reaccionar antes de ser atrapada en un abrazo conjunto. Tess fue la primera en rodearla, con Jake y Aiden uniéndose casi de inmediato. Por un momento, el peso del miedo pareció desvanecerse.

—"¡Ellie!" —jadeó Jake, con lágrimas contenidas.

—"Estás bien…" —murmuró Tess, su voz quebrándose mientras sus dedos temblaban al tocar los hombros de Ellie.

Ellie, aunque agitada, los tranquilizó con un gesto.

—"Estoy bien. Tranquilos. No saben cuánto me alegra que estén bien.." —dijo rápidamente, antes de añadir — "La clase de deportes ya está evacuando. Me lo dijo el director McLane."

La noticia encendió un destello de esperanza en Tess. —"¿Evacuando?" —preguntó, su voz cargada de ansiedad.

Ellie asintió, respirando con dificultad.

—"Tom, Gabby, Hunter y Ally deben estar allí."

—"Entonces vamos." —dijo Aiden con determinación, tomando la mano de Tess para seguir avanzando.

Los cuatro corrieron juntos, moviéndose como un solo cuerpo a través del pasillo principal hasta que llegaron al corazón del instituto, donde el pasillo se ensanchaba. Allí, ante ellos, estaba la clase de deportes, avanzando en fila hacia la salida, guiada por el profesor y varios inspectores.

Entre la multitud, Tom notó a Jake, Ellie, Aiden y Tess al instante. Sus ojos se agrandaron de sorpresa y alivio. Sigilosamente, sin llamar la atención, se desvió de su grupo y corrió hacia ellos, asegurándose de no ser visto por los demás que seguían siendo evacuados. Cuando estuvo cerca, no pudo evitar la necesidad de abrazar a Jake con una fuerza que reflejaba todo el miedo y la preocupación que había acumulado en ese corto tiempo.

Jake, sorprendido pero igualmente aliviado, correspondió al abrazo con la misma intensidad. Tom lo apretó contra su pecho, dejando que el susurro de su voz temblara entre sus palabras.

—"Dios, qué bueno que estás bien..." —murmuró Tom, antes de darle un beso en la mejilla, un gesto lleno de alivio, amor y ansiedad al mismo tiempo.

Ellie, Tess y Aiden se apartaron ligeramente, dándole un respiro a la pareja para compartir ese breve momento de calma. Sin embargo, la preocupación de Tess no tardó en surgir.

—"¿Y Ally? No la veo por aquí..." —preguntó, su mirada recorriendo a toda prisa a los estudiantes que pasaban.

Tom soltó un suspiro profundo, su expresión visiblemente cargada de ansiedad.

—"Ella... Ella fue al baño durante la clase de deportes, y no ha regresado. Nadie sabe nada de ella." —dijo, su voz vacilante, como si intentara procesar la angustia que lo invadía.

Tess sintió que el peso de esas palabras la golpeaba con fuerza.

—"¿No ha regresado?" —preguntó, tratando de mantenerse firme, aunque su tono temblaba.

Tom asintió, mirando alrededor, como si esperara ver a Ally salir de la multitud de estudiantes.

—"No. Y con todo lo que está pasando, estoy preocupado." —respondió, la ansiedad tomando cada palabra.

Tess tragó con dificultad, su mente corriendo a mil por hora. La angustia por Ally creció dentro de ella, mezclada con una sensación de impotencia.

...

[ Romantic Homicide - d4vd ]

(⁠・⁠–⁠・⁠;⁠)⁠ゞ

El sonido de un disparo retumbó en el aire, claro y estremecedor, como un eco que atravesó el corazón de todos. El pánico se desató al instante. El grupo de deportes, que hasta ese momento había estado relativamente calmado, comenzó a gritar, a correr de un lado a otro buscando alguna salida, pero no había forma de escapar. La confusión y el terror invadieron el ambiente.

Ellie, al escuchar el disparo, se paralizó por un segundo. Sus ojos, desorbitados, buscaban entre la multitud mientras su mente procesaba lo peor. En cuanto vio a Gabby caer al suelo, una angustia terrible la invadió, y antes de que pudiera reaccionar por completo, el sonido de las pisadas apresuradas de Tom la alcanzó.

-"¡GABBY, NO! ¡DEJAME IR!" -suplicó Ellie, su voz quebrada mientras intentaba zafarse de las manos de Tom. La imagen de Gabby en el suelo, con la sangre extendiéndose bajo ella, la impulsó a correr hacia su novia.

Pero Tom la sujetó con fuerza, no dejando que se moviera. En su rostro se reflejaba el miedo y la necesidad de protegerla, aunque sabía que cada segundo era crucial.

-"¡No, Ellie! Es peligroso, ¡no puedes ir allá!" -le gritó Tom, su voz casi suplicante, mientras sentía el pánico recorrerle el cuerpo.

Ellie intentó resistirse, sus ojos llenos de desesperación.

-"¡ELLA ME NECESITA, TOM!, ¡ES TU MEJOR AMIGA!" -exclamó, con lágrimas acumulándose en sus ojos, pero Tom no la dejó ir.

A lo lejos, la escena de Hunter se volvía cada vez más desesperante. Gabby estaba en el suelo, inmóvil, y Hunter, al parecer, estaba siendo amenazado por uno de los atacantes con una pistola. El atacante lo apuntaba con una mano firme, exigiéndole que dejara a Gabby o, de lo contrario, le dispararía también.

Hunter, con el rostro pálido y lleno de desesperación, no podía hacer nada más que mirar a Gabby, quien luchaba por mantener los ojos abiertos, pero la sangre que salía de su herida era demasiada.

-"¡Déjala! ¡Deja que muera!" -ordenó la voz del atacante con frialdad, y Hunter, con el corazón en la garganta, no tuvo más opción que hacer lo que le decían.

Su alma estaba destrozada, pero su miedo a perder la vida lo mantenía quieto, incapaz de intervenir como desearía.

Ellie, al ver la escena, intentó liberarse una vez más, pero el terror se estaba apoderando de todos.

El silencio se apoderó del grupo mientras todos se agachaban, manteniendo la calma lo mejor que podían, sabiendo que cualquier movimiento podría delatarlos. Ellos, agazapados entre los muebles y las sombras del pasillo, contenían el aliento, esperando que los atacantes no los escucharan.

Tom seguía abrazando a Ellie, sus manos temblorosas, luchando por mantenerla a salvo mientras sus lágrimas caían silenciosamente al ver a su mejor amiga en el suelo, con posibilidades de morir. Susurros entrecortados escapaban de él, rogando en su mente que Hunter no fuera dejado atrás, que la situación no fuera tan fatal como parecía.

El sonido de los pasos del atacante se acercaba. Ellie, al igual que todos, cerraba los ojos, temerosa de lo que pudiera pasar. Pero, cuando el peligro estuvo tan cerca como un suspiro, el sonido de sirenas resonó en la distancia. La policía llegaba, y el atacante, al percatarse de ello, comenzó a moverse rápidamente.

En un abrir y cerrar de ojos, el grupo de atacantes pasó junto a Hunter, sin notar su presencia, y corrieron con rapidez por los pasillos para evitar ser atrapados. La tensión quedó suspendida en el aire mientras los chicos se quedaron quietos, temerosos de que los atacantes pudieran volver.

El alivio de verlos irse fue inmediato, pero el miedo de lo que quedaba por venir aún no se desvanecía.

Hunter, con la adrenalina a flor de piel, no tenía tiempo para mover a Gabby a un lugar seguro. El sonido de los pasos de los atacantes todavía resonaba en los pasillos, y la posibilidad de que regresaran era inminente. Sin pensarlo dos veces, se agachó junto a Gabby, intentando aplicar los conocimientos básicos de primeros auxilios que recordaba de sus lecciones de emergencia.

Con manos temblorosas pero decididas, presionó contra la herida en el costado de Gabby, intentando detener el sangrado. Ella, apenas consciente, respiraba entrecortadamente, pero intentaba sonreír, aunque la palidez en su rostro dejaba claro lo grave que era la situación.

-"Que- Quédate... quédate conmigo, Gabby, por favor..." -dijo Hunter en un susurro, su voz quebrada por la angustia. Sabía que su tiempo se estaba agotando, pero no podía dejarla.

El ambiente en el pasillo se volvió pesado con el sonido de los pasos del atacante acercándose. Tom, Jake, Aiden, Tess y Ellie permanecían en silencio, agachados, sus corazones latiendo con fuerza en sus pechos. Cada uno estaba tenso, tratando de respirar lo más bajo y callado posible para no atraer la atención del peligro inminente.

