05 - Corrientes Eléctricas

*•no one shines brighter
than a noble heart•'

Todos ingresaron a la preparatoria tras lo dicho por el príncipe, a excepción de el hijo de Cruella de Vil, que se quedó viendo la estatua para después correr tras sus compañeros.

—Oigan, ¿Tienen mucha magia aquí en Auradon? —preguntó la pelimorada. —Ósea, varitas y eso...

—Si, existe. Por supuesto —respondió Ben—Pero actualmente no se usa.

—La mayoría de nosotros somos...
sencillos mortales. —agregó Allison.

—¡Uh! Nada más son reyes y reinas. —añadió Mal.

—¡Es cierto! —intervino Audrey. — Nuestra sangre real se remota a siglos.

Tomó el brazo de Ben y lo pasó por sus hombros, este se mostró un poco incómodo. Su vista fue a las escaleras donde vió que uno de sus amigos bajaba.

—¡Doug! —le habló separándose de su novia. — ¡Doug, ven aquí! —el muchacho de lentes se acercó al príncipe.

—Él es Doug. —presentó al chico. — Les ayudará con sus horarios y también les mostrará dónde van a dormir. —Ben volvió con su novia, amiga y hermana. —Los veremos luego, ¿okey? —miró a los seis descendientes.

—Y si hay algo que necesiten, pueden pedirnos... —intentó decir Maddy, pero la hija de Aurora se interpuso.

—¡Traer a Doug! —Mal y Audrey rieron sarcásticamente de nuevo.

Los mellizos soltaron una risa nerviosa mientas que Allison rodó los ojos. Odiaba que Audrey se metiera en algo que claramente ella no haría.

Los cuatro se retiraron dejando a los descendientes con Doug. La rubia, por último, le dió una última mirada al oji verde, el cual ya la estaba viendo marcharse.

—Hola chicos, soy hijo de Dopey. —se presentó Doug. —¿Recuerdan? Dopey, Doc, Bashful, Happy, Grumpy, Sleepy y... —el chico se detuvo ante la mirada coqueta de la peli azul en el —Heigh-ho.

—Evie. —dijo una de las chicas. —Hija de la Reina Malvada.

El chico de lentes sacudió su cabeza.
—Okey, respecto a sus clases yo... puse algunos requisitos. —habló nervioso —Historia de leñadores y piratas, la seguridad en Internet y... —aclaró su garganta. —Bondad correctiva inicial.

—Adivinaré. —dijo la hija de Maléfica que ahora se encontraba detrás del chico. —¿Nueva clase? —el hijo de Dopey asintió.
—Rápido. —ordenó a sus compañeros. —el dormitorio espera.

Los seis chicos empezaron a subir las escaleras de la derecha, como si conocieran el lugar o supieran dónde se quedarían. Doug no notó eso hasta que la peli-azul salió de su campo de visión.

—¡Ah! ¡Si! Sus dormitorios están allá. —informó viendo el lado oeste, los seis villanos bajaron de las escaleras y subieron a las otras donde él señalaba. —Doc, Bashful, Happy, Grumpy, Sleepy y... —murmuró tratando de recordar quien le faltaba.

—Sneezy. —respondió Carlos en su oído, provocando una risa en el chico con gafas.

{...}

Emma, Mal e Evie llegaron a su habitación. Esta era de color rosa, con demasiada decoración femenina, pensaba la pelimorada.

—Este dormitorio es muy... —empezó a decir la peliazul pero Mal la interrumpió.

—Asqueroso.

—¡Tienes razón! Es muy asqueroso. — se corrigió Evie, la cual pensaba lo contrario.

—Necesitaremos filtro solar. —añadió la pelirroja acomodando unos mechones en su cabello, Mal asintió.

—¡Evie! —señaló la ventana la pelimorada por lo que la peli azul captó el mensaje rápidamente.

Las tres chicas se acercaron a las ventanas cerrando las cortinas, haciendo que su habitación quedara más oscura.

—Uff... —jadeó Mal. —Así está mucho mejor.

—Entonces... —comenzó la hija de la Reina Malvada. —¿Cuál es el plan?. —ambas chicas pusieron su atención en la hija de Maléfica.

