𝟐𝐎 | 𝐒𝐄𝐍𝐒𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐆𝐀



 sensación amarga 


Se siente como un largo lapso de tiempo, aunque estoy segura de que solo han pasado un par de minutos. La música en el auto sigue sonando, aunque esta vez cambia de canción. Puedo asegurar que mi cabello está más desordenado que de costumbre. Puedo asegurar también que todo lo que creía que estaba bien hasta el momento, ahora ha tornado un rumbo denso, pero no lo descifro en su totalidad; pues, justo ahora estoy en esa pequeña etapa de negación, donde deseo con muchas fuerzas no haber dicho eso antes de tiempo. Y no es que haya planificado una hora y día exacto para decir aquello. Fue como si mi boca hubiera tomado las riendas por sí misma, guiada por mi corazón y hablado por si sola debido a los sentimientos que afloraron, y aún afloran, en mí en ese momento. Se siente muy incómodo para mí que él no diga una sola palabra. Tampoco espero que diga algo al respecto, pero no sé cómo sentirme o qué estoy buscando realmente. Levi Ackerman puede tomar un "Eres tan genial" como un cumplido, es decir, la mayoría se fija en su atractivo así que ya debe haberlo escuchado de otras personas. Aunque eso me romperá internamente... Porque, para mí, esas palabras tienen otro significado, mucho más valioso que un "Me gustas" o un "Te quiero"... Es por eso que siento que tengo el corazón en la boca y me oculto con mi mochila llena de ropa. Sé que él no lo sabe, tampoco siento la necesidad de explicarlo, pero temo haber dicho demasiado con solo mirarlo a la cara...

Yo y mi gran boca. En medio de la música, que cada vez sonaba menos fuerte, se escucha algo muy conocido para mí... Al parecer él apagó el motor del auto. Levanto mi cabeza por la confusión, lo miro sin quererlo totalmente, aguantando mi pena.

Él observa por la ventana más cercana a él, para mi suerte solo veo su cabello y parte de su abrigo. El de cabellos negros, al igual que yo, está evitando mi mirada.

—... Gracias por traerme a casa —hablo con los ánimos un poco idos. Cuando llegue a mi habitación posiblemente lo primero que haga sea darme un golpe contra la pared. Por el momento, sujeto mi mochila y quito el cinturón de seguridad.

—... No te preocupes —responde al instante. Sus palabras suenan más graves. Un poco atemorizante, como la mayoría de las veces. Veo que me observa de reojo.

Atino a sonreír en forma de despedida mientras mi mano abre la puerta del auto. La sensación de amargura en mí aumenta un poco. Hoy tengo muchas cosas en que pensar.

Salgo del auto y cierro la puerta de este. Los colores del cielo se aclaran. Lo entiendo perfectamente.

—¿Tienes clases hoy?

La voz de Levi Ackerman se introduce suavemente entre todos mis vagos pensamientos. Me quedo viéndolo por la ventanilla, inclinándome un poco.

—... Solo un seminario nocturno —contesto tratando de recordar si tengo algo más. Él posa sus ojos en mí, percatándose con ligera sorpresa al ver que yo también lo veo. Levi baja la mirada tras escuchar mis palabras y como si quisiera evitar mis ojos—. Entonces, adiós. Descansa. Y gracias, nuevamente.

—Envíame un mensaje cuando puedas.

Contemplo su perfil. Sus manos nunca dejan el timón. Asiento con una pequeña sonrisa mientras aún siento que no puedo leer el ambiente. Realmente ahora me incomoda mucho o solo esa sensación extraña yace en mi pecho. Giro sobre mis talones para caminar hacia el edificio. Trato de consolarme a mí misma, al menos no me mostro una mueca extraña o al menos me dijo que le enviara un mensaje. Bueno, ¡no me dejó de hablar! Comienzo a pensar que tal vez él no recibe muchos cumplidos como creía antes... Él es muy talentoso, aunque está escondido.

Saludo al guardia de seguridad, quien está en la puerta principal, con un movimiento de cabeza mientras camino con lentitud hacia el ascensor. Ahora me pregunto ¿Cómo habrá hecho Petra para subir al ascensor si no había alguien de quien pueda sujetarse?... A menos que Hanji o Moblit la hayan acompañado hasta el piso cinco.

Mi celular, que está en uno de los bolsillos de mi pantalón comienza a vibrar muchas veces. Dentro del ascensor, confirmo que es por la red de internet del edificio. En esta pequeña caja de acero, el frío me recorre a pesar de estar un poco abrigada. Apoyo mi cabeza en una de las paredes, mirando los números rojos brillantes cambiar cada cierto tiempo. Mis ojos están decaídos. El cansancio... Sí, eso es.

Las puertas se abren y suelto un suspiro al salir. Volteo con pesadez para dirigirme a la puerta, pensando en lo que sucedió en el auto, aún tengo esa sensación extraña sobre mí. Las luces del pasillo están encendidas.