Pero, de repente, un ruido en el pasillo, un crujido de zapatos sobre el suelo, rompió la tensión. Un sonido bajo, pero lo suficientemente claro como para alertar a todos. La figura del atacante apareció detrás de ellos. La silueta se acercaba lentamente, pero seguro de sí mismo. No era necesario mirar para saber que llevaba una pistola. El peso de la situación cayó de inmediato sobre sus hombros.

-"¡Levántense!" -ordenó el atacante, su voz rasposa, llena de furia. Su pistola brillaba bajo la luz del pasillo, apuntando directamente hacia ellos.

El grupo se quedó paralizado, sin moverse, con el miedo calando cada uno de sus huesos. Sabían que si no obedecían, las consecuencias serían aún peores. El rostro del atacante estaba parcialmente cubierto por la máscara, pero sus ojos brillaban con una intensidad peligrosa.

Tom, con el rostro demacrado por el miedo, sintió el peso de la pistola apuntando hacia él. Estaba claro que la situación era mucho más grave de lo que cualquiera de ellos hubiera imaginado.

-"Rápido, de pie, ahora!" -dijo el atacante, apuntando con la pistola hacia ellos con más fuerza.

Sin más opción, todos se levantaron lentamente, dejando que el miedo los envolviera, con la esperanza de que, tal vez, aún podrían encontrar una salida.

El atacante, con su arma aún apuntando hacia ellos, comenzó a quitarse lentamente la máscara. Un crujido sordo llenó el aire mientras la tela caía al suelo, revelando el rostro familiar de Troy. Los ojos de Tom, Aiden, Tess, Ellie y Jake se abrieron con sorpresa, como si no pudieran procesar lo que veían. Era él, el chico que había sido parte de su instituto, un rostro que conocían bien, pero ahora parecía completamente diferente.

Troy, con una sonrisa fría en el rostro, se quitó la máscara con calma, como si no fuera nada fuera de lo común. Sus ojos brillaban con una intensidad oscura que no habían visto nunca antes en él. No era el Troy con el que habían interactuado en la escuela. Era alguien más. Un monstruo.

—"¿Sorpresa?" —dijo Troy, su voz grave, burlesca. El sarcasmo se notaba claramente en sus palabras mientras miraba a cada uno de los presentes, como si disfrutara de la confusión que generaba.

Aiden dio un paso atrás, atónito, intentando entender cómo era posible. ¿Troy? ¿Él? Todo esto le parecía una pesadilla. Ellie estaba paralizada, incapaz de decir algo, mientras el miedo seguía dominando a todos.

—"¿Troy? ¿Por qué?" —preguntó Tess, su voz quebrada, como si intentara comprender la razón detrás de esa locura.

Troy no respondió de inmediato. Solo los observó por un momento, disfrutando de cada segundo que pasaba mientras sus víctimas asimilaban lo que estaba sucediendo. Su sonrisa se amplió, casi como si le gustara el control que tenía sobre ellos.

—"Porque, en este lugar, nadie puede confiar en nadie. Y ustedes... ustedes son los culpables de todo esto." —respondió, su tono frío y calculado.

La confusión y el pánico se apoderaron del grupo. ¿Qué quería decir con eso? ¿Cómo podían haber tenido algo que ver con todo esto? Sin embargo, la respuesta quedó en el aire mientras Troy los observaba, y el silencio entre ellos se hizo más pesado.

La atmósfera estaba cargada, todos esperando lo que Troy haría a continuación.

...

Troy dio un paso hacia adelante, la pistola todavía apuntando hacia ellos, mientras la tensión en el aire aumentaba. Sus palabras fueron frías y calculadas, y cada una de ellas resonó con amargura y resentimiento.

— "Arruinaron mis planes. Me humillaron. Me dejaron como un cobarde, un patán, aquí en este instituto. Y ahora, ¿qué pasa? ¿Siguen creyendo que todo tiene que ser como ustedes dicen? ¿Que yo soy el culpable? Yo no soy el villano, ¿sabían? Son ustedes. Ustedes me obligaron a hacer esto." — Su voz comenzó a endurecerse mientras hablaba, como si las palabras mismas fueran cuchillos, cortando el aire.

Troy miró a Jake primero, luego a Tom, con una furia contenida que no había mostrado antes. — "¿Sabían que siempre he sido la víctima? ¡Siempre! Jake, te creí, te jodí por ti, pero me dejaste. Y luego, todo cambió. Cuando entré a Tipiskaw, todo por culpa de Tom, supe quién eras en realidad. No el chico simpático que todos ven, sino el mismo que me hizo quedar como un estúpido."

Jake no pudo evitar sentir una punzada de dolor en su pecho al escuchar esas palabras, pero antes de que pudiera decir algo, Troy continuó, sin darle tregua.

— "Contraté a esos chicos... los atacantes... para que me ayudaran. Ustedes me arruinaron la vida, y ahora, les voy a devolver el favor. Pero no sólo a ustedes. También a Heather. No la olviden. Y a ti, Ellie, te lo debo también. Vas a ser mi segunda víctima, como lo fue Gabby. No vas a escapar de esto. No quiero que nadie más interfiera. Porque si alguno de ustedes se atreve a salvarlos, se van a arrepentir."

Troy entonces miró a todos con una sonrisa torcida, sus ojos llenos de un odio palpable. Sabía que estaba a punto de dar el paso final hacia su "justicia", y no había vuelta atrás.

— "Nadie se interpone en mis planes. Ya lo verán."

El miedo se apoderó de todos mientras el silencio se hacía insoportable. Lo que Troy había dicho los dejó a todos en shock. ¿De verdad creía que esto era lo único que quedaba para él? ¿Que podía destruir sus vidas solo por su propio resentimiento y egoísmo?

En fin.

—"Oh, por dios. Ya cállate. Es suficiente con verte, así que, hazme el favor." — interrumpió Aiden. Mirándolo con incredulidad como si no pudiera creer que había dicho Troy. Porque realmente, no lo podía creer:

—"¿Estás bromeando, no? Jamás en mi vida me han hecho tocar una pelota en deportes, pero tú si que me estás tocando las pelotas."

—"¡Aiden, ya cállate!"

—"¡No, tu cállate, Tess! No es posible que este imbécil haya acabado con vidas inocentes por su berrinche. Tipo, no es un niño de 6 años para nada consciente de lo que hace. Es prácticamente un adulto."

Aiden dió un respiro y miro a Troy, bajando las manos.

—"Eres tan estúpido que das pena. ¿En serio crees que está mierda de 'venganza'?" — haciendo comillas con los dedos de manera exagerada —"Si es que se le puede llamar así, porque esto pasa todos los límites de lo que es el término 'venganza'. Porque, vamos, no es una venganza. Pero conociéndote, tienes el ego más grande que el mini paquete que tienes entre tus malditas piernas. Tryan."

...

Aiden, tras su arrebato, se quedó en silencio por un momento, como si todo el peso de sus palabras acabara de caerle encima. Bajó la cabeza, evitando la mirada de Troy y murmuró con voz algo más apagada:

—"Digo... sin ofender..."

Pero el sarcasmo en su tono traicionaba cualquier intento de disculpa.

—"¿Para que esperar, cuando puedo matarte ahora, Brooks?"

—"¡Tiene razón!" — Grito Tom, haciendo que ahora, Troy lo apunte a el — "Lo que estás haciendo está mal. Tienes que darte cuenta que esto no era la solución."

—"Tienes razón. La solución era hacerlo en la graduación."

—"¡Aiden, dile algo!" — grito Jake, pero Aiden solo se encogió de hombros.

—"¡No puedo, mi batería social se acabó!"

Troy levantó un poco más la pistola, apuntándola directamente al pecho de Tom, disfrutando el poder que tenía sobre todos.

—"¿Ven esto?" —dijo con una sonrisa cínica, mirando a los demás como si estuviera ofreciendo un espectáculo— "Esto es justicia poética. El héroe del instituto, listo para caer. Todo porque no saben cuándo quedarse en su lugar."

Tom apretó los puños, manteniéndose firme.

—"Si disparas ahora, solo confirmarás lo patético que eres, Troy. Un cobarde que necesita una pistola y un grupo de matones para sentirse fuerte."

Troy titubeó por una fracción de segundo, pero rápidamente recuperó la compostura.

—"Cállate. Tú no sabes nada de lo que he tenido que soportar. Esto es mi redención."

— "¿Redención?" —interrumpió Tess desde su posición, su voz cargada de desprecio— "Esto es solo una excusa para no enfrentarte a la realidad, pedazo de mierda."

Jake, viendo cómo Troy comenzaba a agitarse, intentó cambiar el enfoque.

—"Troy, escucha, no tienes que hacer esto. Aún puedes parar. La policía ya está aquí, y no hay forma de que salgas impune de esto."

