«No lo conoces hasta que cometes el delito. El señor te lo dijo, ahora dime.. ¿Por qué desobedecer sus órdenes?»

En tus orbes castaños logré ver lo que sucedió, otra vez está maldita sensación de querer irme dejándote atrás como solía ocurrir siempre que peleábamos, más no note cambio alguno en tu caminar.

Supuse que te habías ido, lástima, fui tan crédula que nunca note tu certera voz sacándome de casillas otra vez.

──Tenma, ya basta ──. Pedí entre pequeños gritos por lo cual no dudaste en echarte a correr.

Vaya situación, ¿No?

Nadie imaginaba que en aquel lugar, a altas horas de la noche comenzaban a aparecer dos sombras que se iban por cualquier lado, una corriendo y gritando que su amor era profeta de la guerra santa mientras que otra voz muy quebradiza pedía que parara, que por los dioses parara con esa maldita locura.

Tarde, nunca ocurrió.
A veces el amor se ve tan ameno por fuera, que al llegar al carozo nos encontramos que puede ser más peligroso de lo que creíamos. Venenoso, como diría mi abuela.

── Oh, ¿Pequeña, dónde estás? ── preguntó el joven de hebras castañas.

──Tenma, ¡Estás loco! ── Gritó para echarse a correr, pero fue tarde porque haber caído en el suelo representaba caer de aquel peñasco.

Él te salvo, se agradecida ──dirían algunos ── te puedo asegurar, no lo hagas mujer.

Mas nunca sabrás hasta donde fue capaz de llegar, tomó sus brazos, depósito besos en ellos, curaba tus heridas con el cosmo aunque comenzaste a protestar entre llantos pequeños tomo tu mentón..

──Quieres una opinión... ──sonrió el castaño. ── Te daré una.

──Tenma... ── retrocedió dos pasos chocando con la pared ──. Aléjate ── Ordenó.

──Ni aunque seas una diosa u otro ser, me alejaré ── Sonrió para tomar tus manos colocándolas encima de su cabeza. ── Serás mía.

Nadie nunca dijo que tan rápido se cumplió su palabra, porque solo anunció una acción involuntaria pero tan insensata que no te imaginarás si te cuento la historia del hombre que murió con una cadena en su cuello.

Dime entonces; he amado hasta llegar a la locura, para mí, es la única forma sensata de amar. ¿Por qué ella no me ama como yo la veo? ¿Acaso debo matar a aquel que merece su atención? Tal vez.

Los días pasaron como lluvia en verano, sus ojos se abrieron, deseaba no haberlo hecho, a lo mejor nunca debió haber hablado con él.

──¿Qué has hecho?

──Ya te lo dije, mataría y amaría por tu ser, nadie me apartará de tu lado.

──Esto, está mal...

──No me importa ── suspiró ── Además lo prometiste ── Sonrió felizmente cínico.

Cuéntame tú: la inteligencia tiene ciertas limitaciones. La locura, ninguna. A veces nunca viene mal poner límites, por más que sean ocultos, es bueno llevar las riendas de la situación.

──Tenma, Tenma... ── pidió mientras retrocedió aún más pero no alcanzó a hablar, porque así como callaron sus bocas, el corazón, y su mente todos se volvieron en su contra.

❝ El amor es como las máscaras, siempre habrá una con una sonrisa y otra sin ella. Pero, ¿Te animas a descubrir si en realidad es felicidad lo que siente? ❞

Buenas.

Quiero dejar cosas en claro algo:

𝟏. Nada de discriminación o peleas estúpidas. ESO DEL SHIPP Y QUE NADA. Esto es libre, si tienes algún problema ven y habla conmigo pero no hagas propensas discusiones de niña obsesionada. SON GRANDES YA, POR RESPETO. GRACIAS!

𝟐. La personalidad de los personajes se adapta a la palabra seleccionada. Si bien no son así, es muy probable que en algunos casos ocurra.

𝟑. SI VAN A DEJAR MALAS VIBRAS, PUES YO LES CUENTO QUE SE IRÁN AL TACHO DE BASURA 🗑️.