Un chico está frente a la puerta de al lado, la cual cierra con llave. Parpadeo un par de veces hasta que él me ve. No lo he reconocido debido al sueño que me envuelve. Gunther esboza una sonrisa.

—¿Estas son horas de llegar, jovencita? —dice él, forzando una voz más gruesa de lo usual mientras se acerca con un caminar raro. Suelto unas risas, él me sonríe. De nuevo, siento que no puedo evitar lo que se avecina—. ¡Eh, Eh! ¡Hey! ¡_______! Pero ¡¿qué ha pasado?!

Paso mi mano por mi mejilla sintiéndola húmeda. La sobo un poco mientras mi amigo me ve preocupado sin saber qué hacer con los brazos, que cada cierto segundo se acerca a mé y luego retrocede. Él abre la boca y la vuelve a cerrar. Me río porque me parece muy gracioso, pero aun así un par de lágrimas más se escapan de mis ojos.

—Gun...

—¡Ya sé que me has extrañado tanto! ¡Pero no pensé que para tanto!

Gunther lleva una casaca grande de color verde oscuro, casi negro, pantalones grises y un gorro de lana. Veo como deja su mochila en el piso para sujetarme de los hombros.

—... Está bien, no es nada. Llevo aguantándomelo desde hace poco.

—¡Dime quien fue! No sé pelear, pero lo odiaré en mi mente ¿Qué te parece?

Suspiro una vez más mientras siento la calma regresar a mí. Solo derramé unas cuantas lágrimas. Lo que puede equivaler a nada, simplemente nada. Sí, comienzo a reír otra vez por lo dicho por Gunther.

—¿A dónde... vas tan temprano? —. No es como si Gunther nunca se levantara temprano... En realidad, sucede una vez cada quien sabe cuántos años.

—A estudiar, ¿a dónde más? —. Él se ríe de forma juguetona—. En mi nuevo horario de la semana, los lunes empiezo a las siete. Ya sabes cuanto tardo, hoy me preparé mucho antes —dice mientras señala su ropa, sus ojeras lo delatan.

—¿Tú, Gunther?, ¿responsable? ¡Qué sorpresa! —bromeo.

Agarro la copia de las llaves de mi apartamento. Gunther, con una sonrisa en la cara, agarra nuevamente su mochila.

—¿Petra? ¿Está dentro? —pregunta él con sospecha. Quizás piensa que ambas nos hemos peleado. Asiento y explico que ella regresó antes con unos amigos porque tiene una salida pendiente a las 8 de la mañana. Gunther parece comprender y se cruza de brazos—. ¿Tienes clases en la noche?

—Sí, sí... De ocho a diez. —contesto sonriendo un poco.

—Llegaré a las once con algo para comer, ¿está bien? —pregunta sonriéndome. Gunther palpa mi espalda en forma de consuelo a pesar de que no he llorado tanto de todas formas. Se despide de mí mientras camina hacia atrás, él sigue viéndome hasta que lo veo entrar en el ascensor. El elevador se cierra y yo abro la puerta de mi piso.

Ingreso y contemplo el apartamento tal cual lo dejamos antes de ir a la cabaña. La mochila de Petra está en el perchero al lado de la puerta, vacía. Yo dejo la mía en el suelo y saco mi celular, para colocarlo en la mesa de al lado. Entro al baño con la intención de lavarme el rostro. No me entiendo a mí misma a veces. Me miro al espejo.

No estoy tan despeinada, ni desarreglada. Me veo relativamente normal. No les doy a mis ojos el tiempo para enrojecerse. Lavo mi rostro y luego lo seco con una pequeña toalla. Abro el cajón que se encuentra a un lado del lavabo para sacar una de mis toallas. Me decido por bañarme, así que me quito el abrigo, los zapatos y toda mi ropa. Al terminar de desvestirme, me percato que en mis muslos hay unas cuantas picaduras de mosquitos, todas algo rojizas.

Las toco, pues me pregunto en qué momento me picaron... Mala idea, ahora comienzo a sentir picazón.


...


Tengo una toalla en la cabeza. Las siete en punto se marca en el reloj y observo la pantalla de mi celular reiniciarse.

Vaya, tengo muchas notificaciones acumuladas por los tres días. Aunque me preguntaba de qué son, si casi nunca tengo muchas. Incluso hay algunas recientes, de hace tan solo unos minutos. Solo miro cómo aumentan.

Hasta que de pronto siento un palmazo en el trasero que me hace saltar.

Volteo a ver a Petra, quien tiene una cara que expresa sueño y la oración "recién me levanto" impresa en la frente.

—¡Son las siete y algo! ¡Tengo que salir a las ocho! ¡No me despertaste!

