Y ahora voy yo, ¿Verdad?

Soy aquel que desde un principio no le agradaban sus familiares por todo el daño que causaron.

Soy aquel que era odiado por los profesores y compañeros de mi escuela.

Soy aquel chico que escribía sus dolidos pensamientos en una libreta que al final acabó por quemarla porque no valía la pena seguir sufriendo en vano cuando ya los tengo a ellos.

A ellos que me hacen inmensamente feliz día a día, minuto a minuto.

No me arrepiento de haberlos conocido, tampoco de haberles permitido la entrada a mi asquerosa vida.

Sí, no los merezco y lo sé, lo sé porque no valgo nada.

No merezco su cariño y su amor pero están ahí, todos los días para demostrarme que no estoy solo.

Y se los agradezco.

Porque a pesar de todo.

Venir al hospital psiquiátrico, fue lo mejor de mi vida.

Fin