𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙨𝙚𝙫𝙚𝙣, the conflict made into a cake
───CHAPTER SEVEN
el conflicto hecho un pastel
───¿Que cree que sucede con su hermana, princesa?
───No lo sé, Elinda───Murmuró al ponerse un camisón para dormir, girándose para ver a Elinda, su más leal dama, mirarla preocupada por sus recientes palabras───Por un momento estuvo a punto de hablarme, de decirme que la hacía sentir mal como tanto su rostro dejaba ver y después huyó en Stormfire.
───¿Y volvió?───Pregunto aún más preocupada, Rhaenyra asintió.
───Se encerró en su habitación, sir James dijo que no lo dejo pasar ni le contestó a sus preguntas───Suspiro ruidosamente mirando hacia la puerta.
Daemon no tardaría en llegar, por lo que se apresuró a llegar a su mesa y tomar la carta de sir Westerling.
El viejo hombre le había dicho claramente que la princesa Viserya sufría de algo, físico o emocional, pero que su madre tenía que ver. También aseguró que la pobre joven novicia era muy ajena a su madre y prácticamente más a sus hermanos.
Pero lo que más le alarmó en el contenido de la carta fue precisamente que Viserya había sido obligada a muchas cosas, incluyendo el ser septa.
¿Qué podría haber hecho una niña de siete años para ser obligada a toda costa ser septa?
───¿Quiere que intente algo?
───Busca a una dama, alguien de confianza y da la excusa de que el rey la envió para que tenga una amiga más cercana.
───Princesa, no soy nadie para contradecirla pero... ¿Está segura?, su hermana es desconfiada, usted lo ha visto.
───Lo sé, Elinda. Pero si es mi padre quien la envió estoy segura de que no rechistara, hablaré de esto con él.
───Como ordene, iniciare a buscarla, tengo un par de ideas.
───Hazlo, y la presentas ante mi, quiero asegurarme de que no sea una amenaza y que pueda ser agradable con Viserya.
Con eso Elinda se retiró y Rhaenyra soltó aire con gracia, acomodando su ropa y recostandose en la cama, en cualquier momento las matrona traería a Viserys y ella no dudaría en aceptarlo.
Tal como predijo, la mujer ingresó minutos después y Viserys fue depositado en sus brazos para alimentarse de su pecho, como cada dos noches hacia. Nunca les negaría eso.
───¿Cómo te fue en tu vuelo con la novicia?───Preguntó Daemon ingresando de repente y cerrando la puerta, Rhaenyra lo miró.
───Bien, volamos por los alrededores y demás, se veía muy feliz volando.
───Debe disfrutarlo, después de que se vuelva septa, no podrá volver a montar nunca más.
Y solo tenía doce años, una niña que amaba su dragón y se enorgullecia de su sangre de fuego se convertiría en una septa, lo cual la hacía sospechar más.
Daemon se dio cuenta del repentino silencio y su cambio de expresión, por lo que se acercó con calma y se sentó en la cama tomando su mano.
───¿Hizo algo?
───¿Que me haría mi hermana de doce años?───Preguntó con fastidio.
───Es hija de Alicent, hermana de Aegon y Aemond... No veo que no podría hacerte.
───Es una niña, Daemon, algo le hacen y algo la retiene.
───Lo dudo, la mocosa sabe lo que hace... Y lo que dice.
───¿Por qué la odias tanto?, ¡estuvo alejada de Alicent y su séquito!
───Pero esta en un septo todo el dia y toda la noche, y la puta de Alicent se la pasa en un septo, tan alejada nunca estuvo───Contradijo viendo la expresión de Rhaenyra endurecerse, sus dulces ojos violetas estaban furiosos───No te esfuerces en ayudarla, ninguno de los hijos de Alicent lo necesitan; ellos aceptan ayudarla.
───Puedo ver que Viserya no es así, Daemon.
───Tengo muchas razones para debatir eso, pero no tengo un ánimo especial para discutir───Susurro besando sus labios y besando la cabeza de su hijo que comía de su pecho desesperado.