Troy giró hacia Jake, sus ojos llenos de furia y resentimiento.

—"Siempre tan razonable, ¿verdad, Jake? Siempre el chico bueno, el que tiene todo bajo control. Pero déjame decirte algo, Hamilton. La vida no es justa, y ahora te toca pagar."

Troy sonrió con una maldad creciente al escuchar el caos de pasos acercándose por el pasillo, pero no dejó que eso lo detuviera. Con una mirada furiosa, desvió rápidamente su pistola hacia Aiden, como si el simple acto de estar vivo de este le provocara asco.

—"¿Sabes qué? Mejor empiezo por el que más me irrita..." —dijo Troy, apretando el gatillo.

—"Ouch..."

El sonido del disparo llenó el pasillo, pero antes de que la bala alcanzara a Aiden, una figura apareció de la nada, empujándolo con fuerza al suelo. Todo pasó en un instante: Aiden, cayendo y mirando con horror cómo James se interponía en el camino de la bala.

El impacto fue brutal. James dejó escapar un jadeo ahogado, tambaleándose antes de caer de rodillas, una mancha de sangre extendiéndose rápidamente en su camisa.

[ Cry - Cigarettes After Sex ]

(⁠・⁠–⁠・⁠;⁠)⁠ゞ

— "¡JAMES!" —gritó Aiden, su voz quebrándose mientras se arrastraba hacia él, sin importarle el peligro.

Jake y Tess también quedaron paralizados por un momento, sus rostros llenos de incredulidad y miedo. Tom, por otro lado, actuó instintivamente. Agarró una silla cercana y la lanzó directamente hacia Troy, golpeándolo en el brazo y haciendo que soltara la pistola.

Troy gruñó de dolor, llevándose una mano al brazo mientras retrocedía unos pasos. Pero su rabia no se apagaba.

— "¡Esto no ha terminado!" —espetó, sus ojos brillando con una locura desenfrenada mientras corría por el pasillo, perdiéndose entre las sombras. La policía llegó. Rápidamente, se llevaron a James con los medicos y otro grupo siguió avanzando.

Ellie y Tom no dudaron ni un segundo, y corrieron dónde Gabby.

Sus pasos resonaban por el pasillo, y al doblar la esquina, la vio: Hunter estaba deteniendo el sangrado de Gabby, lo mejor que podía. Mientras Gabby, estaba tratando de mantenerse aún despierta.

— "¡Gabby!"

Gabby levantó la cabeza con dificultad y, al verla, una débil sonrisa se formó en sus labios.

—"Ellie... Tom..." —susurró, su voz apenas audible.

Ellie corrió hacia ella, extendiendo los brazos para sostenerla. Hunter se detuvo y la dejó en manos de Ellie, quien la sostuvo firmemente.

—"Estoy aquí, amor. Estoy contigo, todo estará bien..." —dijo Ellie con la voz quebrada, acariciando el rostro de Gabby, intentando no romperse.

Gabby, con esfuerzo, levantó una mano para tocar la mejilla de Ellie.

—"Estaba esperando a que vinieras... ¿James... Está bien?..."—susurró, mirándola a los ojos, como si estuviera grabando su imagen en su mente.

—"Lo estará. Te llevaremos afuera con los demás para que te atiendan."

—"Los quiero, chicos..."

—"No digas eso, idiota." —contestó Ellie, sus ojos llenándose de lágrimas— "Vas a estar bien. Vamos a salir de aquí juntas, ¿me oyes?"

Gabby trató de sonreír de nuevo, pero su fuerza la estaba abandonando. Se inclinó más contra Ellie, y antes de que pudiera decir algo más, su cuerpo se desplomó.

— "¡GABBY!, ¡no, no, no!"— gritó Ellie, abrazándola con fuerza mientras su cuerpo se volvía inerte en sus brazos.

Hunter, con los ojos llenos de lágrimas, se inclinó junto a ellos, sacando su chaqueta para intentar cubrir la herida de Gabby.

— ¡Tenemos que llevarla afuera, ahora! —dijo Hunter, su voz firme pero temblorosa.

Ellie asintió rápidamente, apretando los dientes mientras trataba de mantener la compostura. Tom, tomo a Gabby en brazos y los tres corrieron a la entrada principal del instituto.

...

Troy corría frenéticamente por las calles oscuras tras escapar del caos dentro del instituto. Su respiración era errática, y su mente trabajaba al límite, buscando un plan de escape. Cada paso era una mezcla de desesperación y determinación mientras esquivaba autos y peatones que observaban con confusión la escena.

De repente, al intentar cruzar una avenida sin mirar, un vehículo a toda velocidad apareció de la nada. El sonido de los frenos chirriando resonó en el aire, pero fue demasiado tarde.

El impacto fue brutal. Troy salió despedido hacia un lado, cayendo pesadamente contra el asfalto. El conductor del vehículo frenó en seco, bajándose del auto con el rostro pálido.

Alrededor de la calle, los murmullos de los transeúntes aumentaron mientras algunos se acercaban cautelosamente, y otros sacaban sus teléfonos para llamar a emergencias.

Troy quedó inmóvil en el suelo, su máscara tirada a un lado. Su mirada fija en el cielo, con la consciencia desvaneciéndose lentamente.

...

Hora: 5:40

El grupo salió del instituto bajo una lluvia que caía como una cortina pesada, empapándolos en segundos. Tom y Hunter llevaban a Gabby, mientras Ellie trataba de mantenerla despierta, hablándole entre lágrimas. La lluvia mezclaba las gotas en sus rostros, haciéndolos parecer aún más desgastados por la noche que estaban viviendo.

Jake alzó la vista al cielo gris oscuro, su respiración temblorosa. El frío de la lluvia era un contraste brutal con el calor de la adrenalina que seguía corriendo por su cuerpo. Cuando miró hacia el fondo, a través de la niebla de las luces de las patrullas y ambulancias, vio a los paramédicos cubriendo un cuerpo en el suelo. Troy.

—"Está muerto" — susurró Jake, apenas audible, pero Tess lo escuchó. Ella lo miró con una mezcla de alivio y tristeza.

—"Deja de pensar en él, Jake. No merece que le dediques un pensamiento más."

Mientras los paramédicos trabajaban con Gabby, Ellie estaba junto a ella en todo momento.

—"Gabby... mi amor, aguanta, ¿sí? Vamos a salir de esta juntas" — dijo, acariciando su rostro pálido. Gabby sonrió débilmente, pero apenas pudo mantener los ojos abiertos antes de desmayarse. Ellie la sostuvo con fuerza, temblando, mientras las lágrimas se mezclaban con la lluvia.

En ese momento, Aiden vio a James siendo empujado hacia una de las ambulancias.

—"¡James!" — gritó, corriendo sin importarle el barro bajo sus pies. La lluvia golpeaba con fuerza, pero no lo detenía.

—"¡Aiden!" — murmuró James cuando lo vio acercarse, con una sonrisa débil.

Aiden tomó su mano, sin importarle que estaba completamente empapado.

—"No me hagas esto, por favor... No me dejes" — le dijo, con lágrimas que se mezclaban con la lluvia.

James apretó su mano con la poca fuerza que le quedaba.

—"Nunca te dejaría... ¿Qué harías sin mí?" — Intentó bromear, aunque su voz era apenas un susurro.

—"Sobreviviría, pero no quiero tener que hacerlo" — respondió Aiden con un sollozo.

Los paramédicos subieron a James a la ambulancia, y Aiden se quedó allí, viendo cómo se alejaba bajo la lluvia, mientras el sonido de las sirenas se desvanecía poco a poco.

...

Tess caminaba entre la multitud con la mirada ansiosa, sus ojos recorriendo cada rostro bajo la lluvia, desesperada por encontrar a Ally. A su alrededor, las luces de las ambulancias y patrullas se reflejaban en los charcos del suelo, y los murmullos de la gente se mezclaban con el sonido de la lluvia constante.

De pronto, la vio. Ally estaba sentada en la puerta de una ambulancia, con el abrigo de Trevor cubriéndola, empapada pero viva. Sus miradas se encontraron al instante, y el tiempo pareció detenerse.

—"¡Ally!" — gritó Tess con toda la fuerza de su voz, ignorando el nudo en su garganta.

—"¡Tess!" — respondió Ally, levantándose de un salto, dejando caer el abrigo mientras corría hacia ella.

Bajo la lluvia, ambas corrieron como si el mundo alrededor no existiera. Cuando finalmente se alcanzaron, Ally no dudó un segundo más. Agarró el cuello de la camisa de Tess con fuerza y la besó, como si el tiempo se fuera a acabar.

