XIV

Chapter 14:-

Semanas después...

-¿Están listos? .-preguntó Sandara al entrar a la habitación.
Sonrió al ver a los padres primerizos, más bien, a un padre tratando de colocarle él pañal a su hijo.

-Tienes que pasarlo por aquí.-señaló Rosé la cinturilla.-Luego por aquí y lo a brochas, ¿entendiste? .-él basquetbolista observó las imaginativas maniobras y asintió con duda.-¿Quieres vestirlo ahora?

-Vaya, nunca había visto que no pudieras hacer algo, ¿acaso, Park Jimin tiene problemas para cambiar un pañal? .-bromeó la mayor entre risas.

-Es difícil.-admitió mientras vestía al pequeño pelinegro.-Prefiero enseñarle matemáticas a Rosé.

-¡Yah, hace poco tiempo era la primera en la lista de exámenes! .-se quejó arrugado la nariz.

-I know.-sonrió con deje de arrogancia.-¿Dónde va esto? ¿No pudisteis comprarle algo más sencillo? .-dijo molesta mente al no poder vestir a su hijo.

-¡Tú se lo compraste, Jimin! ¡Además, es lo más común para un bebé! Quitate.-lo empujó a un lado y ella término de colocarle él enterito al pequeño gordinflón.

Sandara los observaba, mientras sentía una atmósfera pesada sobre ellos. Seguramente la presión de convertirse en padres era demasiado para ellos.
Él bebé iba a necesitar atención las veinticuatro horas del día, por lo que no sería fácil tener una vida privada como antes.

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-¿Cómo está mi nieto? .-preguntó Hyungsik al verlos salir de la habitación.
Rosé lo cargaba mientras Jimin tenía él bolso del menor colgado en su hombro.

-Acaba de comer, y ya se está quejando por hambre nuevamente.-dijo él peliazúl al ver a su hijo muecas para comenzar a llorar.
Rosé lo meció un poco y le susurró palabras dulces, fue entonces que él nuevo integrante dejo de quejarse.

-Es sólo un consentido, ¿no? .-pregunto la reciente madre acercando su rostro al menor y dándole un beso mariposa. Él bebé emitió sonidos graciosos y estiró una mano colocándola sobre la mejilla de su madre.

-Ya deberíamos irnos, aún debéis de alimentarte.-dijo Jimin avanzando primero para perderse en el corredor hacia los ascensores.
La familia suspiró con cansancio.
Sora detuvo a su marido del brazo, antes de que provocará una escena que después se arrepentiría.

-Yo iré con él, debemos aún nos quedaron cosas sin resolver.-Rosé siguió los pasos del mayor y lo encontró esperando las compuertas para bajar al primer piso.
-¿Podemos hablar? .-siguió ante el silencio.-Sé que esto es algo que tú no te esperabas, no estabas preparado, y a decir verdad, yo tampoco, pero al menos cambia la expresión de tu rostro.
Es como si fuéramos una carga para ti, tu hijo está presente.-le dijo suavemente.

-No estoy molesto contigo, ni mucho menos con nuestro bebé. Simplemente no me gustan los hospitales, por eso quiero irme rápidamente.-jadeo acercándose a la madre de su hijo.-Ahora ustedes son mi prioridad, ¿entendido?

-Lo siento.

-Al contrario.-negó al saber donde iba esa disculpa.-Debí de haberme dado cuenta de que él era mío desde el principio, te trate muy mal en él pasado. Yo debería de pedirte disculpas de rodillas.

-¡No lo hagáis! .-lo detuvo.-Y-yo, yo quiero formar una familia contigo y nuestro hijo, es lo único que te pido.

🌹

Cuando ya todos iban de camino al estacionamiento, Sandara presionaba a la rubia para que regresará con ella a casa.
Haejin había vuelto nuevamente a New York y ahora él hogar se encontraba vacío.
En cuanto, los padres de Jimin comentaban que seria mejor que viviera bajo él techo de ellos, ya que su casa era más espaciosa y estaban seguros que seria un lugar seguro y bueno que el niño creciera.

