⠀𝟬𝟲. ❛ GOING INSANE ❜
006. ╱ ᝰ⠀⠀ ❝ volviéndose loca. ❞
ANGELINE ERA DEMASIADO CONSCIENTE DE LOS JUEGOS QUE A SU PEQUEÑA FAMILIA LE GUSTABA JUGAR CON ELLA. Intentaban hacerla sentir que era la irracional, que estaba mimada y loca y que era una especie de... bebé llorón.
⠀⠀A veces realmente funcionaba, y esa era la parte que Angeline más despreciaba.
⠀⠀Tenía las mejillas rojas y en carne viva de tanto sollozar y los nudillos un poco ensangrentados de tanto golpear la puerta de su habitación. La habían encerrado como a un animal enjaulado o a un niño travieso.
⠀⠀En menos de dos semanas, Angeline sería una adulta legal y sin duda la seguirían tratando igual. Sin embargo, en cuanto llegó el verano y se graduó con todo lo necesario, se fue.
⠀⠀Angeline soñaba con un futuro mejor, mucho más sencillo que éste. Con suerte, tendría un marido o una esposa que la tratara como ella los trataba a ellos, y tal vez un par de hijos si alguna vez superaba su fase de "todos los bebés son asquerosos".
⠀⠀Antes de eso, Angeline quería conseguir la carrera de sus sueños. Cambiaría su apellido por el de su madre y cortaría todos los lazos con su padre y su hermano. Entonces viajaría por el mundo, sin necesidad de que un guardia de seguridad le respirara en la nuca porque sería normal.
⠀⠀Angeline mantendría a Ciara cerca, tal vez viajarían juntas por el mundo.
CIARA
escabúllete
ven a mi casa, podemos fumar
puedes ducharte después
⠀⠀Angeline sonrió alegremente ante la idea, frotándose bajo los ojos doloridos mientras lo consideraba. Escaparse era casi imposible con tres tipos de seguridad las 24 horas del día, sobre todo después de que acabara de agredir al jefe y ya tuviera bastantes problemas.
ANGEL
no sé cómo salir
papá no está MUY contento
bajo arresto domiciliario :/
⠀⠀Ciara respondió menos de un minuto después, para alegría de Angeline. Le sorprendió que nadie hubiera venido a quitarle el teléfono todavía.
CIARA
deberías haberles dicho que puse
le hierba en tu bolso, angel
ANGEL
puedes compensarme prestándome
ese bolso de edición limitada de
chanel
CIARA
es un trato, nena
⠀⠀Las dos adolescentes se enviaron mensajes de texto durante horas, y Angeline se olvidó rápidamente del hecho de que estaba cautiva en su propia habitación. El sol ya se había puesto y ahora estaba vestida con un enorme jersey y unos pantalones cortos de algodón, con The Inbetweeners sonando en su televisión de fondo.
⠀⠀Una rápida llamada a la puerta de su habitación hizo que Angeline frunciera las cejas. Dejó el teléfono en el suelo.
⠀⠀—¿Qué? —Ella llamó—. Por si no lo sabes, me has encerrado. No puedo dejarte entrar.
⠀⠀—Soy yo.
⠀⠀Angeline frunció el ceño al oír la voz de su hermano. Sintió que sus puños se cerraban de nuevo, y que la ira se apoderaba de ella. El simple hecho de que él existiera la estresaba y la llevaba a sus límites.
⠀⠀—Déjame en paz, Elliot —su tono sombrío sorprendió al rubio sucio de fuera, que esperaba algún tipo de respuesta ingeniosa como respuesta.
⠀⠀—Papá está fuera —dijo su hermano mayor—. Se llevó a Renolds con él. Nunca terminaste tu cena.
⠀⠀Oyó que la puerta se abría de su lado y se incorporó, viendo cómo él la empujaba para abrirla. Sus ojos ardían de odio cuando él entró en la habitación, dejando la cena fría en el borde de su cama.
⠀⠀Angeline no era estúpida, ni mucho menos. Sabía lo que Elliot estaba haciendo. Probablemente se sentía un poco culpable, pero sólo porque esta vez su padre la había herido físicamente. Si aceptaba su ayuda ahora, la próxima vez que la fastidiara, porque sin duda lo haría, sabía que sería mucho más difícil tomar represalias.
⠀⠀—Ni siquiera me gusta esa mierda —refunfuñó Angeline.
⠀⠀Elliot la miró fijamente.
⠀⠀—Estoy tratando de ser amable, Angeline.
⠀⠀—Ja. Tal vez podrías haber intentado eso hace años. Antes de que te convirtieras en el clon de papá y ayudaras a alejar a mamá.
