⠀𝗽𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲. fast times


prólogo. 𖧧
june hawthorne's pov.

❛ sun's up too soon like daylight savings,
mixed emotions are congregating. ❜


DOY UN ÚLTIMO REPASO A LA HABITACIÓN CON LA MIRADA Y REVISO CADA MÍNIMO HUECO QUE HAYA PODIDO PASAR POR ALTO. Cuando estoy completamente segura de que no se me ha olvidado nada, cierro la pequeña maleta de mano y la dejo en la entrada, junto a las de mis compañeras.

⠀⠀El campamento de verano del que he formando parte estas semanas y que tan buenos recuerdos y experiencias me ha aportado, llega hoy a su fin, y con él, todo el proceso de recogida y limpieza de habitaciones, baños y espacios comunes para que los siguientes campistas encuentren las instalaciones tal y como nosotras lo hicimos.

⠀⠀Mi equipaje descansa ahora al lado del de las demás, listo para ser llevado de vuelta a casa; sin embargo, yo no.

⠀⠀Estas últimas semanas han sido de gran ayuda para mí. He conocido personas nuevas que me han enseñado a valorarme y he forjado amistades que sé no podré olvidar con facilidad. Han sido días llenos de risas, diversión y juegos; pero, sobre todo, alegría. Hacía tiempo que no me veía tan feliz y a gusto en un sitio, rodeada de personas que me aprecian y con quien no he tenido problema en mostrarme tal y como soy.

⠀⠀Por esto, el día de hoy se me está haciendo muy duro. He sido la última en hacer todo: levantarme, vestirme y recoger mis pertenencias. Pero lo cierto es que las despedidas nunca han sido lo mío, y esta no iba a ser menos.

⠀⠀A medida que se acercar más y más el momento de marcharme, voy notando esas punzadas en el pecho que son la nostalgia, y el sentimiento que esta provoca al saber que no vivirás este momento nunca más, tan solo como imágenes vívidas en tu cabeza que poco a poco se irán desvaneciendo hasta dejar un leve recuerdo en la memoria o un ocasional sueño en aquel campamento al que fuiste cuando eras adolescente.

⠀⠀Como no quiero llegar demasiado tarde a desayunar ─no llegar tarde ya no es una opción, creo que está escrito en mi ADN─, bajo corriendo las escaleras y llego al comedor cuando la mayoría de los campistas están sentados y algún que otro de pie, hablando animadamente.

⠀⠀Paro unos segundos en la puerta, hasta que localizo a mis amigas, quienes me han acompañado durante estas semanas. Están sentadas en una mesa a mi derecha, riendo. Las observo durante unos segundos, tratando de guardar este instante en mi memoria lo más preciso posible. Finalmente, avanzo unos pasos y me siento con ellas, al lado de Lydia, con quien compartía ─hasta hoy─ litera, y conecté desde el primer momento.

⠀⠀─Vaya, June llegando tarde, qué raro ─comenta Lyds, burlándose de mí.

⠀⠀Pongo los ojos en blanco y le doy un leve empujón, causando que casi caiga del banco.

⠀⠀Pasamos todo el desayuno rememorando anécdotas del campamento, entre risas y alguna lágrima, pero siempre de felicidad.

⠀⠀Es increíble cómo estas chicas en tan poco tiempo se han convertido en un refugio al que acudir ante cualquier problema, pero también ante cualquier victoria personal. Durante nuestra estancia aquí me han demostrado que puedo contar con ellas tanto para lo bueno como para lo malo.

⠀⠀Estamos recogiendo las mesas tras terminar todas de almorzar cuando capto a alguien observándome. Me giro y ahí está, Mason Thames.

⠀⠀Los recuerdos se agolpan en mi cabeza como olas que regresan a la orilla de una playa. Todas las miradas, gestos, sonrisas y roces de su mano contra la mía grabados en mi memoria a fuego.

⠀⠀Cuando se da cuenta de que ha logrado llamar mi atención, esboza una sonrisa, la curva de sus labios evocando en mi mente una noche bajo las estrellas.