Rosé observó la espalda del padre de su hijo por unos segundos.
Ahora eran una familia, ¿no?.
Después de haberlo pesando unos largos segundos, acepto la oferta de sus ¿suegros?, si es que se le podría llamar de esa manera.
Jimin y ella se habían confesado sus más profundos sentimientos, pero... Ninguno había dado él paso siguiente.
¿Eran novios o simplemente los padres del bebé?

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Al llegar a la residencia Park, Sora acompañó a Rosé al cuarto que ella utilizaría desde ahora en adelante.
Al entrar, la habitación se encontraba completamente organizada y limpia, como si ellos ya hubieran deducido que ella aceptaría sus palabras.

En él centro había una cama matrimonial con un adredon color blanco y unas almohadas del mismo tono. A los pies una manta celeste y a un costado, una cuna para en recién nacido.

-Espero que te sea cómodo, la cuna permaneció a Jimin y su hemano mayor, cuando eran bebés, ¿no es hermosa? .-preguntó la mujer mientras acariciaba la camita y colocaba una expresión nostálgica.

-Es muy linda.-asintio sonriente.-Señora Park, le agradezco mucho la atención hacia nosotros.-le dijo mientras posesionaba al menor entre las sabanas y lo cubría hasta la cintura como era debido.

Ambas damas escucharon un ruido seco y se volvieron hasta la entrada del cuarto. Jimin dejó caer él bolso de su hijo colocándolo sobre una cómoda cercana.

-¡Mira Jimin-ah, no es hermosa, a Jihoon le sienta perfecta! .-señaló la joven.
Él peliazúl le dio la espalda, sacó ropa limpia del closet y luego se perdió para meterse en él baño.

Antes de que pudiera decir o preguntar algo, la abuela de su hijo huyo de la habitación y ella tomo asiento en la cama para observar como dormía él bebé.
Se cercioró de que su hijo respirara bien, y recordó que aún nadie sabía que viviría en otro lugar.

Tomó su móvil y marcó él primer contacto que vio.

-¿Sí? Tienda de conveniencia Seven Eleven, ¿en qué podemos servirles?

-Unnie, soy yo.-respondió al reconocer la voz.

-¿Rosie? .-se hizo un silencio por unos segundos y después casi le revienta él tímpano a la reciente madre.-¡¿Cómo estás, y él niño?! Debe ser muy lindo y grande, ya que estuvo durante unas semanas extras.

-Sí, Jihoon está durmiendo en estos momentos. Se parece mucho a su padre.-sonrió al ver la peculiar posé del menor. Tenia una mano en su barriga y su contraria hecha un puño.

-¿Le has nombrado Jihoon?

-Sí, bueno, fue uno de los pocos nombres que a Jimin le agradó.-hizo una leve morisqueta al recordarle.-Bien, como decía, hemos salido y quería avisarles.

-¿Regresarás? Esperar... ¡Chanyeol!

-¡Hola Rosie, cómo estás! .-saludó alegremente. La llamada había sido terminada por la para línea.

-¿Qué sucedió? .-preguntó la castaña al verle confuso.

-La llamada de cortó, debe haber sido un accidente.

-Lo más seguro.

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-¡Jimin! ¿por qué hiciste eso? Regresarme mi móvil.-pidió estirando el brazo. Él chico sonrió arrogante y dejo él aparato sobre él buró.

-Creí que habías dicho suficiente, por eso corté por ti.

-¡Ni siquiera alcancé a hablar con Channie oppa!

-Ya se enterará.-bufo secándose él cabello con una toalla. Después le dio la espalda y se cambió ante sus ojos.
Fue en ese momento, donde recién se daba por enterada que Jimin había salido de la ducha.

-¡¿Qué hacés pervertido?!

-¿Tú que crees? Vestirme.-dijo obviando mientras terminaba de colocarse los vaqueros.

-Entonces hacerlo en tu habitación, es algo incómodo y vergonzoso verte así.

-Rosé, está es habitación.-respondió acercándose peligrosamente al rostro de la rubia.-Además, yo que recuerde, antes no te sonrojabas al vernos sin ropa. No será la primera ni última vez que estemos de ese modo.

