De camino a casa, la castaña pensaba en todo lo que estaba pasando a lo largo de su vida, nunca hubiera imaginado que viviría con un odio grande hacia una persona como lo era cierto pelinegro, pero debía reconocer que eso podría sacar ventaja a su rutina monótona, aunque ahora no sabía que podría decirle a su tía luego de haber firmado aquel contrato que daba mucho de que hablar, jamás le ocultaba las cosas que le hacían sentir mal, ella confiaba demasiado en la mujer que cuido de ella cuando era pequeña y perdió a sus padres, sin embargo, ahora todo era distinto, no quería que su única familia se decepecionara de ella por actuar impulsivamente por algo que podía tener arreglo.

Su sueño siempre fue lograr sus sueños, estudiar en Italia con Taehyung —aunque eso ya no estaba en sus planes— quería salir adelante, sus amigas incluso la querían apoyar con ello, pero sentía pena por abusar de su amistad, por lo tanto, eso no era algo que podía contar como reserva para poder resolver sus problemas.

Tenía a alguien, si, su abuela materna. Edah recordaba poco de ella pero sabia de su existencia, tenía información de la mujer que quiso arruinar la vida de su madre, su abuela Eloise era una señora estricta y con un porte demasiado intimidante, forrada de dinero, una alternativa que podía favorecerla, en cambio, la fémina no quería absolutamente nada que la relacionara con ella.

Estaba pendiente que su tía Ellie recibía sus llamadas cinco veces al mes, preguntando por su nieta, el único recuerdo que le había dejado su hija.

La vida de la castaña podía ser algo triste de contar, aunque tuviera una persona con el suficiente fondo monetario que podría ayudarla, era distinto a lo que en verdad deseaba.

Al percatarse de que había llegado a su casa, soltó un suspiro que mostraba lo arrepentida que estaba de su decisión al aceptar la propuesta de Jungkook, pero no tenía alternativa, solo quería encontrar las palabras adecuadas para poder contárselo a su tía y que está la apoyara, como siempre lo había hecho.

Tomó el pomo de la puerta y la abrió sigilosamente, esperaba no encontrar a su tía, pues era muy tarde y pensaba encontrarla dormida, sin embargo, aquella mujer la había descubierto.

—Edah, ¿por qué llegas a esta hora, donde estabas? Más vale que me digas toda la verdad de lo que está pasando con ese arquitecto. —exclamó su tía, quien se encontraba en la cocina. —Pásame la leche que está ahí, por favor.

Ella miraba cada movimiento de su tía, como si quisiera quitar esa ansiedad de poder saber lo que ocultaba, al parecer quería hacer un pastel, por los ingredientes que estaban a un lado del molde.

—Yo... Me enamoré de él tía y nos casaremos.

Ellie paró abruptamente, estaba de espaldas asi que no podía verle la cara, pero su sobrina podía notar lo tensa que se encontraba, cada acción la delataba y no la juzgaba, en parte era algo ilógico que en menos de una semana ella se enamorara de Jungkook.

—Sabes que nunca he intervenido en tus decisiones, tengo la confianza suficiente para saber que harás lo correcto pero... Me parece absurdo que después de aquellaa fotos y el como aborrecías a ese hombre, de la noche a la mañana ya estés enamorada de él.

—Lo sé tía, entiendo tu punto, p-pero así pasaron las cosas, me di cuenta que es un gran hombre y...

—¿Y? —la interrumpe? —¿Siquiera sabes sus gustos?

—Con el paso del tiempo iremos conociéndonos mejor. —respondió.

—Quiero que lo invites a cenar mañana, no quiero un no por respuesta Edah, al menos quiero asegurarme que en verdad te "ama" como dices y este seguro de quererte como esposa.

La castaña soltó un suspiro y asintió desganada, subiendo a su habitación dejando con lágrimas a Ellie.

[...]

Era un día largo, aquel donde daba esperanzas de tener o encontrar algo de motivación en la vida.