Tess sintió que sus rodillas temblaban, pero no le importó. Le devolvió el beso con todo el amor y el alivio acumulados en su pecho. La lluvia seguía cayendo sobre ellas, empapándolas aún más, pero no les importaba. Todo lo que importaba era que estaban juntas, vivas y en los brazos de la otra.

—"Pensé que te había perdido" —susurró Tess cuando el beso terminó, sus frentes juntas, respirando agitadas.

—"Jamás me perderías, Tess" —respondió Ally con una pequeña sonrisa, acariciando su mejilla mientras las lágrimas se mezclaban con la lluvia — "Jamás"

...

6:05 PM

Las puertas del hospital se abrieron con un ruido seco. Edward entró junto a los padres de Aiden. La angustia era evidente en ellos, pero Edward caminaba con el rostro inexpresivo, como si se negara a dejarse llevar por la situación. Al ver a Aiden, Edward lo abrazó rápidamente. No era un gesto usual en él, pero fue suficiente para mostrar su preocupación.

—"¿James? ¿Gabby?" —preguntó, directo y con voz baja.

Aiden negó lentamente.

—"No hay noticias aún..."

Edward se quedó junto a él, mientras los padres de Aiden intentaban consolarlo, sin mucho éxito. No hubo actualizaciones sobre James ni Gabby. La sala seguía sumida en un silencio roto por el murmullo de otros visitantes.

6:19 PM

La llegada de Courtney y Scott, los padres de Ellie, llenó el pasillo con pasos apresurados. Cuando sus ojos encontraron a su hija, vieron a una Ellie hecha un desastre. Estaba sentada, encogida en su asiento, abrazando el polerón de Gabby como si de ello dependiera su vida. Su rostro, pálido y marcado por las lágrimas, tenía los rastros de haber llorado demasiado.

La sangre en su chaleco cian sin mangas, junto con la camisa blanca bajo este, seguía siendo un recordatorio crudo de lo que había pasado. Al escuchar su nombre en la voz de su madre, Ellie levantó la cabeza lentamente y se puso de pie.

—"Mamá... papá..." —susurró con voz quebrada mientras caminaba hacia ellos.

—"Cariño..."

Courtney y Scott la abrazaron con fuerza, compartiendo la angustia y lamentando lo ocurrido con Gabby. Ellie cerró los ojos y dejó que las lágrimas volvieran a caer, sintiendo por primera vez en horas un mínimo consuelo.

6:28 PM

Las puertas automáticas del hospital se abrieron una vez más. Los padres de Gabby llegaron apresurados, cargando en sus rostros expresiones de profundo pesar y preocupación. Su madre, con los ojos rojos e hinchados, parecía desgarrada por dentro. Su padre, usualmente distante, ahora mostraba una inquietud genuina que rara vez dejaba ver.

Ellie, todavía aferrada al polerón de Gabby, y Tom, con el rostro cansado y pálido, se acercaron lentamente a ellos. No tenían fuerzas para decir mucho, pero sus miradas lo decían todo.

—"¿Hay noticias?" —preguntó la madre de Gabby con un hilo de voz.

Ellie negó con un leve movimiento de cabeza.

—"Nada aún..." —respondió Tom, sintiendo el peso de la incertidumbre.

El grupo se quedó en silencio, compartiendo una angustia que no necesitaba palabras.

7:00 PM

Finalmente, una enfermera salió al área de espera con un expediente en mano. Todos los ojos se volvieron hacia ella.

—"Gabby salió de operación, está estable, pero aún no pueden verla. Necesitamos monitorearla durante las próximas horas."

Ellie sintió que las piernas casi le fallaban, pero Tom la sostuvo con cuidado.

—"¿Y James?" —preguntó Tom, con una voz entrecortada.

La enfermera revisó otro expediente.

—"James también ha salido de operación y está estable, pero lo mismo: aún no pueden verlo."

La sala permaneció en un extraño silencio. Había un atisbo de alivio, pero la espera continuaba siendo asfixiante. Nadie se movió de su lugar.

7:10 PM

El ambiente en las afueras del hospital se había transformado en un caos silencioso. Noticieros locales comenzaron a instalar cámaras y micrófonos frente al edificio, con reporteros hablando en susurros urgentes. Cada tanto, sus voces rompían el aire pesado:

—"Estamos en vivo desde el hospital central, donde las familias de los estudiantes afectados por el ataque en el Instituto Tipiskaw se reúnen, buscando noticias sobre sus seres queridos..."

Dentro del hospital, la tensión seguía acumulándose. En la sala de espera, familias de estudiantes heridos o fallecidos se congregaban, compartiendo lágrimas y abrazos entre susurros. Algunos padres lloraban desconsolados en las esquinas, mientras otros, con las manos temblorosas, hacían llamadas frenéticas a otros familiares.

Ellie levantó la vista hacia las ventanas y pudo ver las luces de las cámaras parpadeando bajo la lluvia. Sintió una punzada de ira mezclada con tristeza al darse cuenta de que su tragedia se había convertido en el espectáculo del día. Jake notó su expresión y colocó una mano en su hombro.

—"No les hagas caso... solo buscan historias, no personas" —susurró con amargura.

Mientras tanto, los murmullos crecían entre los que esperaban. La lista de heridos y muertos comenzaba a circular entre las familias, cada nombre una daga para alguien.

...

9:00 PM

En la habitación de Gabby, Ellie permanecía sentada junto a la cama, sujetando la mano de su novia mientras dormía profundamente, aún bajo el efecto de los sedantes. La máquina que monitoreaba sus signos vitales emitía pitidos suaves y regulares. Los padres de Gabby, sentados en el sillón, intercambiaban palabras apenas audibles, mientras Jake se recostaba contra la pared, observando en silencio, con el rostro marcado por el cansancio.

En la habitación de James, Aiden estaba sentado junto a él, mirando el vendaje que cubría su pecho. Aunque estable, James aún no despertaba, y Aiden mantenía su mano entre las suyas, intentando no derrumbarse. Los padres de Aiden, aunque presentes, respetaban el espacio de su hijo, observando con preocupación y tristeza cómo el chico se aferraba a su novio como si fuera lo único que le quedaba.

11:15 PM

Ellie salió brevemente de la habitación de Gabby. Encontró a Tess en el pasillo, quien la abrazó sin decir nada. Ellie dejó que su cabeza cayera sobre el hombro de su amiga mientras lágrimas silenciosas corrían por su rostro. Hunter se levantó y se unió al abrazo, mientras Tom los miraba desde lejos.

11:45 PM

El hospital estaba más tranquilo. Las luces bajas en los pasillos y la lluvia que aún golpeaba las ventanas hacían que todo se sintiera irreal. Cada grupo había encontrado un rincón donde estar, pero nadie podía descansar realmente.

12:00 AM

Finalmente, cada uno permanecía en la habitación de alguien importante:

Ellie estaba sentada al lado de Gabby, los padres de la chica dormían en el sofá de la habitación, mientras Jake intentaba mantenerse despierto en una esquina.

Aiden, con los ojos rojos, seguía en la habitación de James, acariciándole el cabello mientras sus padres miraban desde el fondo de la habitación, respetando la intimidad del momento.

Tess, Tom y Hunter seguían en el pasillo, pero Tom se había sentado finalmente, apoyando la cabeza entre sus manos. Tess estaba junto a él, mientras Hunter miraba hacia la ventana, con el reflejo de las luces de la ciudad mezclándose con las gotas de lluvia.

Pero como saben. Nada puede estar tan tranquilo un 1 de Junio.

Tal vez fue mala suerte. Pero el pánico comenzó a invadir repentinamente a nuestros protagonistas:

00:08 AM

El hospital, que había caído en un pesado silencio, estalló repentinamente en caos.

Desde la habitación de Gabby, la máquina que monitoreaba sus signos vitales comenzó a emitir un pitido cada vez más rápido y agudo. Jake, que hasta entonces había estado recostado contra la pared, saltó al escuchar el sonido. Sin decir nada, salió corriendo al pasillo, gritando por ayuda. En segundos, un grupo de médicos irrumpió en la habitación con rapidez, desplazando a Ellie y a los padres de Gabby hacia un rincón.

—"¡Necesitamos espacio!" —ordenó uno de los médicos. Ellie apenas podía respirar mientras veía a su novia en una aparente lucha entre la vida y la muerte.

Mientras tanto, en la habitación de James, una situación igual de tensa se desataba. Aiden, que se había quedado dormido junto a la cama, despertó sobresaltado al escuchar el sonido irregular de la máquina. Un médico entró rápidamente y, al ver los valores críticos en el monitor, pulsó el botón de emergencia, llamando a más personal.

—"¿Qué pasa? ¡¿Qué le pasa?!" —gritó Aiden, intentando acercarse a la cama, pero uno de los médicos lo apartó con delicadeza.