-Tonto.-mascullo inflando sus rojas mejillas.-Yo creí que...

-¿Te dejaría sola? Ésta vez no podrás alejarme de ti.-sentenció observando tentadora mente los labios de la menor, los cuales devoró apasionadamente.
-¿Hay algún problema por dormir juntos?

-N-no, ninguno.-apoyó su frente en él hombro del chico y éste le abrazó por la cintura.
-Entonces, eso significa que somos...

-Como marido y mujer.

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Tras pasar una semana viviendo bajó él mismo techo, la vida de ambos cambió drásticamente. A pesar de haber tenido un leve problema al naver, los pulmones del pequeño Jihoon no le impedían para nada que llorará con todas sus fuerzas y fuera capas de despertar a todas un vecindario.

Él menor creó un fuerte lazo con su madre, provocando su llorar cada vez que otra personas que no fuera ella le cantara o arrullaba. Era increíble que teniendo un cuerpo tan pequeño y fuese delicado, pudiera llorar de la forma que lo hacia.

Durante los primeros días, Jimin ayudaba a la rubia y de turnaban en atenderle con los muchos cambios de pañal y caprichos del menor, pero él peliazúl comenzó a ser distante, las cosas se habían colocado tensas en su relación y discutían hasta altas horas de la noche.

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-¡Mirarle, me ha sonreído! .-cantó Jennie a su lado izquierdo.
Las dos restantes estaban en su derecha, mientras ella sonreía encantada por las muecas del niño.

-¡Es tan lindo! .-chilló Lisa con sus mejillas rosadas.

-Ha crecido mucho desde que le dieron de alta.-comentó Jisoo jugando con los píes del menor.

-Sí, bebe mucha leche y además las vitaminas que le recomendó él pediatra.

-No puedo creer lo tranquilo que es, conozco bebés que lloran demasiado cuando ven mucha gente a su alrededor. Pero Honnie es totalmente diferente.

-¿A quién crees que se parezca más? .-preguntó Lisa tocándole la palma al menor. Éste le sostuvo fuertemente él dedo y abrió la boca mostrando sus encías rosadas.

-Aún no sabemos, pero Sora-ssi dice que le recuerda mucho a Jimin cuando bebé.

-Pobre niño, será igual de feo que su padre.-comentó Jennie arrugando la nariz.

-Jimin-ah no es feo.-lo defendió rápidamente, haciendo que sus amigas de burlarán de ella y comenzarán a molestarla.

-Ay~, si defiende a su hombre. ¡Rosie, está enamorada! .-decían con gracia.

-Cierren la boca, bobas.

-Aun así, no puedo imaginarme a Jimin-ssi como un angelito.

En ese momento, la mujer del hogar y Jihyo entraron al salón y dejaron un bandeja infusiones en la mesa de centro.

-Mi querido Jiminie siempre fue un pedacito de cielo.-sonrió la señora nostálgica.

-Me hubiera encantado ver a Park cuando pequeño.

-Su nombre es Jimin, unnie.-le corrigió, a lo que Jisoo rodó los ojos.

-Lo siento, a tu Jimin-ah, en su infancia. Debió ser un niño muy extrovertido.-Sora carcajeó suavemente ante su acción y asintió.

-Tengo algunas fotografías, ¿les gustaría verlas? .-sonrió nuevamente, está vez cln entusiasmo.

-No se si a Jimin le gusté o esté de acuerdo con esto.-murmuró Rosé preocupada.

-¡Tonterías, era tan adorable! .-le restó importancia la señora Park.-¿Qué es lo que quiere ocultar? Yo sé todo sobre él, después de todo, es mí hijo.-decía mientras se perdía en las escaleras y se limpiaba las manos con él mandil.

Después de unos cuantos segundos, la dueña de casa bajó con una caja mediana en sus manos y tomo a siento frente a las invitadas. Su sobrina se unió a ellas y le ayudó con los álbumes.

Cuando las fotos fueron colocadas sobre la mesa, ninguna pudo contenerse ante la curiosidad y ver una etapa inocente del basquetbolista.