—Hablaremos de eso en la noche, en el cuarto de los chicos. —respondió la pelimorada mientras miraba algunas decoraciones en la habitación.—Entre más rápido pongamos en marcha un plan, más rápido nos apoderaremos del mundo.

La peli azul y la pelirroja compartieron una mirada, porque aún siendo hijas de los villanos más crueles, no compartían el mismo sentimiento de "apoderarse del mundo". Aunque esta última si quería vengarse de Alicia y su patética hija, quería quitarles el País de Las Maravillas, para que ella y su madre lo gobernaran.

{...}

La brillante luna ya se veía por la noche en el reino de Auradon, después de haber conocido a los chicos de la Isla; Allison tuvo que regresar a clases y al entrenamiento que tenía de porristas. Por fin pudo deshacerse de su vestido, corona y tacones, después de su largo día, pensaba tener una pijamada con Amber y Olivia, dos de sus amigas. Por lo que solo quedaba esperar a que estas llegaran a su habitación.

Luego pensó en los seis descendientes que habían llegado a la Isla, todos se veían lo suficientemente agradables, incluso Emma, por una parte la entendía, pero por otra, no. Luego estaba Liam, la rubia no dejaba de pensar en hijo de Madre Gothel, en sus ojos, y las corrientes eléctricas que sintió al tomar su mano.

{...}

—Tengo miedo. —reconoció la rubia mientras movía sus manos nerviosa, Allison cerró su casillero para observarla, pero antes de articular palabra, Scott apareció detrás de esta.

—¿Por qué tienes miedo? —preguntó dándole un pequeño abrazo a la hija de Alicia, la cual le respondió con una encantadora sonrisa.

Scott, príncipe de Atlántida, era hijo de Ariel y Eric. Un chico de tez blanca, alto, y de ojos azules, bromista y la persona más romántica que ambas amigas podían conocer. Simplemente encantador.

—Ayer llegaron los chicos de la Isla. —recordó la hija de Rapunzel.

—Cierto, ¿cómo les fue con eso? —preguntó el príncipe.

—Pues, todos se ven amigables. Incluso Emma. —reconoció Allison cruzándose de brazos.

—¿Esa no es...? —comenzó el castaño pero la hija de Alicia lo interrumpió.

—La hija de la Reina de Corazones, si.
—Scott abrió su boca sorprendido.

—¿Ben y Maddy no te lo dijeron? —interrogó recargándose en el casillero de su amiga.

—Pidió que fuera sorpresa, ¿puedes creerlo? —negó la chica Ryder dándose la vuelta para empezar a caminar por el pasillo con sus dos amigos detrás.

—Me gustan las sorpresas. —remarcó acomodando mejor su mochila. —Aunque estoy algo molesta con Maddy y Ben. Sé que yo pedí que no me dijeran, pero traer a la hija de la enemiga de tu madre no es algo que hagan tus mejores amigos.

—¡Oye! —exclamaron sus dos acompañantes.

—¿Qué? Oigan, ustedes también son mis mejores amigos, Olivia y Sebastian, igual. —el oji verde frunció el ceño. —No tengo favorito.

—Espera, espera, espera, alto ahí. Claro que lo tienes. —los tres se detuvieron para observar al más alto. Luego la rubia comprendió y asintió, Allison los veía extrañada.

—Scott tiene razón, tu preferido es Ben.
—confirmó su amiga.

—Y hablando del Rey de Roma. —los tres dirigieron su mirada al príncipe de Auradon que platicaba con Audrey y Chad a unos cuantos metros de distancia de ellos. El hijo de Belle y Bestia dirigió su vista a su amiga sonriéndole mientras agitaba su mano, pero Allison evitó eso.

—Por cierto, oí que ayer se activó la alarma de seguridad en el Museo de Historia Cultural. —mencionó Amber.

—Si, también escuché eso, —agregó Scott.—¿que sucedió?

—Le dijeron al Rey que fue un desperfecto en el circuito de prueba. —respondió ella.— Pero no sé, algo no cuadra.

—¿Eso quiere decir que investigáremos, no? —sonrió la rubia.

—Así es. —antes de que Allison dijera algo más, el timbre sonó.— Dejemos esto para después, Amber y yo iremos con las porristas, y tú debes ir a entrenar Tourney. Vamos.

—Me pregunto que estarán haciendo los chicos de la Isla. —divagó el castaño.

—Y que lo digas.

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