⠀⠀—¿Quieres dejar de hacer eso de una vez? —Elliot se pasó una mano por el pelo perfectamente engominado, parte del cual caía hacia delante delante de su cara—. Si echas tanto de menos a mamá, vete a vivir con ella, joder.
⠀⠀Angeline se negaba a dejarles ganar así. Mudarse haría que todos los años de dolor que había soportado no valieran nada, y luego dejaría a su hermano y a su padre sonriendo como los sádicos imbéciles que realmente eran. Se quedaba, si no porque amaba California, simplemente para cabrear a su destrozada familia.
⠀⠀Se encontró bajando de la cama para colocarse frente a él. Su hermano medía alrededor de un metro setenta, todavía unos veinte centímetros más alto que ella, pero Angeline nunca se echaría atrás.
⠀⠀—Intentas hacerme sentir que soy una ilusa —murmuró Angeline, clavando el dedo en su duro pecho—. Pero tú eres el iluso, Elliot. Un día despertarás y te darás cuenta de que papá te ha estado manipulando todo este tiempo. No te odio... de hecho, me das mucha pena.
⠀⠀El pecho de Elliot se agitaba, su mandíbula se apretaba mientras sus labios se frotaban. Tenía los puños apretados a los lados, pero Angeline no tenía que preocuparse de que la tocara. Elliot era irracional y a menudo se encontraba haciendo agujeros en las paredes, pero nunca a su hermana.
⠀⠀—¿Está todo bien aquí? —La áspera voz de Mitch llegó desde la puerta de Angeline.
⠀⠀Ambos hermanos giraron la cabeza para mirarle. El rostro de Mitch era frío como una piedra, los ojos color avellana no leían nada que pudieran detectar y estaba vestido con su uniforme habitual de camiseta negra y vaqueros, el walkie talkie colocado en la cintura.
⠀⠀—Sí —contestó Elliot con brusquedad, hinchando el pecho mientras se alejaba de la adolescente—. Cierra la puerta de Angeline detrás de ti, Rapp.
⠀⠀Se alejó, dejando a Angeline mirando fijamente al guardia de seguridad que tenía delante. Sus ojos se ablandaron mientras tragaba, desplegando los brazos sobre su pecho. No podía evitar sentirse más tranquila cuando Mitch estaba cerca.
⠀⠀En realidad, no había hecho nada para enfadarla como los demás en la casa, pero la desconfianza siempre estaría ahí, estaba segura. Aunque se hubiera burlado de su hermano aquella vez y no la hubiera regañado por su uso inapropiado del lenguaje.
⠀⠀—Ya has oído a Elliot —dijo Angeline en voz baja—. Cierra la puerta detrás de ti.
⠀⠀Mitch no dijo nada, pero dio un paso adelante, hacia su dormitorio, y cerró la puerta tras él. La morena estaba ligeramente confundida, sus cejas se fruncieron cuando él se acercó un poco más.
⠀⠀—¿Siempre hacen eso? —Preguntó, con voz áspera y apenas por encima de un murmullo.
⠀⠀—¿Hacer qué?
⠀⠀—Arrojarte como una especie de muñeco de trapo. Gritarte. Encerrarte en tu habitación. Ridiculizarte —enumeró Mitch sin rodeos.
⠀⠀Angeline permaneció en silencio durante unos instantes antes de asentir un poco.
⠀⠀—Sí —susurró—. Son unos capullos. Me voy de aquí en cuanto acaben las clases.
⠀⠀—Bien —dijo Mitch entre dientes—. Y tal vez quieras limpiarte los nudillos. Podrían infectarse.
⠀⠀Angeline se miró las manos ligeramente rotas que parecían pertenecer a algún tipo de criminal. Las largas uñas cuidadas al final la hacían sentir más como una especie de mujer fatal que como una adolescente que luchaba por controlar su ira.
⠀⠀Cuando levantó la vista, Mitch ya había salido por la puerta y la había cerrado tras de sí, dejando a Angeline más confundida que antes.
⠀⠀La quería lejos de esta casa.
EL PRIMER DÍA DE SU SUSPENSIÓN FUE ABURRIDO. Angeline había terminado la mayor parte de su trabajo escolar al mediodía y luego se dio una larga ducha caliente, haciendo toda su rutina simplemente porque estaba aburrida. Sólo estaban ella y Mitch en la casa, ya que todos los demás tenían asuntos de negocios que atender, llevándose la otra seguridad.
