❥ 25. liam dunbar, lydia martin y stiles stilinski


capítulo veinticinco: liam, lydia y sltiles
ojos color solcalle 13

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𝕸𝖎𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆𝖘 𝖊𝖑 𝖘𝖔𝖑 𝖘𝖊 𝖕𝖔𝖓𝖎́𝖆 sobre Beacon Hills, tiñendo el cielo de tonos cálidos y anaranjados, seis jóvenes se encontraban cuidando la casa de Derek Hale, quien hace dos días se había ido de viaje con su novia por su tercer aniversario.

Así fue como Eva Hale, la hermana menor de Derek, Lili Hale, la hermana menor de Eva y Derek, Lydia Martin, Erin Norris, Stiles Stilinski y Liam Dunbar, se comprometieron a cuidar la casa del hombre lobo en lo que estaba ausente. Aunque, ciertamente, en ese grupo de seis solo dos eran responsables. No hace falta decir nombres.

Eva, con su voz juguetona y reconocible labia, hablaba por celular con una chica que había conocido en una fiesta y con la que se había liado, simple razón para que Lydia le dedicara miradas molestas con una pizca de celos. Se mordía el labio, intentando convencerse de que solo eran celos de amiga.

Pero no lo eran.

Ella lo sabía, pero era incapaz de admitirlo en voz alta. Se sentía extraña, fuera de lugar, Eva se había declarado abiertamente lesbiana hace mucho tiempo, pero ella no, ¿cómo iba a explicarse a si misma que sentía cosas por su amiga, habiendo perdido a su último novio el año pasado?

Habían ciertos indicadores que le hacían pensar que sus sentimientos no eran algo nuevo, como la vez que se besaron en una fiesta, pero estaban borrachas, y ninguna de las dos mencionó algo de eso.

―Eva, ¿puedo preguntarte algo? ―preguntó en cuanto la castaña finalizó la llamada. Ambas estaban sentadas en una banca colgante en el portal de la casa de Derek, y cuando Eva volteó a mirarla, el corazón de Lydia se detuvo al notar su cercanía.

―Claro, dime ―le sonrió.

―¿Alguna vez has sentido que tus emociones te llevan por caminos extraños?

Eva negó, ―Creo que no lo he experimentado, excepto por la vez que acepté un trío con Erica y Isaac, eso sí que fue extraño.

La chica Martin hizo una mueca de sorpresa, ¿en qué momento había sucedido eso y por qué acababa de enterarse?

―Definitivamente no me refería a eso

―¿A qué te referías entonces?

―Creo que no hay una forma sutil de decirlo, pero... Cuando estamos juntas siento que hay algo más, algo especial ¿me explico? ―por un momento miró los labios de su amiga y se preguntó cómo se sentiría besarlos estando sobria.

Lydia, no.

―Eso es porque somos las mejores amigas, tontita. Todos saben que tenemos una conexión irrompible desde pequeñas ―respondió Eva con obviedad.

―Sí pero, me refiero a algo que va más allá de una amistad.

Eva parecía confundida, cosa que asustó a la pelirroja.

―Lydia linda, ¿sabes que si tienes alguna incomodidad con nuestra amistad, puedes decirme? ―la miró fijamente a los ojos, ―eres como mi hermana, y no soportaría perderte.

La pelirroja frunció el ceño.

¿Realmente no captó ninguna de las indirectas?. 

En vista de que ninguna de sus sugerencias estaban funcionando, debía ir directo al grano, ser más específica.

―Me gustas, ¿ahora sí? ―confesó casi desesperada, ―cuando estoy contigo me late más rápido el corazón, y preferí atribuirlo a problemas cardíacos, pero no puedo hacerlo más.

―Oh Lyd, realmente eres muy especial para mí, pero no me gustaría que tengas una relación conmigo sabiendo el estilo de vida que llevo.

―Eres de puras liadas, lo sé. Pero, esperaba que tal vez esto fuera mutuo.

―Eres una chica preciosa, y te lo digo de verdad, sé que podrías tener a cualquiera pero aún así me escoges por encima de cualquiera. No puedo darte ilusiones.

Lydia sonrió con resignación y un poco de tristeza, ―quizá solo estoy confundida después de tantas relaciones fallidas.

―¿Amigas?

―Claro, amigas ―asintió ―ahora debes presentarme a alguien, necesito un getaway car.

Eva rió ante el comentario y negó por el cambio tan drástico de emociones en tan poquito tiempo.

Por otro lado, Stiles y Erin se encontraban en un rincón apartado de la casa Hale, lejos de las miradas curiosas de los demás. Una mezcla de risas y susurros llenaba el aire mientras compartían momentos cómplices.

―Espero que la belleza no sea pecado, para que no tengas que ir al infierno ―comentó Erin con una sonrisa coqueta mientras miraba a Stiles con intensidad.

―De todas formas nos iremos juntos ―repuso el lunarejo, sonriendo de la misma forma, ―tus piropos son interesantes.

―Tengo más.

Stiles se acomodó en el sillón y dijo: ―te escucho.

―Quisiera ser photoshop pata tocarte y re-tocarte.

El muchacho rió.

―¿Ese te lo enseñó Eva? ―preguntó divertido, pues sonaba como algo que ella le diría a sus conquistas.

―Puede ser ―se encogió de hombros.

―¿Estás tratando de enamorarme con piropos, Erin? ―volvió a preguntar.

Erin se acercó aún más, con una chispa juguetona en los ojos, ―Oh, Stiles, ya estás enamorado, solo necesitas aceptarlo. Después de todo, ¿quién se resistiría a los encantos de este brujo?

―Estás decidido, ¿verdad?

―Siempre vale la pena intentarlo ―le guiñó un ojo, ―además, es divertido ver cómo te sonrojas.

