15 - Que Hubiera Pasado si...

*• the secret is to let it flow
and just let it happen •*

—Hola chicos, ¿y Allison? —preguntó la hija de Mulán sentándose junto a Scott, Amber, Sebastian, Olivia, Miranda y Maddy. —No la veo desde hace un buen rato.

—Seguro y viene corriendo hacia acá. —opinó la rubia dándole un trago a su jugo de fresa.

—Oigan, Liam tampoco está... —habló la heredera viendo hacia la mesa donde estaban los cuatro descendientes. —¿Se imaginan que ambos estén en los baños?—su grupo de amigos abrieron los ojos como plato pero ella se mantenía con una sonrisa pícara.

—¡Maddy! —se quejaron ellos al unísono.

—Ally no es así. —la defendió la princesa del Bosque Encantado. —Además Emma tampoco está, seguro y ella y Liam están juntos y Allison debe estar por ahí hablando con él gato de Cheeshire. —se encogió de hombros restándole importancia, pues conocía a su amiga.

Mientras tanto, Evie y Miranda no dejaban de verse, si la princesa de Marmóreo no descubría a la peliazul viéndola, la hija de la Reina Malvada se daba cuenta de las miradas de la peli blanca hacia ella.

Por otra parte, Emma y Allison caminaban por el patio de la escuela mientras bebían un batido de moras azules. Al final se habían dado cuenta que podían ser lo mismo de antes y llevarse bien.

—Me gusta como se ven tus botines blancos con ese vestido. —alagó la pelirroja con una sonrisa. —Tienes buen estilo.

—Para estilos están Evie y tú, yo apenas y se combinar los colores. —soltó una pequeña risita contagiando a su prima.

Ambas seguían conversando mientras caminaban, el sol estaba en todo su esplendor dando un día hermoso y brillante, las dos subieron por unos escalones que había afuera, encontrándose con el hijo de Madre Gothel que tenía tres chicas a su alrededor. La rubia paró su paso viendo la escena, por lo que su acompañante la imitó.

La hija de Alicia no odiaba a nadie, jamás lo había hecho, pero en esos momentos, quería darle una abofeteada a las hijas de Jazmín, Peter Pan y Caperucita. No entendía ese sentimiento, tal vez eran... ¿celos?.

—Liam es encantador, pero un idiota también. —le dijo la hija de la Reina Roja a Allison, a lo que ella quitó su mirada del castaño que recién volteaba a verla.

Las dos volvieron a avanzar intentando dejar atrás al descendiente.

Tengo que irme chicas. —alcanzaron a escuchar al ojiverde. Emma le dió una media sonrisa a su prima para luego darle un leve empujoncito.

—Suerte, darling. —le guiñó un ojo alejándose de ella, por lo que los nervios de la princesa se pusieron al cien.

—¡No! ¡Emma! ¡Regresa! —le medio gritó a la pelirroja, pero ella ya se había adelantado a conversar con el hijo de Charlotte La Bouff.

—¿Huyendo de mi, princesa? —escuchó por detrás suyo, haciéndola quedar inmóvil. Liam sonrió poniéndose enfrente suyo.

—¿Qué? No, yo solo... estaba... esperando a Emma. —simuló acomodar su coronilla hecha por Miranda en la mañana.

—¿De verdad? Porque yo la veo muy entretenida con Christian. —rió levemente dando media vuelta para ver detrás suyo.

—No importa, tengo que irme, mis amigos me esperan. —negó pasando por el lado del villano, pero este la jaló del brazo regresándola a él.

—Espera, espera, ¿Hice algo mal? —preguntó intentado ocultar la preocupación en su voz.

—No, para nada. Es solo que... —balbuceó sin saber qué decir muy bien. —No sabía que tenías muchas amigas. —Liam soltó una carcajada al escuchar a la joven.