⠀⠀Habían desayunado juntos en la isla después de que todo el mundo hubiera salido, sin intercambiar muchas palabras más que los planes que cada uno tenía para ese día. Mientras lo observaba en su día a día, revisando cosas y aceptando muchas entregas, Angeline lo veía cada vez más como un tipo que se había visto envuelto en la mierda de su padre.
⠀⠀—Angeline —oyó que Mitch la llamaba desde el fondo de la escalera, lo que la hizo moverse de la cama—. Una chica llamada Ciara está en la puerta.
⠀⠀—Déjala entrar —dijo Angeline, conteniendo una sonrisa emocionada.
⠀⠀Había echado mucho de menos a Ciara, aunque sólo hubiera pasado un día y hubieran estado enviando mensajes de texto la noche anterior. La morena, sinceramente, sólo quería a alguien en su rincón, y sentía que Ciara era esa persona. La única persona.
⠀⠀Angeline oyó unos pasos subiendo las escaleras un par de minutos después y fue a saludar a Ciara. Saltaron a los brazos de la otra, y Angeline apretó a la chica de pelo rosa con más fuerza que de costumbre.
⠀⠀—La escuela es tan aburrida sin ti —insistió mientras se sentaban encima de la cama de Angeline un poco más tarde—. Paige y yo hemos estado sentadas solas, se deshizo totalmente de Grace, por cierto. Pero Grace está saliendo con Levi ahora, sólo pensé que deberías saberlo.
⠀⠀—Oh —murmuró Angeline—. Al menos aún os tengo a ti y a Paige.
⠀⠀—Ya está buscando nuevas reclutas —resopló Ciara, y las dos se rieron entre sí—. Cuatro parecen tener más clase que tres, aparentemente.
⠀⠀—Bueno, por supuesto.
⠀⠀Sentarse y bromear con Ciara se sentía bien. Era refrescante sentarse junto a ella, las dos hablando durante horas de nada y de lo que fuera. Ciara la hizo volver a la tierra como una especie de ancla, era una luz al final del túnel que le aseguraba que ella no era la loca, que al final, Angeline se libraría de toda la mierda.
⠀⠀—¿Sabes lo que he traído? —Ciara rebuscó en el bolsillo interior de su enorme chaqueta vaquera y sacó un porro.
⠀⠀Angeline se burló, sacudiendo la cabeza.
⠀⠀—No puedes estar sin esa mierda más de cuarenta y ocho horas, ¿eh?
⠀⠀—Hay peores drogas a las que ser adicto —la chica de pelo rosa le devolvió una sonrisa con dientes—. Entonces... ¿sí o no?
⠀⠀—Tenemos que ir a la piscina y fumar antes de que mi padre llegue a casa —tarareó Angeline, poniéndose de pie—. ¿Quieres que te preste un bikini?
⠀⠀—Claro.
⠀⠀Angeline acabó eligiendo un bikini rosa que hacía juego con el pelo de chicle de Ciara, y para ella misma eligió uno azul bebé que rara vez se ponía. Estaba bastante segura de que tenía trajes de baño de todos los colores del arco iris y más.
⠀⠀Mitch seguía siendo la única otra persona en casa y estaba en la oficina de seguridad, así que no tenían nada de qué preocuparse cuando se trataba de que alguien los descubriera. La hierba podía ser legal en su estado, pero cualquier droga recreativa estaba prohibida en la casa de los Lewis, una norma establecida por el propio Daniel Lewis.
⠀⠀Angeline y Ciara se sentaron en el borde de la piscina, colgando las piernas dentro mientras la chica de pelo rosa encendía el canuto entre sus labios y daba una larga calada. Angeline ya se sentía mucho más relajada que antes mientras permanecían sentadas, escuchando la música que sonaba en los altavoces exteriores.
⠀⠀—Te voy a echar de menos cuando empiece la universidad —suspiró Ciara, acercándose para apoyar la cabeza en el hombro de Angeline.
⠀⠀La morena volvió a apoyar su cabeza en la de Ciara.
⠀⠀—Yo también te voy a echar de menos, cariño. Pero nos encontraremos en cada descanso que tengamos. Navidad en la tuya, ¿sí?
⠀⠀Ciara sonrió, recordando lo que habían hablado desde que empezaron a solicitar las universidades hace un año. Angeline no quería volver a pisar esta mansión una vez que la dejara oficialmente.
⠀⠀—Me siento como si todavía tuviera quince años o algo así... —Angeline susurró—. No me siento como si fuera a tener dieciocho años pronto.
⠀⠀—Yo también —aceptó Ciara—. No quiero crecer. Nunca.