—... Estaba bañándome —respondo aguantando una risa. Ella se mete al baño para lavar su cara y cepillar sus dientes.

Es divertido ver cómo va corriendo de aquí para allá, alistándose lo más veloz que puede. Busca en los cajones su tarjeta de identificación. Le recuerdo que lo dejó por última vez en su bolso rojo y ahí ella va de nuevo a emprender otra carrera. Me fijo en la hora. Siete y treinta y cinco. Ahora si podré revisar con tranquilidad las notificaciones y mensajes.

—¡¿Qué hora es?!

—Cinco para las ocho —. Miento y me río al verla aplicarse brillo labial con rapidez tras mi respuesta.

—Mi madre va a matarme —la escucho repetir, peina otra vez su cabello frente al espejo de la pequeña sala. Por mi parte, sosteniendo mi celular que tiene un casi completo estado de batería, me siento en el sillón. Planeo dormir un rato después de revisar un poco. Al parecer bañarme me ha quitado el sueño. Petra me habla desde la puerta—. ¡Me voy a la junta familiar! Te veo más tarde.

—¡Te espero! —contesto. Escucho la puerta cerrarse, Petra acaba de salir.

Volviendo la vista a mi celular, me topo con cinco mensajes de Farlan. Los leo, algunos son respondiendo a mis mensajes que se enviaron hace un rato debido a la mala señal que hubo en la cabaña. Me contesta un mensaje al instante, ya que está conectado.

Farlan: Estoy justo ahora en la entrada del campus con un par de amigos. Por cierto, te ves linda en la foto.

Me levanto del sillón al leer eso.

¿Foto? ¿Cuál foto?

Escribo rápidamente y espero ansiosa la respuesta del rubio. Él ve el mensaje unos minutos después y ahora está escribiendo.

Farlan: Es la última que publicó Moblit. Te dejo el link, parece que no lo has visto, JAJJBA

Abro rápidamente el link que envió y veo la dichosa foto. Me sonrojo mucho. Quiero gritar. Es una foto que fue tomada en la camioneta el primer día del viaje. Moblit ha escrito abajo "Ya casi llegamos." con un par de emojis. Observo otra vez la foto, en ella, como Moblit iba de copiloto al lado de Erwin, sus rostros están sonrientes en primera plana. Solo puedo observar los ojos marrones y muy claros de Moblit, al lado Erwin, haciendo una seña con la mano, mientras su vista sigue al frente... Como siempre tan prudente al conducir. Atrás, se encuentra Nanaba con los ojos cerrados, un poco borrosa, ella abraza a Mike, quien es el más fotogénico, pues su sonrisa es impecable. Detrás de ellos, Hanji desmoronándose en su asiento y Petra, quien hace el símbolo de amor y paz con los dedos. Luego me observo a mí, vuelvo a sonrojarme, en la foto estoy con la cabeza pegada a la ventanilla, durmiendo.

Y Levi se encuentra con el rostro apoyado en una de sus palmas, con la vista puesta en mí, levemente inclinado, como si me contemplara dormir.

Mientras más acerco la foto con mis dedos y pego mi vista en la pantalla, menos me lo creo. Deslizo para ver los comentarios de la foto y comienzo a reírme de estos: Nanaba ha escrito "JAJAJJAJA HANJI, DIOS...Borra la foto, yo salgo fea" y Moblit responde "Sales como siempre". Luego Erwin "O sea, fea?" y el castaño responde un "No" muy extenso.

Un mensaje de mi amiga de cabellos naranjas ocupa la pantalla.

Petra<3: Llegué a mi casa rápido. No pude llamarte antes, pero el auto de Levi estaba fuera del edificio cuando salí, ¿Vas a ir algún lado con él? 

¡¿Qué?! Exclamo en mi mente. Escribo rápidamente mientras camino hacia mi cuarto, para cerciorarme por la gran ventana que está allí.

No... Él fue quien me trajo a casa cerca de las cinco.

Petra<3: JAJJAJAJA SEGURO SE QUEDÓ DORMIDO. TENGO QUE CONTÁRSELO A HANJI

Miro por la ventana y el auto sigue allí. No puedo creerlo. Voy a bajar.

¿De verdad se habrá quedado dormido? Ahora que me pongo a pensar, dudo que él haya descansado muy bien debido a que se turnó junto con Mike y Erwin para conducir de regreso en la camioneta.


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⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱

¡Hola, hola!

Aquí está lo prometido. Los dos siguientes capítulos son de mis favoritos, así que nos leemos este sábado <3 Espero que a las nuevas personitas por aquí les esté gustando la historia, y para quienes están releyendo, gracias tmbn <3 lamento hacer esperar mucho, pero realmente deseo corregir errores ortográficos de esta historia. Ah, y  agradecería que no dejaran spoilers en los comentarios para no molestar a quienes leen por primera vez jsjdj

cuídense mucho.


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