00:13 AM

La tensión era insoportable en ambas habitaciones. En la de Gabby, el sonido de las máquinas parecía anunciar un desenlace inminente. Ellie sostenía con fuerza el polerón de Gabby, incapaz de mirar, mientras los médicos luchaban por estabilizarla.

De repente, Gabby abrió los ojos de golpe, tosiendo violentamente. Los médicos retrocedieron con alivio, dejando espacio para que Ellie se acercara.

—"Gabby..." —murmuró Ellie, dejando caer lágrimas mientras sostenía su rostro. La chica, aún débil, intentó sonreír.

En la habitación de James, el silencio fue más estremecedor. Su corazón se detuvo, y los médicos trabajaron desesperadamente para reanimarlo. Aiden, incapaz de procesar lo que estaba viendo, se quedó petrificado mientras las lágrimas caían silenciosamente.

—"No... no puedes irte..." —susurró entre sollozos, apoyando la frente contra la cama.

No de la misma forma que Margoth.

00:14 AM

James trataba de luchar. Regresar.

James, quien había sentido un destello brillante y una paz indescriptible, escuchó una voz suave en su mente que inmediatamente reconoció.

"Aún no puedes irte."

...

El instituto Tipiskaw tomó medidas para sanar las heridas de sus estudiantes y personal tras la tragedia. Se ofrecieron servicios de terapia gratuita para todos los afectados, y se implementaron estrictos protocolos de seguridad. En memoria de las víctimas, se organizó una ceremonia solemne y se erigió un monumento con sus nombres en los jardines principales.

Sin embargo, ni los cambios ni el dinero podían borrar lo ocurrido. Para quienes sobrevivieron, el instituto ya no era el mismo. Los pasillos, antes llenos de risas y conversaciones despreocupadas, ahora llevaban consigo un eco de dolor y pérdida. La tragedia había dejado una marca imborrable en cada rincón.

La graduación paso al cabo de un mes. Se realizó en otro lugar, distante a Tipiskaw considerando a sus estudiantes que sobrevivieron a aquella tragedia. La primera parte de la ceremonia, se realizó en una gran iglesia de arquitectura antigua. Como si fuera un palacio extrañamente hermoso. Y para la sorpresa de varios de nosotros, la pokemona de Tess, no se quemó al entrar a la iglesia.

Nadie más hablo de lo ocurrido. Y nadie más menciono el nombre de las víctimas.

...

4 años después.

—"¿Qué tal, Tom? ¿Qué te trae por acá?" — saludó Shawn, el hermano mayor de Jake, mientras atendía la pastelería de Miriam.

—"Lo de siempre. Una caja de ocho donas de arándanos. Son las mejores. Ah, y también un batido de fresa, en honor a mi algodón de azúcar rosado."

—"¿Seguro que no olvidas nada?"

—"Nop." — Asintió orgulloso, como si recordar cada tipo de dona existente fuera un logro.

—"¿Estás seguro? Jake te va a matar si llegas sin el pastel."

Tom se quedó en silencio por un momento, parpadeando como si el peso de la verdad lo golpeara de pronto.

—"Mierda... Tienes razón. ¿El pastel está listo?"

—"Por supuesto." — Shawn rio y se dirigió a la cocina, regresando al poco rato con una gran caja. —"Aquí tienes. ¿Algo más, cuñado?"

—"Sí. Agradece que no me llevaré también tu paciencia."

—"Y yo agradezco que te vayas ya."

Rodando los ojos, Tom tomó su pedido: las donas, el pastel y el batido. Salió de la pastelería con todo cuidadosamente equilibrado en sus manos. Llegó hasta su auto y, como si se tratara de un ritual, aseguró el pastel con un cinturón de seguridad. Al lado, un peluche de dinosaurio también estaba abrochado, luciendo igual de protegido.

Subió al auto, se ajustó sus gafas de sol y encendió el motor.

En la radio, sonaba el más reciente éxito de "I'll Look Good When I'm Sober." Tom tamborileaba los dedos en el volante al ritmo de la música.

—"Don't you want me like I want you, baby? Don’t you need me like I need you now? — tarareó mientras arrancaba el auto — "Sleep tomorrow, but tonight go crazy. All you gotta do is just meet me at the.."

Ding.

Ellie, con el cabello revuelto y unas ojeras profundas, abrió un ojo con pereza. Apenas consciente, se levantó de la cama que comparte con su novia y arrastró los pies hasta la puerta, maldiciendo entre dientes.

Miró por la mirilla y suspiró con frustración.

—"¿Por qué tiene que ser un twink tan temprano?" — murmuró antes de abrir.

Jake, de pie al otro lado, entró sin esperar invitación.

—"Dios mío, ¡eres un desastre!"

—"También es un gusto verte, Jake. Gracias." — replicó Ellie, visiblemente molesta mientras cerraba la puerta.

—"¿Qué te pasó? Hace una semana estabas mejor."

—"Hace una semana fue la última vez que nos vimos."

—"Eso explica todo. Pero escucha, Tom ya tiene todo resuelto para hoy."

Ellie entrecerró los ojos, desconfiada.

—"Mentira. Vi lo que subió Gabby a las 4 de la mañana. Tom buscaba fechas para el 30 de enero, no para el 30 de diciembre."

—"Exacto, pero su manager consiguió una fecha para hoy. Así que relájate."

—"Como sea. Nadie llega temprano."

—"Tess ya pasó a buscar a Edward al liceo."

—"Mentira. Edward entra a las 8."

Ellie se quedó mirando un punto fijo, procesando la información. Apenas era la madrugada y ya estaba lidiando con el caos.

—"Jamás te desveles escribiéndole canciones a tu novia."

—"Te juro que So American vale la pena." — masculló Ellie, mientras Jake reía.

Ellie caminó hacia su cuarto mientras Jake la seguía de cerca. Al entrar, él se dejó caer en la silla del escritorio, dándole la espalda.

—"No te preocupes, no voy a mirar. Pero si quieres seguridad extra, puedo vendarme los ojos."

—"O te puedo cegar permanentemente si me doy cuenta de que te giras."

—"¡Qué violenta! ¿Así tratas a todos tus amigos gays?"

—"Solo a los que intentan fisgonear. Así que no te desmayes por mi maravilloso cuerpo."

—"Te vi peor."

Ellie le lanzo una almohada y comenzó a cambiarse rápidamente, buscando entre el caos de ropa en su cama un vestido cian que combinara con sus clásicas Converse negras que aún tiene desde su penúltimo año de instituto.

—"Por cierto, ¿supiste lo de Riya? Su carrera como actriz va en picada. Parece que todo el mundo descubrió lo de Alec."

Jake soltó un bufido.

—"¿Cómo no? Si está en todos lados. ‘La actriz favorita de la nación, amante secreta de un hombre casado.’ Suena como el título de una mala telenovela."

—"Lo peor es que Alec no es cualquier tipo casado. Es el Alec que solía estar en nuestro instituto."

Jake se giró un poco, aunque seguía dándole la espalda.

—"Por favor, Ellie, no me lo recuerdes. Ese tipo siempre fue un imbécil. Y pensar que cayó en el juego de Riya…"

Ellie se subió el vestido rápidamente, ajustándoselo al cuerpo.

—"Era obvio. Siempre se pavoneaba como si tuviera el mundo en sus manos. Aunque… recuerdo que se veían en la biblioteca. Gabby me lo dijo."

Jake se quedó pensativo, su mente rebobinando imágenes de aquellos días.

—"Ahora que lo mencionas, una vez los vi a los dos juntos... Oh, si, en la biblioteca. Fue raro porque Alec nunca entraba a la biblioteca a esa hora."

La voz de Ellie salió seca desde el otro lado de la habitación.

—"¿Y qué hacían?"

Jake se giró instintivamente hacia ella, olvidando momentáneamente la amenaza.

—"SE ESTABAN BESUQUEANDO"

Se interrumpió de golpe al ver a Ellie con el vestido a medio ajustar.

—"¡Jake!" — gritó Ellie, lanzándole una almohada que lo golpeó en la cara.

—"¡Lo siento, lo siento!" — exclamó él, levantando las manos en señal de paz. —"Fue un reflejo. ¡No he visto nada, lo juro!"

Ellie, con los ojos entrecerrados, terminó de acomodarse el vestido y se colocó las Converse con brusquedad. Cayendo de la cama.

—"JAJA"

—"CALLATE JAKE. Habla más de Alec y Riya, y tal vez me olvide de dejarte sin cejas."

Jake sonrió nervioso, pero retomó el tema para calmar las aguas.

—"En fin, no me notaron. Ahora que lo pienso, Alec era un asco desde entonces."

Ellie rodó los ojos, ya menos molesta.