⠀⠀—Entonces no crezcamos —sugirió Angeline sin ninguna idea en mente.
⠀⠀En su lugar, se deslizó lentamente en el agua bajo ella. No estaba tan fría, el sol la había calentado todo el día. Ahora estaba bajando, el cielo de arriba casi coincidía con el pelo de Ciara. Angeline nadó hacia atrás, mojándose el pelo y sumergiendo todo su cuerpo bajo el agua.
⠀⠀Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que Ciara la había seguido, la chica de ojos oscuros casi encima de ella. Angeline soltó una risita y nadó hacia arriba hasta situarse en el fondo de la piscina, enlazando las manos con su mejor amiga.
⠀⠀—Deberíamos ir juntas al baile de graduación —propuso Ciara.
⠀⠀—De acuerdo —asintió Angeline—. Odio literalmente a todos los demás en esa escuela.
⠀⠀—Yo también —suspiró—. Incluso a Paige a veces.
⠀⠀Permanecieron a flote una al lado de la otra durante un rato, los ojos de Angeline se cerraron. Oyó las suaves risas de su mejor amiga y luego sintió que un par de manos la rodeaban por detrás. Angeline sonrió con los ojos cerrados, sintiendo como Ciara empezaba a nadar, arrastrándola con ella.
⠀⠀La rodilla de Ciara rozó de repente demasiado alto, chocando con la espalda de Angeline. No fue demasiado fuerte, pero pilló la parte tierna en la que su padre la había empujado la noche anterior, haciéndola dar un respingo y apartarse.
⠀⠀Ciara frunció el ceño preocupada.
⠀⠀—¿Estás bien?
⠀⠀—Sí, sí —mintió Angeline, su cuerpo se relajó cuando el dolor desapareció después de unos segundos—. Dolores de la regla.
⠀⠀—Uf, te entiendo.
CIARA SE MARCHÓ POCO DESPUÉS, justo antes de que el señor Lewis regresara a casa con Elliot y el resto de la seguridad. Angeline se sintió decepcionada cuando la tranquilidad de la casa se vio perturbada, pero de todos modos se quedó en su flotador rosa, flotando suavemente en la piscina. El sol casi se había ido, dejándola temblando ligeramente en su bikini azul.
⠀⠀—Está oscureciendo, Angeline —la voz del señor Lewis llegó desde las puertas de la cocina, haciendo que ella inclinara la cabeza y lo mirara.
⠀⠀Iba vestido con su habitual traje de negocios, con las gafas puestas en la nariz y el maletín aún en la mano. Mitch revoloteaba detrás de él, lo que hizo que Angeline frunciera un poco los labios por curiosidad... ¿la estaba vigilando?
⠀⠀—Puedo encender las luces del jardín —contestó Angeline, esta vez sin ningún tipo de tono.
⠀⠀El señor Lewis parecía sorprendido por lo derrotada que sonaba, como si esperara una pelea o una reacción dramática de la adolescente. Angeline se había dado cuenta de que él siempre esperaba lo peor de ella; nunca era demasiado difícil de decepcionar.
⠀⠀—Quería disculparme —dijo su padre, dejando su maletín en el patio y acercándose a la piscina—. Nunca debí haberte arrojado con tanta dureza como lo hice. Es que... parece que nunca escuchas.
⠀⠀Angeline apartó la cabeza de él para que no pudiera ver las lágrimas calientes que ardían en sus ojos. Ella deseaba que su disculpa fuera sincera, pero él hacía esto cada vez que tenía un arrebato de violencia. Tanto si ella aceptaba las disculpas como si no, sólo sería cuestión de tiempo que él sintiera la necesidad de repetir sus acciones.
⠀⠀—Ya —murmuró Angeline, con la voz ligeramente entrecortada mientras seguía sin mirarle: no le daría la satisfacción de ver lágrimas en sus ojos—. De acuerdo.
⠀⠀Al hombre de negocios no pareció molestarle demasiado que ella no aceptara realmente sus disculpas, ni intentara hablar con él. Soltó un suspiro exagerado y se agachó para recoger su maletín, comenzando a dirigirse de nuevo al interior. Angeline inclinó la cabeza para observarlo, sintiendo que una lágrima caía por su mejilla.
⠀⠀—Pajero de maletín —casi resopló en voz alta ante su coincidente referencia a Inbetweeners, sintiendo que sus ojos se secaban y que una sonrisa se dibujaba en su rostro. Soltó un suspiro de felicidad ahora que estaba sola, echando la cabeza hacia atrás en el flotador y relajando su cuerpo.
⠀⠀Pronto. Pronto estaría fuera de este lugar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top