003. odessa's feelings

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chapter three
❝los sentimientos de odessa❞

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Septiembre 2012

ODESSA NO ERA LA CLASE DE PERSONA que se sintiera atemorizada ante la idea de invitar a salir a alguien o de si quiera revelarle sus sentimientos. Era tímida, por supuesto que si, pero no le gustaba la idea de quedarse con las cosas guardadas, por lo que aunque llegara a tener una breve atracción por alguien, ella siempre estaba dispuesta a admitirlo.

Sin embargo las cosas con Emily estaban resultando por completo diferentes para la mujer de cabellos castaños, quien cada que tenía en mente la idea de revelar lo que sentía por Emily Prentiss, a su mente llegaban demasiados posibles escenarios trágicos.

Por primera vez en mucho tiempo Odessa temía arruinar las cosas con alguien importante para ella.

Llevaba conviviendo diariamente con Emily durante los últimos dos meses, tiempo que había sido suficiente para que los sentimientos de la castaña florecieran sin ninguna clase de control.

No sabía a que le temía más, si al hecho de que su amistad con Emily se viera afectada por un intento de tener una cita o el hecho de que ni siquiera estaba segura de si a Emily le atraían las mujeres.

Estaba nerviosa como no lo había estado en mucho tiempo, pero sabía que tenía que ser valiente. No podía quedarse con todos sus sentimientos por Emily guardados.

— Hola, ¿Puedo pasar?— preguntó Odessa asomando su cabeza en la oficina de Emily, quien ya se encontraba guardando sus cosas

— Odessa, claro, pasa— sonrió Emily con alegría por ver a la castaña— No te había visto en los últimos días, la carga de trabajo es enorme...

Odessa entró a la oficina de Emily con el corazón latiéndole con fuerza y las manos un poco temblorosas.

— Si... ni que lo digas. Creo que en toda la semana he visto mas a los agentes Grier y Lennox que a mi propia cama. Poco me falta para dormir aquí— respondió Odessa riendo con nervios— Pero... no vengo a hablar del trabajo... o bueno, si tu quieres hablar del trabajo está bien para mi... pero sería mejor si no lo hicieramos, aunque yo estaré feliz de hacer lo que quieras...

— Odessa, calma. De nuevo estás divagando— interrumpió Emily riendo— Eso solo lo haces cuando estás nerviosa, ¿Qué tienes? ¿Te ocurre algo? ¿Puedo ayudarte?

— ¿Cómo sabes eso?— preguntó Odessa con sorpresa— Lo de que divago cuando estoy nerviosa...

— Llevo conviviendo los últimos meses contigo y te observo, no fue tan complicado— dijo Emily alzando los hombros— Ahora dime, ¿Qué ocurre? ¿Todo bien?

Odessa sonrió al saber que Emily le prestaba atención de esa manera. No solo estaba al pendiente de su trabajo, si no también de su manera de actuar, al punto que ya notaba las pequeñas cosas que la hacían ella.

A medida que la castaña se acercaba al escritorio de Emily, sentía cómo se le secaba la boca y las palabras se enredaban en su mente.

Sus pensamientos comenzaron a vueltas en su cabeza, preguntándose de nueva cuenta si Emily estaba sintiendo lo mismo que ella

Por un momento, de nuevo el miedo al rechazo la paralizó por un momento. Sin embargo, sabiendo que eso no debía frenarla, finalmente logró reunir el coraje suficiente para formular la oración por llevaba atorada en su garganta las últimas semanas.

— ¿Te... te gustaría tener una cita conmigo?— preguntó Odessa con nervios

Al decir eso, Odessa parecía luchar para controlar su respiración, además de que se puso a recordar todas las conversaciones con Emily que la hicieron pensar que tal vez, solo tal vez, Emily podía sentir algo por ella también.

La habían pasado increíble en las últimas semanas. Las risas nunca faltaban y ese sentimiento de comodidad parecía ser mutuo.

Siempre buscaban la manera de comer juntas y siempre recurrían la una a la otra para cualquier clase de duda o solicitud en el trabajo, aunque esta fuera demasiado simple.

