‍‍‍‍‍     Wooyoung se encaminaba al trabajo que, a espaldas de sus padres, consiguió.
     Hace unas semanas había intentado convencer a sus padres de trabajar en una cafetería, pero, tal como se esperó, la respuesta fue negativa. Aún así, no se resignó e intento conseguir el trabajo. ¿Cómo conseguiría dinero para comprarse un departamento si no?

     Comenzaba a trabajar el mismo lunes de marzo en el que sus clases comenzaban, así podría usar la excusa que ideó para llegar más tarde a su casa. Según sus padres, Wooyoung se quedaría unas horas más en su instituto para estudiar, y así lo haría los miércoles y viernes también, los otros dos días de la semana en los que, en realidad, Wooyoung iba a trabajar.

     Al llegar y entrar a la cafetería, se quedó parado cerca de la entrada mirando su al rededor, sin saber bien cómo comenzar. Eso hasta que decidió acercarse a la barra.

     —¡Hola! —escuchó de repente, haciéndolo mirar hacia la persona que había hablado. Parecía ser alguien que trabajaba en el lugar—. ¿Necesitas algo?

     —Hola, um... Vengo por trabajo...

     —Oh, tú debes ser el nuevo aquí, entonces.

     —... Supongo...

     El chico soltó una pequeña risa antes de volver a hablar.

     —Bueno, me encargaron enseñarte todo, así que ven. —Dio unos pocos pasos hasta llegar a una pequeña puerta en la barra. Dejó a Wooyoung pasar, y luego cerró la puerta.

     —Oh, por cierto; me llamo San —le dijo con una pequeña sonrisa.

     —... Wooyoung.

     Luego de eso, San, como dijo, le comenzó a enseñar a Wooyoung todo lo que debía saber. Al acabar, le entregó la ropa que debía usar, y el menor se fue a cambiar antes de comenzar a trabajar.

     —Entonces, Wooyoung —dijo San en un momento, cuando cada uno se encontraba preparando un pedido—, ¿qué te trajo aquí?

     —...Yo... Quise probar algo nuevo —mintió. Era imposible que le pudiera contar su verdadera razón en ese momento, a penas sabiendo su nombre—... ¿Y tú?

     —Oh... Um... Me pasó lo mismo. —Miró a Wooyoung con una pequeña sonrisa por unos segundos antes de devolver su mirada al pedido que estaba a punto de terminar de preparar.

     Mientras ambos trabajaban, de repente hablaban un poco. Cada vez más, y cada vez con más confianza. Las conversaciones se hacían más fluidas y trataban sobre más cosas. Y todo eso pasó bastante rápido. No se les hizo difícil llegar a ese punto. Tampoco era como que se podían contar sus más profundos secretos, pero aún así su cercanía aumentaba con facilidad.
     El tiempo pronto se les comenzó a pasar rápido. De un momento a otro, el turno de ambos ya había acabado.
     Al acabar sus turnos a la misma hora, ambos fueron hacia la salida de la cafetería para despedirse.

     —¿Vienes mañana? —le preguntó San al menor mientras caminaban hacia la salida.

     —No, sólo los lunes, miércoles y viernes.

     —Oh...—San abrió la puerta y ambos salieron—. ¡Hasta el miércoles, entonces! —sonrió.

     —Hasta el miércoles —dijo Wooyoung, sonriéndole de vuelta.

     Luego de despedirse, ambos se fueron por sus caminos.

     Wooyoung iba bastante alegre durante su camino. Estaba muy feliz con su nuevo trabajo. No sólo porque el trabajo en sí le había gustado, sino que también por haber conocido a San. Sabía que lo había conocido recién ese día, pero aún así sentía que su cercanía con él aumentaría mucho luego de tan sólo unas semanas de estar trabajando ahí, y estaba muy emocionado por conocerlo más. Lo que conoció ese día de él le había agradado mucho. Ya quería que el miércoles llegara.

     Una vez en su casa, saludó a su madre, quien se encontraba en la cocina preparando la cena. No recibió respuesta, pero no le dio importancia y fue hacia su habitación.
     Al estar ahí, revisó su teléfono, y se dio cuenta de un mensaje de su primo, Yunho. La única persona que conoce todo lo que le ha pasado. Por eso, también, será la persona que guardará el dinero que ganará en la cafetería. Así no habrá probabilidades de que los padres de Wooyoung encuentren ese dinero, y, por lo tanto, descubran su trabajo.

Yunho ( /^ω^)/

Holaa :D

Oye oye, cómo te fue en la cafetería??

hOla ^^

me fue muy bien :0 mejor de lo que pensé :D

:00

Qué genial!

sip B)

también conocí a un chico que era muy simpático y amable, era genial •́  ‿ ,•̀

:O

Cómo se llama?

San

primero me dijo todo lo que tenía que saber, y después comencé a trabajar. de repente hablábamos un poco, y luego cada vez más

el tiempo se me pasó volando, ¿sabes? aunque lo malo de eso es que el tiempo que paso fuera de esta casa parece más corto de lo que es :'')

Ono

Pero hEy, al menos pasas un buen rato :D

sí :')

oh, oye, pregunta

Diga rey

cómo voy a darte el dinero cuando me paguen?

O h

No he pensado en eso  j a j a

Cuándo te pagan?

el último viernes de cada mes

Hmm

Noséjajaayuda

quizás, esos viernes, podríamos juntarnos en algún lugar justo después de mi turno

en un lugar cercano a la cafetería, así no gasto mucho tiempo en ir y no llego tanto tiempo más de lo normal a mi casa

WoAh

Todo un genio 😔👊

Pero hey

Qué lugar en el que nos podamos juntar está cerca de la cafetería? No conozco mucho x ahí

hay un parque cerca, creo

sí, hay un parque

     Justo después de enviar ese mensaje, Wooyoung escuchó a su madre avisando que la cena ya estaba lista. Luego de eso, le dijo a Yunho que debía irse antes de apagar su celular, dejarlo sobre su mesa de noche e irse a cenar.

- ✧ -

     Mientras San se dirigía hacia su próximo trabajo, pensaba con alegría en lo que había pasado en la cafetería; conocer a Wooyoung. Le cayó realmente muy bien, y eso que sólo había estado con él unas horas. Horas que se sintieron como sólo una, o quizás hasta minutos. Además de que le hizo el día en la cafetería más liviano, logrando hasta que San en un momento se olvidara por completo de su razón de estar trabajando ahí. Ni sus amigos habían logrado algo así cuando lo visitaban.
     Ahora lo que San más esperaba era la llegada del miércoles.

──────── ✦ ────────