La noche continuó con risas y complicidad entre los muchachos, mientras los piropos descarados de Erin añadían un toque de ligereza y diversión al ambiente.

―Ahora hablando en serio, hay algo en ti que me vuelve loco.

El brujo sonrió de lado, ―pensé que nunca lo dirías.

La proximidad entre ellos aumentaba, y en el silencio compartido, sus labios estaban a punto de unirse en un beso apasionado cuando la puerta se abrió de golpe y Lili, la hermana pequeña de Derek y Eva, irrumpió en la escena. 

―Chicos, ¿han visto a Liam? No lo encuentro por ninguna parte.

Stiles y Erin se separaron abruptamente, sus rostros colorados por la interrupción.

―Nop, no hemos visto a Liam. Tal vez está afuera ―dijo Stiles, tratando de recuperar la compostura. 

―Lo buscaré afuera. Pero si lo ven, díganle que lo estoy buscando, ¿vale?

Stiles y Erin asintieron, tratando de ocultar su sorpresa y decepción. Lili salió rápidamente, cerrando la puerta detrás de ella.

Erin suspiró, ―parece que el destino está decidido a jugarnos bromas hoy.

Stiles sonrió, aunque un poco resignado, ―sí, parece que sí. Pero quizás es una señal de que hay momentos adecuados para todo. No te preocupes, encontraremos nuestro momento.

La penumbra del bosque envolvía a Liam mientras caminaba sin rumbo, sumido en sus pensamientos. Lili, preocupada, finalmente lo encontró entre los árboles, pero la expresión en su rostro le indicaba que algo no iba bien.

―¿Qué haces aquí, estás bien? ―preguntó con cautela.

―No es asunto tuyo, mejor vete y déjame solo ―contestó con frialdad, cosa que le sorprendió mucho a la muchacha, pues él nunca le había hablado de esa forma.

―Liam, te conozco bien. Puedes contarme lo que sea, yo estoy aquí para ti ―insistió.

―¿Acaso eres sorda, Hale? no te quiero aquí, vete.

Mentiría si dijera que eso no le dolió, porque realmente sintió como le estrujaban el corazón sin piedad. No podía evitar preguntarse qué le ocurría, él no era así, al menos no con ella. 

Pero si creía que podía trapear el piso con ella, estaba muy equivocado. Lili era, orgullosamente, la hermana menor de un par de licántropos engreídos y narcisistas, y si la situación lo ameritaba, ella lo era también.

―Bien, jódete. Y de paso, vete a comer mierda, a ver si así te compones un poquito.

Molesta, intentó dar media vuelta para irse, pero en su lugar, tropezó con la gran raíz de un árbol. Cerró los ojos esperando que su trasero estampara con el suelo, pero el golpe nunca llegó, pues Liam la atrapó a tiempo, quedando sus rostros peligrosamente cerca.

―Seguro que hubieses preferido que te salvara Edward, ¿no es así? ―espetó antes de soltarla.

Lili se sintió confundida, ¿qué tenía que ver su compañero de laboratorio en todo esto?

―¿Edward?, ¿de qué hablas?

―No me trates de estúpido, Liliané, escuché a Edward decir que estás enamoradísima de él, y que iba a invitarte a salir este fin de semana.

―¡Mentira! ―protestó ―mis conversaciones con ese tipo se limitan a recordarle los nombres de los objetos del laboratorio.

―Claro, porque esas son las conversaciones que tiene todo el mundo ―rodó los ojos.

―¿Y qué si estoy enamorada de él? ―espetó, claro que no estaba enamorada de Edward, pero quería probar su punto. ―Tú y yo somos amigos, ¿lo olvidas? me lo dejaste claro cuando te fuiste con Hayden.

―Eso es punto y a parte, lo sabes.

―No, no lo es. Y por si no lo entendiste la primera vez; no me gusta Edward.

El rubio abrió la boca para responder, pero Lili se adelantó.

―¿Sabes qué es lo peor?, que ni siquiera me lo preguntaste. Me condenaste así sin más, jamás en mi vida esperé que fueras a hablarme de esa forma, y todo por un imbécil con quien solo comparto una clase.

Liam bajó la mirada, sintiéndose un imbécil, ―lo lamento, sé que no debí tratarte así, estaba herido.

―Herido o no, no es excusa para tratarme mal, a mí o a cualquiera. Necesitamos hablar de esto ―se cruzó de brazos.

―Yo solo... Solo quiero saber qué está pasando realmente.

Lili suspiró, ―lo que pasa es que estabas tan distraído en otras cosas, que no notaste que para mí no hay otro chico más que tú.

En ese momento, entre el tumulto emocional, Liam y Lili quedaron cerca. 

―Me duele pensar que podría haberte perdido ―admitió.

―La próxima vez que me hagas algo así, voy a agarrarte de trapeador ―sonrió.

―Sé que no es el mejor momento para decirlo pero, ¿quieres ser mi novia? ―preguntó inocentemente.

La chica rió con suavidad y asintió, ―ya era hora.

Lili le tomó la mano, y la tensión entre ellos se disipó gradualmente, sus labios se encontraron en un beso tierno pero apasionado. En el bosque, entre sombras y hojas susurrantes, Liam y Lili compartieron un momento íntimo, aclarando malentendidos y fortaleciendo los lazos de su conexión.





― kala's note:

One shot dedicado a 

Mil disculpas por haber tardado TANTO en hacer tu pedido, realmente no estaba segura de si lo querías por separado o todo junto, pero espero que te guste. 

Otra vez, me disculpo y bueno, espero que haya valido la pena tanta espera.

Eso sería todo por esta noche. Cuídense y tomen agüita, se les quiere <3

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