009. she's back

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chapter nine
❝ella está de vuelta❞

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CUANDO ODESSA SUPO QUE EMILY VOLVÍA A CASA la felicidad inundó todo su ser. Habían pasado toda una semana sin verse o sin saber nada sobre la otra, y aunque la calma en la castaña ya estaba presente, no significaba que no la extrañara y no deseara volver a tener a su novia cerca de ella.

Tal vez no podrían pasar todos los días juntas, pero al menos Odessa tenía la seguridad de que Emily se encontraba a tan solo unas oficinas de distancia y podrían verse en lapsos cortos durante el día.

La vida volvería a ser lo que era antes de la partida de Emily y eso emocionaba a Odessa, quien no paraba de mirar la pantalla que mostraba los vuelos que comenzaban a aterrizar.

— Por las chanclas de Moisés, no te había visto tan nerviosa desde que te hiciste la prueba de embarazo hace cuatro años porque creíste que estabas embarazada del sujeto que conociste en el bar— dijo Anabeth, quien había accedido a acompañar a su amiga— Y mira que ese día te vi acabarte las uñas de tanto que las mordiste

— Llevo una semana sin saber absolutamente nada de ella, además la vas a conocer, no me puedes juzgar por estar así— le contestó Odessa— ¡Esto es un grandioso momento!

— Si tu lo dices. Yo estoy feliz por ti— dijo Anabeth volviendo su atención a su celular— Pero el que no despegues tu mirada de la pantalla no va a hacer que el vuelo llegue más rápido. Trata de relajarte un poco. Parece que te tomaste tres litros de café antes de venir

— Tienes razón, debo de calmarme. Tengo que comportarme— asintió Odessa tomando asiento junto a su amiga— Aunque no se si podría, llevo mucho sin ver a Emily

— Si el estar enamorada significa ponerme como tu en estos momentos, creo que prefiero quedarme tal y como estoy— dijo Anabeth riendo— Pareces niño pequeño en navidad

— Mira quién lo dice. La que pasó dos noches sin dormir por terminar las tareas de su ex novia durante la universidad— le contestó— Tú lo sabes. Cuando estamos enamorados tenemos esa tendencia a sacar esa parte de nosotros mismos que algunos puede causar vergüenza. Recuerda que todos hacemos locuras por amor

— ¿Cómo hacerle las tareas de todo el semestre a quién amas?

— Por muy tonto que suene, si así es

— ¿Cuál ha sido la que consideras tu mayor locura por amor?— preguntó Anabeth con curiosidad— Ya sea que fuera por Emily o por cualquier otra persona

Odessa se quedó pensando durante unos instantes.

Antes de Emily había tenido algunas relaciones (además claro de la que había tenido con el hermano de su mejor amiga). Y aunque no podía decir que esas relaciones tuvieran un gran peso en su vida, no negaría que llegó a cometer algunas locuras por aquellas personas que en algún punto de su vida quiso.

— Cuando salía con Bella, hace algunos años, fuimos a ver una película y supongo que para mi personalidad en esos momentos... el hacer un cosplay de un personaje de anime que no conocía— recordó Odessa entre risas— Además de actuar como ellos en el cine... fue bastante extraño para mi en esos momentos

Anabeth soltó una carcajada de tan solo imaginar a su amiga en esa situación.

— También vi las tres películas de el señor de los anillos en versión extendida. Uno de mis mayores logros si me lo preguntas porque no me quedé dormida

— El día que me digas que viste todo Star Wars, sabré que te perdí por completo— dijo Anabeth— A Emily no le gusta, ¿Verdad?

— Emily no es mucho de ciencia ficción, así que no, tampoco le gustan y es de las cosas que más agradezco— dijo Odessa— ¿Qué me dices tú? ¿Tú mayor locura por amor?

— Siempre voy a decir que la mayor locura que pude hacer fue el abrazar a mi hermano para intentar protegerlo de la explosión del tren— recordó Anabeth con nostalgia— Y no creo que exista alguna mayor prueba del amor que tenía por él

— Él también te amaba, más que a nadie en este mundo. Se que eras su persona favorita, siempre que podía lo dejaba en claro... te adoraba y se que lo hace desde donde sea que se encuentre ahora— dijo Odessa tomando la mano de su amiga— Y eso no fue una locura, fue la muestra de amor más grande que podría existir. Intentar dar tu vida por la de aquellos a quienes amas. Esa sin duda es la máxima prueba de amor

Anabeth recargó su cabeza en el hombro de su mejor amiga.

Hubo un momento de silencio en donde ambas recordaron al hermano mayor de la familia West. El amor más intenso de Odessa y el alma gemela de Anabeth.

Shawn West.

Ambas ya no recordaban a Shawn con la misma tristeza de años atrás. Ya habían aprendido a vivir sin con su ausencia. Sin embargo había momentos en donde la nostalgia las invadía y recordaban los momentos felices que en algún momento llegaron a pasar junto a él.

Fue entonces que Odessa lo recordó...