⠀⠀Los campistas más despiertos estábamos reunidos en un círculo alrededor de una pequeña hoguera, aprovechando las brasas restantes para compartir un último momento juntos antes de irnos a dormir.

⠀⠀Los monitores se habían juntado en su asamblea diaria para retocar los detalles de las actividades que realizaríamos al día siguiente, advirtiéndonos que debíamos descansar y que cuando terminaran teníamos que estar ya en cama.

⠀⠀ Lyds se encontraba a mi lado, su cabeza reposando sobre mi hombro mientras ambas observábamos las llamas arder, el humo ascendiendo creando figuras en el aire.

⠀⠀El resto hacían lo mismo o hablaban en pequeños susurros, tratando de mantener el ambiente silencioso y perfecto.

⠀⠀Levanté la mirada, y él ya estaba observándome.

⠀⠀Se había colocado frente a mí, con su amigo James. En cuanto se sentó no pude parar de mirarlo, estaba muy guapo. Llevaba un chándal gris y una camiseta negra, el pelo algo alborotado moviéndose ligeramente a causa del leve viento nocturno.

⠀⠀Hacía días que habíamos hablado por primera vez. Las conversaciones fluían una detrás de otra, como si ningún tema pudiera librarse de ser comentado por nosotros.

⠀⠀Hablábamos de todo y de nada. Yo le contaba cómo era mi pueblo ─tan lejos del suyo, que estaba a kilómetros del campamento─, de mi familia y de la pintura; él me explicaba su pasión por el fútbol, cómo era su futuro soñado y lo mucho que echaba de menos a su perrita.

⠀⠀Pronto me di cuenta de que nuestra relación era diferente a las demás; y, sobre todo, de que mis sentimientos no eran de simple amistad, sino que empezaban a ir más allá.

⠀⠀Con el tiempo pude comprobar que esos sentimientos podían ser recíprocos, ya que las múltiples miradas y caricias no eran en vano, y así lo mostraban.

⠀⠀Sus ojos me decían que siguiera mi instinto. Por eso, después de que se marcharan todos y tras varias miradas silenciosas, me levanté.

⠀⠀Mason observaba cada movimiento mío con interés, atento a lo que hacía.

⠀⠀─¿Puedo sentarme? ─Pregunté cuando llegué a su lado, señalando el lugar que minutos antes había ocupado James.

⠀⠀─Sí, por supuesto ─dijo sonriendo, sin dejar de mirarme.

⠀⠀Nos quedamos unos minutos en silencio, admirando la luna y lo bonitas y visibles que estaban las estrellas.

⠀⠀Después de un tiempo, Mason se giró hacia , y yo hice lo mismo, nuestros rostros a apenas centímetros.

⠀⠀Estudié sus rasgos. Sus ojos, que tantas veces había mirado; la forma de su nariz; y, por último, sus labios. Él hacía lo mismo, nuestros alientos entremezclándose en el escaso espacio entre nosotros.

⠀⠀─Estás preciosa ─dijo él, colocándome un mechón rebelde detrás de la oreja delicadamente─. Eres preciosa.

⠀⠀Yo esbocé una sonrisa de oreja a oreja, algo avergonzada, sintiendo cómo mis mejillas se calentaban. Él se acercó un poco más a mí, inclinándose levemente. Miles de mariposas revoloteaban en mi estómago, mi respiración entrecortándose en mi garganta.

⠀⠀Los ojos de Mason me miraban con duda, preguntando silenciosamente si podía continuar, dar un paso más.

⠀⠀Atravesé el espacio que nos separaba y rompí el contacto visual, cerrando los ojos mientras nuestros labios se juntaban en un beso.

⠀Un roce suave al principio, antes de que su boca encajara contra la mía a la perfección, y abandonara toda duda.

⠀⠀El beso fue simple, pero lleno de sentimientos reprimidos, consiguiendo expresarlos por nosotros.

⠀⠀Tras unos segundos, apoyé mi frente en la suya, abriendo de nuevo los ojos. Nuestros alientos volvieron a mezclarse, esta vez más intensos y entrecortados, sus ojos mirándome con ternura.