-¡Mira que tierno! .-gritó Lisa señalando la foto. Una de las Kim le cubrió la boca, procurando que él pequeño pelinegro no despertara.

Sora mostró una fotografía donde un pequeño bebé de no más de nueve meses jugaba con unos bloques de colores.
Él niño tenia él cabello oscuro, unos brillantes y atrayentes ojos avellanas y, unas regordetas y sonrosadas mejillas.
Lo que más llamo la atención de las féminas, fueron los píes y manos del menor en la imagen.

-¿Ese es Jimin-ssi? .-preguntó Jisoo aceptando la fotografia, sin creer que aquella criatura tan dulce, tierna y regordeta, fuera aquél chico hormonal que conocía.

La anterior le entregó la foto y al aceptarla, sus mejillas tomaron un color carmesí ante la imagen tan hermosa.

-Mira Rosie.-llamo Sora.-Está es una foto de Jimin, cuando tenia siete semanas de nacido.-le entregó la imagen y sus amigas se colocaron a su alrededor casi metiéndose en la foto.

-¡Es idéntico! .-exclamaron las tres al unísono.

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Antes del atardecer, la puerta principal sonó informando que alguien había llegado.
Padre e hijo pasaron y se encontraron con él grupo de féminas charlando animada mente y mirando fotografías.

-Cariño, qué están haciendo.-preguntó él moreno mientras se acercaba a su mujer.

-Tío, no sabía que podías ser tan lindo con Jimin-ah.-comentó Jihyo enseñándole una característica fotografía.
En ésta se veía a un Hyungsik cargando al pequeño del hogar, mientras le daba mamila.

-¡¡Sora, dijimos que esto se quedaría bajo siete llaves!! .-se quejó él hombre arrebatándole la foto a su sobrina.

Él basquetbolista alzó una ceja y se sonrojó fuertemente, en cuanto se dio cuenta del porque las chicas le miraban con rostros extraños.
Comenzó a guardar las fotografías, y se llevó consigo la caja mientras bufaba perdiéndose en los escalones del segundo piso.

-Que pena, había olvidado lo avergonzado que actúa Jimin con esas fotos.-mencionó Sora colocando una mano en su mejilla.

Las chicas comenzaron a reír y luego de unos minutos, las invitadas se retiraron a sus respectivos hogares.
Después la haber ayudado a Sora y a Jihyo con la limpieza, Rosé decidió subir a su habitación.
Llevaba en sus brazos al azabache con cuidado de no despertarlo.

Al ingresar, se encontró con él joven de cabellos azules recostado en la cama, mirando él cielo del cuarto pensativo.
Cuando Jimin se percató de su presencia le dio la espalda y bufo cansado.

La rubia posicionó suavemente a su bebé en la cuna, lo arropó apropiadamente y esperó a que soñará profundamente, mientras le observaba tierna.

-¿Estás enojado conmigo? .-preguntó sentándose a los píes de la cama.-Creo, que te mirabais realmente adorable cuando eras un crió, espero que Jihoon sea igual de tierno que tú.-sonrió cerrando sus marrones ojos.
-Bien, te dejo descansar. Por favor, controlar la respiración de nuestro hijo.-se dirigió hasta la puerta para retirarse, pero Jimin la atrajo hasta él y la abrazó ocultando su rostro en el cuello de ella.

Fue ahí cuando Rosé entendió todo. Park Jimin estaba avergonzado.

-Tu hijo es realmente genial.

-¿Por qué? .-preguntó mirándola a los ojos.

-Milagrosamente, no lloró cuando las chicas llegaron y se acercaron a él, creo que hasta lo disfrutó.

-Bueno, lleva mi sangre y le gusta atraer la atención de los demás.

Rosé sonrió y acomodó en el pecho del mayor, mientras Jimin le acariciaba la larga y dorada cabellera con suavidad.

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A la mañana siguiente, la joven despertó temprano, ya que habían decidido hacerle una fiesta de bienvenida al nuevo integrante de la familia.

Como un buen abuelo, Hyungsik se ofreció a cuidar al menor mientras las mujeres limpiaban la casa.
En cuanto a Jimin, él había desaparecido desde muy temprano sin decirle nada a nadie.