— La mayor locura que he hecho por amor fue poner en pausa unos meses mis intentos de entrar a la policía. Lo hice para buscar un empleo y ayudar a Shawn a pagar su carrera de gastronomía— recordó Odessa con cariño— Tú sabes que yo no detengo mi vida profesional por nada en el mundo, pero sabía lo importante que era para Shawn el volverse un chef

— ¿Qué? Hiciste... Odessa, nunca me dijiste eso— dijo Anabeth con sorpresa— Wow, no esperaba que enamorada pudieras ser capaz de dejar tus sueños atrás, aunque fuera de manera temporal

Solo fue con Shawn. Honestamente no creo que ahora exista algo que me haga frenar o modificar mis sueños— dijo Odessa con seguridad— Las cosas fueron especiales en esos años. Ya no haría algo como eso...

— Eso dices ahora. La vida da demasiadas vueltas— dijo Anabeth alzando los hombros

Odessa negó con una sonrisa en el rostro y continuó observando la pantalla que mostraba los vuelos que estaban por aterrizar, esperando a que el vuelo de su amada llegara.

— Iré por algo de comer. Me estoy durmiendo, ¿Quieres algo?— ofreció Anabeth, a lo que Odessa negó— Está bien, no me tardo. Trata de no acabarte tus uñas de tanto morderlas en lo que vuelvo

Odessa asintió y vio a su mejor amiga alejarse.

•••

Luca: "Te mando mi ubicación en un rato mas para que me cuides o al menos sepas en donde estoy"

Me: "¿A dónde vas?"

"Espera. Pregunta estúpida"

"¿Ahora con quién tienes una cita?"

Luca: "Se llama Alissa, era amiga de mi ex"

"De esas que me prohibió ver cuando estábamos juntos"

Me: "Realmente parece que tu no le tienes miedo a nada"

"Está bien. Pero si pasa algo urgente me llamas, que no voy a estar tan al pendiente de mi celular"

Luca: "Cierto, hoy regresa tu amorcito"

"Por fin. Empezaba a creer que tendría que irla a buscar a Virginia para pedirle que volviera porque no dejabas de hablar de ella"

Me: "Te toca aguantarte. Yo te aguanté mientras llorabas por tu ex, es tu turno"

Luca: "No puedo argumentar nada ante esa lógica"

"¿Y estás sola esperando?"

Me: "Anabeth me acompañó. Aún no se la presento y quiero que se conozcan"

Luca: "Yo tampoco la conozco"

"Presenta"

Me: "Anabeth es demasiado lesbiana para ti"

"No le interesan los hombres"

Luca: "Tú me dijiste que era pansexual"

"Mejor solo di que no me la quieres presentar"

Me: "Si, definitivamente no quiero que te estés ligando a mi mejor amiga"

"Pero aunque quisiera, está en su etapa donde no soporta ni escuchar respirar a un hombre"

"La pasó demasiado mal la última vez que le dio la oportunidad a uno"

Luca: "¿Ese es el sujeto al que lograste encerrar un año por evasión de impuestos?"

Me: "Que diga que fue solo por eso"

"Que estoy segura que pasó algo más, pero Anabeth no está lista para hablarlo"

"Odio a los hombres"

Luca: "Que linda eres. Yo también te quiero, gracias🤨"

Me: "Pero tú eres tú"

"Es fácil adorarte"

"Ya me debo de ir, Anabeth volvió con la comida y el vuelo de Emily no tarda en llegar"

"Si necesitas algo..."

"Le llamas a otra persona, porque yo voy a estar con Emily"

Luca: "¿Por qué eres mi mejor amiga?"

Me: "Porque soy increíble"

"Y porque soy de las pocas personas que siguieron hablando contigo después de que tu ex esposa te hizo alejarte de todos"

Luca: "¿Algún día dejaras de molestarme con eso?"

Me: "¿Qué clase de mejor amiga sería si hiciera eso?"

•••

Las grandes pantallas del aeropuerto mostraban que el vuelo de Emily ya había llegado y que todos los pasajeros ya se encontraban fuera del avión, por lo que Odessa tomó a Anabeth del brazo y la hizo correr hasta la zona en donde todos esperaban a sus familiares y amigos.

— Sostenme esto— dijo Odessa dándole el ramo de flores a su amiga, quien como pudo sostuvo lo que le extendieron— ¿Me veo bien? ¿No se me corrió el rímel o el delineado? ¿No traigo labial en los dientes? ¿Mi aliento huele bien?

— No sé, no veo nada. Cubriste mi rostro con un ramo de flores que estoy segura pesa más que mi cabeza y casi me haces tirar mi burrito— respondió Anabeth tratando de acomodar todo lo que sostenía— Odessa, cálmate. Emily ya es tu novia, no es alguien a quien apenas vas a conocer

— Lo siento, lo siento. Es que pasaron tantos días y solo quiero verme bien para ella— suspiró la castaña acomodando su cabello— La extrañé demasiado...

