┆ 📵 ┆ 𝗦𝘁𝘂𝗽𝗶𝗱 𝗶𝗻𝗳𝗹𝘂𝗲𝗻𝗰𝗲𝗿

- Recuerden votar y comentar

...

Cap 5/

Gabby estaba de pie junto a las taquillas del pasillo central, sosteniendo su pelota de voleibol con ambas manos. Había terminado de dejar sus cosas y ahora simplemente esperaba que el primer timbre sonara. La pelota, desgastada en algunas partes, era como una extensión de sí misma. Le daba algo que hacer cuando se sentía fuera de lugar, como en ese momento.

El ruido de unos pasos rápidos la hizo alzar la mirada, y su corazón dio un pequeño brinco al reconocer a Ellie. La chica caminaba con su característica despreocupación, los auriculares alrededor del cuello y una carpeta en la mano. A pesar del tiempo límite antes de que sonara el timbre, no parecía tener prisa.

-"¡Ellie!" -llamó Gabby antes de poder detenerse.

Ellie se detuvo y giró la cabeza en su dirección, su rostro iluminándose con una sonrisa al reconocerla.

-"¡Gabby! ¿Ya practicando voleibol antes de que empiece el día?"

Gabby sonrió y levantó un poco la pelota, girándola entre sus manos.

-"Siempre lista. ¿Tú qué? ¿Corriendo contra el reloj otra vez?"

-"Nah, aún tengo dos minutos." -Ellie señaló su reloj digital, el cual siempre parecía brillar con un aire de exclusividad. Luego, miró la pelota -"¿Y? ¿Cómo va el equipo?"

Gabby se encogió de hombros.

-"Nada mal. Aunque últimamente parece que todas están más preocupadas por las notas que por los partidos."

-"Eso suena... razonable. Pero también un poco aburrido."

-"Lo es." -Gabby soltó una pequeña risa.

Ellie cruzó los brazos, mirándola con interés.

-"¿Y tú? ¿Sigues siendo la mejor del equipo?"

Gabby sintió cómo su rostro se calentaba ante el cumplido casual.

-"Bueno, no lo sé... Tal vez. Aunque eso no dice mucho si las demás no están tan enfocadas."

-"Oh, no seas modesta. Seguro que eres la estrella." -Ellie sonrió con complicidad.

Gabby sintió un cosquilleo en el pecho, pero antes de poder responder, el primer timbre resonó por los pasillos.

-"Y ahí está. Hora de empezar el día." -Ellie suspiró.

Gabby asintió, apretando la pelota contra su costado.

-"Sí... Nos vemos luego."

-"Claro. Y oye... no dejes que esas chicas flojas te arruinen la temporada."

Gabby rió suavemente.

-"Lo intentaré."

Ellie le dedicó un último saludo con la mano antes de continuar su camino, y Gabby se quedó allí, observándola hasta que desapareció entre los estudiantes. Cuando una voz tranquila pero algo burlona rompió su ensueño.

-"Te brillan los ojos cada vez que hablas con ella."

Gabby se giró rápidamente, encontrándose con Tom. El chico estaba apoyado contra una taquilla cercana, con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta deportiva y su característica mascarilla negra cubriendo parte de su rostro. Aunque siempre parecía distante, sus ojos traicionaban una chispa de humor que Gabby conocía demasiado bien.

-"¿Qué haces aquí, Tom?" -preguntó Gabby, intentando sonar indiferente mientras su corazón aún latía con fuerza por su reciente interacción con Ellie.

-"¿Qué más podría hacer? Escapando de los gritos del entrenador." -Se encogió de hombros antes de enderezarse y caminar hacia ella -"Pero más importante, ¿tú qué haces aquí, perdiendo el tiempo con suspiros?"

Gabby lo fulminó con la mirada, aunque un leve rubor se extendió por sus mejillas.

-"No estaba suspirando."

Tom levantó las cejas de manera exagerada, aunque la mascarilla ocultaba su sonrisa.

-"Claro que no. Solo estabas admirando cómo se alejaba."

Gabby frunció el ceño, pero su tono no logró ser tan firme como quería.

-"¿Te diviertes molestándome o qué?"

Tom se cruzó de brazos, apoyando la espalda contra otra taquilla mientras la miraba fijamente.

-"Un poco. Pero también me preocupa que te quedes atrapada en tu mundo de fantasía. Sabes que no es tan fácil, ¿verdad?"

-"¿De qué estás hablando?"