-No se para qué tanto escándalo, solo vendrán un par de personas, ni que viniera él presidente nacional.-bufo él cabecilla mientras veía televisión.

-No son un par de personas, mi padre también asistirá, y sabéis perfectamente el como me siento con eso.

-No es mi culpa que ése viejo me odie.

-¡Claro que sí! ¡Lo humillaste frente a todos en nuestra boda!

-¡Tenia que defenderme, dijo que lo tenia pequeño! ¡Me dejó en ridículo! Además, te di dos hijos, dos. Y aun funciona.-mencionó acariciando las piernas de su mujer.

-¡Q-qué haces, pervertido! ¡Está tu nieto presente, sucio! .-chilló golpeándolo con la escoba.

Desde lejos, Jihyo y Rosé observaban la escena mientras carcajeaban sutilmente.

-Jihyo-ah, ¿por qué Sora-ssi está tan rígida? .-preguntó ya que su suegra trabajaba sin parar.

-Su padre es muy severo con él tío, nunca aceptó la relación y a decir verdad, tampoco a sus hijos.

-Entonces...

Si aquel hombre no quería a Jimin, por defecto, tampoco querría a su hijo.

-No os preocupéis, Rosie, estoy segura que todo saldrá bien.-alentó la castaña dándole algunos golpecitos en él hombro.

-¡Familia, he regresado! ¿Dónde ésta mi nuevo sobrino? .-él anunciante pasó al salón y se acercó a la rubia.-Tu debéis ser Chaeyoung, ¿no? .-preguntó con una sonrisa en su rostro.-Mucho gusto, soy Park Taemin, él hermano mayor de tu donador de esperma.-bromeó.

-¡El gusto es mío! .-se inclinó levemente en modo de saludo.-Soy, Park Chaeyoung, pero puede llamarme Rosé.

-Y bien, ¿ dónde está él nuevo integrante? .-comenzó a saltsr emocionado, avergonzando a la familia.

Hyungsik alzó al pequeño de la carriola y se acercó a su hijo mayor. Los ojos de Taemin se abrieron emocionados e iluminaron al conocerle.

-¡Es idéntico a Jimin cuando bebé! .-comentó acariciando las suaves y regordetas mejillas de su sobrino.

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Rosé observó él reloj por vigésima quinta vez con preocupación. Ya era hora que todos los invitados llegaran, y Jimin aún no aparecía.

-Sora-ssi, ¿usted sabe dónde pudo ir Jimin? .-preguntó mientras amamantaba a su retoño.

-No querida, no lo sé, pero si no llega pronto voy a castigarlo.-dijo severamente.

Luego de unos minutos, la puerta sonó colocándose la alarma de emergencia.
Antes de que alguien pudiera decir algo, Taemin ya estaba sobre su hermano menor, para felicitarlo.

-¡Me estorbáis, idiota! ¡Dejarme respirar!

-Jota, ¿así es como recibes a tu querido hermano mayor?

-Quitate, inútil.

-¡Park Jimin, ve ahora mismo a ducharte, los invitados están por llegar! .-gruñó Sora con las manos en la cintura.
Él ángel desapareció en la segundo piso y no miró a nadie más, ni siquiera a Rosé, que lo miraba preocupada.

-Está de malhumor, debió de haberle ido mal.-comentó en un bostezo.
Su esposa y la madre de su nieto lo miraron extrañas.

-¿A qué te refieres, cariño?

-Quiere conseguir un trabajo para poder mantener a Rosita y al niño.

🌹

Al cabo de media hora todos comenzaron a llegar. La casa de llenó de amistades y los ex compañeros de Jimin.
También estaba Sandara, Chanyeol y Nayeon.

Él ambiente era realmente agradable, todos comentaban de lo tierno y fuerte que era Jihoon, como también la felicitaban por haber dado a luz a un pequeño tan lindo.

De un momento a otro, todo quedó en silencio y la imponente figura de un hombre mayor, con contextura grande y de cabellos oscuros apareció.
Sora de acercó al hombre e hizo una reverencia.