Rhaenyra miró a su esposo ir a cambiarse, ella se dedicó a ver a su hijo con los pensamientos en otro lado.
Daemon no estaba de acuerdo con ayudar a Viserya y a ella no podía importarle menos.
───Tu si me ayudaras, ¿no, mi viserys?───Preguntó en su idioma materno, viendo los ojos de su hijo abrirse ligeramente y volver a cerrarse───Si, tu me ayudaras mucho.
Durante la mañana Viserya se dedicó a hacer sus rezos y tareas matutinas.
Jacaerys había llegado y hablado con ella durante un rato, dialogando sobre la política en Westeros y sobre el deber de cada consejero en el privado del gobernante.
También llegó Lucerys, hablando sobre los rezos de los siete y el como le rezaba al dios del mar por la salud de su abuelo durante sus aventuras.
Viserya tuvo la sensación de que su madre los había enviado, pero no divagó mucho en ello, evitando a toda costa oír demás y no verse comprometida cuando vuelva a King's landing.
También vio el momento familiar de Rhaenyra con sus hijos, amándolos, escuchándolos y dándoles todo lo que querían, era una buena madre.
Y Viserya sintió envidia.
───Buenos días───Saludó una voz desconocida detrás de ella, Viserya no tardó en darse la vuelta con el ceño fruncido.
───Buenos dias───Saludo insegura, viendo a la mujer de cabello negro canoso y ojos violetas.
───Me parece que no me recuerdas, soy Rhaenys, tu prima───Se presentó cordial y Viserya asintió.
───Si, no te recordaba, una disculpa───Murmuró acercándose un poco y extendiendo su mano tímida, Rhaenys la aceptó───Soy Viserya.
───La última hija mujer de Alicent.
───Si.
───¿Por que mirabas a Rhaenyra y sus hijos?───Preguntó con un poco de dureza, como si no confiara en ella.
───No tengo más que hacer y es entretenido ver a Lucerys intentando derribar a Jacaerys.
Rhaenys tarareo, parándose como la princesa que era mientras observaba a Rhaenyra, Viserya hizo lo mismo, entreteniéndose con Joffrey jugando con Rhaena.
La mayor miró de reojo a la más joven, entrecerrando sus ojos al reconocer esa mirada.
Era parecida a la de muchos por el trono de hierro, o por la princesa Rhaenyra. Con la única diferencia de que ella los veía a todos así.
───Son una bonita familia, ¿cierto?
───Si, lo son───Afirmó con una sonrisa más tensa, dándose la vuelta para irse.
───Quédate un poco más, no voy a King's landing y me gustaría conocerte más, niña.
Su mente avispada le jugó una mala y terminó mirando con total desconfianza a Rhaenys, sin lograr disimularlo y ocasionando una sonrisa de su parte.
───No vengo con malas intenciones───Aseguró acercándose a ella con una sonrisa solemne, pero sus ojos la observaban de pies a cabeza───¿Tienes deberes de novicia que hacer?
───Los culmine todos antes del mediodía, princesa Rhaenys───Informó dando un paso a ella, Rhaenys asintió.
───Perfecto, en ese caso acompáñame al jardín.
La mujer avanzó sin darle oportunidad de negarse, por lo que Viserya caminó detrás de ella con incomodidad, analizando la caminata segura y delicada de Rhaenys.
Detallo su cabello negro como la noche pero con canas grises entre sus cabellos, evidenciando todavia mas su avanzada edad, aun asi, era una mujer sencillamente hermosa.
Como todas las mujeres de su linaje familiar.
───Su esposo, Lord Corlys, ¿está aquí?───Preguntó tras silencio incómodo, sin saber que hacer o decir, Rhaenys la miró brevemente y asintió.
───Está organizando sus barcos, ¿alguno de tu familia está aquí?
───No, princesa, vine sola con mi padre.
Rhaenys solo asintió y miró el enorme árbol frente a ellas, mirando los alrededores en busca de algún espía hasta que sus ojos fueron a la niña frente a ella.