—"Siempre lo fue. Y ahora Riya arrastró a Alec al abismo. Lo que me sorprende es que nadie la haya denunciado antes."

Jake se encogió de hombros, dejando que el tema se esfumara.

—"¿Lista? El mundo no se va a destruir solo, Ellie."

—"Dame un minuto. Necesito respirar antes de enfrentar otro caos."

Entre ellos, un silencio cómodo se alargaba hasta que Jake, con la voz suave, preguntó:

—"¿Y Tess? ¿Sabes si ya llegó a la mansión?"

Ellie se detuvo un momento, pensativa, mientras se ataba el último zapato. Levantó la vista hacia Jake con una expresión confusa.

—"No lo sé… No me escribió nada."

Ambos se miraron por un instante, como si compartieran la misma inquietud que no hacía falta verbalizar. Sin decir nada más, Jake tomó rápidamente su celular de la mesa y desbloqueó la pantalla con la rapidez de alguien con una corazonada.

—"Voy a llamarla." —dijo con firmeza mientras sus dedos deslizaban por la lista de contactos. Ellie, todavía mirándolo con atención, cruzó los brazos con el ceño fruncido.

Cuando Jake finalmente presionó el botón de "llamar", ambos miraron la pantalla con una tensión palpable en el aire.

...

Tess se encontraba en su habitación, concentrada en los últimos detalles de un cuadro que llevaba días pintando. La luz de la mañana iluminaba suavemente la habitación, realzando los colores vivos de su obra.

De pronto, su celular empezó a vibrar con insistencia sobre la mesa. Tess frunció el ceño, dejó el pincel a un lado, y tomó el teléfono. Al ver el identificador de llamada, suspiró con resignación y contestó, colocando el altavoz.

—"¿Qué pasa ahora, par de histéricos?" —dijo mientras se llevaba una mano a la frente.

Lo que siguió fue un estallido de voces.

—"¡¿DÓNDE ESTÁS, TESS?!"—gritó Ellie.

—"¡¿YA LLEGASTE A LA MANSION O ESTAS PINTANDO CUADROS COMO SIEMPRE?!" —agregó Jake, igual de alterado.

Tess se tapó los oídos con una expresión de dolor.

—¡Por el amor de Dios, bájenle! ¡Mis pobres tímpanos no les hicieron nada! —protestó con tono molesto, aunque una sonrisa comenzaba a asomar en sus labios.

—"EPA, NONONO. CONMIGO NO TE HAGAS LA DESENTENDIDA." —siguió Jake —"¿Ya estás en camino? ¡ES AÑO NUEVO, NO PUEDES FALTAR!" — Saturando el micrófono, una vez más.

Ellie, en el fondo, murmuró
sarcásticamente:

—O está en su casa... pintando "su próxima obra maestra".

—"Es a Ally a quien pinto, ¿Bien?"

—"CALLATE, A TI NADIE TE DIJO QUE HABLARAS."

—"Pero si-"

—"NADA."

Tess rodó los ojos y dejó que ambos siguieran gritándole un rato más antes de interrumpirlos con un tono burlón:

—Bueno, bueno, lo que digan, ¿ya? Escuchen, se me está yendo la señal, ¡oh no! ¡Qué tragedia! —exclamó con dramatismo falso, acercándose a la ventana.

—¡No te atrevas! —gritaron ambos al unísono.

Pero Tess no les dio tiempo para más, y con un tono triunfal, concluyó:

—Adiós, par de gobernados. ¡Nos vemos allá... si llego!

Y colgó antes de que pudieran replicar, soltando una carcajada al ver el teléfono mientras volvía a su pintura.

Tess estaba concentrada en el lienzo, su pincel deslizándose suavemente sobre la tela. Estaba trabajando en un retrato de Ally, capturando cada detalle de su rostro con una precisión que solo ella sabía lograr.

De repente, escuchó la puerta abrirse suavemente. No levantó la vista, creyendo que era solo el sonido de una brisa o el crujir de la casa. Pero cuando la voz de Ally rompió el silencio, Tess paró en seco, el pincel suspendido en el aire.

— "¿Te está quedando bien?" — preguntó Ally, con una sonrisa suave, como si ya supiera la respuesta.

Tess levantó la vista, encontrándose con los ojos de Ally. La expresión de Ally era tan tranquila, casi misteriosa, como si todo estuviera en su lugar.

— "No lo sé... ¿Te gusta?" — Tess respondió, su voz suave, pero con un toque de duda. Aunque no lo admitiera, siempre se sentía insegura al pintar a alguien tan importante para ella.

Ally se acercó al lienzo, observando el trabajo de Tess con detenimiento. Los colores, la forma, los detalles que Tess había logrado capturar... Era como si realmente la estuviera viendo de nuevo, pero con una nueva luz.

— "Es perfecto." — dijo Ally, tocando suavemente el borde del lienzo — "Me encanta cómo me ves."

Tess, al escuchar esas palabras, no pudo evitar sentirse un poco más ligera, como si el peso de la inseguridad se desvaneciera un poco. Sonrió, sin dejar de mirar a Ally, y sintió un calor en su pecho. Algo que solo podía describir como paz.

Ally se inclinó lentamente hacia Tess y se puso de puntillaa, sus rostros cada vez más cerca. Con una sonrisa tímida, Tess le tomó la mano, pero fue Ally quien, sin pensarlo más, selló la distancia entre sus labios con un beso suave pero cargado de emoción. Tess, sorprendida por la intensidad, correspondió con igual fervor, y antes de que pudieran continuar, la puerta de la habitación se abrió de golpe.

Edward, con su mochila aún colgando del hombro, entró en la sala y vio la escena. Los ojos de Tess y Ally se agrandaron de sorpresa mientras se separaban rápidamente, el color rojo subiendo por sus mejillas. Edward, como si fuera lo más normal del mundo, frunció el ceño.

—"¡Uh, lo siento! No quería interrumpir, ya saben... sólo vengo a buscar mi cargador." —dijo Edward, con una mirada curiosa pero comprensiva.

Tess y Ally se quedaron en silencio, aún un poco avergonzadas, mientras Edward simplemente rodaba los ojos y se dirigía hacia el escritorio en busca del cargador, sin hacer más comentarios.

—"Y por cierto, debemos irnos antes que sean las 1 pm. Son 2 horas de viaje y no creo que Aiden las espere por mucho tiempo."

...

[ The Only Excepcion - Paramore ]

(⁠・⁠–⁠・⁠;⁠)⁠ゞ

9:40 AM.

Tom había ido a buscar a Drew, su hijo adoptivo, al jardín. Tom, a pesar de todo lo que había pasado en los últimos años, siempre había tenido una conexión especial con él. Incluso si Drew no podía hablar, Tom había aprendido a entenderlo a través de sus gestos, sus expresiones, su manera de mirarlo.

Drew, a sus 4 años, era un niño tranquilo y observador, pero al mismo tiempo lleno de vida. Aunque no podía comunicarse verbalmente, se hacía entender con una simple mirada o un gesto. Hoy, Drew estaba en el jardín, sentado sobre el césped, mirando al cielo con una calma que Tom había llegado a admirar.

Tom se acercó, y Drew levantó la vista al escuchar sus pasos. Una sonrisa pequeña pero genuina se dibujó en su rostro cuando vio a su padre acercarse. Tom se agachó a su lado, sin decir una palabra al principio. Sabía que Drew no necesitaba que le hablara en ese momento. A veces, el silencio entre ellos era lo mejor que podían compartir.

—"¿Listo para ir a ver a los chicos? Iremos a una mansión que Lucía reservo hoy. El viaje... Será algo largo, pero tengo Doki, para que te diviertas." — Tom preguntó suavemente, mientras le acariciaba el cabello, un gesto que Drew había llegado a reconocer como su forma de mostrar cariño.

Drew asintió lentamente, aún con la mirada fija en el cielo, pero ahora sus ojos reflejaban un brillo de emoción. No necesitaban palabras para comprenderse. Tom ayudó a Drew a ponerse de pie y lo abrazó con ternura, un abrazo breve pero lleno de cariño.

Al caminar juntos hacia la puerta, Drew levantó la vista hacia él, y Tom sonrió. Era un día más, pero para Tom, cada uno de esos momentos con Drew valía más que mil palabras.

—"No olvides tu mochila" — dijo Tom al final, y Drew asintió mientras entraban en el jardín para prepararse para el día.

...

Pero al fin, estaban todos juntos en la mansión, un 31 de diciembre a las 1 pm.

Y cada uno tenía una historia que contar. Realmente pasaron muchas cosas en menos de 5 minutos.


Era un día caluroso y soleado, y la mansión estaba llena de risas y bromas mientras todos disfrutaban del tiempo juntos. La piscina estaba siendo el centro de atención, con todos dispersos por el agua y en las orillas.