Aunque claro, Odessa no podía basar sus ideas de que Emily sintiera algo por ella con esas acciones. Eran buenas, claro que si, pero no aseguraban sentimientos amorosos.

Emily podría estar siendo solamente amable y amigable.

Y eso era algo que Odessa temía...

— No estás obligada a aceptar y perdóname si te estoy haciendo sentir incomoda, lo que menos quiero es que te sientas de esa manera cerca de mi. Espero de verdad que no esté arruinando nuestra amistad y...

— Odessa, calma— la detuvo Emily con una sonrisa y acercándose a ella— No estás arruinando nuestra amistad y tampoco me estás haciendo sentir incómoda

— ¿No lo estoy haciendo?— preguntó Odessa con emoción

— Claro que no. No existe manera en la que lo que tenemos se pueda ver arruinado de alguna manera— siguió sonriendo Emily, haciendo que el corazón de Odessa latiera con mucha mas fuerza— Y por supuesto que me gustaría ir a una cita contigo... me gustaría mucho

— ¿¡De verdad!? Por las chanclitas del niñito Jesús, no esperaba llegar tan lejos— respondió Odessa con gran emoción

— ¿Eso significa que no tienes idea de a dónde iremos?— preguntó Emily tomando su bolso— O tan siquiera cuando será

— No, no. Claro que tengo eso planeado, en realidad llevo días planeando esto... es solo que mi mente parece que lo olvidó de la emoción— contestó Odessa riendo con nervios— ¡Pero lo anoté en mi libreta de ideas, espera, no te arrepientas! Esto solo tomará unos momentos

— Créeme que nada me haría arrepentirme de aceptar— siguió sonriendo la pelinegra

Odessa sentía sus manos temblar aún más con cada palabra que salía de la boca de Emily. No podía creer lo que estaba escuchando...

Lo que tanto había soñado en las últimas semanas se estaba haciendo realidad.

Iba a tener una cita con Emily Prentiss.

— Aquí está, aquí está— dijo Odessa levantando el cuaderno en donde había anotado todas sus ideas— Ehhh, déjame encontrar donde lo escribí...

— ¿Qué tanto traes en tu bolsa?— preguntó Emily al ver todas las cosas que la castaña había sacado para encontrar esa pequeña libreta— ¿Por qué traes tantos dulces?

— Me da sueño bastante seguido y el azúcar me ayuda a mantenerme alerta, además me gustan mucho— sonrió Odessa en respuesta

— Yo uso la cafeína para esos caso, pero supongo que el azúcar también ayuda

— No sé si lo has notado, pero a menos que sea frío, no tomo café— confesó Odessa— Las bebidas calientes me dan sueño, inclusive la cafeína

— Pero... diario te veo bebiendo de un vaso largo con popote...

— Tomo jugo— rio Odessa— Me gustan mucho los jugos, pero esa es historia de otro día. ¿Tienes tiempo libre el sábado? Podría ir por ti a las 12

— Hasta donde se, si— asintió Emily— ¿Qué tienes planeado?

— Me encantaría decirte, pero prefiero dejarlo como una sorpresa

— ¿Entonces como voy a saber que ponerme si no me dices a dónde iremos? No quiero ir mal vestida o verme mal

— Emily, tu podrías andar todo el día en pijama y aún así te verías encantadora.

•••

El tan esperado día para Odessa por fin había llegado y para su gran fortuna, el día parecía estar cooperando para que pudiera tener su cita con Emily.

No había nada referente al trabajo que pareciera intervenir, no había tráfico en las calles, incluso la compra de todas las cosas que tenía que dejar por adelantado había sido bastante rápido.

Estaba siendo un excelente inicio del día y eso ayudaba a que los nervios de Odessa se calmaran un poco.

No iba a negar que el día anterior casi no había podido dormir de la emoción o por los pensamientos negativos que aparecieron en su mente.

¿Y si hacía algo que terminara arruinando la cita? ¿Y si Emily solo había aceptado aquella cita por cortesía? ¿Y si en la cita Emily se daba cuenta que Odessa no era lo que quería? ¿Y si...?

Había muchas interrogantes negativas dando vueltas por la cabeza de Odessa y eso la hacía tener ganas de vomitar...