Tom inclinó la cabeza, su voz bajando un poco.

-"Ellie."

Gabby apretó la mandíbula, sus dedos aferrándose con más fuerza a la pelota.

-"Sé lo que hago."

-"¿De verdad? Porque desde aquí parece que solo te esfuerzas en ser invisible cada vez que ella está cerca."

Gabby soltó un suspiro frustrado.

-"Mira, no necesito un discurso motivacional, ¿ok?"

Tom alzó las manos en un gesto de paz.

-"Tranquila. Solo digo que, si te importa tanto, tal vez deberías intentar algo más directo."

Gabby lo miró por un momento, tratando de descifrar si hablaba en serio o si simplemente disfrutaba verla incómoda. Finalmente, sacudió la cabeza y comenzó a caminar hacia su clase.

-"Gracias por el consejo, cupido."

Tom se rió suavemente, siguiéndola con la mirada mientras se alejaba.

-"Cuando necesites otra consulta, ya sabes dónde encontrarme."

Gabby no se molestó en responder, pero mientras se dirigía a su clase, no pudo evitar que las palabras de Tom rondaran en su mente.

...

[ Tom ]

Caminaba por los pasillos rumbo a la clase de deportes. Los lunes siempre eran pesados, pero al menos terminar con algo físico ayudaba a despejarme. Al llegar al gimnasio, noté a Jake a lo lejos. Estaba hablando con Troy, así que me pasó por alto, lo cual no era sorpresa. Desde aquel encuentro en la cancha, parecía evitar cualquier contacto visual conmigo. No le di mucha importancia y seguí mi camino directo a los vestidores.

Al entrar, el bullicio de los chicos llenaba el lugar. Guardé mi mochila en uno de los casilleros y me cambié al uniforme. La camiseta blanca y los shorts azules eran un estándar, pero siempre me parecieron incómodos. Mientras me ajustaba los zapatos, pensé en Gabby. No le había contado sobre la fiesta que Hunter mencionó el día anterior. Quizá sería una buena oportunidad para que saliera un poco de su caparazón. Aunque, claro, no nos habían invitado aun.

Cuando salí de los vestidores, me topé con Hunter justo en el pasillo. Cómo si fuera una especie de milagro.

-"¡Tom!" -dijo con una sonrisa relajada. Siempre tenía esa energía que parecía contagiosa.

-"Hey, ¿qué tal?" -respondí, dándole un leve golpe en el hombro a modo de saludo.

-"Nada mal. Oye, iba a mencionártelo más tarde, pero ya que estás aquí... Estoy organizando una fiesta este fin de semana en mi casa. Ya invité a casi todos, pero pensé que sería buena idea decírtelo personalmente. Solo si te sientes cómodo, claro."

Hunter siempre había sido directo, pero también sabía cómo hacer que las cosas sonaran opcionales, lo cual era agradable. Apoyo su mano en la nuca. A pesar de que Hunter siempre fuera confiado, aún trabaja con lo suyo.

-"Gracias por invitarme" -respondí, intentando no parecer demasiado sorprendido.

-"¡Por supuesto! Además, si quieres, puedes llevar a Gabby o a quien quieras. La idea es que todos se diviertan."

Asentí, agradecido por la invitación.

-"Estaremos allí."

Hunter sonrió y me dio una palmada en el hombro antes de continuar hacia la cancha. Me quedé allí un momento, pensando en cómo decírselo a Gabby. Para alguien como ella, una fiesta no era lo más atractivo del mundo, pero tal vez, con el enfoque adecuado, podría convencerla.

Cuando regresé a la cancha, los chicos ya estaban comenzando a calentar. Me uní al grupo, trotando alrededor de la pista mientras el entrenador daba indicaciones a gritos. Siempre me ha gustado el ritmo del calentamiento; no tienes que pensar demasiado, solo moverte.

Después de unos minutos de trote, seguimos con los estiramientos. Justo cuando todos comenzaban a dispersarse para formar equipos, escuché al entrenador levantar la voz.

-"¡Jacob! ¿Qué postura es esa? ¿Estás jugando o intentando hacer yoga? ¡Por el amor de Dios, ponte recto!"

Miré hacia donde estaba Jake. Estaba inclinado de una manera extraña, probablemente intentando evitar un error, pero terminó atrayendo la atención del entrenador. Ya era bastante incómodo estar en deportes cuando eras como Jake, alguien a quien siempre parecían buscar cualquier excusa para señalar.

