Capítulo 23|𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐓𝐎

Era algo confusa la actitud de Jungkook hacia Edah, no entendía porque estaba molesto y apretaba el volante, pero decidió ignorarlo para poder ver las calles o personas que pasaban mientras el auto avanzaba.

La brisa tocaba su rostro con delicadeza y eriza su piel de manera exquisita, sonríe ante la frescura de la naturaleza, en ciertas ocasiones siente una penetrante mirada observarla pero le resta importancia.

El auto se detiene en la joyería donde obtuvo el anillo, Jungkook bajó del auto yendo directamente a lado del copiloto para abrirle la puerta, la castaña no replicó nada de lo que esté hacía, solo seguía cada paso que daba el pelinegro hasta entrar al lugar.

—¡Bievenido joven Jeon! —exclamó con felicidad Damon, el dueño que había atendido a Edah. —¿Cómo está su madre?

—De maravilla, espero usted también lo esté. —Damon asintió.

—¿En qué puedo ayudarle?

—Buscamos anillos de compromiso.

—De acuerdo, siganme por aquí.

El señor guió a la pareja  a un cuarto especial, donde recibía a sus mejores clientes para poder escojer la joyería que les agradara.

—Tomen asiento, en un momento les traeré los anillos.

Jungkook volteó a ver a la castaña, quien también lo miraba desafiante, no entendía nada de lo que hacía el tatuado, la confundía demasiado.

No tardó en llegar el dueño para mostrarles los diferentes diseños de anillos, no eran los mismos que le había mostrado antes a la castaña, pues ella optó por uno pequeño.

El pelinegro hizo una seña para que Edah revisara que anillo le agradaba más, lo cual ella se negó pero decidió hacerlo para no perder más tiempo en aquel lugar junto al hombre que odiaba.

—Son una preciosidad pero son demasiado grandes. —mencionó mientras miraba los anillos con aquellos diamantes que se veían a simple vista.

Damon miró a Edah con una sonrisa nerviosa y asintió.

—Verá, como sus manos son muy finas, podemos mandar a amoldarlo a su medida. —respondió con una sonrisa.

—Me refería a los diamantes, son muy grandes. —dijo la castaña mientras volteaba a ver a Jungkook.

—Joven Jeon, permítame decirle que ha tenido mucha suerte el encontrar a una mujer hermosa y demasiado amable, es difícil encontrar a una chica poco ambiciosa, es muy afortunado, más si se trata sobre anillos. —exclamó con felicidad.

Jungkook tan sólo asentía, pues no podía rebelarse frente a él y tenía que actuar con normalidad para no estropear lo que había hecho por trabajo.

—Enserio, ¿no tendría algo más pequeño? —preguntó la castaña mientras miraba brevemente al tatuado.

—Me parece que un diamante más pequeño sería impropio. —comentó el hombre que era la causa de estar ahí, mientras sostenía la revista que encontraba en la mesa frente a él.

—Pues si tanto te molesta, elige tú, ya que nada de lo que yo digo te parece.—dijo con molestia, levantándose de su lugar para ir hacia la entrada.

Jungkook resopló ante su enfado, sus músculos se tensaron. La playera negra que traía, mostraba sus tatuajes y se cernía perfectamente a su cuerpo, la chica no entendía como podía lucir tan intimidante sin ninguna chispa de felicidad.

Ninguna sonrisa o algo que alegría podía inundar su rostro.

—El tamaño de los diamantes en los anillos parecen ser lo mismo, pero tengo algunos que son de fábrica por así decirlo, especial. Si quiere, puedo mostrárselos.

—Claro, me parece perfecto.

—En un momento se los muestro, permiso. — Jungkook asintió con una media sonrisa y observó al mayor salir del cuarto para luego dirigir su mirada la mujer que seguía en la entrada donde ambos se encontraban.

La miraba intrigado, su belleza era irreal, todo lo que se pusiera la hacia lucir extremadamente hermosa, aún seguía molesto por los comentarios despectivos que le había hecho su madre, pero a él le importaba poco, Edah era una chica muy bonita ante sus ojos y de las demás personas.

