❥ 16. derek hale (young)


capítulo dieciséis: derek hale (joven)
million dollar manlana del rey

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𝕵𝖚𝖑𝖎𝖊𝖙𝖆 𝕾𝖙𝖎𝖑𝖎𝖓𝖘𝖐𝖎 𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑𝖒𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖍𝖆𝖇𝖎́𝖆 𝖉𝖊𝖈𝖎𝖉𝖎𝖉𝖔 𝖛𝖔𝖑𝖛𝖊𝖗 a su hogar después de haber estado viviendo en Forks por algunos meses, y aunque admitía sentirse mejor en el pueblito lluvioso de Washintong, no podía quejarse. Bella Swan estaba causando muchos estragos en la familia Cullen, y Emmett, su ex novio, decidió romper con ella "por su bien".

Lo único que Jules necesitaba en ese momento, era volver a ver a su mejor amiga Verónica Argent y que ella le diera un fuerte abrazo, pero sabía que eso no iba a ser posible.

La rubia bajó del taxi que la dejó frente a la comisaría, y entró en el lugar caminando con seguridad y estilo despampanante. Julieta siempre fue amante de llamar la atención de los demás y le encantaba causar reacciones fuertes en las personas. Pero bajo su actitud fría y despiadada, escondía a una chica sensible que temía ser lastimada, aunque muchos la consideraran la oveja negra de la familia Stilinski.

―¿Interrumpo algo importante? ―Preguntó Jules, asomando la cabeza por la puerta de la oficina de su tío.

El sheriff sonrió al ver a su sobrina ―Juli, me alegra que hayas vuelto.

Inmediatamente, Stiles corrió a abrazar a su prima, ambos solían ser muy unidos desde chiquitos, pero cuando murieron las hermanas Argent y ella no estuvo en la pelea, Jule sintió que no tenía nada que hacer en Beacon Hills.

Al principo, Verónica y Julieta se limitaban a hablarse en reuniones de la manada, pero con el tiempo se volvieron buenas amigas, y aunque nunca tuvo algo como la amistar que Vero y Lydia tenían, le bastaba saber que tenía a alguien con quien contar.

―¿Cómo has estado? Te extrañamos mucho ―Dijo Stiles, inspeccionando a su prima detalladamente.

―Yo también te extrañé, idiota ―Julieta le despeinó el cabello, ganándose un quejido por parte del contrario. La chica Stilinski miró hacia donde estaba Scott, y a su lado notó a un guapo chico moreno con aspecto juvenil y coqueto ―¿Nuevo en la manada?

Derek joven le dedicó un guiño a la rubia, lo que causó que esta se sorprendiera.

―De hecho... ―Stiles miró a Scott y este asintió ―Es Derek.

―¿Es una broma... Cierto? ―Preguntó incrédula.

―No, no lo es ―Habló Scott.

―¿Y qué fue lo que le hicieron?― Volvió a preguntar, pero no dejó que los chicos le respondieran ―No me digan, no me digan. Le hicieron brujería.

―No, Kate lo secuestró y lo convirtió en un adolescente hermoso para que pudiera volver a confiar en ella ―Explicó el primo de la rubia, haciendo muecas y ademanes con las manos.

―Esto es demasiado, creo que debí quedarme en Forks... Aún no es tarde para regresar.

―¿Neófitos, una humana rodeada de vampiros y una posible guerra entre inmortales? No querida prima, estas mejor aquí.

―Sí, puede ser.

―Regresemos al tema en cuestión ―Dijo Noah, llamando la atención de su sobrina y su hijo ―¿Cómo piensan hacer que vuelva a ser Derek adulto?

―Honestamente, Derek joven me parece perfecto ―Comentó Julieta, causando que los demás (sin contar a Derek) le dedicaran miradas serias ―¿Qué? Yo solo digo lo que pienso.

―Que barbaridad ―Stiles rió y negó lentamente.

―Soy una trihíbrida convertida por Kate ¿Qué esperabas? ―Preguntó la rubia, denotando sarcasmo. Algo muy común en los Stilinski.

―Stiles, quiero que seas honesto conmigo ―Noah se recostó en su escritorio para ver mejor a su hijo ―¿Estuviste viajando en el tiempo?

―Espera ¿Qué?