-"¡Tom! Ven aquí" -gritó el entrenador, señalándome con una mano mientras sostenía una pelota en la otra.

Suspiré. Era un clásico. Siempre me llamaban a mí cuando alguien necesitaba corrección en la postura o en cualquier otra cosa. Tal vez porque sabían que no me quejaría.

-"Muéstrale cómo se hace" -dijo el entrenador, lanzándome una pelota.

Caminé hacia Jake, que parecía apretar los dientes mientras el resto del grupo intentaba disimular las risitas.

-"Oye, no te preocupes. Es más fácil de lo que parece" -le dije en voz baja mientras me colocaba frente a él, ajustando la posición de mis pies y la manera en que sostenía la pelota.

-"Gracias" -murmuró Jake, sin mirarme directamente.

-"De nada. Solo sigue mis movimientos. Es cuestión de práctica."

Mientras lo ayudaba a posicionarse correctamente, noté cómo los murmullos se reducían. Por alguna razón, eso siempre pasaba cuando me involucraba. Tal vez porque no era de los que buscaban drama, o tal vez porque sabían que no toleraba tonterías.

-"Mucho mejor" -dijo el entrenador, asintiendo con aprobación.

Jake me lanzó una mirada rápida, como queriendo agradecerme, pero sin querer hacerlo demasiado evidente. Yo solo asentí y me alejé para volver a mi lugar.

A veces, no sabía si estas intervenciones ayudaban a que Jake lo tuviera más fácil o si, en realidad, solo lo hacían sentir peor.

...

[ Omnisciente ]

El sonido de los pasos resonando contra el suelo y el eco de los gritos de las jugadoras llenaban el gimnasio. Gabby estaba en su elemento. El voleibol siempre había sido su escape, su lugar seguro, donde todo lo demás parecía desvanecerse. Sus movimientos eran precisos, rápidos, y cada vez que tocaba el balón, se sentía en control.

El partido amistoso entre los equipos estaba reñido. El marcador estaba casi empatado, y Gabby sabía que un buen remate suyo podría inclinar la balanza a su favor.

-"¡Atenta, Gabby!" -gritó una de sus compañeras mientras levantaba la pelota para el pase.

Gabby asintió, centrada en el balón que subía lentamente en el aire. Sus músculos se tensaron mientras se preparaba para saltar. Este era el momento. El sonido de las zapatillas contra el suelo se apagó en su mente. Solo estaba ella y el balón.

Saltó, elevándose con gracia, y justo cuando estaba a punto de rematar, el equipo contrario reaccionó rápidamente. Una de las jugadoras saltó y desvió la trayectoria del balón hacia un lado.

El balón voló hacia la esquina de la cancha, fuera del alcance de cualquier jugadora. Por un momento, todo pareció ir en cámara lenta. Pero antes de que tocara el suelo, alguien intervino.

-"¡Ahí va!"

De la nada, James apareció, corriendo desde el borde del gimnasio. Con una precisión casi cómica, pateó el balón con fuerza. El eco de su risa resonó en el gimnasio mientras la pelota volaba por el aire.

El impacto fue tan fuerte que el balón terminó en el techo, atrapado entre los paneles y las luces. Todo el gimnasio quedó en silencio por un segundo antes de que las risas comenzaran a llenar el espacio.

Gabby se quedó congelada por un momento, mirando hacia arriba. Luego apretó los labios y bajó la mirada hacia James, quien estaba fingiendo una pose de celebración como si acabara de anotar un gol en la final del mundial.

El gimnasio estaba en completo silencio después de que la pelota quedara atrapada en el techo. Gabby seguía mirando hacia arriba, con las manos en la cintura y el ceño fruncido. El resto de las jugadoras la observaban, esperando su reacción. Y entonces, se escuchó una risa nerviosa desde el otro lado de la cancha.

-"JAMES" -gritó Gabby, girándose rápidamente hacia él.

James se encogió de hombros, con una expresión de falsa inocencia.

-"LA PELOTA ESTABA PALPABLE."

Gabby alzó una ceja, claramente no impresionada.

-"Está es la cuarta en la semana. ¿Que tal si le dices a tus estúpidos compañeros que dejen de joder?"

James rascó la parte de atrás de su cabeza, tratando de contener una risa.

-"Bueno, técnicamente... creo que ya vamos en ocho esta semana."

-"OCHO." -Gabby suspiró profundamente, cruzando los brazos.

-"FUE UN BUEN TIRO."-intentó justificarse, dándole su mejor sonrisa.