⠀⠀Sonreí y le cogí la mano, levantándome y obligándole a hacer lo mismo. Una vez lejos de lo que quedaba de la hoguera, nos sentamos en la hierba ─que ya estaba algo húmeda debido al rocío de la noche─ boca arriba, observando las estrellas.

⠀⠀Nos quedamos allí varios minutos. Simplemente en silencio, mirando al cielo, con los dedos entrelazados, disfrutando del momento.

⠀⠀Nos vimos interrumpidos por los pasos de los monitores, audibles en ese momento ya que debían haber terminado su reunión, avanzando hacia nosotros.

⠀⠀Rápidamente, nos levantamos entre risas y susurros, tratando de no hacer ruido para no ser descubiertos.

⠀⠀Mason me acompañó hasta mi habitación. Ya en la puerta, me giré hacia él para despedirme, un tanto incómoda al no saber cómo manejar la situación ahora que ambos sabíamos los sentimientos que teníamos el uno por el otro.

⠀⠀El tiró suavemente de mi mano, acercándome a él y envolviéndome en sus brazos. Nos distanciamos lentamente, sin querer que terminara el momento que ─por lo menos yo─ guardaría en mi memoria para siempre.

⠀⠀Lo miré, sus ojos brillando ante mi atención. Me puse de puntillas para darle un último beso antes de marcharme, nuestras manos siendo lo último en separarse antes de que yo entrara en mi habitación, siendo sigilosa para no despertar a mis compañeras.

⠀⠀─¡JUNE! ─Escucho a mi lado, volviendo a la realidad, y a los ojos que continúan observándome, con ese brillo reconocible en ellos─. Tierra llamando a June Hawthorne por trigésimo cuarta vez.

⠀⠀Tras dirigir una sonrisa cómplice a Mason, me giro para encarar a Lyds, quién me mira con cara de pocos amigos.

⠀⠀─¿Qué?

⠀⠀─¿Cómo que "qué"? ─Responde, frustrada─. Te has quedado como media hora embobada mirando a Mason. Me parece muy bonito y trágico y tal, pero el tiempo vuela, y tenemos que recoger esto rápido si queremos pasar tiempo juntas antes de despedirnos.

⠀⠀─Dios, Lydia, ya pareces mi madre ─digo, poniendo los ojos en blanco y amontonando los platos que quedan en la mesa─. Si James pasa de ti, no es mi culpa. De hecho, te advertí que no me daba muy buena espina. Además, esto lo terminamos en cinco minutos, no te preocupes. Relájate.

⠀⠀─Vale, señorita Perfecta ─dice, siendo ella ahora la que no hace nada─. Te recuerdo que ese que no te da buena espina es el mejor amigo de tu novio, o lo que seáis. Y por cierto, no me gusta.

⠀⠀─Ya, ya, lo que tú digas ─respondo, pasando por su lado y dándole un pequeño beso en la mejilla─. Vamos, que ya acabé.

⠀⠀Ambas salimos del comedor, en el que ya no queda nadie, y nos dirigimos a las habitaciones para recoger las camas y despedirnos del lugar donde dormimos durante estas semanas.

EL TIEMPO PASA SIN QUE PODAMOS FRENARLO, así que en lo que se me hacen segundos y en realidad son horas, ya toca despedirme de las amigas que hice durante mi estancia en el campamento.

⠀⠀Las maletas se amontonan a la salida de las cabañas, al igual que los coches de familiares en el aparcamiento. Monitores y campistas caminan frenéticos de un lugar a otro, haciendo comprobaciones de último momento y despidiéndose de amigos y compañeros.

⠀⠀Mason y yo estamos sentados en una roca frente al lago, tratando de ignorar el momento que cada vez se acerca más rápido. Lyds se marchó hace poco junto a su madre, y prometimos mantener el contacto mediante carta si fuera necesario para no olvidarnos la una de la otra.

⠀⠀Nunca había tenido ningún problema en cuanto a conversación con Mason, pero ahora parece que las palabras no quieren salir. Miles de pensamientos se acumulan en mi cabeza, sin embargo, ninguno es capaz de salir. Siento la boca seca, y un nudo se ha formado en mi garganta.