-Muchas gracias por asistir, padre.-saludó cortésmente.

-¿Y bien, dónde está esa criatura? .-habló con autoridad.

Su única hija se volvió para mirar a la rubia, la menor se acercó con él niño entre sus brazos y movió su cabeza en forma de saludo.
Él mayor posó sus ojos en Jihoon y lo observó duramente.

-Es pequeño, será débil en él futuro.-comentó agriamente.

-Anciano, no vengas a dar esa clase de comentario sobre mi nieto.-dijo Hyungsik con voz retadora.
Sus ojos se encontraron y se lanzaban miradas aterradoras y amenazantes.

-Vamos abuelo, Jihoon-ah es realmente adorable, ¿no podrías felicitar a Jiminie y a Rosita?

-¿Felicitarlos, por qué? .-dijo con gracia fingida.-¿Por arruinar sus vidas siendo tan jóvenes? Pensé que Jimin tendría un gran futuro como basquetbolista, y no cometería los mismos errores que su padre.

-¡Padre! .-se quejó Sora.

-¿A qué has venido? ¿A insultar a mi prometida y a mi hijo?

Los invitados se volvieron encontrándose con la mirada gélida de Jimin al final de las escaleras, todos se sorprendieron ante sus últimas palabras, inclusive más la rubia.

-He venido a ver si puedo hacerte reaccionar. Siempre pensé que de los hijos de Sora y ese vagó, tú eras el que tenía más futuro. No puedo dejar que se desperdicié así como así.

-No creo que mí futuro sea tu problema, no tienes ningún derecho sobre mi persona, y ni siquiera mis padres tienen ese derecho.

-Eres tan ingenuo, adorado nieto.-carcajeó arrogantemente.-¿De verdad piensas que todo es pan comido? ¿que se casarán, criarán a su hijo y vivirán felices para siempre? Sí que eres lento.

-Padre, creo que has llegado muy lejos, por favor... .-pidió la dueña de casa, colocando su preocupada mirada en la rubia, quien mantenia su cabeza gacha y con amenazantes lágrimas.

-¡No, dejarme Sora, tengo que hacerlo reaccionar! .-se alteró él mayor.-No todo sera perfecto Jimin. Tendrás que trabajar horas extras, llegarás cansado y no podrás dormir ni dos horas.
Él dinero no les alcanzará, vivirán en un apartamento pequeño en un barrio peligroso y la educación de tu hijo sera pobre.
Todos los sueños que alguna vez tuviste se irán a la basura y nunca podrás cumplirlos, tu vida ya no será lo que soñaste, ser un hombre libre, si no de la alguien más.-Rosé comenzó a llorar ante las duras palabras, llamando la atención de todos. Le entregó al niño a Jihyo y corrió escaleras arriba, para esconderse en la habitación.
-¿Lo ves? Ella todavía sigue siendo una niña. ¿Qué clase de madre podría ser si es tan delicada? Se necesita fortaleza y rectitud para criar a un hijo...

-¡¡Oye!! .-le gritó Sandara furiosa.

-Vete.-pidió Jimin con voz ronca. Se volvió dándole la espalda y subió un escalón para seguir a su novia.

-¡No me iré, hasta que me escuchéis!

-¡¡No te metas es mi vida, y dejarme en paz!! .-gruñó fuertemente sobresaltando a Jihoon y por ende, comenzó a llorar a todo pulmón.-Tomaré mis propias decisiones, ahora... ¡Vete de mi casa!

🌹

-¿Te encuentras bien? .-se sentó a su lado y le tomó una mano.

-Tu abuelo tiene razón, estoy matando tus sueños.-sollozó quitándose las lágrimas.

-Eso no es verdad...

-Por Dios Jimin, sí lo es.-el chico la abrazó obligándola a colocarse sobre él, rodeándole la cadera.-Quieres jugar en la NBA, ¿vas a abandonarlo así como así?

-Ya te abandoné una vez, Rosé, no lo volveré hacer. Mis sueños pueden esperar un tiempo, él baloncesto seguirá siendo baloncesto.-la rubia lo miró tristemente.