-"La próxima vez que suba al techo por una pelota, voy a tirártela directamente a ti. Ahora, ve al techo a recuperar MI pelota, antes que el próximo que acabe en el techo seas tu."

...

James estaba a punto de subir al pequeño almacén cuando una voz lo interrumpió.

-"James..."

Él giró la cabeza, confundido al ver a Aiden acercándose. Frunció el ceño por un segundo antes de soltar un despreocupado:

-"¿Adam?"

Aiden parpadeó, deteniéndose en seco.

-"Es Aiden..." -corrigió con un leve tono de indignación.

James chasqueó los dedos con fingido entusiasmo.

-"Eso dije. ¿Qué tal?"

Aiden suspiró, decidiendo ignorar el comentario.

-"Lake me dijo que estarías aquí."

James arqueó una ceja, con una mezcla de curiosidad y diversión.

-"¿Y por qué querrías saber dónde estaría? ¿Qué hice ahora?"

Aiden se cruzó de brazos, mirando al suelo por un instante antes de levantar la vista.

-"Solo quería agradecerte. Por lo de Riya... Si no hubieras estado allí cuando iba a lanzarme el batido, seguramente mi mamá ya me habría masacrado por manchar el uniforme."

James sonrió con esa confianza típica que parecía inherente a su personalidad.

-"Claro, no hay problema. Salió bien al final, ¿no?"

-"Sí..." -Aiden se rascó la nuca, titubeando un momento antes de agregar- "También quería disculparme. Por lo del rumor."

James ladeó la cabeza, como si intentara recordar de qué hablaba.

-"¿El rumor? Oh, eso... Bah, no es gran cosa."

Aiden lo miró con incredulidad.

-"¿Qué?"

James esbozó una sonrisa tranquila, encogiéndose de hombros.

-"Digo, si fueras mi novio, no sería el fin del mundo."

Aiden sintió cómo sus mejillas se encendían al instante. Antes de que pudiera decir algo, James continuó con una expresión burlona:

-"Aunque, claro, tendría que reconsiderarlo. ¿Podría soportar a alguien que mide menos que mi mochila? No lo sé, suena complicado."

Aiden frunció el ceño, claramente indignado.

-"¿En serio?"

-"Relájate, enano. Desaparece de mi vista antes de que te pise como la garrapata que eres." -James sonrió ampliamente, como si estuviera disfrutando del juego.

Aiden se cruzó de brazos, murmurando algo que James no alcanzó a entender. Cuando James notó el ligero fastidio en su rostro, decidió suavizar el tono.

-" Pero hablando en serio, no me importa lo que digan los demás. Si alguien te molesta, no lo voy a permitir. Y si eso afecta mi reputación, pues... no es tan importante como para preocuparme."

Aiden parpadeó, un poco sorprendido por el cambio de tono.

-"¿Por qué lo haces? ¿Por qué te importa?"

James lo miró directamente, encogiéndose de hombros.

-"No sé, digamos que soy un alma caritativa. Al menos eso dice Rosa. Además, es divertido ver tus reacciones. Vale la pena fastidiarte sin pasar los límites."

-"Claro, "caritativo"..." -murmuró Aiden, aunque no pudo evitar que una pequeña sonrisa se formara en su rostro.

James se volvió hacia el almacén y, antes de desaparecer por la puerta, lanzó una última frase con su característica mezcla de burla y sinceridad:

-"Por cierto, enano, si alguna vez necesitas algo, ya sabes dónde encontrarme. Yul y Riya no tienen derecho de molestar a alguien... Del mismo 'rango' que ellos."

Aiden negó con la cabeza, todavía procesando la extraña interacción mientras James desaparecía dentro del almacén.

-"Clasista."

...

[ Aiden ]

Admito que tal vez, solo tal vez, la chispa que sentía por él hace años pudo haber regresado por un instante. Un instante fugaz, claro, porque luego recordó su papel como un posible clasista que parece disfrutar del llamarme "enano" cada vez que puede. Es como si tuviera una lista mental de apodos y siempre seleccionara el que garantizara que mi día se sintiera un poco más ridículo.

No era tan diferente cuando éramos niños. James siempre tuvo esa facilidad para hacerse notar, para llenar cada espacio con su presencia, incluso cuando apenas estábamos en primaria. A veces me pregunto si siempre fue así de popular o si simplemente se acostumbró a que todos giraran alrededor de él como planetas en una órbita. Yo, en cambio, era ese pequeño asteroide que flotaba a la deriva, a veces entrando en su campo gravitacional, pero nunca lo suficiente como para permanecer.

