0: Fugitiva.

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Viajar de un planeta a otro nunca había sido problema para Zehra, desde sus años en la Rebelión nunca se había establecido por mucho tiempo en un mismo planeta. Pero existen varias diferencias en rotar de bases rebeldes y escapar de cazarrecompensas, una de ellas —y la que mas le pesaba— era la soledad. Cuando tuvieron que abandonar bases siempre estaban sus amigos con ella, acompañándola en su interminable lucha. Ahora ya no tenía amigos, ni lucha, ni un lugar al cual huir. En cambio habían sido reemplazados por oportunistas, pesadillas y un sentimiento de abandono que hacia presión en su pecho cada vez que pensaba en aquel tiempo.

Frunció el ceño, ¿Por que se torturaba a si misma? Ella eligió esa vida, además siempre se esforzó en ser útil, en seguir la normas que su madre le había dado cuando era niña para ser una gran Jedi, sin embargo las personas simplemente desaparecían de su vida, se hacían cenizas junto a su hogar o decidían por su cuenta no regresar por ella. En cualquiera de los casos terminaba sufriendo, y ya no quería sufrir. Por eso, cuando escapo de la prisión imperial, decidió crear una nueva vida, sola. Y le estaba yendo muy bien, se limitaba a trabajar y meditar, conseguir dinero para una nave y calmar sus pensamientos dañinos.

Cuando las fuerzas imperiales llegaron tras ella, la primera vez todo fue muy calmado, se escondió en la cueva que solía habitar antes de que le ofrecieran hospedamiento, y los habitantes negaban la presencia de alguien nuevo, solo una explosión al oeste del poblado, pero eso ya lo sabían los imperiales. La segunda fue mas difícil, alguien había revelado la presencia de una extraña, pasó días después de que se fueran, pero ya no esta aquí. Fueron las palabras de la líder, y los imperiales se fueron asegurándose de amenazar con quemar el pueblo. Agradecía que solo viniera el inepto que estaba a cargo de la prisión, si alguno de los perros de Vader venia por ella no seria capaz de derrotarlo y su huida seria la perdición de las personas que la acogieron en su aldea. La tercera vez logró huir a tiempo, tomo sus pertenencias y un speeder prestado para llegar a la ciudad y conseguir una nave decente para huir por la galaxia. Logro una compra rápida, sin mucho papeleo y con el combustible lleno. Fue la primera vez que no miro atrás y se sintió muy culpable, al igual que la siguiente y la siguiente, luego la culpa se fue aplacando a la vez que el peligro disminuía junto a la influencia imperial. Y justo cuando creyó que podría quedarse en aquel hermoso planeta boscoso, en la aldea en medio de la nada, rodeada de lagos y bosques, sucedió el incidente. Un disparo fue todo, un sonido blanco y el cuerpo del chico frente a ella golpeó sin vida el rocoso suelo. Gritó. Cayó de rodillas frente al cuerpo, asegurándose de que no hubiera nada que pudiera hace por él, tras no sentir ningún signo de vida y con las personas arremolinándose a su alrededor, no vio mas salida que correr y abandonar la aldea. Un cazarrecompensas la interceptó en medio del bosque, lo suficientemente lejos para que los gritos y llantos fueran amortiguados por la distancia. Sin dudarlo desenfundo su sable y se deshizo de él, actuó por instinto y ni siquiera le dio tiempo de disparar una vez. Lo había matado a sangre fría, y se prometió a si misma que aquello no volvería a ocurrir.

Se había cerrado a la fuerza, y su sable de luz no había visto el sol desde que consiguió un lugar seguro donde esconderlo. Muchas veces, cuando veía a las familias reunirse en las aldeas, o simplemente meditaba en la inmensidad de la galaxia y la suerte que había tenido en el pasado, se sentía tentada a tomar su sable de luz, su nave y abandonar su vida solitaria para volver con Luke, Leia y Han, esperando que la recibieran con los brazos abiertos a pesar del tiempo. Pero la tentación siempre era opacada por una punzada en su pecho, ellos nunca volvieron por mi, y tras ese pensamiento, la voz que escuchaba en la celda hacia acto de presencia nuevamente, incitándola a ir al lado oscuro. Las atrocidades que proponía aquella voz macabra la obligaron a cerrarse a la Fuerza, y olvidarse de regresar a casa. 

Su mente no era de mucha ayuda en lo que de olvidar se trataba. Constantemente venían recuerdos a su mente, a veces podía oír a Leia regañarla y la risa de Han burlándose tan claramente que volteaba para asegurarse de estar sola en su pequeña nave. Sus sueños tampoco se salvaban, aunque la mayoría de las veces solo dormía en un profundo negro, sin siquiera notar el pasar del tiempo, algunas noches tenia sueños tan vividos que culpaba a la Fuerza de sus noches en vela. Su madre era la protagonista de muchos, recordándole las enseñanzas básicas de un Jedi; desde no dejarte llevar por tus emociones a movimientos elegantes con el sable de luz, pero siempre terminaba en tragedia. Sus padres eran otra historia que le dolía recordar, tenia solo diez años cuando la figura de negro ataco su aldea, su tío llego por ella con la promesa de cuidarla en Alderaan y sus padres no dudaron en despedirse, con los gritos y disparos de fondo. Aquella escena quedo grabada a fuego en su memoria. 

Suspiró, la soledad le daba demasiada libertad a su mente para recordar sucesos que desearía haber olvidado. Levantó la mirada hacia el universo frente a sus ojos, las estrellas estirándose ante la velocidad. Cerró los ojos, cansada de su vida —que cada vez se le hacía mas patética— y de huir constantemente. Odiaba con cada fibra de su ser a quien sea que enviara los cazarrecompensas por ella, habían pasado años desde su huida de la prisión imperial y el Imperio ya ni siquiera existía, ella se encargo de eso, pero aun así se volvió la presa favorita de los cazarrecompensas. 

No notó en que momento cayo dormida ante el cansancio físico, pero cuando despertó sus sentidos parecieron enloquecer; la alarma y la luz roja que parpadeaba solo lograron aturdirla y para cuando recupero el control de su cuerpo era demasiado tarde. La nave salió del hiperespacio, los motores humeaban y el hiperpropulsor apenas se mantuvo en una pieza ante los daños. Maldijo al ver que ni siquiera estaba cerca de las coordenadas que había ingresado, y puso todos sus esfuerzos en dirigir la nave al planeta mas cercano y tratar de aterrizar sin explotar. 

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Hola, aquí su escritora de poca confianza :D! Espero que les guste de lo que va este fanfic, mi obsesión con Star Wars y mi crush con Pedro Pascal me obligaron a hacerlo xD. Quería hacer este capitulo para explicar un poco el trasfondo de Zehra, pero se me fue de las manos y termine con mas de 900 palabras xD.
Como ven, la pobre tuvo una vida difícil y eso influye mucho en su forma de ser y actuar (y en su conexión con la Fuera), no suele interactuar mucho con las personas, pero se encariña muy rápido aunque no lo quiera. Quizás haga un spin-off de la trilogía original, contando más a fondo el pasado de Zehra.