-¿Entonces, eso es todo? ¿Vas a matar tus sueños así de simple?

-¡Chaeyoung, no seáis inmadura, tenemos un hijo ahora, no podemos estar pensando en estupideces! .-dijo con voz molesta.-Lo siento, no quise...

La menor se levantó de su regazo y le dio la espalda.

-No quiero casarme contigo, Jimin.

-¿De qué demonios estás hablando?

-No estoy lista para esa clase de compromiso.-respondió sin siquiera mirarlo.
-Creo, que esto funcionará únicamente si cada uno va por su propio camino. Ambos debemos de madurar, y alejándonos será la única manera.-habló alzando los hombros.-Tengo que dejar de vivir en un cuento de hadas y pensar que todo está bien entre nosotros, cuando en realidad no es así.-colocó su mano en la manilla para retirarse, pero él mayor fue más rápido y la acorraló entre su cuerpo y la misma puerta.

-No voy a permitir que hagáis esa locura.

-Y yo no voy a permitir que arruinéis tu futuro, ¿de verdad me amáis Jimin? .-preguntó suavemente.

-Sabéis perfectamente que sí, con todo mi corazón.

-Entonces ya sabés que debéis hacer.-luego de aquellas palabras le dio un pico suave y se retiró del cuarto.

🌹

-Abuela, ¿puedo regresar a casa con Jihoon? .-preguntó con timidez.

-¿Jimin y tú, han discutido por lo que dijo mi padre? .-cuestionó Sora con preocupación.-Por qué si es así, no tienes que hacer caso a las cosas que dijo...

-No estaba tan equivocado, después de todo. Creo que Jimin y yo, necesitamos un tiempo para pensar las cosas. Estábamos yendo demasiado rápido e ignorando algunas señales.

-Chaeyoung... .-susurró la adulta.-Si eso es lo que quieres, mis puertas están abiertas para ti.

-Gracias abuela. Sora-ssi, Hyungsik-ssi, le agradezco de corazón todo lo que hicieron por Jihoon y por mi.
Prometo venir a verlos diariamente.

🌹

Una hora después...

Luego de juntar las pertenencias de su hijo, y que la fiesta finalizara, la joven y su abuela decidieron abandonar la residencia Park.

Unos segundos después, que la familia se despidiera de la rubia, Jimin bajó las escaleras con un rostro demacrado y sombrío.
Sus padres le miraron con lástima y preocupación, mientras que Taemin y Jihyo decidieron desaparecer por él momento.

-¿Tenias que invitarlo, verdad? .-habló con frialdad.

-Cariño, yo...

-Seguís siendo un mocoso después de todo, Jim.

-Estaba haciéndome cargo de mis responsabilidades, ¿no es eso lo correcto?

-Por mucho que odié a ese viejo, tengo que admitir que sus palabras fueron reales, nadie se atrevía a decirte eso.-dijo él cabecilla seriamente.-La pequeña Rosé, con su delicadeza y dulzura lo ha entendido mejor que tú.

-¿Por qué, simplemente no me dejaron hacer lo que quería? .-se quejó desordenándose los cabellos.

-Porque no todo funciona de esa manera. A veces, hay que elegir un camino desagradable para poder hacer las cosas de la forma correcta, y eso significa madurar.

-Regresaré a Estados Unidos, pero con dos condiciones.

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Dos semanas después...

En aquel momento se encontraba en la cocina, preparando él almuerzo. A su lado estaba él carrito de su bebé, donde él menor la observaba como se movía lado a lado con gracia.

Él timbre se escuchó, y fue entonces cuando él niño comenzó a llorar molesto. La joven lo alzó y meció, a medida que se dirigía hacia la puerta.

-No lloréis, Honnie, mamá está aquí.-susurraba mientras abría.

-Es bueno saber que me extraña.-dijo él recién llegado. Rosé se emocionó al ver aquellos avellanas que la enamoraban.

Jimin se acercó a ella y tomó al niño entre sus brazos. Éste automáticamente comenzó a llorar de una forma diferente, más calmada y como si estuviera reclamándole por su desaparición.