—¿Siempre serás así de testaruda?—preguntó, acabando con el silencio incómodo que se formó.

—¿Y tú siempre haz sido así de metiche y amargado?

El tatuado soltó una risita por la pregunta de la fémina, pero justo cuando iba a responderle, el señor Damon había entrado de nuevo con otras muestras de anillos.

—Mire...—destapó la caja que cubría la joyas y se los mostró a Jeon, quién miró a detalle cada diamante hasta centrarse en uno en especial, era una flor de loto de color rosa claro que brillaba entre las demás.—Estos son de fabrica especial, pocos son las personas a quienes se los muestro, espero le guste alguno.

La chica suspiró frustrada, no mentía al decir que no quería un anillo pequeño, pero detestaba que Jungkook no la tomara en cuenta para este tipo de decisiones.

—En verdad, no es necesario escoger uno...

—Parece que el joven Jeon ya ha escogido uno.—interrumpió el vendedor, mirando al arquitecto concentrado en el anillo que había elegido por intuición.

Jungkook escogió el anillo con el diamante perfecto para su esposa "falsa", la flor de loto. Había imaginado aquella joya en el dedo anular de Edah y encajaba tan bien con la personalidad de ella.

El hombre le habló para que fuera hacia él y se probara el anillo, que una vez puesto, encajó tan bien en su dedo, luciendo más sus finas manos. Ambos se miraron por unos instantes, perdiendo de nuevo en sus miradas, diciéndose todo pero a la vez nada.





[...]




—Piensa Jimin, ¿cómo podrás terminar un proyecto de un año en una sola noche?

El rubio estaba aturdido y demasiado estresado con el trabajo que Jungkook le había encargado. Tenía un proyecto demasiado importante para un empresario que era cliente desde hace unos años, su trabajo consistía en un hotel con un hermoso jardín que lo hiciera ver único como lo imaginaba.

Una linda mujer se acercó a él, pues al verlo platicar solo, supo que no estaba soportando más el tener que estar a cargo de todo sin la ayuda de su mejor amigo y socio.

—¿Qué estás haciendo Jimin?

—Pensado Mia, no sé que haré con todo esto.

La pelirroja lo miró con lástima, pues aunque no lo demostrara, le parecía injusto el trato que tenía Jungkook hacia sus empleados, incluyendo a su mejor amigo.

—¿Estás de acuerdo que un proyecto en el que trabajamos todo un año, no lo podremos hacer en una sola noche?—preguntó la mujer con obviedad, ganándose una mirada de cansancio por parte del rubio.

—Lo sé Mia, pero sabes perfectamente que a Jungkook le gusta ser competitivo y terminar las cosas como él se lo plantea.

—Bueno, en eso tienes razón, pero creo que aquella chica con la que tiene una supuesta relación, es la causante de su distracción.

Jimin quiso opinar respecto a eso, pero unas voces conocidas llamaron su atención, observando a la pareja entra a la oficina donde todo el equipo se encontraba trabajando, al parecer ambos venían discutiendo de algo, no era nada nuevo para Park el verlos así, ya se estaba acostumbrando a ello.

—Hola a todos, quiero presentarles a mi prometida...—el tatuado tomó a la castaña de la cintura y la acercó a él, ganándose la mirada de todos los presentes, algunos no tan sorprendidos y otros esperando fuera una broma, pues era difícil ver a Jungkook con una chica tan linda como Edah. —Ella es Edah, trabajará con nosotros y será mi nueva asistente personal.

—¿Entonces ya puede despedirme?—preguntó su antigua secretaria con un brillo inusual en sus ojos, esperanzada por un sí de su ex jefe.

—No Layla, aún necesitas trabajar con Edah y que le quede claro lo que no entienda.

La pelinegra asintió cabizbaja y con un semblante de tristeza, mientras sentía la mano de Hoseok dándole consuelo, algo que a Jungkook le pareció ridículo.