―Porque si los viajes en el tiempo son reales, no puedo más con todo esto, renuncio, vas a hacer que acabe en la casa Eichen ―Julieta asintió, dándole la razón a su tío mientras fruncía los labios para evitar reírse en un momento tan serio como ese. 

Ella siempre había sido del tipo de personas que se ríen en el momento menos adecuado.

―Lo encontramos así ―Aclaró Scott.

―¡¿En dónde, nadando en la fuente de la juventud?! ―Exclamó.

―No, lo encontramos enterrado en una tumba, en un templo azteca en México, debajo de una iglesia, en medio de un pueblo que fue destruido por un terremoto― Aclaró Stiles, causando que su padre lo fulminara con la mirada.

―Me dijiste que fueron a acampar.

―Sí lo hicimos... Pero en México.

Ese fue el detonante, Julieta soltó una fuerte carcajada que llamó la atención de los tres hombres, quienes la miraron mal debido a que era un momento serio.

―Lo siento, esto es demasiado gracioso.

―Derek rejuveneció, no recuerda nada.

―Hay que hablar con él ―Propuso Stiles.

―Sí, bueno, hasta ahora no ha hablado con nadie ―Noah soltó un suspiro cansado.

―Hablará conmigo ―Dijo Scott con seguridad.

Noah aceptó dejar que Scott, Stiles y Julieta hablaran con Derek. Salió de su oficina para hacer que el chico entrara en confianza con los tres y observaba desde afuera todos los intentos de Scott por convencer a Derek de ir a su casa, pero el joven Hale era demasiado receloso.

―¿Por qué me iría con ustedes?― Preguntó, mirando a Scott con el ceño fruncido.

Ni de joven dejaba de fruncir el ceño, pensó Julieta.

―Hubo un accidente, perdiste la memoria pero te podemos ayudar.

―¿Cuánta memoria? ―Volvió a preguntar.

―Mucha, solo confía en nosotros ―Habló Julieta.

Scott se agachó para estar a la altura de Derek, y le mostró sus ojos, que en ese momento brillaban de color rojo.

―Eres un alfa... ―Murmuró Derek, sorprendido. Y justo cuando Julieta pensaba que habían conseguido convencer a Derek, este vuelve a fruncir el ceño con desconfianza ―Bien ¿Quién eres, quién es él y quién es ella?― Preguntó, señalando a Stiles y Julieta.

―Yo, soy una chica que estudió... ―Julieta hizo una pausa, mientras pensaba en alguna buena mentira para decirle ―Mmm, una carrera de psicología muy especial que ayuda a que las personas recuperen su memoria perdida.

―Y también evitamos que te manden a prisión ―Agregó Stiles, y su prima asintió.

―Déjanos ayudarte ―Insistió Scott.

―No― Dijo Derek, de manera rotunda.

Stiles rodó los ojos, reprimió las ganas de golpear a Derek y habló: ―Oye amigo, sabes qué, casi destrozas a dos policías en tu casa. Escúchanos y no saques colmillos, ni garras, ¡Ni te transformes en hombre lobo!

―Estoy bien siempre y cuando no haya luna llena.

―¿Tienes problemas con la luna llena?

―Dije que estoy bien.

―Entonces qué ¿Vienes o no? ―Stiles se cruzó de brazos.

―Quieren que confíe en ustedes, bien, ¿Dónde está mi familia?

―Hubo un incendio, y... ―Scott se interrumpió a sí mismo, sin saber cómo decirle que su familia estaba muerta.

Julieta al escuchar los latidos del corazón de Derek, sintió pena e intervino.

―Y todos se fueron de Beacon Hills, pensaban que estabas muerto y no querían quedarse porque estaban sufriendo demasiado.

Derek soltó un suspiro pesado y agradeció internamente, aunque lo cierto era que Julieta se arrepintió un poco de haberle mentido, pero lo hecho hecho estaba, y ya no había vuelta atrás. Stiles, Scott y Julieta se quedaron en la oficina de Noah, mientras que Derek fue con Haigh a llenar un documento para poder salir.

―Le mentiste ―Le dijo Scott a Julieta, quien estaba dando vueltas en la silla giratoria de Noah.

―Oye, está bien, le ahorró mucho dolor innecesario. Si resolvemos esto en uno o dos días volverá a ser el viejo Derek y todos seremos felices ―Dijo Stiles, intentando convencer a Scott.

―Excepto Derek, que nunca es feliz ―Agregó Julieta.

