San salió de su casa y se dirigía al instituto, tal como cada lunes. Pero ahora algo nervioso con otra cosa que tenía en su mente además de la última vez que se había visto en persona con Wooyoung, que a pesar de haber sido hace dos semanas, seguía con eso en mente. Aunque ahora era la otra cosa lo que predominaba. Lo peor era que ni siquiera dependía de él lo que podía pasar en relación a eso.

     Una vez llegó, saludó rápidamente a sus amigos antes de ir a su asiento para ordenar sus cosas, también apurado, ya que estuvo a pocos minutos de haber llegado tarde y le quedaban pocos minutos para estar listo para las clases.
     Terminó segundos antes de que sonara el timbre, y poco después, las clases comenzaron.

     Se le hizo bastante complicado concentrarse. En un momento se rindió y sólo anotaba en su cuaderno todas las cosas que pensaba serían importantes para estudiar todo eso en un mejor momento.

     Al acabar la primera hora de clases, salió del salón por el receso y fue con el resto. Como siempre, comenzaron a hablar de varias cosas, pero poco después de haber comenzado, los tres amigos de San comenzaron a darse cuenta de su estado al ver su expresión y notar que no hablaba mucho.

     —Oye, San —dijo Seonghwa—, ¿pasa algo?

     —Oh, no, sólo... Nada, no pasa nada...

     —... ¿Necesitas ayuda con algo? ¿Hablar de algo? —dijo Yeosang poco después.

     San estuvo unos segundos pensando en si decirles lo que pasaba, y terminó decidiendo que lo haría. No perdería nada si lo hacía.

     —... Bueno... Pasa que estoy algo nervioso porque... Hoy mi papá irá a una entrevista de trabajo, y... Tengo miedo de que no lo acepten... Después de la estafa quedó con una especie de mala reputación, y esta es la primera vez que logra que lo llamen a una entrevista... Además, si lo aceptaran, sería genial. Es un muy buen trabajo, y seguramente le pagarán lo suficiente como para que nuestra situación mejore pronto, y... Eso es todo, creo...

     —Vaya... Pero oye, si pudo conseguirse una entrevista, no creo que no pueda hacerlo de nuevo, en el caso de que no lo acepten.

     —Sí, supongo...

     —... Oye...—dijo Hongjoong, con expresión pensativa—. Esa empresa... ¿Sabes cómo se llama?

     —No me acuerdo bien... Creo que comenzaba con «k» o algo así.

     —¿KQ?

     —Eso, KQ... ¿La conoces?

     —Sí... Sí, mi papá trabaja ahí, es uno de los jefes.

     A San se le abrieron un poco los ojos de la sorpresa. Demoró unos pocos segundos en responder algo.

     —¿De verdad?

     —Sí... Creo que podría intentar hacer algo para que hayan más probabilidades de que lo acepten.

     —... ¿Hablas en serio?

     La sorpresa en la expresión de San lentamente se estaba yendo, dando lugar a una sonrisa que se hacía lentamente más amplia.

     —¡Claro! Podría hablarle un poco de lo que le pasó, así no se deja llevar por esa mala reputación de la que hablabas.

     —Oh, muchas gracias, en serio.

     —¡No es nada! Hoy mismo, a penas llegue a casa, le hablaré de eso. Te diré cómo me fue a penas le termine de hablar.

     —Está bien... Gracias de nuevo, me tranquilizaste mucho...

     —Lo que sea por ayudar —sonrió.

     Luego de eso, los cuatro continuaron hablando de otras cosas, esta vez con San significativamente más relajado.
     Un rato después, cuando acabó es tiempo libre, volvieron a las clases. San pudo prestarle más atención a esa y al resto de las clases del día. Eso sí, algo de nerviosismo le volvió poco después de llegar a la cafetería luego de las clases.
     Tenía muchas ganas de revisar su celular por si Hongjoong le había enviado algún mensaje, pero decidió esperar a su descanso. Espera que se le hizo terriblemente larga, pero al menos llegó el momento.
     Revisó su celular a penas pudo, y tampoco demoró en revisar el mensaje que tenía de Hongjoong, el que le había enviado hace un rato.