-Jimin-ah, si has venido para...

-No vine a eso.-dijo rápidamente, la chica se sorprendió y lo invitó a tomar asiento.-Estuve pensando mucho sobre lo que me dijiste.-comenzó a decir, mientras mantenía sus ojos en él menor.

-Puede que me haya pasado un poco.-se arrepintió mirando él suelo.

-Es todo lo contrario, me estaba comportando como un crió. Te amo y también a nuestro hijo, pero no estaba pensando las cosas con claridad.

-¿Entonces?

-Volveré a New York.-dijo sorprendiéndola.-Volveré para las vacaciones de verano, llamaré todos los días y me apresuraré para convertirme en el mejor, y así poder darles una vida como corresponde.

-Es la mejor decisión que has tomado.-sonrió la rubia para después besarle con dulzura.

-Pero... .-dijo en cuanto se separaron escasamente.

-¿Pero? .-preguntó dudosa.

-Hay una condición.

-¿Condición, de qué hablas? .-dijo sin entender.

-Si yo voy a luchar por ustedes, dejándolos aquí en Corea, entonces quiero algo a cambio.

-Dímelo.

-Regresarás al instituto.

-Jimin...

-Quiero que termines los estudios, me he dado cuenta que piensas en mí futuro y no en él tuyo. ¿No hay nada que quisieras hacer? .-Rosé lloró y lo abrazó besándole el rostro con cariño.

-No sabés cuanto agradezco que pienses en mí.-susurró acurrucandose en sus brazos.-Mi amor, tuve un problema con él director, y uno muy fuerte. Dudo que quiera aceptarme nuevamente en...

-Los chicos ya me lo han contado. Hablé con mis padres y ellos se encargarán de todo.-dijo él peliazúl besándole los dorados cabellos.

-Te amo, y demasiado.

-Y yo a ti, a los dos.

🌹

Tres semanas después...

Vuelo 304, con destino a New York, abordar por la puerta 12.

-Cuidarte mucho hijo.-pidió Sora arreglándole la camisa al joven, y después abrazarle con todas sus fuerzas.

-Lo haré, madre.

-Arrasa con todos, Jim, y no vuelvas s menos que seáis alguien.-lo alentó Hyungsik golpeándole la espalda levemente.

-Soy mucho mejor que tú, viejo.

-Jimin, si necesitáis cualquier cosa, ve con Haejin, él con gusto te ayudará.-él peliazúl asintió y realizó una leve reverencia informal.

Finalmente, sus ojos se encontraron con lo marrones de su amada. La chica estaba levemente sonrojada, y tenia un aire inocente a pesar de haberse convertido en madre hace poco tiempo.

Se miraron durante largos segundos, ambos tenían su propio lenguaje de miradas.
Él le decía lo mucho que la amaba y lo cuanto la extrañaría. Ella le expresaba todo su amor, dulzura y orgullo que sentía por él, cuan feliz estaba de ser parte de su vida, y de haberle dado lo mejor que una mujer puede pedir, llevar a su hijo en su vientre.

Él mayor se acercó a la rubia y la tomó del cuello, levantó su rostro y la besó. Fue un beso de despedida, pese de haberse despedido a su manera anoche, le expresaba todos sus sentimientos.
Una vez se separó, bajo su mirada colocándola en él pequeño que dormía plácidamente, acarició su cabecita con delicadeza y le dio un beso suavemente.

-Cuidarlo bien.

-Estarás al pendiente de su crecimiento.-le sonrió con ojos brillantes.-Para cuando regreses, será como si nunca te hubieras ido.-Jimin le dio un último beso profundamente, para después juntar sus frentes y decirle que la amaba.
Le dio la espalda y camino hasta las compuertas de cristal.

-¡¡Jimin!! .-le llamó antes de que se perdiera en él túnel. Él se volvió y la miró atento.-¡¡Me casaré contigo, si te conviertes en él mejor del mundo!!

Él chico sonrió, se volvió nuevamente y alzó su brazo e hizo señal de victoria.

Ustedes son mi mejor trofeo

🍃🌺🍃

Momo 🍑💞

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