―Es una persona más a la que le mentimos, siempre es mejor cuando decimos la verdad.

―Claro, porque es muy fácil decir que su ex-novia sociópata mató a casi toda su familia.

―Oye, ya basta, yo soy el del sarcasmo ―Stiles fulminó a su prima, y esta le mostró el dedo medio.

El moreno intervino ―Ya, mejor llévenlo a mi casa y no le quiten los ojos de encima.

―Cuenta con eso amigo.

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―Solo esperaremos a Scott aquí, nos quedaremos en silencio y no hablaremos, ni llamaremos a nadie ―Dijo Stiles a Derek, mientras Julieta se limitaba a asentir.

―¿Pero sí puedo hablar contigo? ―Preguntó el joven Derek.

―No.

―Conmigo si puedes hablar ―Habló la rubia, mirando a Derek con una sonrisa pícara.

―No le hagas caso.

―¿Entonces puedo hablar con él? ―Volvió a preguntar, mientras señalaba a una sombra que se acercaba a ellos.

Julieta giró la cabeza y gritó por la impresión, hasta que vio que era el padre de Scott, entonces se calmó.

―¿Está creciendo señor? ―Preguntó Stiles, igual de asustado que su prima.

―Julieta, tiempo sin verte ―Dijo el señor McCall, ignorando la pregunta de Stiles.

―Hola, señor McCall ―Julieta lo saludó, antes de dedicarle una sonrisa nerviosa.

―¿Ustedes qué hacen aquí?

―Esperamos a Scott.

―Sí, yo también, quedamos en cenar juntos. Traje mucha comida ¿Tienen hambre?

―Sí/No/Muero de hambre ―Respondieron los tres al mismo tiempo, causando que el señor McCall frunciera el ceño con confusión.

―Yo también me muero de hambre ―Derek secundó a Julieta.

―Ninguno de los tres tiene hambre, pero gracias ―Stiles lo contradijo.

―Bueno, está bien si no tienes hambre Stiles, tus amigos pueden comer con nosotros. ¿Cómo te llamas? ―El señor McCall volvió la mirada hacia Derek.

―Derek/Miguel/Antonio ―Volvieron a responder los tres al mismo tiempo, y esta vez, Derek fue quien los miró con el ceño fruncido.

―Es mi primo, Miguel de México ―Aclaró Stiles, abrazando a "su primo Miguel" por los hombros.

―¿Tu naciste en México, Miguel?

―Ay por Dios ―Murmuró Stiles.

No nací en México, sino que viví por mucho tiempo allí.

―Es muy bonito, ¿Cenamos? ―Preguntó el mayor, mientras encendía las luces del comedor.

―Claro que sí.

―¿Arroz con camarones o con almejas?

―Arroz con camarones ―Respondió Julieta, y Derek asintió.

Los cuatro se sentaron en la mesa para comenzar a comer, y el señor McCall decidió hablar un poco para que la cena no se tornara aburrida.

―Así que... Miguel ¿Cómo te apellidas?

―Juárez Cinqua Tiago/Díaz ―Respondieron Stiles y Julieta, esta última pisó suavemente a su primo por aquella locura.

―Eso es muy largo ―Dijo el mayor, confundido.

―Sí, es por eso que prefiere usar el Díaz, su apellido materno ―Aclaró Jules, sonriendo nerviosamente.

 ―¿Cómo se pronuncia su apellido paterno?

―¿Fonéticamente? ―Preguntó Stiles de vuelta y el señor McCall asintió en respuesta ―No tengo idea, porque siempre lo pronuncio mal.

―Señor McCall, ¿Usted es agente de FBI? ―Derek cambió el tema de conversación.

―Sí, pero de bajo nivel, de muy bajo nivel, ni siquiera tiene voz ―Intervino el muchacho Stilinski antes de agarrar su vaso con jugo de melocotón, y darle un sorbo.

―Discúlpenme un momento ―Julieta se levantó de la mesa y fue a la cocina para buscar agua, ya que es alérgica al melocotón.

―¿Usted investiga homicidios? ―Escuchó que preguntaron.

―A veces, solo si son crímenes federales.

―¿Y los incendios?

En ese momento, Stiles se preocupó e intentó llamar la atención de los dos hombres, que ni siquiera le prestaban atención.

―¡Ay por Dios, me pregunto dónde está Scott! ¿Qué no debería estar aquí a esta hora? ―Exclamó ―Ayúdame, por el amor de María Magdalena ―Murmuró Stiles, sabiendo que su prima podía escucharlo.