Éramos amigos, supongo. Aunque ahora, mirando atrás, no sé si puedo llamarlo amistad real o simplemente una de esas relaciones circunstanciales que los niños tienen porque no hay muchas opciones. James era divertido, seguro, pero también era... bueno, James. Un James que nunca me dejó olvidar lo bajito que era ni lo raro que parecía para el resto. Claro, todo con ese humor que te hace dudar si reírte o lanzarle una piedra.

Después, simplemente dejé de ser visible para él. No pasó de golpe, pero lo sentí. Fue como si un día se diera cuenta de que yo no encajaba en ese mundo suyo de risas ruidosas y popularidad sin esfuerzo. Quizás eso fue lo que dolió más, la transición de ser alguien en su vida a ser, literalmente, un "enano" más en el fondo de la multitud.

Ahora, aquí está, con sus comentarios mordaces y su sonrisa de "yo siempre tengo el control". Y lo peor es que no puedo decir que no me afecte. Porque, por alguna razón que todavía no entiendo, cuando me dice que no le importa lo que digan o que no dejará que me molesten, una parte de mí quiere creerle. Una parte de mí quiere pensar que, tal vez, el James que conocí hace años todavía esté allí, bajo toda esa capa de sarcasmo y aparente indiferencia.

Pero luego recuerdo su última frase, esa de "desaparece antes de que te pise como la garrapata que eres", y me vuelve a la realidad. No voy a caer en su juego otra vez. No soy el mismo niño que necesitaba su aprobación para sentirse válido. O al menos, eso intento convencerme mientras camino lejos, todavía sintiendo el eco de su sonrisa burlona en mi mente.

Tal vez estoy sobrepensando todo esto. O tal vez, y solo tal vez, James nunca dejó de ser James. Y yo... yo aún no sé cómo manejar eso.

...

[ Ellie ]

El almuerzo transcurría entre risas y comentarios absurdos, como siempre. Jake estaba en su elemento, divagando sobre quién sabe qué tema, mientras Aiden y yo asentíamos con la boca llena, demasiado ocupados devorando nuestras bandejas de algo que el instituto pretendía llamar comida.

De repente, Jake, con su habilidad para "arruinar" cualquier momento tranquilo, soltó como si nada:

-"Entonces, ¿nos vemos todos en la fiesta de Hunter, no? Les recuerdo que ustedes accedieron hace 2 días."

Aiden y yo nos quedamos congelados. Literalmente, con los tenedores a medio camino entre el plato y la boca. Nuestras miradas se cruzaron, y en una sincronía que solo los mejores amigos pueden lograr, compartimos la misma expresión: 😧

-"¿Qué pasa?" -preguntó Jake, mirando de uno a otro, como si no entendiera nuestra reacción.

-"¿Cómo que "qué pasa"?" -solté finalmente, dejando mi tenedor con un golpe dramático.

-"Jake, ¿estás consciente de lo que significa una "fiesta de Hunter"?" -añadió Aiden, todavía con el ceño fruncido.

-"Sí, claro, significa... una fiesta." -Jake alzó las manos, como si fuera lo más obvio del mundo.

-"No. Significa desastres, caos y... ¿cómo era la última vez?" -pregunté, girándome hacia Aiden.

-"Oh, sí. ¡Peleas en el jardín delantero, alguien robando el pastel de cumpleaños de otra persona y Ellie terminando en una piscina que ni siquiera sabíamos que existía!" -respondió Aiden, enumerando con los dedos.

Jake se echó a reír.

-"Ay, por favor. Exageran. Esta vez será diferente. Hunter dijo que es algo más tranquilo."

-"Jake, "Tranquilo" y "Hunter" no deberían aparecer en la misma frase" -refunfuñé.

-"Además" -añadió Aiden- "el caos de esa vez fue culpa tuya. ¿Quién te manda a convencer al DJ de que ponga reguetón antiguo que Bailaban los pokemones justo cuando todos estaban bailando algo tranquilo?"

Jake se encogió de hombros.

-"¡Era un experimento sociológico!"

No pude evitar reírme, a pesar de todo. Jake siempre tenía una manera de convertir cualquier desastre en algo que, eventualmente, se volvía gracioso. Aiden, por otro lado, seguía mirándolo con desconfianza mientras mordía su pan.

