Wooyoung caminaba con una sonrisa hacia la cafetería por volver a ver a San. La última y única vez que había estado con él había sido por unas pocas horas, pero las suficientes como para dejarlo con ansias de repetirlo.

     A penas llegó al lugar, dirigió su mirada hacia la barra, y su sonrisa se hizo aún más notoria al ver a San ahí. El mayor lo vio poco después, y una sonrisa apareció también en su rostro.
     Wooyoung se acercó a la barra y saludó a San. Él lo saludó de vuelta junto con un gran abrazo que dejó al menor quieto por unos segundos. Incluso estuvo a punto de no poder devolverle el abrazo. Hace mucho que no recibía uno. Ni si quiera recordaba dicha vez, al igual que no recordaba lo que se sentía. En ese momento lo sintió algo extraño. Pero a la vez se sintió bien. Muy bien. Hasta le dieron ganas de prolongar ese abrazo, pero cuando San comenzó a disolverlo, Wooyoung simplemente lo dejó ser.
     Poco después, comenzó a trabajar.

     Como era de esperarse, una vez ambos estaban trabajando, se hablaban cada vez que podían. Lo único que los hacía detenerse eran los momentos en los que debían atender a personas y cosas así. O, en el caso de ese día, el momento en el que San había ido al baño. Luego de esto, Wooyoung sólo continuó trabajando, de repente viendo si San volvía.
     En un momento, eso sí, vio hacia la entrada y notó un rostro familiar. Literalmente.

     —¿Yunho? —le dijo a su primo cuando este estaba más cerca de la barra.

     —¡Sorpresa! —sonrió alegremente al mismo tiempo de mostrar “manos de jazz”.

     —¿Qué haces aquí? —pregunto con una pequeña sonrisa.

     —Pues para visitarte. ¿Por qué más vendría?... Oh, ¿ese es San? —señaló al susodicho, quien acababa de regresar del baño. Al escuchar su nombre, se acercó.

     —¿Escuché mi nombre?

     Wooyoung se extrañó ante la ligera aceleración de su ritmo cardiaco. Pensó que quizás en ese momento San sabría que le había hablado de él a Yunho, y eso por alguna razón lo inquietó un poco.

     —Oh, entonces sí es, al parecer —dijo el mayor de todos—. Soy Yunho, por cierto. Wooyoung es mi primo —le aclaró a San al ver algo de confusión en su rostro—. Él me habló de ti.

     —Oh, ¿en serio? —San sonrió y habló con ternura mirando al menor, quien mostró una sonrisa nerviosa.

     —Uh... sí...

     Yunho se dio cuenta del estado de su primo, y, con una pequeña sonrisa, continuó hablando sobre el tema.

     —Sí, bastante. Me dijo que eras muy simpático, amable, y que le caíste muy bien, aún cuando no habían pasado tanto tiempo juntos... Oh, y que estaba muy emocionado de verte hoy.

     En ese preciso momento Wooyoung quiso irse directo al baño y quedarse ahí encerrado por unos minutos. Y también quiso golpear a su primo.

     —Oh —San exclamó, ahora su sonrisa siendo mayor—, ¡qué lindo! ¿Sabes? Le dije algo muy parecido a unos amigos sobre ti.

     —... Ah, ¿sí? —dijo Wooyoung, todavía con una sonrisa nerviosa.

     —Sip.

     Los tres continuaron hablando cuando Wooyoung y San no estaban atendiendo clientes. Poco a poco el nerviosismo de Wooyoung se fue yendo, pero tenía un ligero sentimiento de vergüenza. Y todavía uno de querer golpear a su primo.
     En un momento Yunho se fue de la cafetería, y Wooyoung y San quedaron hablando mientras trabajaban, igual que al inicio de su día.

     Cuando sus turnos se acabaron, tal como la vez anterior, fueron juntos hacia la salida luego de ordenar sus cosas. Se detuvieron afuera para despedirse.

     —Bueno, hasta el viernes, entonces —le dijo San a Wooyoung con una pequeña sonrisa.

     —Sí, hasta el viernes —respondió con el mismo gesto.

     San quedó mirando a Wooyoung por unos segundos, hasta que lo abrazó.
     Como la última vez que eso pasó, Wooyoung se sorprendió un poco y no se movió por unos segundos, pero menos que antes, lo que le permitió devolverle el abrazo al mayor poco después de recibirlo.

     —¡Adiós! —dijo San luego del abrazo. Wooyoung se despidió, y luego ambos se fueron por sus caminos.

     Wooyoung se fue con una sonrisa la mayor parte del camino. Cada vez el trabajo que tenía lo hacía más feliz, y estaba seguro de que esa felicidad aumentaría a medida que conociera más a San.

     No podía esperar a que fuese viernes.

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ayuda siento que hasta ahora está muy aburrido, lo siento 😔✊ pero ya se viene más interesante, de verdad :'')

-𝐬𝐚𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧𝐞-

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