Viserya era parecida a Alicent de joven, pero tenía demasiado de Viserys en ella: la perfecta combinación física.
¿Pero a cuál de los dos se parecía más realmente?
───Rhaenyra me habló mucho sobre ti.
───¿Cuales cosas?───Pregunto curiosa, parándose a su lado y viendo hacia el mar, visualizando dos dragones pequeños volar.
───No son malas, ¿o acaso tienes malas?───Preguntó como si fuera un juego, Viserya la miró con una sonrisa, encogiéndose de hombros.
───Diría que tengo un historial más... Limpio que el de mis hermanos.
───Helaena y tú, querrás decir───Rhaenys se giró y se acercó más a ella, Viserya pudo detallar la piel arrugada y ojos hipnotizantes.
Su prima Rhaenys era ciertamente muy hermosa, aun con su edad algo avanzada. Inspiraba un aire de respeto imposible de ignorar y que muchos se esforzaron en hacerlo llamandola a sus espalda la reina que nunca fue.
───Supongo que si, aunque Helaena está cambiando───Soltó deliberadamente, dándose cuenta de que hablo un poco de más.
───¿La joven Helaena está bien?───Pregunto empática, notando el cambio de expresión y los ojos tornándose temerosos y molestos.
───Está comprometida con Aegon, no está bien.
───Tu hermano nunca será buena opción para ninguna mujer en Westeros───Suspiro pesadamente───Al menos no eres tú.
───Me casaría con Aemond si no fuera una novicia.
───Pero lo eres, sientete afortunada.
Viserya sonrió irónica, soltando aire divertida y llamando por completo la atención de Rhaenys.
Si, Rhaenyra tenía razón.
La joven futura septa tenía algo encima de sus hombros que la hacían imposible de ignorar, no por dos madres y familiares que siempre se han preocupado por su familia.
───¿Gustarias comer algun postre con te, Viserya?───Pregunto tuteando, Viserya la miro con duda───Quiero conocerla, es todo, nunca tuve la oportunidad.
───Está bien───Suspiró sintiendo la mano de Rhaenys acariciar su hombro.
Dicha acción la dejaron quieta en su sitio, aun sintiendo la calidez de la mano de Rhaenys aun cuando no estaba, sintiendo aquella calidez expandirse hasta su pecho y tornarla nostalgica.
Su madre nunca le transmitio una calidez como esa.
Poco después siguió a Rhaenys, sin ser consciente del alivio en el rostro de Rhaenyra al verlas pasar entre conversaciones y sonrisas.
Pasar el resto del día con Rhaenys había sido especialmente agradable, con la calidez de la atención y el dulce de los postres que comían con gusto y pequeñas combinaciones.
Para Viserya, Rhaenys era una mujer increíble, cada relato sobre sus viajes en el mar con su esposo cuando estaba de humor, lo cual era pocas veces, sus vuelos con Meleys, incluso le compartió las discusiones que ha tenido con Daemon y burlándose de él con ella.
Era... Muy distinto a lo que tuvo con su madre, quien solo quería saber cosas sobre lo que los demás decían o si ella estaba haciendo todo lo que ella quería, tal como quería. Así que evito pensar en Alicent Hightower y otorgarle toda su atención a Rhaenys Targaryen.
───Dime, Viserya, ¿como es la vida de septa?, tu tía Maegelle era una pero nunca tuvimos tiempo para hablar a profundidad al respecto.
───Escuche maravillas de mi tía Maegelle por parte de mi padre y de los mismísimos septos antes, y sobre como es... Podría describirlo como una lección cada día, amarga y dulce.
───¿Amagar y dulce?, ¿como este postre?───Preguntó tomando un trozo del pastel de limón y azúcar para ponerlo frente a ella, Viserya sonrió.
───Si, algo así.
───¿Y por que lo es?, ¿alguno se pasa de listo y te insulta?───Pregunto con seriedad, ella negó.
───Solo... Las creencias de los siete a veces me aturden, en su mayoría son demasiado...