-"Está bien. Vamos a la fiesta. Pero si algo sale mal esta vez, Jake, tú serás el primero en ir directo a la piscina. ¿Estamos claros?"

-"Clarísimos" -respondió, haciendo un gesto exagerado de cruzarse el corazón.

Aiden y yo volvimos a nuestras bandejas, aunque todavía sentía un leve nudo en el estómago. Las fiestas de Hunter siempre tenían esa energía impredecible. Y con Jake de por medio, bueno... ¿qué podía salir bien?

...

Y mientras terminaba de reírme por otra de las ocurrencias de Jake, mi teléfono comenzó a vibrar insistentemente junto a mi bandeja. Lo tomé, un poco desconcertada, y al desbloquearlo vi un mensaje directo en Instagram de Emily. Sí, esa Emily que, junto a Kristal, nos dan las clasificaciones y puntuaciones absurdas que, por alguna razón, todos seguíamos jugando.

Abrí el mensaje mientras Aiden y Jake se inclinaban hacia mí, curiosos.

-"¿Qué pasa?"-preguntó Aiden, notando cómo fruncía el ceño al leer.

Giré la pantalla para que lo vieran:

Aiden: 10 puntos
Jake: 6 puntos
Ellie: 4 puntos

-"¡CUATRO PUNTOS!" -exclamé, indignada.

Jake se atragantó con su agua de tanto reír.

-"PUAJAJA, CUATRO. Ellie, hasta yo tengo más, y apenas recuerdo cómo dividir."

-"¡Cállate, Jake!" -lo fulminé con la mirada. Luego volví a ver el mensaje, aún más indignada -"¿Cómo demonios tengo cuatro puntos? ¡Cuatro! Que puta mierda. ¿Qué, ni siquiera me ven en el instituto? ¿Soy un fantasma o qué?"

Aiden, por supuesto, estaba encantado con sus gloriosos diez puntos. Se llevó una mano al pecho, como si acabara de ganar un premio.

-"No es fácil alcanzar mi nivel, Ellie. Diez puntos son para los elegidos.*

-"¿Qué hiciste, salvar un gato de un árbol?" -resoplé, sin ocultar mi frustración.

-"Algo así. Hablé con James, y está dispuesto a protegerme." -Sonrió con suficiencia.

Jake, que seguía muerto de la risa, añadió entre carcajadas:

-"Yo estoy bien con mis seis puntos. La mediocridad es mi lugar feliz."

-"Con razón eres tan feliz" - le dije, mientras seguía sin poder creer mis puntos. ¿Para algo estaba jugando, no?

Intenté ignorarlos y miré a Aiden directamente.

-"¿Cómo puedo subir? ¿Hay una guía? ¿Un tutorial? ¿Un soborno?"

Aiden se inclinó hacia mí, con esa sonrisa suya de "sé algo que tú no".

-"Tal vez puedas reunir más puntos en la fiesta de mañana. Nunca se sabe, Ellie. Quizás hasta me alcances."

Lo miré con los ojos entrecerrados, tratando de no reír.

-"Oh, cállate, Aiden. Esto no ha terminado."

Jake, aún riéndose, intervino con tono dramático.

-"No te preocupes, Ellie. Si quieres, mañana hacemos un equipo para recolectar puntos. Podemos ser los... no sé... Ya perdí el punto. Pero podemos ser algo."

Negué con la cabeza, exasperada, aunque no podía evitar que una sonrisa se asomara en mis labios.

-"Ustedes son imposibles."

Cuatro puntos. Me sentí como un cero a la izquierda, pero algo estaba claro: la fiesta de Hunter no solo iba a ser un desastre asegurado, sino que también podría ser mi oportunidad para brillar. O al menos, para demostrarles a estos dos que podía dar más que ellos juntos.


︵︵ ֺ ︵︵ ׅ ᪄᪄ ׅ ︵︵ ֺ ︵︵

-Hola k tal. Para que no piensen que desaparecí, tengo justificación y seguramente ya la saben.

(Se encuentra en mis conversaciones)

Pregunta:

¿Que les gustaría ver?

Dato: Aiden se enamoro de James desde que era un niño y entro a Tipiskaw

Srry gente, hoy no hay diseño. Estuve concentrado haciendo otras cosas, y por eso, en hora chilena, acá son las 6 am pork me desvele 😙. Iré a hacer algo (?), seguramente terminaré el primer capítulo del tercer fanfic y lo subiré, o quien sabe.

Mati, fuera.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top