—Por cierto...—habló. —mi linda prometida se le ocurrió una gran idea para el proyecto.

Edah abrió los ojos sorprendida, mirando a Jungkook para entender lo que quería hacer.

—Edah tuvo la grandiosa idea de que existan balcones en todas las habitaciones del hotel con un mini jardín en ellos sin necesidad de construir la acera a lado del hotel, tambíen agregaríamos este en la terraza.

Todos los presentes quedaron en silencio, lo que por un segundo dejó insegura a la fémina, pero unos aplausos seguido de unos abucheos la sacó de su trance.

—¡Me encanta la idea!—comentó Jimin con orgullo.

Mia también le había fascinado, después de todo, era una buena idea para el equipo y eso no retrasaría tanto el trabajo.

—Estoy de acuerdo, me gusta la idea. —aclaró la pelirroja, viendo a Jimin con una sonrisa.

—Es que es excelente, muchas gracias Edah.

Jungkook tan solo miró a la castaña sin ningún tipo de emoción, aunque por dentro estaba felíz por contar con el apoyo de ella, después de todo, era una pasante de arquitecta paisajista y era agradable tenerla en su empresa.

—Bueno, pues a trabajar.

Los empleados asintieron y siguieron en o suyo, él por otro lado, tomó la mano de su novia y la llevó a su oficina, tenía que hablar con ella sobre la fiesta de compromiso que organizaría su madre al siguiente día, quería aprovechar ese evento para cerrar el trató con el dueño del proyecto en el que se encontraba realizando con la ayuda de su equipo.

—¿Qué sucede?

—Mañana en la noche tendremos la fiesta de compromiso.—soltó sin más. —Te necesito ahí antes de la hora acordada.

—No, no iré.

—¿Qué? No estás entendiendo bonita, te recuerdo que tenemos un contrato y estás en la obligación de acatar mis órdenes. —susurró cerca de su rostro, con cierta molestia a la negación de la chica.

—¡Y yo he dicho que no! Estás loco si crees que puedes realizar este tipo de eventos sin consultármelo, eso también viene en el contrato, además, no me dijiste porque lo haces tan de repente. —dijo tajante.

—No necesitas saberlo.

—Entonces olvídate que asista a esa estúpida fiesta. —tomó su bolso dispuesta a irse, pero una mano impactando violentamente sobre este, impidió que diera un paso.

—De acuerdo, te lo diré. —Jeon se acercó a ella un poco más, estaba nervioso pero quería ocultarlo. —Es por trabajo.—susurró bajo.

Los dos no sabían lo que estaba pasando entre ellos, el porque sentían que debían estar cerca o saber más acerca del otro. Tanto Edah como Jungkook, sentía un atracción que debían dirimir, pero era imposible, la atracción del ser humano era algo dictado por la naturaleza, por lo que si ambos se besaban no estaría mal.

No para Jungkook que quería tomar el rostro de aquella jovencita y estampar sus labios de una vez para acabar con ese deseo que florecía cada vez que la veía.

JAJAJAJAJAJAJA, ME APIADO DE LAYLA, ELLA ES MI PERSONAJE FAV.

EN FIN, ESPERO LES GUSTE EL CAPÍTULO DE HOY, YA ESTAMOS A LA MITAD DE LA HISTORIA POR FIN 😭.

NO OLVIDEN DECIRME EN COMENTARIOS QUE LES PARECE LA HISTORIA, POR CIERTO, MUCHAS GRACIAS POR LOS 7K, AÚN NO ME LA CREO JSJSJS.

TARDE EN ACTUALIZAR POR QUE AHORA ESTOY EN MI PROCESO DE TESIS, ADEMÁS QUE POR FIN ME GRADUÉ 😻, TAMBIÉN PORQUE SE ME PUSO MALITA MI LAPTOP ASÍ QUE ANDABA DEPRIMIDA PERO YA SE SOLUCIONÓ GRACIAS A DIOS.

NOS LEEMOS PRONTO, BESITOS 💋.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top