7🏹

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Yoon Gi miró a su doctor real, el mismo hombre que se encargó del nacimiento de su hijo. Guardaba el secreto bajo un juramento real. Estaba fascinado con el don que poseía el protegido del rey, pero por más fascinante, su lealtad con su rey estaba por encima.

—¿Es un embarazo? —el rey estaba acariciando a su amado mientras esperaban que el doctor les leyera los resultados.

—Majestad, el señor Min no está encinta, lo siento mucho, presenta las defensas bajas y eso evita que su cuerpo actué con naturalidad, sabemos que es de salud débil y lamento decirle majestad, que lo mejor para él es no tener más hijos, puede causarle un gran daño e incluso puede morir durante la gestación.

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Ambos querían que el resultado fuera positivo, pero ahora que miraban las estadísticas sabían que no era buena idea. Ji Min no arriesgaría la vida de su predestinado por un hijo que ciertamente no necesitaban, tenían un heredero.

—¡Señor Min! —exclamó Tae Hyung al verlo llegar—. ¡El príncipe Seok Jin me dijo que me enseñará a disparar!

—¿Es así? —preguntó con una sonrisa un poco decaída al sentarse en la banca donde los príncipes estaban merendando.

—Mi hermano mayor me enseñó.

—¡Sí, el príncipe Chan Yeol! —exclamó Tae Hyung. El mayor le sonrió, pero se le veía triste—. ¿Ha ocurrido algo, señor Min?

—No príncipe, todo está muy bien —mencionó, pero Tae Hyung no estaba convencido como Min que estaba a su lado lo abrazó fuerte.

—Cuando me siento triste y usted me abraza, y me siento mejor. Espero que mis abrazos le ayuden también —se contuvo de no llorar mientras abrazaba a su hijo—. Lo amo mucho señor Min.

—También te amo —Tae Hyung no pudo mirarlo, pero Seok Jin lo había hecho, esa inusual mirada del lacayo, los ojos brillosos y la forma de apretar sus labios con angustia, eso le pareció muy extraño—. Príncipe, voy a supervisarlos cuando entrenen con el arco. Tienen todo preparado detrás del granero para practicar, son órdenes del rey.

—¡Qué bien! —tomó las manos del lacayo y del príncipe Seok Jin para que se apresuraran. Estaba muy emocionado por la llegada de la caza de patos.

Estuvieron toda la tarde en ello, y Tae Hyung logró atinar por lo menos ciento cuarenta de las ciento cincuenta flechas que se prepararon para su entrenamiento. Había sido su primer día y ya había entendido como debía lanzar.

Estuvo entrenando por tres meses hasta que el añorado día de la caza de patos llegó —Mira qué lindo te ves —mencionó el lacayo al amarrar los cabellos del príncipe en una coleta, algunos de sus rizos se salieron del peinado al estar cortos—. Es importante que no dejes caer la corona y no te vayas a ensuciar.

El lacayo estuvo explicando a su pequeño hijo las reglas de vestimenta. Usaban un manto en la espalda que solo debía ser quitado cuando llegase la hora de cazar. Además de las reglas de no quitarse los zapatos, no escalar árboles, ni utilizar tuteo o hablar sin pedir permiso ante las figuras reales.

—Juro que seré el príncipe más limpio y educado, lo obedeceré en todo.

—Perfecto, en la caza, los príncipes van solos a cazar, pero promete que no te separas del príncipe Seok Jin.

—Lo juro.

—Te amo mucho —le dijo al tomarlo del rostro—. Sin importar que no seas estirado como los demás príncipes, recuerda quien eres, si quieres ser un pintor, un músico, un agricultor o un literato, lo serás, que esa bondad que tiene tu corazón, sea solo tuya ¿Me lo prometes? —el niño asintió mientras dejaba caer algunas lágrimas que fueron removidas de inmediato por el lacayo.

Muy pocas veces era tuteado por el señor Min, pero sentía alivio de tenerlo con él, de escuchar sus palabras alentadoras y llenas de amor, más ese día que estaba tan nervioso, era la primera vez que conocería a personas diferentes. No era usual sacar a los príncipes de los reinos, Tae Hyung solo conocía a la familia real de Hostelzen, porque ambos reinos tenían tratos especiales y el rey Ji Min estaba interesado en que su único hijo fuera desposado por el segundo príncipe de la familia de Hostelzen.

Los reyes estuvieron de acuerdo desde antes de los nacimientos, porque, de todas formas, sería el príncipe Chan Yeol el que gobernaría el Reino de Hostelzen, es decir, el segundo hijo servía para establecer lazos de intercambio con las princesas o príncipes de los demás reinos que necesitaran su título. Es más, solo se podían tener dos hijos por reino, sino tendrían que desposar a los hijos restantes con los reinos que estaban más alejados de los suyos ya no era tan beneficioso para algunos de ellos.

Si se emparejaban príncipes del mismo género, era permitido un o una segunda persona fuera de la realeza que pudiera ayudar a procrear, pero en el caso de la futura unión sagrada de Tae Hyung y Seok Jin, una segunda persona no sería necesario. El don que el príncipe de Zelendia había heredado podía tener sus propios herederos y serían más cortejados aquellos hijos procreados por ambos padres de sangre real.

El rey de Hostelzen no sabía que el príncipe heredero no es hijo de dos personas con sangre real, y Ji Min tampoco se lo diría. Eso podría arriesgar a que su reino no tenga una alianza con Hostelzen y desde muy pequeños los habían hecho relacionarse para su unión sagrada. Lo único que el rey conoce es que Tae Hyung puede dar hijos a causa de su don.

Ambos reyes firmaron un contrato del cual decía principalmente, que haría entrega del segundo príncipe de Hostelzen, Kim Seok Jin, a sus recién veinte años de edad al Reino de Zelendia para desposar al único heredero del Reino de Zelendia. Debía cumplir el rol de progenitor para el nuevo rey y cumplir sus funciones para el Reino. A cambio de eso, se le dará al futuro rey Kim Seok Jin, poder limitado en el reino que gobernará y funcionamiento limitado de tierras y diversas actividades que respalden los recursos ecónomos del Zelendia para convidar al Reino de Hostelzen.

A cambio de esto, no se podría divulgar el secreto del Príncipe Tae Hyung o el contrato quedaría anulado su contrato y deberían pagar al reino afectado la mitad del reino acusado. De otro modo si el heredero del Reino de Zelendia no era capaz de procrear, se proclamaría una guerra contra el Reino fraudulento.

Para el padre de Seok Jin no fue problema el contrato, les convenía que su hijo menor desposara a un príncipe de un buen reino con sangre real por ambos padres y más aún que puede dar hijos, él no diría el secreto, no había nada que perder.

Por supuesto que cuando se hizo aquel acuerdo, nadie esperaba que el príncipe Seok Jin sería el destinado del príncipe Tae Hyung, eso aliviaba más a Yoon Gi de que su pequeño hijo no tendría un mal destino al ser forzado a casarse con alguien que no ame.

Tae Hyung subió al carruaje más que emocionado, el lacayo Min fue con ellos, porque era de confianza y nadie sospecharía nada sobre él, además no sería el único lacayo en la reunión. El príncipe tomó la mano del señor Min, estaba muy nervioso, incluso tímido por conocer a los demás, pero en el fondo estaba ilusionado.

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Juramento real

Yo, Kim Tae Hyung, diez años de edad, Príncipe del Reino de Zelendia. Hago un juramento solemne de comportarme en la caza de patos de esta tarde.

Muchas gracias por leer 😁❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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