Hongjoong (*´ω｀*)

Oyeoye

Acabo de hablar con mi papá, le pregunté por el tuyo

Yyyy

Me dijo que estaba un poco dudoso, no me acuerdo exactamente por qué, no entendí mucho, pero supongo que estaba relacionado con la mala reputación que dijiste que tenía

Entonces le hablé un poco de lo de la estafa y todo eso, hice lo posible para que se le fuera esa otra idea de la cabeza

Y me dijo que lo pensaría más teniendo en cuenta eso :D

No sé tú, pero yo siento que todo esto acabará bien B)

     San no dejaba de leer una y otra vez los mensajes. Leyó cada uno unas veinte veces antes de ser capaz de responder.

A

hONGJOONG

gRACIAS, EN SERIO, ERES LO MEJOR

TE DEBO TODO ㅠㅠ

     Segundos después de mandar los mensajes, apagó su celular, se lo guardó, e intentó creer lo que estaba pasando. Se llevó una mano a su frente unos segundos, como si eso lo ayudase a procesar todo. Poco después, quitó su mano pasando sus dedos por su cabello, todavía sin estar totalmente convencido de lo que acababa de pasar.
     Él también tenía un buen presentimiento. Su esperanza nunca había estado tan alta. Aunque no quería que fuese tan así, por un lado. Siempre había una posibilidad de que las cosas no terminen siendo como él cree que serán. Por eso intentó bajar un poco sus expectativas, pero, a pesar de eso, seguía con ese buen presentimiento.

     Continuó su día con entusiasmo. Estaba algo acelerado, también. No podía esperar al resultado de la entrevista.

- ✧ -

     San nunca había sentido dos semanas tan largas. No había segundo en el que dejara de pensar en el resultado de la entrevista de su padre.
     Mientras más pasaban los días, más dudas tenía de qué podía pasar. Habían días en el que estaba más confiado en el que el resultado sería bueno, pero otros días dudaba de esa posibilidad. Intentaba tranquilizarse pensando que, después de todo, era una empresa grande. Era comprensible que se demoraran en dar el resultado. Probablemente habían varias personas que postularon a varios puestos, y esa debía ser la mayor razón de la demora. Pero pensar en eso no servía de mucho. Seguía con sus cambios de presentimientos y su nerviosismo.

     Nuevamente su lunes se hizo bastante largo. Lo único que quería hacer era llegar a su casa y dormir inmediatamente, así pasaba un poco más rápido el tiempo.

     Cuando estaba llegando a su casa luego de su último trabajo del día, le llamó la atención ver a lo lejos que algunas luces del primer piso estaban encendidas, siendo que normalmente no lo estaban. Incluso se asustó un poco. Pero de todas formas, debía ir, así que continuó su camino.
     Una vez frente a la puerta, la abrió cuidadosa y lentamente con sus llaves. Se sorprendió al ver a ambos de sus padres en la mesa del comedor, como esperándolo. Lo miraron cuando entró, ambos con una leve sonrisa.
     San cerró la puerta a sus espaldas mientras miraba a sus padres con confusión.

     —... ¿Por qué están despiertos ahora? —preguntó.

     —Te estábamos esperando para decirte algo —dijo su madre con su sonrisa un poco más amplia. La de su padre se hizo más notoria también.

     —¿Qué cosa?

     Ninguno respondió, sólo le sonreían, pensando que de esa forma entendería el mensaje. Y lo hizo pocos segundos después.

     No podía creerlo, en absoluto. No sabía qué decir. Sólo se quedó parado en la entrada, mirando a ambos de sus padres, con una notoria sorpresa. Hasta que finalmente pudo procesar todo.

     Esa noche sin duda sería inolvidable para San.
     Había llegado el momento. Todo sería distinto. Todo iba a cambiar, y pronto. Finalmente, luego de tanto tiempo esperando, todo estaba por mejorar.

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