Tess, con una expresión de molestia en su rostro, estaba sentada en la orilla, mirando a Aiden que, con una sonrisa traviesa, se acercaba con la intención de mojarla.

— "¡Puta que te poni pesao!" — dijo Tess, cruzando los brazos con desdén.

— "Tú me hiciste chinita la última vez, idiota." — Aiden le lanzó una mirada de complicidad, pero su sonrisa no desapareció.

— "Ti mi hicisti chiniti li iltimi viz-" — Tess no pudo terminar su oración cuando Hunter, que acaba de llegar junto a su recién esposa Grett, la levantó de un tirón y la lanzó a la piscina sin previo aviso.

Mientras Tess caía al agua, su grito se ahogó en la risa general.

Jake, relajado sobre un flotador, estaba ayudando a Drew a nadar mientras se burlaba de Tess y recibía un pequeño golpe de Drew.

(Tess es la tía favorita de Drew)

En otro lado de la piscina, Ellie estaba haciendo de las suyas, lanzándole agua a Edward con una pistola de agua. Edward, su hijo legal, de 14 años, intentaba escapar mientras reía a regañadientes, pero Ellie se divertía enormemente molestándolo.

(Así es, ganaron el juicio. Y legalmente, Jake, Aiden, Tess y Ellie son los padres de Edward)

— "¡No me molestes!" — gritó Edward mientras trataba de esquivar el chorro de agua que Ellie le lanzaba.

Gabby, sentada cerca de Ellie, no pudo evitar reírse, pero también le regañaba de forma cariñosa.

— "¡Ellie, déjalo en paz! ¡No le hagas eso a tu hijo!" — le dijo entre risas. Sin embargo, a pesar de la reprimenda, su rostro estaba lleno de cariño hacia su esposa.

Justo en ese momento, Tom apareció detrás de Gabby y, con un movimiento rápido, la lanzó a la piscina, causando que todos a su alrededor se rieran aún más.

Maciej, el hermano menor de Gabby, observaba todo con una sonrisa divertida. Tenía 14 años, igual que Edward, su mejor amigo, y no podía evitar disfrutar de la escena mientras estaba sentado junto a Tess, quien ahora se encontraba empapada tras ser lanzada al agua.

— "¿Viste eso?" — Maciej dijo, con los ojos muy abiertos ante la sorpresa de que Tom había lanzado a su hermana.

Ally, que estaba cerca, no pudo evitar soltar una risa y, al ver cómo la camisa mojada de Tess se pegaba a su cuerpo, se sonrojó un poco.

— "¡Te ves bien mojada, cariño!" — dijo Ally, provocando una sonrisa en Tess, que la miró con un brillo travieso en los ojos.

Lake, sentado junto a Aiden, observaba la escena mientras disfrutaba del ambiente relajado. Rosa María, con su hija Sofía de 5 años, se mantenía alejada de la acción en la piscina, pero observaba a los demás con una expresión divertida.

Miriam, la abuela de Jake, salió de la mansión con una bandeja de comida, acompañada por Fiore, la hermana menor de Jake, y Shawn, el hermano de 15 años de Jake. Se acercaron a la piscina, saludando a todos antes de unirse a la diversión.

El ambiente estaba lleno de risas, charlas y la sensación de que todos estaban, finalmente, en paz. Después de todo lo que había sucedido, estar juntos, disfrutar del sol y compartir ese momento significaba más que cualquier otra cosa.

Aiden y Jake nadaban en la piscina, el agua fresca contrastando con el calor del día. Jake notó la sonrisa de Aiden, pero algo parecía faltar. En su mente, no dejaba de pensar en James, su novio que aunque no estaba allí, seguía siendo parte de todo lo que estaban viviendo.

— "Me hubiera gustado que James estuviera acá" — dijo Aiden, con una tristeza ligera en su voz, mirando al horizonte.

Jake se detuvo un momento, mirándole con seriedad, pero con una sonrisa comprensiva.

— "Aidi, seguramente ya se enteró de todo esto. Está orgulloso de ti, sobre todo por tus logros de este año. Gran baterista." — respondió Jake, con un tono tranquilo.

Aiden sonrió con gratitud, su mirada suavizándose. Aunque James no estuviera allí físicamente, sabía que su amigo siempre lo apoyaría desde donde estuviera.

Pero...

Mientras tanto, en la otra parte de la piscina, Tom comenzaba a molestar a Ellie, quien se encontraba sentada, disfrutando de un descanso.

— "¡Admitelo, estás celosa!" — decía Tom con una sonrisa traviesa, acercándose a Ellie mientras la miraba con picardía.

Ellie lo miró con incredulidad, rodando los ojos y cruzando los brazos sobre su pecho.

— "¡Mentira!" — respondió ella, claramente molesta pero divertida al mismo tiempo.

Tom no dejaba de insistir, burlándose de Ellie por la evidente tensión que había causado el lanzamiento del video de "Die Whit a Smile", la colaboración de Tom y Gabby. Los fans habían notado la actitud celosa de Ellie en el lanzamiento del video, y aunque ella lo negaba, Tom disfrutaba hacerle recordar lo que había sucedido.

— "Vamos, Ellie, hasta los fans lo notaron. ¿Qué pasa, eh? ¿Te molesta ver a tu novia tan cerca de Tom?" — dijo Maciej. Mientras Gabby recién salía de la piscina, tomando una toalla.

Ellie, aún molesta pero riendo en su interior, simplemente le lanzó una mirada fulminante.

Luego de una hora, todos salieron de la piscina. Y cada uno, se encargo de ocupar un baño rápidamente.

Aiden caminaba hacia uno de los baños de mansión, con la toalla puesta sobre sus hombros. El agua aún caía de su cabello mojado, y el sol de la tarde brillaba sobre él, haciendo que su piel se calentara. En ese momento, escuchó una voz familiar que lo llamaba desde lejos.

— "¡Aiden, mi niño!" — la voz de James resonó en el aire, llena de cariño y energía.

Aiden se dio la vuelta, su corazón dio un vuelco al ver a James acercándose rápidamente hacia él. No pudo evitar sonreír de oreja a oreja, y sin pensarlo dos veces, corrió hacia él. James lo recibió con los brazos abiertos, abrazándolo fuertemente como si no lo hubiera visto en años, aunque solo había pasado un día desde su último encuentro.

— "¡Pensé que no vendrías!" — exclamó Aiden, aún con la emoción de verlo después de unos días de espera. La conexión entre ellos siempre se sentía tan intensa, como si nada pudiera separarlos.

James sonrió de manera cómplice, y con ternura le acarició el rostro mientras respondía:

— "Jamás me perdería ni un solo Año Nuevo a tu lado."

Con esas palabras, se inclinó hacia Aiden y le dio un beso suave, lleno de promesas y amor. Aiden cerró los ojos por un momento, disfrutando del calor de su beso y de la sensación de tenerlo allí, justo en frente de él. Todo a su alrededor parecía desvanecerse en ese instante.

—"Veo que entraron a la piscina. ¡Me lo perdí!"

—"No te preocupes, cielo. Seguro nos meteremos más tarde o mañana. Hoy fue increíble. No te perdiste de casi nada."

...

Pero cada historia tiene un final.

Y el año también se acaba, junto a esta historia.

Minutos antes de que llegara el año nuevo, todos se encontraban reunidos en el salón principal de la mansión. La música llenaba el aire, una mezcla perfecta de canciones antiguas y nuevas que hacía que cada uno se perdiera en sus pensamientos mientras se preparaban para la celebración. Las luces parpadeaban suavemente, programadas para apagarse a las 11:58, como si quisieran marcar el final de un ciclo.

Tess bajaba las escaleras con una taza de café en la mano. A pesar de estar a solo un par de minutos de que comenzara la fiesta de Año Nuevo, no parecía particularmente preocupada.

—"¿Todo listo?" —preguntó Edward, sentado en el sofá, revisando una revista sin prestarle mucha atención.

—"Casi. ¿Sabes dónde dejé las luces para la terraza?"

—"No soy tu asistente, Tess."

Ella lo fulminó con la mirada mientras dejaba la taza sobre la mesa y comenzaba a revisar las cajas apiladas junto a la ventana.

—"¿Por qué no estás ayudando? ¿No ibas a encargarte de la lista de canciones?"

—"Ya lo hice, anoche. Spoiler: incluye tres versiones diferentes de All I Want for Christmas Is You."

—"Dios mío, Edward. Es Año Nuevo, no Navidad."

—"Díselo a la playlist, no a mí."

—"Edward, ponte los zapatos. Vas a ayudarme con estas luces."

—"¿Yo? ¿Por qué?"