—¿Te refieres a Ruby, Neveah y Jackie? —ella asintió levemente sin entender por qué la sonrisa de el muchacho. —No son mis amigas, solo conversaba con ellas. Para amigas están Evie, Emma, y Mal un poco.

—¿Un poco? —preguntó intrigada por la pelimorada.

—Si, no importa. Ven... —la tomó de la mano empezando a caminar hacia el comedor. —Te llevaré con tus amigos, y yo iré con los míos, chica maravilla.

—¿Chica maravilla? —dudó extrañada por el apodo.

—Si, eres maravillosa y además vienes del País de las Maravillas. —río un poco pasando rápidamente por entre algunos alumnos, sin soltar el agarre de mano con la ojiazul.

—Eres pésimo poniendo apodos. —río ella haciendo reír al más alto también.

Ambos entraron al comedor aún tomados de las manos. Tal vez aquella acción no llamó la atención de algunos príncipes y princesas, pero si de los cinco descendientes, el grupo de amigos de Allison, y el grupo de amigos de Ben, el cual consistía en Chad, Audrey, Jane, Lonnie, Christian, David y Tiara, estos dos últimos hijos de la princesa Tiana.

—Bien, yo iré con mis amigos, y tú con los tuyos. —le dijo poniéndose frente a ella, a lo que la rubia tuvo que levantar la vista para mirarlo. —Te veo más tarde, dulzura. —le sonrió guiñándole un ojo, no sin antes dejar un beso en su mejilla.

Aquél acto dejó a la princesa como una tonta literalmente, tocó la zona donde el villano había puesto sus labios y sonrió. Luego recordó que estaba en el comedor, y tenía que ir con sus amigos, por lo que apresuró su paso llegando a la mesa y tomando asiento entre Sebastian y Amber.

—¿¡Qué fue eso!? —preguntó Maddy emocionada, entregándole a su amiga la bandeja con comida que le había llevado.

—¿Qué fue qué...? —le respondió ella tomando el tenedor para comer fruta.

—No lo niegues niña, te vimos, ¡Con el hijo de Madre Gothel! —expresó la peli blanca asombrada.

—¿Y...? A veces salgo con él, es algo normal. —se encogió de hombros llevando a su boca un trozo de sandía.

—Si "normal" para ti es que te de un beso en la mejilla y te tome de la mano siendo nada, no sé qué será "algo" en un futuro. —se burló un poco el príncipe de African Jungle.

—Ja-Ja qué gracioso. —rodó los ojos la hija de Alicia. —Me lo encontré afuera y charlamos un rato, nada más.

Por otra parte, la mesa de amigos del heredero, no parlaban de chismear sobre lo que acaban ver.

—No lo supero, por Dios. —Audrey tocó su pecho fingiendo indignación. —Una princesa, con un villano, qué maravilla, ¿no? —dijo sarcástica.

—A mi me gusta como se ven, y creo que hacen una pareja bastante linda. —sonrió la hija de Tiana y Naveen.

—Además, estamos en el siglo veintiuno y Auradon, todo es posible aquí. —se encogió de hombros Lonnie, quien se había cambiado de mesa recientemente.

Ben se quedó viendo un punto fijo sin saber muy bien qué hacer, él había decidido seguir con el juego de Mal, y no se arrepentía mucho de eso, pues había descubierto que aunque la peli morada era un poco enojona, era linda y amigable, además tenía un buen corazón, de eso estaba seguro, también pensaba que la hija de Maléfica solo quería sentirse amada, y por eso hizo aquél hechizo de amor.

Luego, se preguntaba ¿qué hubiera pasado si los seis descendientes no hubieran llegado al reino? ¿Habría tenido su final feliz con la princesa del País de las Maravillas? ¿Ella le correspondería su amor? ¿Serían felices? ¿Hubiera todo aquello afectado su amistad? Miles de preguntas pasaban por su cabeza, pero tampoco se mantenía triste, si su amiga era feliz con Liam Gothel, él era feliz también.

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