⠀⠀Nunca he sido muy buena con las despedidas, mucho menos de personas a las que aprecio, y aunque pueda parecer una tontería, en tan poco tiempo, Mason se ha convertido en alguien muy importante para mí, por lo que me da miedo lo que esta despedida pueda significar.

⠀⠀Los minutos transcurren mientras nosotros seguimos en silencio, admirando el paisaje frente a nosotros.

⠀⠀─¡June! ─Me giro y veo a una de las monitoras haciéndome gestos para que vaya. Volteo la cabeza para mirar a Mason, quien ya se ha levantado, asimilando lo que sucede. 

⠀⠀Ambos nos encaminamos hacia la salida, donde veo a mi hermana y mi abuela hablando con la monitora que minutos antes me ha llamado.

⠀⠀─Bueno... ─Empiezo por fin, notando aún esa sensación de vértigo ante lo desconocido─. Supongo que no podemos alargarlo más, es hora de despedirse ─continuo, sintiendo como las lágrimas que he tratado de reprimir todo este tiempo comienzan a aflorar en mis ojos.

⠀⠀─Sí... ─Contesta, con la misma expresión triste y desolada en su cara─. Oye, June... Ya sabes que te aprecio mucho, y que estos días lo he pasado mejor de lo que podría haber imaginado, y eso en parte ha sido gracias a ti. Así que, bueno, quería darte las gracias por tanto ─suelta del tirón, como si hubiera repetido las palabras una y otra vez en su cabeza.caer 

⠀⠀─Mason ─digo, algo sorprendida y emocionada. No pensé que fuera a expresarse de esa forma, por lo que si antes no me salían las palabras, ahora no sé ni cómo reaccionar.

⠀⠀─Bueno, igual para ti no significó tanto, no pasa nada ─sigue, al ver que no pronuncio palabra alguna─. Pero quería que lo supieras. Además ─habla, cogiendo mi mano y sosteniendo la palma abierta hacia arriba, dejando en ella una pulsera de hilo trenzada y un papel doblado─, hice esta pulsera, para que te acuerdes de mí; y puse en ese papel mi dirección, para que podamos mantener el contacto y puedas escribirme cuando quieras.

⠀⠀─¡June! Vamos, cariño, que se va a hacer tarde y tengo que preparar la comida ─oigo que grita mi abuela.

⠀⠀Giro la cabeza levemente hacia ella, tratando de no romper el contacto visual con Mason y asiento.

⠀⠀─¡Y-Ya voy! ─Respondo, mi voz entrecortándose a la vez que las lágrimas empiezan a caer sin parar─. Lo haré, Mason, te lo prometo. Quiero que sepas que yo también me alegro de haberte conocido, y nunca te olvidaré, eso tenlo claro ─digo, acercándome para darle un abrazo, intentándo que no vea las lágrimas que inundan mi rostro, aunque sean perceptibles en mi voz.

⠀⠀El abrazo dura menos de lo que me gustaría, pero ambos tenemos que marcharnos, y este instante iba a llegar en algún momento, por lo que rápidamente me separo, le doy un beso fugaz en los labios y me voy, reprimiendo las lágrimas que aún se empeñan en salir.

⠀⠀Ha sido una despedida brusca, pero necesaria. No iba a permitir que más sentimientos se interpusieran entre nosotros si al final no iban a llegar a nada, así que decidí que terminara lo antes posible para dañarnos lo menos posible.

⠀⠀Al llegar junto a mi abuela, ya conseguí limpiar mis lágrimas y que no sean muy perceptibles, por eso le dedico un tierno adiós a los monitores y vamos al coche, donde está mi hermana y mi maleta, que ya guardaron antes.

⠀⠀Las despedidas pueden ser agridulces, pero estoy segura de que nos veremos de nuevo, y de no ser así, guardaré los recuerdos de este campamento en lo más profundo de mi corazón. De todas formas, hice una promesa, y si hay algo de lo que estoy segura, es de que la palabra nunca se debe romper.

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