Es así como la fémina con una hermosa sonrisa arreglaba cada planta con sumo cuidado y sutileza, temiendo a dañarla más de lo que estaba.

Edah vivía feliz ayudando a su tía en su floristería, su carrera ayudaba a conocer cada parte importante de la naturaleza, lo hermoso de la creatividad y poder imponer algo que la representara.

Pero el mérito se lo llevaba su madre, quién la había motivado a ser una bella luz de felicidad, que con cada persona que ella se relacionara, sintiera tranquilidad y paz.

—¡Edah! —gritaron en unísono sus amigas, viniendo de prisa para hacerle millones de preguntas.—Nos debes demasiadas explicaciones.

Esta las miró con tristeza, no quería fingir pero no tenía de otra, por lo que señaló al ayudante de aquel lugar, indicándole que trajera un poco de té para ella y sus invitadas, no diría la verdad algo que la hacía sentir fatal, pues nunca guardaba secretos con ellas, hasta ahora.

—¡Nos tenias con el Jesús en la boca mujer!—mencionó Scarlett, tomando las manos de Edah permitiéndole saber que estaba con ella apoyándole moralmente.

—Bien, sé que quieren saber todo y claro, se los diré, pero por favor, no cuestionen demasiado, es difícil para mí. —suspiró mientras las demás asentian, recibiendo el té que traía el joven, despidiéndose de este. —Y-yo me c-casaré con Jeon Jungkook. —soltó con tranquilidad.

—¡¿Qué?! —gritaron.—Edah, es imposible, tu odias a ese hombre, además, no tiene mucho que se conocieron, no me digas que fue amor a primera vista, es ilógico. —exclamó Gianna con cierto enfado en sus palabras.

—Es difícil de creer, lo sé, pero me enamoré chicas. —sonrió falsamente. —Me di cuenta que estamos hechos el uno para el otro después de aquellas coincidencias, es muy guapo y mi tipo, así que ayer me llevó a un lugar muy bonito y mencionó lo hermosa que soy, que no perdería el tiempo e inmediatamente quería que fuera suya.

Aquel grupo de mujeres la veían expectantes y mirándose entre sí, sin creer lo que su mejor amiga decía, algo no cuadraba en esa narrativa pero querían quedarse calladas y solo asentir sin llegar a preguntar o hostigarla.

Claramente era algo ilógico, puesto que ella no paraba de hablar mal de él, el pelinegro que hizo de su vida un infierno.

—¡¿Ven?! Les dije que era amor a primera vista. —mencionó Serenity, la única que había caído en esa mentira.

Mientras tanto, un coche deportivo y lujoso, se aparcaba frente aquel lugar, lo que llamó la atención de Edah, no sabía quién era pero podía deducirlo, más aún cuando de este se bajo un hombre corpulento que llegaba a intimidar con su aura de grandeza.

Jeon Jungkook había investigado todo acerca de Edah, luego de pedirle aquel favor a su mejor amigo, supo donde vivía, quiénes eran cercanos a ella y como fue su trayectoria académica.

Sin previo aviso, subió las escaleras que daban dirección hacia la castaña y sonrió amablemente hacia las mujeres que estaban ahí.

—Vine por tí, quería verte. —comentó, ganándose unas miradas de sorpresa y otras de admiración.

JAJAJA HOLA, QUERÍA ACTUALIZAR PORQUE LA VERDAD YA QUIERO TERMINAR MIS DOS HISTORIAS, ASÍ QUE COMO PODRÁN VER, YA LLEGÓ EL MOMENTO DE VER A JUNGKOOK Y EDAH JUNTOS, ASÍ QUE PUEDE HABER CAPÍTULOS UN POCO LARGOS, ASÍ QUE ESPERO DISFRUTEN LA INTERACCIÓN DE ESTOS DOS 🤗.

NOS LEEMOS PRONTO 💗