— Tranquila Odessa, todo va a estar bien. Harás las cosas bien y hoy será un éxito— se decía a si misma mientras estacionaba el auto afuera del edificio en donde Emily vivía.

Una vez estacionada, se tomó un momento para mirar que su maquillaje y su cabello estuvieran bien arreglados, que su aliento no oliera mal, que en su bolsa traía todo lo necesario...

— Tengo todo listo y llegué cinco minutos antes de la hora acordada, todo está saliendo bien— dijo Odessa emocionada

La castaña sacó su celular y le mandó un mensaje a Emily para avisarle que ya se encontraba afuera de su edificio.

Pensó en ir por ella hasta la puerta de su casa, sin embargo no quería parecer muy intensa o que Emily sintiera que estaba invadiendo su privacidad, después de todo ninguna de las dos conocía la casa una de la otra y por lo que ambas habían hablado durante las últimas semanas, coincidían con que su casa era su lugar seguro y con que eran contadas las personas a quienes dejaban entrar.

Odessa respetaría la privacidad de Emily y no entraría al edificio hasta que la pelinegra lo quisiera.

Solo dos minutos después de que Odessa envió el mensaje de llegada, volteó y vio en la puerta del edificio a la chica que tanto ansiaba ver.

Mientras Emily se acercaba con una sonrisa radiante, Odessa luchaba por contener sus sentimientos.

Con velocidad, Odessa salió del auto para abrirle la puerta a su cita, sin embargo no contó con un pequeño detalle, el cinturón de seguridad se había estirado de más y se enredó en su bota de tacón.

— ¡Hola Em...!— trató de saludar la castaña

Y es que al tratar de salir, con su bota atorada en el cinturón, Odessa casi termina cayendo de cara al suelo.

“De verdad que yo no puedo pasar ni cinco minutos sin hacer el ridículo” pensó Odessa sujetandose del auto para no caer

— ¡Odessa!— exclamó Emily preocupada— ¿Estás bien? Noté que tu pie se dobló, ¿Te duele algo?

“El orgullo nada más” contestó Odessa para si misma

— Estoy bien. Lo creas o no, no es la primera vez que esto me pasa— respondió la castaña quitando el cinturón de su zapato— Joder, que vergüenza

— Déjame ayudarte— dijo Emily agachándose un poco para auxiliar a la castaña— ¿Segura que no te lastimaste?

Sentía una mezcla de emoción y nerviosismo que la hacía temblar ligeramente. Se había tropezado enfrente de la mujer a quien buscaba impresionar.

Clásico de Odessa.

— Estoy bien, de verdad no te preocupes. Alcancé a sostenerme de la puerta antes de caer y eso me salvó de un gran golpe— reía Odessa con pena— Tengo que dejar de ser tan distraída...

— Son cosas que nos podrían pasar a cualquiera, no te sientas mal. Lo importante es que estás bien— sonrió Emily volviendo a ponerse de pie

Odessa sonrió al tener a Emily de frente. Vaya que tenía el corazón acelerado mientras se la veía, tan hermosa como siempre.

Desde hacía tiempo por supuesto que Odessa sabía que sentía algo especial por Emily y lo admitiría sin problemas en caso de que alguien se lo preguntara, sin embargo fue hasta ese momento que realmente se dio cuenta de lo profundas que eran sus emociones.

Emily era una mujer extraordinaria en toda la extensión de la palabra.

Era inteligente, hermosa, valiente, astuta, gran líder, de alma y corazón noble... perfecta en realidad.

La realidad es que para Odessa, Emily Prentiss era tan hermosa como el cielo nocturno.

Y Odessa amaba el cielo nocturno.

yo sé que la historia y las interacciones entre emily y odessa van un poco rápido, pero es que como lo leyeron al principio, el plot principal de esta historia es otro, jsjs.

aún así quería darles un poco de emily y odessa antes de todo lo que está por venir.

me he tardado mas de lo esperado en actualizar, pero prometo ser mas constante.

me urge que amen tanto a odessa y a emily como yo lo hago, jsjs<333

K. 🦋

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