O5
Wooyoung ahora, en vez de ir con una enorme sonrisa hacia la cafetería con ansias de llegar, iba con la cabeza baja, a paso lento, como queriendo retrasar lo que sabía que vendría de cualquier forma.
Dio un profundo suspiro antes de entrar al lugar una vez llegó.
Vio a San. Rápidamente después de eso, lágrimas amenazaban con escaparse de sus ojos.
Realmente no quería renunciar. Realmente no quería dejar de verlo. Estar con él se había vuelto no sólo algo que lo hacía pasar de maravilla. Se había vuelto una escapatoria de su realidad. De la horrible vida que había estado llevando hasta el momento. Comenzar a estar con él había sido como comenzar a vivir de verdad para Wooyoung. Y no era esa la vida que quería dejar atrás.
En contra de su voluntad, se acercó a la barra. San lo vio, e inmediatamente después mostró una enorme sonrisa acompañada de un brillo en sus ojos. Wooyoung sintió como si su corazón se hubiese encogido casi hasta el punto de desintegrarse.
—¡Wooyoung! —dijo alegremente antes de salir por la pequeña puerta de la barra para abrazar por unos segundos al menor—. ¿Por qué viniste hoy? ¿Porque sí o por algo en especial?
—... Uh... Yo... Debo hablar con el jefe...
—¿Qué? —frunció ligeramente el ceño—. ¿Por qué?...—Estuvo unos segundos pensando. Luego de eso, el brillo en sus ojos aumentó—. Oh, por favor dime que vendrás más días.
Y las lágrimas que Wooyoung mantenía bajo los suyos se hicieron más difíciles de retener.
—... Yo... No... No es por eso...
—Oh... Entonces ¿por qué?
Wooyoung no quería contarle a San que renunciaría, pero menos quería que se quedase preocupado cuando el mayor deje de verlo venir sin saber el porqué.
—... Yo...—Suspiró rápidamente—. Voy a renunciar...
San volvió a juntar un poco sus cejas. Al mismo tiempo ladeó ligeramente su cabeza.
—... Momento, ¿qué?
—... Debo hablar con el jefe—. Wooyoung comenzó a caminar rápidamente hacia la oficina del mencionado, pero no dio ni dos pasos antes de que San lo detuviera tomándolo de la muñeca.
—Espera... Pero... Tú... ¿Tú realmente quieres renunciar?
Wooyoung no dijo nada. Ni siquiera se sentía capaz de mirar a San a los ojos.
—... Wooyoung...
Seguía con la mirada baja, callado, con las lágrimas cada vez más propensas a salir.
—Wooyoung, mírame —. San tomó el mentón del menor y enderezó su cabeza, haciendo que lo quedara mirando fijamente—. ¿Quieres renunciar? —volvió a preguntarle.
Wooyoung seguía sin hablar. No quería decirle que no a San porque sabía que le insistiría en no renunciar, y no creía poder pasar por esa situación sin que al menos una de las lágrimas que había estado guardando se escapara. Se limitó a mirarlo.
—... No quieres...—dijo San luego de unos segundos después de estar analizado el rostro del menor, al mismo tiempo de bajar lentamente la mano con la que había enderezado la cabeza de Wooyoung—. ¿Por qué vas a renunciar si no quieres?
—... Debo hacerlo...
—¿Por qué?
—... Porque...—suspiró—. Mira, de verdad no tengo opción, tengo que hacer esto, ¿sí?...
Poco después de eso, fue rápidamente hacia la oficina de su jefe para evitar romper en llanto ahí mismo. Intentó controlarse para que su voz no saliera temblorosa al hablar con su jefe.
San no entendía nada. Y no sólo lo que acababa de pasar Seguía pensando en lo que pasó el día anterior. Se preguntaba que si ambas cosas pudiesen tener algún tipo de relación. No podía encontrar normal todo lo que estaba pasando, en especial por lo repentino que había sido.
Lo peor de todo para San no era el simple hecho de que Wooyoung renunciaría. San no tenía ninguna clase de tiempo libre en el que podría juntarse con él. El trabajo en la cafetería era la única forma de verlo. Y no quería dejar de hacer eso. Su situación era semejante a la de Wooyoung. Estar con él ya era genial para él, pero además de eso, al estar con él se le olvidaba su razón de estar trabajando en esa cafetería. En realidad, se le olvidaba cualquier otro problema. Con Wooyoung sentía como si nada estuviese mal Como si no tuviese nada de qué preocuparse. Como si no fuese a aparecer un problema jamás. Todo se sentía bien. No queria dejar de sentir todo eso, aunque fuese sólo por tres días a la semana. Pero no había nada que pudiera hacer.