—"Porque soy tu madre adoptiva, y mando yo."

Edward se quejó, pero obedeció, mientras Tess se enfocaba en terminar la decoración. La noche prometía ser un cierre de año memorable.

Gabby y Ellie estaban cerca, pero no de manera alocada. En esos momentos, todo parecía detenerse para ellas, y las demás personas se desvanecían en el ruido de la fiesta. Ellas solo se miraban, como si el mundo a su alrededor no existiera. Los ojos de Gabby reflejaban la chispa que Ellie había aprendido a amar, la chispa que siempre la hacía sonreír. La ansiedad por lo que estaba por venir, el futuro incierto, la había desaparecido al ver esos ojos tan llenos de vida.

Ellie, que había estado concentrada en las luces que comenzaban a apagarse, de repente sintió la presión de la mano de Gabby. No podía evitarlo. En ese pequeño instante, sus corazones latían al mismo ritmo. Sin palabras, se entendían.

—"Último beso?" — Preguntó Gabby, su voz un susurro que sólo Ellie podía escuchar. La forma en que sus labios se curvaban en una pequeña sonrisa que solo las hacía aún más cercanas.

Ellie miró a Gabby y asintió suavemente.

—"Último beso." — dijo con la certeza de quien sabe que ese momento es tan perfecto como único.

Ambas se acercaron, sus labios se unieron de forma suave pero decidida, como si ese beso fuera a decir todo lo que no se habían dicho en palabras. Y allí, entre la multitud de celebraciones, entre las luces apagándose y la cuenta regresiva para el nuevo año, ellas estaban allí, inmortalizando ese instante en el que todo el tiempo parecía detenerse.

Nadie lo sabía, pero ese beso significaba mucho más que un adiós o una despedida. Era una promesa de que siempre estarían ahí, la una para la otra, sin importar lo que viniera. Su amor era una forma única de ser, algo que iría más allá de las expectativas del mundo, y aunque los años pasaran, ellas seguirían, inseparables.

Porque en ese momento, bajo el cielo iluminado por los fuegos artificiales y con el sonido de la cuenta regresiva retumbando en sus oídos, sabían que ese era el inicio de algo más. Siempre juntas, siempre unidas, siempre su forma favorita de amar.

Fin

﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋

Espero que este final sea el que merecen. Me encargue de ponerle música. Aunque ustedes también pueden escuchar la que quieran al momento de leer.

–Me gustaría decirles que tengo una nueva historia y más proyectos para un futuro sobre este y posiblemente, el otro elenco.

Nuevo fanfic: Bad Idea, Right?

Lo encuentran en mi perfil. Hasta ahora, solo tiene la sinopsis y los ships que contendrá (También tendrá TessAlly, se me olvidó mencionarlo en los personajes secundarios). Los primeros capítulos se subirán dentro de una o dos semanas si termino todas las ideas y trama que tengo pensado.

–AAAAAA, YA ACABO ESTE FANFIC. Que pena, más bien, que nostalgia. Comencé este fanfic en julio, y ahora, acaba en diciembre al igual que el año.

¿Que les parece hechar un vistazo en el elenco y su futuro?

Ellie: Junto a la banda, alcanzó un éxito internacional gracias a tres discos en cuatro años, consolidándose como bajista y cantante. Ahora vive con Gabby y comparte la custodia de Edward con Jake, Aiden y Tess, tras ganar el juicio. Siempre es desafiada por Maciej cada que va a casa de su suegra. Ellie es conocida por su humor y siempre andar presumiendo a su novia cada que puede.

Gabby: Tras seguir los consejos de Ellie, emprendió una exitosa carrera como cantante, aprovechando su influencia en redes sociales y su conexión con el mundo artístico gracias a su madre cantante de jazz retirada. Sus padres se divorciaron, y aunque evita a su padre, ha encontrado paz en su vida independiente. Gabby sigue siendo la inspiración y el amor eterno de Ellie.

Jake: Su habilidad para la cocina lo llevó a convertirse en una figura reconocida en eventos gastronómicos, pero nunca dejó la música. Como vocalista de la banda, su voz sigue encantando al público. Ahora está felizmente casado con Tom y es padre de Drew, un niño mudo que adoptaron juntos. Jake combina su pasión por la música con su amor por la familia, creando un equilibrio perfecto.

Tom: Tras abrirse camino en el mundo de la actuación junto a James, se convirtió en una estrella prometedora, desbancando a Riya. Su talento para la guitarra también lo hace colaborar ocasionalmente con la banda. Ahora disfruta de su vida familiar con Jake y Drew, demostrando que el amor y las donas son sus dos grandes pasiones.

Tess: Además de ser la segunda guitarrista de la banda, Tess persiguió su amor por el arte, convirtiéndose en una pintora reconocida. Vive con Ally en California, junto a su gato Lay. Desde aquel beso que cambió todo, su relación con Ally floreció y ambas son inseparables. Tess plasma su amor en cada cuadro que pinta, siendo Ally su musa principal.

Ally: Logró la independencia que siempre soñó gracias a su carrera como streamer. Con Tess, encontró estabilidad y felicidad en California, viviendo juntas y compartiendo su amor por los videojuegos y el humor. Ally combina su éxito profesional con su vida personal, demostrando que el esfuerzo da frutos.

Aiden: Aunque el matrimonio con James está en planes futuros, su relación es sólida. Viaja constantemente con la banda, pero siempre encuentra tiempo para intercambiar regalos y cartas con James, manteniendo viva la chispa. Los viajes por el mundo junto a James han sido experiencias inolvidables.

James: Además de triunfar como actor e influencer, lanzó su propio programa de televisión, el cual se ha convertido en un éxito rotundo. Es conocido por malcriar a Sofía, su sobrina, y ser el tío más divertido y querido. James es el ejemplo perfecto de carisma y creatividad.

Hunter: Cumplió su promesa y se convirtió en el manager de la banda, asegurando su éxito internacional. Está casado con Grett, ahora una destacada gimnasta, y disfruta de su vida tranquila y estable. Es conocido por su sentido del humor y su dedicación a las personas que ama.

Edward: A los 14 años, Edward es un adolescente maduro y brillante. Aspira a estudiar derecho, inspirado por su abuela Courtney. Aunque adora a todos sus padres, tiene un cariño especial por Tess y James. Su amistad con Maciej es fuerte, y ambos son conocidos por su inteligencia y carácter.

Heather: Después de todos los conflictos, Heather se mudó a Inglaterra para comenzar de nuevo. Aunque su orgullo le impide admitir arrepentimiento, lleva una vida estable y solitaria. Su carrera profesional es sólida, pero su pasado sigue siendo una sombra que la persigue.

–¿Que otras sorpresas traerá el próximo año? Los invito a leer mis fanfics, aunque sea un año más. Se los agradezco. Y también agradezco demasiado su apoyo durante estos meses, y sobre todo, como aguantaron todos esos capitulos de trama y trama antes del Gabellie.

(Hasta el Spotify Wrapped aprecio primero que el capítulo 22)

En fin, y muchas más sorpresas les daré. Solo necesito saber si seguirán leyendo cosas de este elenco.

Historias en mente:

AU criminal (season 3)
AU Hollywood (season 3)
AU Género opuesto (season 3)
AU Tinder (season 4)

Y entre otros de una sola parte.

Jamas quise que este momento llegara, pero acá estamos. Les agradezco una vez más por el apoyo, y por haber continuado a pesar de mis faltas ortográficas y... La manera en que escribía. Al inicio, jamás me esperé algo tan grande y pensaba en hacerlo por diversión. Lo que incluye posiblemente dejarlo en Hiatus. Pero gracias, ustedes me hicieron sacar el lado escritor de mi.

–¿Que les pareció la historia? ¿Que le gustaría ver en un futuro? ¿Que les gustó y que les desagrado? Etc. Preguntas básicas sobre mi fanfic, me interesa saber que les pareció.

–Admito que sobre este fanfic, hay muchas cosas que quiero decir, pero eso mejor lo resumo en:

1) Me arrepiento de haber alargado la trama, pude hacerlo más pequeño o hacer los ships con capitulos de diferencia. Por eso, sentí que en los últimos caps, parecía algo forzado.

2) La personalidad de los personajes no encaja mucho con el canon. Y tampoco lo detalle y desarrolle fuera del Gabellie. Por lo que prometo que trataré de mejorar el protagonismo en los otros ships más adelante.

3) ¿Tengo más cosas que decir que posiblemente no me haya acordado en el momento donde estoy escribiendo esto? Si.

Los quiero mucho, gracias por todo. Adiós, y feliz año nuevo.

Mati, fuera.

27 de diciembre, 2024. Matías (el gay amante de los GL).

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[ 21037 palabras ]

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