───En contra de las mujeres y en su gran mayoría contra nuestra casa, si, es terrible, por eso cuando vemos una oportunidad y opción de casarnos por lo valyrio... Se hace.
───Como mi hermana y el príncipe Daemon.
───El pastel me sabe amargo ahora───Se burló libremente haciendo que Viserya se ría───¿No hay alguna cosa más, Viserya?, ¿algo que te perturbe allí?
Viserya pensó en decirle todo, incluso abrió un poco su boca para hacerlo.
Sentía que Rhaenys era digna de su confianza, era dulce y amarga a la vez, hablándole sin filtro en su mayoría pero tratando de no herirla con sus mordaces palabras.
Pero después estaba su madre y el miedo de que si la decepcionaba, el costo sería demasiado alto.
Así que negó, encogiéndose un poco de hombros y comiendo del pastel sin añadir más, haciendo que Rhaenys llegará a una conclusión de todo.
A Viserya Targaryen no le agradaba ser novicia, fue obligada, y si es así: ¿por qué?
Dudaba que como agradecimiento a los siete, Alicent no dudaría en usar a sus hijos para obtener lo que quiere, a pesar de que los ama a su manera.
Así que no presionó más, decidió darle un rato más agradable para hacerla pasar el tenso y doliente momento mientras acababan sus postres y le propone volar en alguno de esos siguientes días juntas. Viserya aceptó alegremente.
Cuando Viserya se retiró para hacer su rezo antes de la cena familiar, Rhaenys se dispuso a ir con calma y elegancia hasta la sala del trono donde Rhaenyra aparentemente discutía con Daemon sobre cosas que a ella no le importaron.
Excepto cuando mencionaron a Viserys en una misma oración con la palabra 'problema'.
───Princesa, Príncipe───Saludó en voz alta y fuerte, deteniendo aquella discusión que se desviaba hacia la joven novicia que a sus ojos no tenía culpas.
Daemon la miró cortamente, con la mandíbula apretada y una pose defensiva, en cambio Rhaenyra lucía una expresión relajada pero con ojos violetas brillando en furia.
───Déjanos solas, Daemon.
───Como diga, esposa───Murmuró entre dientes antes de irse echando humos, Rhaenys se divirtió.
───¿Tu esposo te causa problemas?
───Busca problemas donde no los hay───Suspiro levantándose para caminar hacia Rhaenys───¿Lograste obtener algo?───Preguntó esperanzada.
───No mucho, pero a mi parecer suficiente como para saber una parte de lo que le pasa a la joven futura septa───Le comunico pensando un momento sus siguientes palabras───Tiene sus reservas, por un momento estuvo a punto de decirmelo todo, parecía necesitarlo, pero se atemorizo.
> Es raro conociendo lo que dicen de su carácter, creo que debe tener que ver con Alicent.
───Yo también lo creo, uno de los guardias envió un cuervo, Alicent habló con Viserya antes de venir, desde entonces actúa así.
Rhaenyra asintió y rodó los anillos en sus dedos, pensativa y mirando un punto muerto en la pared.
───La invite a volar en dragon en los siguientes días, intentaré que me hable sobre las cosas, intentalo tu tambien, tenemos poco tiempo.
───Una semana y pocos días───Murmuro asintiendo───Daemon ni nadie más puede enterarse de esto, Rhaenys.
───Lo tengo en claro, Rhaenyra, habla con tu marido para evitar roces hoy, con su permiso.
───Nos vemos en la cena───Se despidio viendo a la pelinegra salir, Rhaenyra solto aire y se devolvio a su trono de roca negra, sentandose elegantemente y alisando su vestido de terciopelo morado y toques negros.
Allí, una idea pasó por su mente y sonrió, era buena y una oportunidad para acercarse más a Viserya.
Una semana con tres días, Rhaenyra sabía que podía obtener mucho en ese tiempo, no iba a descansar.
Ella siempre tenía lo que quería y ayudar a Viserya era una de las cosas que quería.
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