―¡Dere... Antonio! ―Gritó Julieta, y Stiles abrió mucho los ojos, indicándole que se había equivocado ―Digo, Miguel. ¡Miguel! Ven acá, Scott está al teléfono.

Derek miró al señor McCall, como pidiéndole permiso para levantarse de la mesa y el mayor asintió. Al ver que Derek se acercaba a ella, rápidamente le marcó a Scott y comenzó a pedir mentalmente que le contestara.

•    •    •

Después de la falsa llamada, Julieta y Derek subieron a la habitación de Scott mientras Stiles intentaba convencer al padre de Scott de que no iba a pasar nada en su ausencia y que iban a estar bien. 

Julieta quería mantener a Derek ocupado, para que no siguiera pensando lo del incendio en su casa, así que comenzó a hablarle de una infinidad de temas para distraerlo, y en un abrir y cerrar de ojos, ambos acabaron besándose en la cama de Scott. 

Derek estaba encima de Jules, apoyado en sus codos a los costados para no aplastarla. La rubia pasó sus manos por el cabello del moreno y acarició su nuca con un dedo, haciéndolo estremecer. Aunque en ese momento ambos estaban disfrutando demasiado, Julieta solo podía pensar que cuando Derek dejara de ser joven, ya no estaría interesado en ella y ya no tendría otra oportunidad de besarlo.

―No estudiaste psicología ¿Verdad? ―Dijo Derek, quitándose el suéter lo más rápido que podía, y luego pasó a desabrochar su pantalón, pero siendo cuidadoso de no romperlo.

―No, ni siquiera he terminado el bachiller en ciencias ―Respondió Julieta, imitando la acción de Derek.

―Vaya... Mi pequeña hija a punto de tener sexo con un jovencito desconocido ―Dijo Kate Argent, interrumpiendo el fogoso momento.

―¿Kate? ―Preguntó Derek, mirando a la mujer con sorpresa ―¿Ella es tu madre? ―Se volvió hacia Julieta.

―No, gracias a Dios no ―Dijo la rubia, mirando a Kate con odio mientras soltaba algunos gruñidos.

Derek se levantó de la cama seguido de Julieta.

―Te convertí linda, le di a tu vida una vida mejor ―Dijo acercándose a la rubia para acariciar su cabello y decir: ―Ahora si me disculpas hijita, Derek y yo tenemos asuntos pendientes.

―No creo que eso sea posible ―Comentó, antes de hacer brillar sus ojos de color verde escandaloso.

―¿Me estás retando? ―Preguntó Kate, incrédula.

―No ―Respondió la muchacha, con una sonrisa socarrona plasmada en el rostro y giró como si se fuera de la habitación.

Jules se dió la vuelta rápidamente y lanzó un golpe a puño seco, pero Kate la esquivó con facilidad, luego lanzó una patada al aire que fue a parar en el estómago de la mujer jaguar, esta tambaleó y cayó encima de la cómoda de Scott, rompió algunas cosas, pero aún así Kate se levantó, sacó las garras y le arañó la mejilla a Julieta.

La trihíbrida soltó un rugido y también arañó la mejilla de su contrincante, para después golpearle las rodillas con los pies, haciéndola caer de nuevo. Kate aprovechó que estaba en el suelo y pateó a Julieta, esta cayó de espaldas y se golpeó la cabeza con el suelo, lo que la dejó completamente inconsciente.

Por otro lado, Stiles subía las escaleras tan rápido como podía mientras hablaba con Scott por teléfono.

―No, está en tu habitación, te prometo que él está bien. Honestamente, comienzo a extrañar al viejo Derek.

―Stiles, ten cuidado, recuerda no dejarlo solo mucho tiempo ―Le dijo Scott, desde el otro lado de la línea.

―No está solo, Jules está con él.

―Bien, solo digo que deben ser precavidos, Kate puede ir a buscarlo.

―¿En serio crees que Kate vendrá a buscarlo? ―Preguntó riendo, pero se quitó el celular del oído cuando vió que la habitación de su mejor amigo estaba destrozada, y su prima estaba inconsciente en el suelo. Miró hacia la ventana que tenía en frente y pudo ver a Kate saliendo por ahí, mientras lo miraba con una sonrisa burlona ―Puede que tengas razón.

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