— Me doy cuenta. Ya ni a mi me recibes así— dijo Anabeth devolviéndole el ramo a su amiga— Toma aire y trata de calmarte. Que con toda la energía que traes, veo muy probable que corras a abrazar a Emily y la acabes tirando al suelo

Odessa asintió y siguió los consejos de su amiga. Sabía que Anabeth tenía razón y que debía tratar de estar más tranquila. No podía estar tan exaltada y debía comportarse. Tomó una respiración profunda y asintió, pero no podía evitar sentir la oleada de nervios que la invadía.

La espera había durante los últimos días sido agonizante, pero finalmente se había terminado. Tenía tantas ganas de abrazarla, de sentir su presencia, de escuchar su voz. 

—¿Y si no le gustan las flores? —preguntó Odessa de repente, su voz temblando un poco.

—Claro que le gustarán, son sus favoritas. Lo repetiste como cinco veces en la florería y casi te peleas con una señora porque se quería llevar tu ramo —respondió Anabeth con firmeza— Emily va a estar tan feliz de verte como tú de verla a ella.

Odessa asintió e intentó concentrarse en las palabras de su amiga, pero sus pensamientos seguían corriendo a mil por hora. La puerta de llegadas se abrió nuevamente y más pasajeros comenzaron a salir. Odessa se puso de puntillas, escudriñando entre la multitud, buscando ese rostro tan familiar.

Finalmente, después de lo que le parecieron horas, la vio. Emily estaba allí, con una sonrisa radiante y los ojos brillantes. Al verla, todos los nervios y la ansiedad se desvanecieron en un instante. Odessa soltó un pequeño grito de alegría, le entregó de nuevo el ramo a Anabeth y corrió hacia ella, sintiendo su corazón llenarse de alegría y amor. 

— ¡Oye, mi burrito!— se quejó la castaña menor al sentir que de nuevo casi tira su comida

Emily sonrió en cuanto la vio. Soltó su maleta y la recibió con los brazos abiertos.

— ¡Volviste, volviste! Te extrañé tanto —susurró Odessa, sintiendo que las lágrimas de felicidad comenzaban a rodar por sus mejillas— No te vuelvas a ir tanto tiempo, y si te vas llévame contigo. Me escondo en tu equipaje o algo, pero no quiero volver a pasar tanto tiempo lejos de ti

—Yo también te extrañé, amor —respondió Emily, sosteniéndola con fuerza— Estoy tan feliz de estar de vuelta

— Te traje estas... espera, yo traía un ramo— dijo Odessa volteando a sus alrededores— ¿Dónde está?

— ¡En mi cara impidiéndome respirar y terminar de comer mi burrito!— gritó Anabeth acercándose a la pareja

— Lo siento, me emocioné— se disculpó Odessa haciendo reír a Emily y tomando el ramo— Son para ti. Espero te gusten

— No te preocupes. Son hermosas, me encantan— sonrió la pelinegra aceptando el ramo— Gracias

Odessa sonrió y volvió a abrazar a su novia. Se permitió tomarse unos segundos para que su corazón latiera con fuerza por tenerla nuevamente cerca. Aspiró su perfume que tanto amaba. Se perdió un momento en su rostro y se dejó llevar por toda la alegría y el amor que sentía por estar nuevamente con Emily.

— Ay el amor. Pareces adolescente con su primer amor— sonrió Anabeth al ver a su amiga— Y en vista de que Odessa está muy ocupada babeando por ti, me presento. Soy Anabeth, un gusto

— Oh vaya, llevo tanto escuchando sobre ti. Es grandioso poder conocerte al fin— sonrió Emily con emoción— Normalmente te daría la mano, pero Odessa me contó que no eres mucho de contacto físico con quienes no conoces...

— Realmente le hablaste sobre mi y no solo mencionaste mi nombre— dijo Anabeth viendo a su amiga— Y si, no soy de contacto físico, me incomoda... no lo tomes personal

— No te preocupes. Tengo un amigo llamado Spencer que es como tú. Solo llega a darte la mano o abrazarte si te tiene mucha confianza— contó Emily

Tu alma gemela— le dijo Odessa a Anabeth

— Preferiría que mi alma gemela sea una mujer, gracias— les contestó la menor— He tenido suficiente con los hombres

Las tres rieron.

— Lo entiendo. En fin, cariño, ¿Tienes hambre o solo quieres ir a descansar?— preguntó Odessa tomando la maleta de su novia

— Quisiera ir a casa. Fue un vuelo y unos días bastante estresantes. Solo deseo tirarme a dormir en un espacio donde me pueda estirar sin caerme o sin golpear a alguien

— Bien, entonces vamos a casa— sonrió Odessa depositando un ligero beso en su frente

Emily asintió y las tres caminaron juntas.

Odessa por fin se sentía nuevamente completa. Sentía su corazón latir con fuerza, pero esta vez no era por nerviosismo, sino por pura felicidad. Tenía a Emily nuevamente entre sus brazos, y la sensación de completitud la invadía por completo.

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