“El mundo no se acaba cuando se acaba el amor, pero sin ti ya no será el mismo mundo, y nunca será el mismo amor”.

𝐏𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐬𝐠𝐚𝐫𝐝, 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐦𝐩𝐥𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐫𝐮𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨. •|𝟎𝟕:𝟒𝟓 AM|•

──No, esto es mala idea Eros ── respondió su hermano mientras le observaba de mala manera.

──¡Ay, por favor!

──Deja de hacer problemas, Anti ── reprendió Hímero.

──¡Esto va en contra de mis principios! ── se quejó el contrario.

──¿De cuales principios hablas? ── preguntó Eros a su hermano mientras sacaba sus flechas.

──¡Ni lo pienses, Eros! ── le reprendió Anteros al ver las precisas pero claras intenciones del enano con alas, lanzar una flecha.

──Pero esta vez, es buena causa ── soltó de golpe el de rizos dorados.

──Siempre dices eso ── respondió Anteros, pero cuando pensó que acercarse sería buena idea el otro tropezó y una flecha salió volando en dirección hacia una persona en especial.

──¡Eros! ── las mechas oscuras del contrario iban cayendo al suelo, puesto que el dios del amor no correspondido estaba tirando con fuerza de estás mismas.

──Jeje, upsi ── se excusó el otro mientras se levantaba y juntaba todo, acomodó su capa quejándose del frío ── Solo espero que no haya llegado a algún soldado, mí intención no era flecharlos a ellos ── se llevó su mano a la nuca rascándose con una sonrisa nerviosa.

──Sea quien sea, deberemos retirar ese efecto ── reiteró Hímero al ver aquello con atención.

Anteros suspiró.

──Es oficial, necesito vacaciones ── respondió por lo bajo mientras se colocaba la capa y comenzaba a caminar.

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𝐏𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐬𝐠𝐚𝐫𝐝, 𝐈𝐠𝐧𝐨𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐟𝐥𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐬𝐞 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐛𝐚 𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐯𝐞𝐥𝐨𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 •| 𝟏𝟎:𝟎𝟎 AM|•

──¡Frodi! ── se quejó la joven mientras le seguía de a poco, sin embargo no fue lo suficientemente explícita para indicar que odiaba perder contra el God Warrior. No había opción, tener que ceder a sus propios encantos como la futura reencarnación de Freyja, la diosa del amor, no era algo que le gustaba usar en su favor aunque claro no era algo normal en su forma de ver.

──Ya te dije Luz, no ocurrirá ── repitió el de hebras añiles, aunque parecían más profundas de cerca ──Fue una apuesta justa, ahora quiero que me digas quien es el que te robó el corazón ── sentenció el.

──Te quiero como un hermano, pero no es que yo...── su boca se cerró, dio dos pasos rumbo al guerrero para tomar su rostro y unirlo en un beso gentil que a ojos del mismo fue su sorpresa por no esperar dichas cosas.

──Luz..── susurró el mismo mientras la abrazaba, sin embargo no entendía que le ocurría también.

¿Qué locura el amor, no?
Si tan sólo no fuera tanto alboroto...

──¡Eros! ── gritó Anteros mientras intentaba en no convulsionar por ver cómo su hermano había disipado una flecha más, y con decir disipado era porque el estaba a punto de cometer una maldita locura.

──En mí defensa, al menos ya no habrá problemas ── se quejó el contrario mientras caía al suelo por lo golpe de Hímero.

──Nos metiste en una grande, enano ── respondió serio el mismo.

──Creo que tú deberías preocuparte ── respondió Anteros.

──¿Por qué? ── cuestionó el anterior mencionado.

──Porque hay de tu elixir allí ── respondió Eros señalando a la flecha y luego a la pareja.

Los ojos de sus hermanos fueron la mejor pintura hecha en pocos minutos, uno estaba con ganas de mandar a patadas a su hermano dónde Ares mientras que el otro le haría el favor a Hades de enviárselo personalmente.

¿Qué casualidad, no?

Ambos lo deseaban matar, y alguien se cuestionó aquí el hecho de la historia que quedará para la memoria de todos.