Un rato después, San vio que Wooyoung ya había vuelto.
—Entonces... ¿Le dijiste? —le preguntó el mayor.
—... Sí...
—... ¿Y?
—... Ya no vendré...
San sólo suspiró después de escuchar eso, al mismo tiempo de desviar su mirada hacia abajo. Hubo unos segundos de silencio, hasta que San volvió a ver al menor, y poco después lo abrazó con fuerza. Wooyoung le devolvió el abrazo unos segundos después.
Ahora ambos estaban luchando para que ninguna lágrima se les escapara.
Estuvieron quizá un minuto abrazados. Luego de eso apareció otro silencio, pero Wooyoung lo rompió poco después de haber comenzado.
—Ya tengo que irme...
—... Espera.
San rápidamente sacó una servilleta que vio por ahí y buscó un lápiz. Al encontrarlo, anotó su número en el papel y se lo dio a Wooyoung.
—Toma... Usualmente no tengo mucho tiempo como para hablar, pero... A penas pueda lo haré...
—Está bien...
Después de eso, se dieron un último abrazo, más fuerte y duradero que el anterior. Ninguno sabía cuándo vería al otro, y ambos quisieron aprovechar ese abrazo lo más posible.
Luego se despidieron. Poco después Wooyoung salió de la cafetería, todavía aguantando las lágrimas, y se dirigió a su casa.
En medio del camino se dio cuenta de que no sabía lo que haría con el tema del dinero. Se supone que le daría lo que ganó a sus padres ese mismo día, pero Yunho era quien tenía ese dinero, y él ni siquiera estaba al tanto todavía de todo lo que pasó. Al darse cuenta de eso, Wooyoung paró en seco e intentó pensar en algo.
Luego de unos pocos minutos pensando, decidió decir que le pagarían el viernes, día en el que después del instituto haría lo posible para juntarse con Yunho para que le de el dinero.
Una vez con el plan, Wooyoung continuó caminando hasta llegar a su casa.
Les contó a sus padres que ya había renunciado, pero que le pagarían ese viernes, y por suerte le creyeron esa última parte. Poco después de decir eso, se fue hacia su habitación y encendió su celular para avisarle a Yunho por mensaje todo lo que había pasado. Unos minutos después de mandar los mensajes, le llegó una notificación de un mensaje de él.
Yunho ( /^ω^)/
Q u é
No mentira mentira
Para, es mentira
no sabes cuánto me encantaría que lo fuese
Pero alto, entonces
Ya renunciaste?
sí
y se supone que hoy le daría el dinero a mis padres, pero se me olvidó contarte de esto ayer
se me ocurrió decirles que me pagarían el viernes, entonces ese día nos juntaríamos en el parque para que me des el dinero
Momento momento
Pero de verdad les darás el dinero? No te dejaron quedarte con él?
no, ya los conoces
Pero hey
No saben cuánto dinero ganaste
Podríamos entregarles el dinero, pero no todo
Quizás la mitad
no lo sé
quizás si creen que es muy poco lleguen a sospechar
Bueno, no sé, un poco más de la mitad
Pero no todo
podría ser
pero qué haré con ese dinero? no es como que vaya a ganar más
Guardarlo
Quizás esté sin ser manipulado por un buen tiempo, pero algo es algo
supongo
Oh, oye
Se me ocurrió una idea
Podría guardarte parte de mi mesada
no, no es necesario
Según yo sí
Tú necesitas ese dinero mucho más que yo
De hecho te guardaría todo, nunca uso ese dinero, pero mis padres podrían darse cuenta cuando de la noche a la mañana mis ahorros desaparezcan
Sabes? Lo haré, te guardaré parte de mi mesada
Puedes negarte todo lo que quieras, pero hey, después de todo es mi dinero, yo decido lo que hago con eso, no?
oye
muchas gracias, de verdad
No es nada. Lo que sea para sacarte de esa casa pronto.
A Wooyoung se le escaparon algunas lágrimas, pero siguió guardando el resto. No era el momento todavía.
Siguió hablando con Yunho un poco más. Al terminar, guardó su teléfono en su bolsillo, y sintió algo ahí dentro. Un papel. Lo sacó y vio que era la servilleta en la que San había escrito su número.
Ese era. Ese era el momento.
A penas reconoció el papel, fue directo a su cama. Estaba boca abajo, con su rostro sobre una almohada. Soltó todo lo que se había aguantado hasta el momento, aunque intentando no hacer ruido.
──────── ✦ ────────
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top